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Asturias·
Carreño - Historia

Historia

El territorio de Carreño, habitado desde hace miles de años, tiene una historia rica y amplia, relacionada con los deMás territorios que lo rodean y dentro del amplio contexto de la historia asturiana de la que forma parte de forma indisoluble.

La Antigüedad


Los primeros restos humanos tienen una antigüedad de 100.000 años, encontrados en la cercana ensenada de Bañugues en el concejo de Gozón. Del Paleolítico Superior hay restos cerca de Perlora en la Cueva Oscura, de la que se hizo un estudio que ofreció materiales de la época solutrense y magdaleniense.

De la época Megalítica, se encuentran restos en El Monte Areo, y restos tumulares que tienen una edad cronológica del 3.000 antes de Cristo, con gran cantidad de restos fúnebres.

En la Edad de Bronce, se encontraron dos hachas, una procedente de Perlora y otra en el castro de la Barrera, este último de la cultura castreña, ya que a título orientativo se cree que por esta zona habitaba el pueblo Astur.

De la época de la romanización, hay pocos restos. únicamente los localizados en Coyanca y varias decenas de monedas de las que sólo se conservan siete áureos acuñados y la torre de Yabio de dudosa arquitectura romana, son todos los restos encontrados.

Edad Media

En la Edad Media, el concejo de Carreño perteneció a las tierras de Gauzón y después se integró en el alfoz de Avilés, pero no fue hasta el siglo XIII, cuando el concejo de Carreño fue reconocido como territorio autónomo y dotado de una puebla. Esta autonomía no duraría mucho pues Fernando IV, otorga al concejo de Avilés una serie de tierras entre las que estaban las de Carreño incluidas, siendo su capacidad limitada frente a las decisiones de Avilés.

La Edad Media es en Carreño una época organizada espacial y socialmente en torno a la institución eclesial. Tanto la Catedral como los monasterios de San Pelayo y San Vicente todos de Oviedo, así como otros pertenecientes al concejo (San Juan de Aboño, Santa MB de Logrezana, San Salvador de Perlora,...) poseían multitud de propiedades en estas tierras.

Hay que destacar que Carreño fue siempre de realengo, sin dependencias de señoríos y estuvo representado en las Juntas Generales del Principado desde los siglos XIV y XV, estando integrado en el partido llamado de Avilés, aunque esto no quiere decir que en sus tierras no existiera aristocracia regional o local.

En este período Carreño pertenece al denominado Alfoz de Gauzón que englobaba los actuales concejos de Gozón, Avilés, Carreño, Corvera, Illas y Castrillón.

En el año 1309 el Alfoz de Gauzón pasa a denominarse Alfoz de Avilés y es esta villa la que ostentará la capital de la comarca en la que se incluye el concejo de Carreño.

Restos interesantes de esta época medieval son las torres señoriales como la de Prendes o el torruxón de Yabio.

Edad Moderna

En los siglos XV y XVI, la villa de Candás ya tiene un reconocido tráfico portuario y pesquero, de hecho, la actividad pesquera ya está documentada en la temprana época de 1232 cuando el convento de Santa María de Arbás arrienda el puerto de Entrellusa (Perlora) a varios pescadores dedicados a la captura de la ballena. Por todo ello en el siglo XVI, se hacen las reformas del puerto en el que participa Juan Cerecedo, maestro de obras en la Catedral de Oviedo.

No es hasta el siglo XVII, cuando consigue su emancipación definitiva del alfoz avilesino, comprando el concejo de Carreño a la abadía de Santa María de Arbas del Puerto, su coto de Overiz, convirtiéndose en un municipio autónomo y unificado tal como lo conocemos hoy en día. En el XVII, ya la villa de Candás empieza a ser un núcleo de población destacado, contando con un maestro, un cirujano, etc.

En el siglo XVIII, hay una gran actividad portuaria de astilleros para la construcción y reparación de barcos. Hay que tener en cuenta que Candás era un importante puerto pesquero. En la falda del monte San Sebastián, estaba la fabrica con las calderas para derretir la grasa de las ballenas. En este siglo se fundan las cofradías de pescadores de Nuestra Señora del Carmen y las Ánimas del Purgatorio. Se hacen nuevos arreglos en el puerto y se instalan los cañones en el promontorio de San Antonio para la defensa de la villa. En este siglo es cuando todas las funciones administrativas se centralizan en las casas consistoriales de Candás.

Edad Contemporánea

En el siglo XIX, con la guerra de la Independencia, Carreño contribuirá con un regimiento de infantería de Candás y Luanco, pero con la derrota del puente de San Sebastián de Avilés, caería toda esta zona. Desde entonces su población padecerá expolios y padecimientos, hasta el final de la invasión. Durante el trienio liberal el concejo se disgregara en tres concejos, con capitales en Candás, Guimaran y Tamón, aunque esta situación no duró mucho tiempo.

La última parte del siglo XIX y el comienzo del XX, traera un periodo de profundas transformaciones. Se abren varias minas de hierro, numerosas industrias conserveras, la fabrica de productos químicos de Aboñu o la inauguración de la línea de ferrocarril.

La evolución social y cultural va pareja a la económica y se refleja en la extensión y mejora de la enseñanza en todo el concejo y en un temprano movimiento asociativo (Asociación de Agricultores de Carreño, Ateneo Obrero,...) y político-sindical.

En la Guerra Civil, Carreño no tuvo un papel protagonista, si cabe destacar la construcción en El Valle del campo de aviación más importante de la zona gubernamental, que estuvo activo hasta octubre de 1937 cuando todo el concejo cayó en manos de los sublevados.

Tras la guerra continuara el proceso industrializador de la comarca. La instalación de Ensidesa, Endesa a industrias auxiliares en los límites occidentales del concejo y la fábrica de Cementos Tudela Veguín, Uninsa y la Central Térmica de Aboño en el margen oriental, provocan un crecimiento demográfico y económico desconocido hasta entonces en Carreño y sobre todo en su capital que sufre un vuelco espectacular en su estructura urbana.

Todo el sector primario y sobre todo la pesca e industrias afines sufren un paulatino abandono del que intenta salir en la actualidad con la construcción del nuevo puerto.

La grave crisis industrial de los años 80 y la consecuente reconversión marcan el declive de la región y con ella de este concejo, no hay nuevas instalaciones industriales (excepción hecha de la Du Pont) y la economía de Carreño parece orientarse hacia el sector servicios, dentro del cual el ocio y el turismo juegan un importante papel.