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La Página de Bedri
Concejos de Asturias
Para visitar en Oviedo
Casco Histórico de Oviedo
1.- Campo de San Francisco, 2.- Palacio de la Junta General del Principado de Asturias, 3.- Plaza de la Escandalera, 4.- Teatro Campoamor, 5.- Convento de Santa Clara, 6.- Iglesia de San Juan, 7.- Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, 8.- Calle Gascona, 9.- Academia de la Llingua, 10.- Monasterio de San Pelayo, 11.- Iglesia de Santa María la Real de la Corte, 12.- Museo Arqueológico, 13.- Catedral, 14.- Plaza de Alfonso II, 15.- San Tirso, 16.- Casa de la Rúa, 17.- Capilla de la Balesquida, 18.- Palacio de Valdecárzana-Heredia, 19.- Palacio de Camposagrado, 20.- Palacio de Toreno, 21.- Edificio histórico de la Universidad de Oviedo, 22.- Plaza de Riego, 23.- Casa Consistorial, 24.- Iglesia de San Isidoro del Real, 25.- El Fontán, 26.- Biblioteca de Asturias, 27.- Palacio del Marqués de San Feliz, 28.- El Campillín, 29.- Plaza de Trascorrales, 30.- Plaza del Paraguas, 31.- Museo de Bellas Artes de Asturias, 32.- Corrada del Obispo, 33.- Conservatorio Superior de Música, 34.- Palacete de la Lila, 35.- Antigua Fábrica de Armas de Oviedo, 36.- Calle Uría, 37.- Paseo de Los Álamos, 38.- Muralla Medieval de Oviedo, 39.- Antigua Fábrica de Gas, 40.- Plaza de Porlier.

Cuenta Oviedo con importantes muestras monumentales, siendo los más destacables las arquitecturas prerrománicas, obras de gran importancia artística que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Dentro de estas obras señalaremos el palacio de Santa Maria del Naranco, la iglesia de San Miguel de Lillo, la fuente de Foncalada y la iglesia de San Julián de los Prados. El Palacio de Santa María del Naranco se encuentra en las faldas del monte Naranco fue construida en el reinado de Ramiro I, originalmente siendo un aula regia o salón de reuniones, para más tarde convertirlo en una iglesia. Se divide en dos pisos y tres ámbitos. El superior posee una gran riqueza decorativa y consta de un salón central, hallándose en los extremos unos miradores abiertos con hermosas arcadas.

La iglesia de San Miguel de Lillo fue construida en el año 848 y se decía que había sido construida para el palacio de Santa María. De la edificación inicial sólo se conserva la cabecera que hoy ejerce las funciones de capilla, el vestíbulo y el arranque de las tres naves. En el vestíbulo esta la tribuna real donde se cree descansaba la monarquía. Son destacables las muestras pictóricas que se realizaron en sus muros y que tenían a la figura humana como elemento principal.

La fuente de Foncalada es la única obra civil y popular que perdura del reinado de Asturias de Alfonso III y de la cual se ha descubierto más recientemente una estructura más compleja, en la que se observa una canalización para el suministro del agua.

La iglesia de San Julián de los Prados se encuentra localizada en el barrio de Santullano y es perfectamente visible para quienes accedan o dejen la ciudad por la autopista “Y”, fue construida por Tioda por orden de Alfonso II el casto, fue restaurada en 1914 por Fortunato de Selgas. Es una pequeña iglesia de tres naves interrumpidas por un crucero, a cuyos extremos se abren dos estancias. Tiene vestíbulo y tres ábsides rectangulares de los cuales la central está provista en su parte superior de una cámara alta. Además, la iglesia conserva un repertorio pictórico que la hace más destacada dentro del panorama artístico.

Aparte de estas obras prerrománicas, Oviedo también cuenta con más bienes de interés cultural. Dentro de estos tenemos la cueva de Las Caldas, que nos muestra diversas muestras del arte mueble con figuras de caballos, bisontes, ciervos De la época prehistórica, las cuevas de La Lluera presentan en las paredes dibujos y figuras grabadas de animales y también figuras representativas de figuras más o menos triangulares que se pensaba interpretaban símbolos sexuales femeninos.

De gran importancia artística puede catalogarse de la misma manera, a la catedral de Oviedo tanto en su exterior como en su interior. Construida por orden del rey Fruela y continuada por su hijo Alfonso II, la catedral no paró de renovarse y ampliarse adaptando los estilos de la época. La cámara Santa contiene las Santas reliquias que dieron a la catedral el reconocimiento de “Sancta Ovetensis” haciendo de Oviedo parada de peregrinación durante las épocas media y moderna. También contiene la Sábana Santa o Santo Sudario de gran valor religioso, la Cruz de La Victoria, la Cruz de los Ángeles, La caja de las Agatas y diversas obras de arte. La capilla mayor está presidida por un enorme retablo de estilo hispano-flamenco realizado por Giralte de Bruselas esculpido en dorado por León Picardo

Monasterio de San Pelayo

C/ San Vicente, 11. Oviedo. Fundado en el siglo IX.

Se remonta a la Alta Edad Media. Según una antigua tradición, es fundado por el rey Alfonso II el Casto (791-842), bajo el nombre de "San Juan Bautista". Es la única comunidad benedictina asturiana que se ha mantenido viva sin interrupción hasta el día de hoy. Sufre diversas reformas. En 1590 Leonardo de la Cajiga reedifica la iglesia de una sola nave carente de capillas, la torre por Melchor de Velasco en 1650, a finales del siglo XVII la reedificación del conjunto por de la Roza y Fco. de la Riva y L. de Guevara. Y en 1703 Fray Pedro de Cardeña construye el cuerpo de la Vicaría (fachada actual), precedente conceptual de la arquitectura palaciega del siglo XVIII. Sirve como escenario de los conciertos que periódicamente realizan las Pelayas que continúan venerando los restos de San Pelayo depositados en la iglesia y que cambiaron el patronato anteriormente dedicado a San Juan.

Capilla de la Balesquida

Es el lugar de culto de la Cofradía de la Balesquida, fundada en 1232 tras la donación testamentaria de un hospital para peregrinos y ciudadanos y otras propiedades para el mantenimiento del mismo, a la cofradía de alfayates o sastres de Oviedo, por parte de la noble ovetense Doña Velasquita o Balesquida Giráldez, gran benefactora de la ciudad durante el siglo XIII, por quien toma el nombre tanto la cofradía como la capilla, barroca del XVII y dedicada a la Virgen de la Esperanza.

Convento de Santa Clara

El convento de religiosas de Santa Clara de Oviedo fue un antiguo convento construido en el siglo XIII del que actualmente sólo se conservan la portada de la primitiva fábrica románica (hoy en el palacio de Villabona de Llanera) y algunos capiteles aislados. En el siglo XVIII se llevó a cabo una importante ampliación del convento, fruto de la cual son los restos hoy conservados en la portería y el claustro. Tras la desamortización de la primera mitad del siglo XIX, el convento de Santa Clara fue utilizado como cuartel. En los años 1960 fue objeto de una profunda reforma para adecuarlo como Delegación de Hacienda.

El origen del convento de religiosas franciscanas de Santa Clara se remonta al siglo XIII cuando las monjas, siguiendo las reglas de la orden, eligen por emplazamiento unos terrenos libres a las afueras de la ciudad, próximos a la cerca que la protegía. De los antiguos restos románicos sólo nos restan una portada y unos capiteles, ambos descontextualizados y desmembrados.

El convento a lo largo sufre diversas modificaciones y ampliaciones a lo largo del tiempo. En el siglo XVIII se llevan a cabo obras para realizar la fachada de la portería y el claustro, el de mayores dimensiones del Principado, siendo éstos los únicos restos del edificio que se conservan en la actualidad in situ.

En 1960 el arquitecto Ignacio Álvarez Castelao, en su proyecto de adaptación del edificio para Delegación de Hacienda, manda tirar algunas partes históricas del inmueble, entre las que se cuenta la crujía del lado este del claustro. La fachada de la portería se halla en la calle Covadonga, por donde antaño discurría el Camino de Santiago. Es obra barroca y se comienza hacia 1703, siguiendo trazas semejantes a las de la portada de la vicaría del vecino convento de San Pelayo. Las dimensiones de la misma tienden al cuadrado, dividida en dos mitades horizontales por una volada línea de imposta.

El conjunto se erige sobre un alto basamento que salva la pendiente del terreno y coloca la planta baja que abre a la calle en tres arcos de medio punto y otro de idéntica flecha y luz en el lateral izquierdo. En vertical la distribución se hace en tres calles, la central en arimez concentra toda la decoración y el movimiento en planta. Se superponen columnas únicas sobre altos pedestales en las dos partes que forman la fachada en horizontal, empleándose el orden gigante para el piso noble y la segunda planta. Una hornacina avenerada en el paño central del piso noble, flanqueada por pequeñas columnas, guarecida por frontones partidos y coronada por el desdibujado escudo de la orden, acoge la imagen de cuerpo entero de Santa Clara.

El claustro en la actualidad abre a la plaza del Carbayón, al haber sido demolida la crujía este que cerraba su espacio cuadrado. Fue construido por Pedro Muñiz Somonte entre 1750 y 1753, pudiendo clasificarse como una obra perteneciente al barroco desornamentado. Prima en las tres pandas conservadas la cuidada estereotomía, de igual manera que en la fachada de la portería; pero a diferencia de aquella destacan la depuración, la sobriedad y un marcado ritmo en el que se ha utilizado como únicas medidas la vara, el pie y los palmos.

Las fachadas se articulan por medio de una moldurada línea de imposta que divide en horizontal los tres pisos, mientras que los arcos de medio punto de la planta baja y los vanos adintelados de los pisos superiores están enmarcados por pilastras toscanas cajeadas.

En el piso noble de la crujía norte se aprecian huellas de una obra anterior en la que los vanos descargaban en arcos rebajados, para posteriormente rectificar y seguir las mismas trazas que el resto del claustro.

La decoración del conjunto se limita al frente de las dovelas e intradós de los arcos y a las delgadas molduras en relieve que enmarcan las ventanas adinteladas.

En 2006 fue declarado Bien de Interés Cultural, según Decreto 69/2006, de 29 de junio.

Iglesia de Santa María la Real de la Corte

El espacio donde se levantó el primer templo ovetense es ocupado hoy por este edificio de estilo clásico, levantado por Juan Rivero Rada en el S. XVI. Amplios espacios interiores, separados por pilastras jónicas. El interior de la iglesia conserva importantes retablos, un órgano barroco de 1705 y una pila bautismal que data del siglo I D. C.

Iglesia de San Isidoro el Real

La iglesia, situada en la plaza de la Constitución, delante del ayuntamiento,  formaba parte en su fundación del desaparecido colegio de la orden de los Jesuitas de San Matías. El colegio fue demolido en 1873 quedando la iglesia como único testigo del anterior complejo, que se construyó durante el siglo XVII. Las obras, dirigidas entre otros por Francisco Menéndez Camina, son concluidas en 1681 siendo inaugurada la iglesia. Ésta posee nave única con planta en cruz latina y única torre exterior si bien en el proyecto inicial eran dos. Es Monumento Histórico Artístico.

Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

En la calle Caveda, junto a un centro comercial, se levanta esta iglesia que formaba parte del convento de la Visitación de Santa María, donde las religiosas de dicha Orden moraron a partir de 1887. En los setenta se derribó el convento y patio lindante, a fin de levantar un centro comercial. Se salvó el templo convertido en parroquia. Diseñado por Francisco Aparici, Juan Miguel de la Guardia introdujo también aportaciones; en el siglo XX trabajó en él Julio Galán Carbajal.

Es una construcción neogótica de planta de cruz latina y ábside poligonal, con decoración a base de apuntadas vidrieras, pináculos y finas líneas de arcos pequeñitos. La torre, de Julio Galán (1916), crece desde el centro de la fachada, para acabar en pentagonal y angosta flecha.

Iglesia de San Juan el Real

C/ Melquiades Álvarez, Oviedo. Época: S. XX (1912-1915).

Muy próxima a la anterior, en la calle de Melquiades Álvarez,  es un proyecto de Luis Bellido. Reemplazó a otra, de igual advocación, derruida en 1882 y situada en la calle San Juan.

Presenta planta de cruz latina, transepto espacioso, capillas laterales y gigantesca cúpula, elevada sobre pechinas y recubierta externamente con cerámica brillante de color rojizo.

El exterior, atractivo por su variedad policromática y la riqueza de volúmenes, ofrece espléndida fachada, con dos torres-campanario cuadradas custodiando un acentuado hastial en el que se abre la portada neorrománica y un ventanal de gran tamaño.

En el interior destacan las columnas, las vidrieras modernistas (1914), encomendadas a José Maumejean, los cuatro grandes frescos de la cúpula y los tres ábsides, debidos a Félix Granda, la pila bautismal, en mármol blanco, con trabajo en relieve de Cipriano Folgueras; o la capilla de las Animas. En ella se casó el dictador Francisco Franco, causante de un millón de muertos y dos millones de expatriados, con Carmen Polo.

Edificios civiles

Dentro de los edificios civiles y populares son de destacar varias obras como el que ocupa el actual ayuntamiento, el edificio histórico de la Universidad, el Jardín de los Reyes caudillos, el balneario de las caldas y la plaza del Fontán que fue derruida en el año 1997 para reconstruirla totalmente.

Muralla medieval. Oviedo. S. XIII

Declarada Monumento Histórico-Artístico. Se trata de una obra de fábrica de mampostería, que pese a su aceptable estado, precisaría restauración. El tramo más extenso y cuidado se localiza en la calle Paraíso, desde el final de esta calle continuaba por la calle Noceda y seguía por la calle Jovellanos donde aún se conserva el tramo anexo al Monasterio de San Pelayo y un pequeño tramo exento parte de un edificio ya derruido. Aún se conservan restos en las calles Postigo Alto, Sol, Mendizábal y el Peso.

Palacio de la Rúa

La casa de la Rúa o casa del Marqués de Santa Cruz de Marcenado de Oviedo es uno de los edificios civiles más antiguos de la ciudad. Datado en el siglo XV se trata de uno de los pocos edificios que sobrevivieron al gran incendio de la ciudad, en la Nochebuena de 1521.El hallazgo de unas conocidas marcas de un cantero medieval en varios muros de la casa, fechan sus primeros orígenes a finales del siglo XIII.

Perteneció al contador de los Reyes Católicos, Rodrigo de la Rúa, si bien el edificio anterior pertenecía a Alonso González de la Rúa. En el siglo XVII pasó a manos del Marques de Santa Cruz de Marcenado.

De apariencia sobria y militar., de estilo gótico tardío se encuentra en la Plaza de Alfonso II el Casto. Trabajada con excelente sillar cabe resaltar la puerta de entrada. Los escudos de armas de la fachada son de la Rúa, los Quirós, González de Lugones y Cienfuegos. Son dos escudos cuartelados y aparece una flor de Lis que puede ser de la orden de Santiago.

Se trata de un ejemplo claro de arquitectura de la Edad Media, con vanos dispuestos de forma desordenada en la fachada y patio con jardín interior. El punto original del que parte la construcción fue una torre, hoy incluida en el edificio, del siglo XIV. En 1928 se reconstruyó parte de la casa añadiendo un jardín interior.

El Palacio original perteneció al contador de los Reyes Católicos, Rodrigo de la Rúa, en el siglo XV. De esta época como torre defensiva tardo-gótica aún conserva la fachada principal, el muro interior paralelo y el arco dovelado de la entrada. La casa es un claro ejemplo de arquitectura medieval, con vanos dispuestos de forma desordenada en la fachada y un patio que alberga un gran jardín interior.

A finales del siglo XV incorpora la ventana de la Cruz, uno de sus elementos más característicos, y las bolas renacentistas decorativas de la cornisa. En el siglo XVII la casa pasó a denominarse palacio de los marqueses de Santa Cruz de Marcenado debido al matrimonio entre Isabel Bernardo de la Rúa y Sebastián Vigil de Quiñones, distinguido por Carlos II como caballero de la Orden de Calatrava y primer marqués de Santa Cruz de Marcenado en 1679, motivo que dio lugar a la incorporación de los escudos con la cruz de Calatrava en la fachada.

En el siglo XVIII el edificio incorpora un cuerpo adosado a la fachada de tres pisos. Este añadido barroco supuso una gran ampliación en la superficie del palacio.

En 1929 se realiza una primera rehabilitación del edificio. Se incorpora la escalinata de la entrada, el patio central con columnas y las chimeneas de sillares en los salones principales.

La última reforma se inicia en el año 2008 y supone una rehabilitación integral del edificio. En ella ha colaborado un equipo de especialistas en arqueología, petrología e historia del arte de la Universidad de Oviedo, con el objetivo de lograr el máximo rigor histórico y artístico.

Actualmente, el palacio de la Rúa, abre sus salones a la celebración de todo tipo de eventos sociales (bodas, bautizos), culturales y empresariales.

Palacio Arzobispal

Situado en la Plaza Corrada del Obispo y construido en el siglo  XV se destina a Casa Sacerdotal.  Edificio en buen estado de conservación y fácil acceso.

Construido a partir de los restos de la primera residencia palatina de los monarcas asturianos, pasó por varias remodelaciones y ampliaciones. Tuvo que ser reconstruido tras el enfrentamiento que siguió al golpe de estado del 18 de julio  de 1936. En su interior el cuerpo principal da acceso a un patio cuadrado con arquerías.

Palacio de los Condes de Toreno

El Palacio de los Condes de Toreno es uno de los principales ejemplos de arquitectura civil barroca de la ciudad de Oviedo. Es obra del arquitecto Gregorio de la Roza, quien lo edificó entre 1673 y 1675 por encargo de la familia Malleza Doriga. Se encuentra situado en el número 5 de la Plaza Porlier de la capital asturiana.

Sus elementos más significativos son: la fachada, asimétrica, hecha a base de sillares y la portada, con columnas y blasones dispuestos a cada lado de un balcón central, y huecos en forma de saeteras, balcones y ventanas. En el interior destaca un patio con columnas toscanas, además de una monumental escalera de piedra a la derecha.

El edificio, declarado Monumento Histórico-Artístico albergó la sede de la Biblioteca Pública Provincial, junto con el Centro Coordinador de Bibliotecas y el Archivo Histórico Provincial, desde febrero de 1958 hasta noviembre de 1987. Actualmente alberga la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), entidad fundada en 1946 con el propósito de estimular cuantas investigaciones sirviesen al mantenimiento y enriquecimiento del acervo cultural y artístico de la región en su vertiente propiamente asturiana.

En el palacio vino al mundo el político e historiador José María Queipo de Llano, VII Conde de Toreno, embajador enviado por la Junta General del Principado ante el gobierno inglés durante la Guerra de la Independencia para recabar su ayuda; también fue diputado, presidente del Consejo de Ministros y reformista.

Palacio de Valdecárzana-Heredia

Es una gran residencia palaciega urbana que hoy en día acoge las dependencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

El palacio fue edificado entre 1627-1629 por Diego de Miranda. La familia Miranda fue uno de los grandes linajes del Principado de Asturias. Linaje, que al igual que otros nobles establecidos en la ciudad de Oviedo, construyeron entre los siglos XVII-XVIII un palacio en el que residir dignamente, de acuerdo con su condición social y poder económico y político. La casa ocupaba una situación privilegiada, en las cercanías de la Catedral. En su realización parecen haber participado los maestros Juan de Naveda, y Gonzalo Güemes Bracamonte.

Tipológicamente el palacio es obra del primer barroco asturiano, de inspiración clasicista. Sigue el modelo de los palacios exentos y de planta cúbica estructurada en torno a un amplio patio central. Su fachada occidental, de buena cantería, estaba flanqueada por dos torres, de cuatro plantas, de la que tan sólo resta la noroeste. Es una fachada muy sobria y desornamentada. Líneas de imposta delimitan sus tres plantas y dos bandas de sillares separan su cuerpo central de la torre y del ala suroeste que fue levantada por la familia Heredia. Dos pilastras cajeadas enmarcan la portada, sobre la que corre un friso decorativo de rosáceas y un balcón, que da paso al escudo de los Miranda con la corona del marquesado de Valdecarzana. El lienzo oriental del palacio muestra también fábrica de cantería y acoge, en el segundo piso, las armas de los Miranda y Ponce de León. La fachada norte es de mampostería revocada.

A finales del siglo XVIII, la familia Heredia reformó el palacio y su patio y lo dotó de su actual fachada meridional, derribando la torre de ese lado, y de un jardín, al que daba dicha fachada. El proyecto de estas obras corrió a cargo del arquitecto asturiano Manuel Reguera González, si bien su ejecución final no se debe a él. De estilo barroco desornamentado y academicista, la calle central es el eje compositivo y decorativo de esta fachada meridional, que está organizada, al igual que la occidental, en tres plantas separadas con líneas de imposta. La planta baja acoge la puerta de ingreso, de arco rebajado, entre pilastras con caja almohadillada. En el primer piso, se abre el balcón principal, enmarcado por dos semicolumnas de orden dórico. Sobre ellas reposa un entablamento quebrado, con friso decorativo clásico. Un frontón partido de volutas, ya en el piso superior, actúa de base del escudo, que rompe la línea de la cornisa. El escudo de los Heredia muestra a Hércules luchando con el león de Nemea y un mascarón, con la inscripción, a modo de diadema, del año 1774. Los siete balcones que se abren en el patio principal son de arco rebajado y presentan artísticos y moldurados remates, con veneras y máscaras.

Palacio de Velarde

El palacio de Velarde de Oviedo es un palacio de estilo barroco fechado en el año 1765 y obra del arquitecto candasín Reguera, uno de los más destacados arquitectos asturianos de todos los tiempos. La edificación estaba destinada a Pedro Velarde, regidor de Oviedo.

De esta edificación cabe destacar sobre todo su fachada principal a la calle Santa Ana, su espléndido jardín y su patio interior de sección cuadrada con dos arcos por cada lado sujetos por columnas toscanas. Tiene además una escalera de estilo imperial que da paso a la galería del primer piso desde dónde se accede al corredor que se abre sobre el patio inferior. Se une por el interior con la Casa de los Oviedo y amplia las instalaciones del Museo de Bellas Artes.

Palacio del Marqués de San Feliz o Duque del Parque

El palacio del Marqués de San Feliz o palacio del Duque del Parque es un palacio civil español situado en la plaza Daoíz y Velarde de Oviedo.

Los inicios del palacio se remontan al año 1687 en el que el primer Duque del Parque arrenda una casa colindante a la casa de comedias de la plaza del Fontán. En 1723 Isabel Trilles-Agliata y Valdés hija del primer duque adquiere los solares situados en los alrededores para edificar el palacio. Encarga el diseño de la obra a Francisco de la Riva Ladrón de Guevara, quien comienza las obras en 1725.

El palacio fue vendido al ayuntamiento de Oviedo que instaló en 1794 la fábrica de armas. La fábrica permaneció en estas dependencias hasta 1857 en la que se trasladó al solar del monasterio de Santa María de la Vega.

En junio de 1892 fue adquirida por los marqueses de San Feliz (en concreto por Antonio Sarri), familia a la que pertenece en la actualidad.

Fue también fábrica de tabacos, sede del Colegio Santa Cecilia, del Colegio Santo Ángel y durante el cerco a Oviedo en la Guerra Civil española las autoridades franquistas lo utilizaron como ayuntamiento.

Es un edificio de dos plantas de forma cuadrada con patio interior, jardín y en ángulo recto se sitúan las caballerizas. De factura barroca con sillar de arenisca y almohadillado en las esquinas. Posee dos fachadas, la principal que da la plaza y la interior que da al jardín, menos elaborada.

La puerta de acceso posee dintel enmarcada por grandes molduras de orejas y flanqueada por dos columnas toscanas sobre pedestales. El balcón principal situado sobre la puerta principal está enmarcado entre pilastras con dos grandes escudos tallados en 1931 por Manuel Pedredo.

Las caballerizas situadas en un lateral con la fachada principal orientada en ángulo recto con el palacio y situadas en la plaza destaca la puerta con tallas de dragones y jinetes. En la pared se pueden ver dos medallones con la efigie de un caballo.

El palacio albergó un apostolado completo de El Greco hasta que fue vendido por la familia a Aceralia en dieciocho millones de euros, la cual más tarde lo cedió al Museo de Bellas Artes de Asturias como pago de impuestos1

El palacio sigue siendo residencia privada del marqués de San Feliz, siendo el mejor palacio urbano habitado del norte de España.1

Es el más representativo palacio barroco de la ciudad, destacando su gran pureza de estilo. El patio interior es de una belleza suprema. Las caballerizas se encuentran formando ángulo recto con el edificio. Presenta un claro paralelismo con el Palacio de Camposagrado. Obra del arquitecto Francisco de la Riva y Ladrón de Guevara.

Palacio del Marqués de Camposagrado

El palacio de Camposagrado es un palacio urbano de estilo barroco de cuatro plantas estructuradas en torno a un patio central. El edificio data de mediados del siglo XVIII y fue construido por encargo del III marqués de Camposagrado, José Manuel Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera por los arquitectos Pedro Fernández Lorenzana y Domingo Suárez Solar.

Aunque es conocido como Palacio de Camposagrado, es poco representativo de ese título nobiliario. Quien encargó la construcción lo comienza a usar los últimos nueve años de su vida. Sus hijos no nacen en él. Y su nieto, el quinto marqués de Camposagrado, el único que nació en él, se casó y vivió en Barcelona donde es considerado un prohombre de la ciudad, muriendo sin descendencia. La edificación comienza hacia 1728 a cargo de Francisco de la Riba y se termina en el año 1757 a cargo de Pedro Antonio Menéndez quien principalmente le aportó el estilo que lo singulariza. La intervención de varios arquitectos supone diferentes estilos en los pisos de la fachada. Por una parte, el inferior es más barroco, con la puerta enmarcada en una moldura con orejas. El piso superior es de corte más clásico y sobrio, articulado con pilastras adosadas. Posee sillares almohadillados en los ángulos. Es de planta rectangular y se articula en torno a un patio central. Su acceso se practica a través de dos fachadas: una de ellas frente al palacio de Valdecarzana, por la calle de San Juan, y la otra por la plaza de Porlier. De ambas puertas de entrada parten ramales de escalera para acceder al piso superior. Sufrió incendio en 1934 durante la revolución por lo que hubo de ser rehabilitado, siendo declarado monumento histórico artístico en 1943.

Actualmente es sede del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Casa de los Llanes

Situada en la plaza de Alfonso II, 11. Oviedo. junto a la catedral y construida en  1740, tiene aspecto de residencia palaciega barroca, casa vivienda, en planta rectangular, de cinco plantas, con fachada en composición de tres huecos, con amplia portada barroca. Con balcones corridos, rodeados de molduras y una gran puerta de entrada. Tiene un gran escudo en el tímpano. A ambos lados dos pisos de ventanas de pequeño tamaño. Es atribuida a Fray Pedro Martínez.

Palacete de la Lila

Situado en la calle de La Lila, en el número 17, es un palacete ajardinado de finales del siglo XIX. Tiene un saliente mirador de madera sobre columnas de forja que forman el porche. Posee una gran galería acristalada lateral, con función de terraza, estilo ecléctico.

Actualmente es la sede del cibercentro municipal.

Hotel de la Reconquista

Se trata del antiguo Hospicio de Oviedo declarado monumento histórico artístico y situado en la calle Gil de Jaz.

En 1752 se inicia la construcción del Hospital Hospicio de Oviedo por orden de Isidoro Gil de Jaz, regente de la audiencia del Principado de Asturias, siendo proyectado por el arquitecto Pedro Antonio Menéndez de Ambás todo el edificio, menos la capilla, obra de Ventura Rodríguez.

Se trata de un edificio de interés arquitectónico por su composición de conjunto y por sus elementos. Su fachada principal, toda de sillería, está coronada por un escudo central barroco de grandes dimensiones y trabajada labra. Este escudo es copia del original pues fue construido en arenisca blanda teniendo que ser sustituido por una copia exacta en caliza en 1958. Sobre un pórtico de siete arcos de medio punto, con espacioso soportal en toda la línea de la fachada, se eleva el piso principal, de otros siete huecos, el central de arco rebajado con balcones de hierro forjado. Toda la fachada está terminada por un barandal de piedra labrada, que remata el cornisamiento del edificio.

En su interior se abren dos grandes patios: el de Gil de Jaz y el de la Reina, de galerías porticadas de madera, que recuerdan, por su espaciosa disposición, las viejas plazas castellanas.

La capilla del complejo es diseño del arquitecto madrileño Ventura Rodríguez, en 1768, y obra del arquitecto Manuel Reguera González. Se inicia su construcción en 1768 siendo finalizada, según una inscripción, en 1770, en el reinado de Carlos III de España.

La capilla es de planta circular por la parte interior y octogonal por la parte exterior, todo ello ejecutado en orden dórico. Sobre un ático que contiene el cuerpo de luces se levanta la cúpula, adornada con casetones y florones.

El edificio al ser destinado a establecimiento hospitalario (hospicio y hospital) es de grandes dimensiones para la época.

El edificio fue restaurado en 1942 por la Diputación Provincial de Oviedo y desde 1972 alberga un hotel de cinco estrellas llamado Hotel de la Reconquista, propiedad de la empresa pública HOASA. Es una de las sedes principales de los Premios Príncipe de Asturias al albergar las recepciones oficiales, la zona de prensa, votaciones, etc.

Acueducto de los Pilares

El Acueducto de los Pilares está situado en el barrio ovetense de Ciudad Naranco y fue construido entre 1570 y 1599 bajo la dirección de Juan de Cerecedo, si bien fue concluido por Gonzalo de la Bárcena, fontanero mayor de Valladolid.

La construcción inicial contaba con cuarenta y dos arcos denominados popularmente «pilares», de ahí su nombre, una longitud de 390 metros y una altura de 10 metros con un coste total de 15.500 ducados de la época costeados mediante impuestos sobre la sidra y el vino.

Su construcción se realizó para abastecer a la ciudad con las aguas de las fuentes de Boo y Fitoria del Monte Naranco Entre su construcción en el siglo XVI y 1875 fue el mayor y principal canal de distribución hidrográfico de la ciudad hasta que fue sustituido por un sistema de depósitos de agua y tuberías a presión proyectado por Pedro Pérez de la Sala en 1864.

Del acueducto quedan sólo cinco pilares dejados como homenaje y recuerdo de lo que fue aquel acueducto, pues en 1915 fue demolido el resto para facilitar el ensanche de la ciudad y su nueva organización. Estos cinco arcos se restauraron en 2006 y supusieron un coste de unos 48.000 euros.

Se declaró monumento Histórico-Artístico el 26 de noviembre de 1915. 

Villa Magdalena

Villa de tipo ecléctico modernista situada en la avenida de Galicia. Construida en 1900, es  uno de los escasos ejemplos de la época que perviven en Oviedo. Dos plantas, torre en esquina y fachada que suscita elementos clásicos utilizados por el eclecticismo de la época industrial. Galería lateral en hierro y cristal modernista. Finca ajardinada.

Actualmente, y tras ser adquirida por el ayuntamiento en una oscura operación alberga equipamiento municipal.

Palacio de la Junta General del Principado de Asturias

En la calle Fruela, al lado del Campo San Francisco y muy próximo al casco histórico. Se trata de un suntuoso palacio de estilo francés, con proyecto de Nicolás García Rivero, construido en 1910 sobre las parcelaciones del antiguo convento de San Francisco, ocupando el solar de la antigua iglesia. De cuatro fachadas, en la principal escalera monumental y cuerpo saliente central, decoración de tipo francés y barroca, con muchos elementos modernistas.

En la actualidad es la sede del parlamento autonómico, heredero de la Junta General del Principado de Asturias.

Chalet Sanatorio Miñor

Situado en la avenida de Galicia, muy cerca del Villa Magdalena, se trata de un chalet modernista que es uno de los pocos supervivientes de las residencias ajardinadas que la burguesía novecentista construía a las afueras de Oviedo. Construida primero como vivienda, Julio García Carvajal, realizó el proyecto en 1912.

Actualmente, rehabilitado y en buen estado de conservación es la sede de la Fundación Municipal de Cultura y de la Fundación Gustavo Bueno.

Casa Consistorial

Tras la creación del municipio por el Fuero de Oviedo se inicia la andadura de la casa consistorial.

Los gobernantes, al ir creciendo la importancia del municipio, decidieron trasladar la sede consistorial del atrio de la Iglesia de San Tirso al nuevo edificio.

En 1622 Juan de Naveda diseña el nuevo edificio aprovechando un soporte de la vieja muralla y la puerta de Cimadevilla. En 1671 se finalizan las obras. En 1780 Francisco Pruneda realiza la primera reforma importante. En la Guerra Civil Española el ayuntamiento sufre grandes destrozos trasladándose el consistorio al Palacio del Marqués de San Feliz. Una vez finalizada la guerra se reedifica, añadiendo la torre del reloj, obra de Gabriel de la Torriente, en 1940.

Auditorio Príncipe Felipe

El Auditorio-Palacio de Congresos Príncipe Felipe es un auditorio y palacio de congresos que se inauguró el 29 de abril de 1999.1

Tiene 4500 m2 de planta y 18 500 m2 de superficie construida. Lo diseñó el arquitecto Rafael Beca aprovechando las antiguas instalaciones del depósito de aguas de Oviedo. Uno de los aspectos más cuidados del auditorio fue la acústica, de la que se encargó el físico catalán Higini Arau.

La sala principal y la polivalente pueden funcionar juntas o por separado, sumando entre las dos un aforo de 2 388 personas. Bajo la sala polivalente se encuentra la sala de cámara, que tiene 400 localidades y en la parte de arriba hay diversas salas de conferencias con casi 500 butacas.

Desde su apertura vienen celebrándose en el auditorio distintos congresos, conferencias, exposiciones, muestras monográficas, conciertos, etc.

Palacio de Congresos de Oviedo

El Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, popularmente conocido como "El centollu”, es obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Es uno de los edificios más singulares de Oviedo que se erige en la conocida como parcela de Buenavista, en lo que fueron los terrenos del antiguo estadio de fútbol Carlos Tartiere hasta el año 2003.

Actualmente este edificio alberga en sus instalaciones diversos congresos y actos durante todo el año, además de un centro comercial abierto ya en 2008.

Después de un parón en la construcción, no exenta de polémicas, de la sala auditorio debido a la crisis económica, ésta se reanudó en abril de 2010 para inaugurarse en 2011.

Según la ficha técnica de contenidos del complejo, el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo se distribuye en tres plantas; la planta baja donde se encuentran el hall principal o área expositiva, con una superficie de 2.300 m2, una sala de reuniones con capacidad para 217 personas y una sala multiusos de 410 m2; una planta de acceso al Auditorio que dispone de 2.144 butacas y está cubierto por una gran cúpula de acero blanco de 45 m de altura (diseñada originalmente como un elemento móvil aunque a día de hoy no puede accionarse), y una tercera planta que da acceso a las 12 salas de reuniones.

Las edificaciones anexas a la construcción principal son el área de Servicios Administrativos del Gobierno del Principado de Asturias, con una superficie de 11.196 m2, un hotel de 150 habitaciones y 17.387 m2 y un aparcamiento para 1.777 plazas y 75.037 m2.

El edificio en "U" que rodea el Palacio de Congresos, donde está el hotel y las oficinas administrativas, se sostienen sobre un complejo diseño de pórticos de acero que se construidos pieza a pieza. Cada pórtico, con un "tronco" de más de diez metros de altura y con los ascensores en su núcleo, sostiene una de las tres alas y está formado por seis construcciones de acero en forma de árbol.

Escultura urbana

El paisaje urbano se ve completado con obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX. Mención aparte merece el homenaje que la Junta General del Principado de Asturias le hizo en 1798, todavía en vida, al ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, levantando el primer monumento a una persona privada en España. El Monumento a Jovellanos puede verse en la Calle Jovellanos en un costado del Monasterio de San Pelayo.

En el Campo de San Francisco pueden verse numerosos homenajes colocados a principios del siglo XX. El más destacado es el monumento a José Tartiere Lenegre, impulsor de la industrialización de Asturias, obra de los escultores ovetenses Víctor Hevia Granda y Manuel Álvarez Laviada en 1933. Otro homenaje importante es el dedicado a Leopoldo Alas «Clarín», obra de los mismos autores en 1931. El Campo alberga también un gran busto de Sabino Fernández Campo, obra de Víctor Ochoa Sierra. Uno de los homenajes más visitados desde su instalación en 2005 es la estatua a tamaño natural de Woody Allen que le fue dedicada tras los elogios que le dedicó a la ciudad después de la entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Artes que recibió en 2002.

Otras obras, más puramente artísticas, de diversos autores están distribuidas por toda la ciudad. Se pueden destacar: El regreso de Williams B. Arrensberg, Culis monumentalibus y Los libros que nos unen, esta última como homenaje al filólogo Emilio Alarcos Llorach, obras de Eduardo Úrculo, Monumento a la Concordia y Afrodita II de Esperanza d'Ors, El diestro y Torso de Fruela I de Miguel Ortiz Berrocal, Amigos de Santiago de Santiago y La Maternidad de Fernando Botero. También hay obras que engalanan la ciudad pese a que se desconoce con exactitud quién fue su autor o cuándo se llevó a cabo su inauguración, como puede ser entre otras el caso de la escultura en homenaje al ingeniero Enrique Lafuente Gutiérrez.

Convento de San Vicente

Un documento copiado en el siglo XII, con evidentes interpolaciones, atribuye el origen del monasterio de San Vicente al año 761 cuando, reinando Fruela I, el abad Fromestano y su sobrino Máximo se instalaron en un lugar desierto llamado Oviedo.

De esta primitiva construcción apenas nos ha llegado algún resto, así como del edificio de estilo románico, de finales siglo XI o primera mitad del siglo XII, del que sólo conocemos algunos restos localizados durante diversas obras de restauración.

El claustro actual fue iniciado en la década de 1530, bajo dirección del maestro Juan de Badajoz el Mozo. Juan de Cerecedo el Viejo y, a su muerte, su sobrino Juan de Cerecedo el Mozo concluyeron el piso alto en la década de 1570.

El primero de ellos planteó e inició también la antigua iglesia monástica, hoy parroquia de Santa María la Real de la Corte, finalizada por Juan Ribero de Rada en 1592.

El claustro inferior está formado por veinte bóvedas de cuatro metros de luz, de traza gótica, con crucería de estrella simple y con claves sencillas. Los nervios de las bóvedas apoyan en los enjarjes del muro sobre repisas unidas por un friso de aire renacentista, mismo estilo que se aprecia en las pilastras y los arcos de medio punto que se abren al jardín del claustro.

En la década de 1670 se regularizó la fachada principal del monasterio, con la espléndida portada barroca actual. La dureza del clima asturiano llevó a los monjes a decidir el cierre de la galería superior del claustro, que daba el acceso a las celdas. Así esta galería se macizó con un muro y ventanas y el piso bajo con grandes ventanales bajo la dirección de Juan Agustín Ceán Bermúdez, hacia 1775. También a lo largo del siglo XVIII se construyó un patio de servicios, hoy plaza del Padre Feijoo, cuya obra culminó Manuel Reguera hacia 1794; en él se instalaron las caballerizas, un pajar, un matadero, el archivo, varias salas de diversión y nuevas celdas.

Tan imponente edificio refleja, en definitiva, el poder económico del cenobio, uno de los más ricos de Asturias al ser favorecido por la constante donación de bienes y propiedades. Aquí residió más de medio siglo el padre Jerónimo Feijoo (Orense, 1676-1764), uno de los primeros y más preclaros ilustrados españoles, abad del convento durante treinta años. Con él convivió unos años Fray Martín Sarmiento, que le profesaba devoción y fue impulsor de la cultura y arqueología en Galicia.

Tras la desamortización de los bienes eclesiásticos de 1837 el edificio pasó a ser propiedad de la Diputación de Oviedo, convirtiéndose en oficinas y dependencias administrativas. En 1934 el antiguo claustro de San Vicente fue declarado monumento histórico-artístico y a partir de 1939 se inició la restauración del mismo bajo la dirección de Luis Menéndez Pidal, arquitecto conservador de monumentos de la zona noroeste, y de Manuel Bobes (padre e hijo).

La iglesia conventual colindante con el claustro se segregó como parroquia de Santa María de la Corte y, por su parte, en el año 1969 las crujías del patio de servicio, la actual plaza de Feijoo, alojaron la facultad de Filosofía y Letras, hoy de Psicología.

Desde 1952 alberga El Museo Arqueológico de Asturias.

Edificio histórico de la Universidad de Oviedo

Inaugurada el 21 de Septiembre de 1608, coincidiendo con la festividad de San Mateo, gracias a la donación de dinero y rentas de D. Fernando Valdés Salas, Presidente del Consejo de Castilla, Arzobispo de Sevilla e Inquisidor General durante el siglo XVI .

Valdés Salas fue fundador del Colegio de San Gregorio en el que se cursaban estudios de Gramática y Latinidad. También fue utilizado el edificio que actualmente es la sede del Rectorado de la Universidad y que en un principio fue el Colegio de Niñas Huérfanas Recoletas, en el que eran educadas niñas sin posibilidades económicas.

El edificio fue ocupado por las tropas napoleónicas y suspendiéndose la actividad universitaria hasta el año 1812. La Revolución de Octubre de 1934 y la Guerra Civil también afectaron de manera especial a la Universidad, ya que el edificio histórico quedó reducido a ruinas y el patrimonio cultural fue devastado al ser incendiado por los militares que en su retirada, le prendieron fuego para que no fuera utilizado por los atacantes.

Se realiza a partir de entonces una reconstrucción respetando la antigua arquitectura del edificio. Se crean nuevos campus, escuelas y facultades, se amplía la oferta educativa, todo ello para adaptarse a las nuevas necesidades del cambio social y cultural.

Capilla del Edificio Histórico de la Universidad

De advocación a San Gregorio, patrono de la Universidad de Oviedo, se trata de una pequeña pieza de nave única, abovedada y con coro a los pies. En ella se desarrollaba cada año la elección del rector en la víspera de San Martín; se celebraban los oficios religiosos diarios y preceptivos y se desarrollaba la última parte para la obtención de la licenciatura conocida como examen de capilla. La capilla contaba con alhajas, muebles, cuadros y textiles de alto valor que desaparecieron en el incendio provocado durante 1934. Actualmente se conserva en ella la escena central del retablo fundacional de la universidad (1607). La torre espadaña que señalaba al exterior la capilla fue sustituida en el siglo XIX por la actual torre edificada como centro de observaciones meteorológicas.

El Teatro Campoamor

Historia

El Teatro Campoamor nació en Oviedo para dotar a la ciudad de un marco adecuado para representar óperas y funciones teatrales, impulsado por la incipiente burguesía económica que empezaba a aflorar en la capital. Hasta aquel entonces las funciones se representaban en el Teatro del Fontán, al lado de la plaza del mismo nombre y que hoy es la Biblioteca Pública Ramón Pérez de Ayala.

Se ubicó en los terrenos del convento de Santa Clara (calle Pelayo), detrás de la calle de Uría que había sido proyectada un par de décadas anteriores. En el año 1876, J. López Salaberry y Siro Borrajo Montenegro presentan el proyecto de construcción del teatro que se inauguró al público en 1892 con una representación de la obra de Los Hugonotes. De la mano del entonces arquitecto municipal J.M. de la Guardia y a propuesta del escritor y entonces concejal Leopoldo Alas «Clarín», fue bautizado con el apellido del insigne asturiano Ramón de Campoamor, el cual no pudo asistir a la inauguración, a la que mandó a su hermano y como acto de agradecimiento con el pueblo ovetense envió mil pesetas para el reparto entre los pobres de la ciudad, repartiendo el ayuntamiento el dinero entre las cuatro parroquias existentes a razón de 250 pesetas por cada una.

La primera remodelación importante acontece en el año 1916 con una reestructuración del interior y una ampliación del aforo. Durante la Revolución de 1934 el teatro sufre grandes daños quedando reducido a escombros y sólo se mantiene en pie la fachada principal. Tras acabar la guerra civil se inicia la construcción y renovación del teatro que vuelve a abrir sus puertas en septiembre de 1948 con la ópera Manón.

En nuestros días, tras haber conocido diversas obras de modernización técnica a lo largo de las dos últimas décadas, el teatro sigue funcionando a pleno rendimiento, y dentro de los muchos actos que se celebran en él cabe destacar la temporada de ópera y de zarzuela de Oviedo, también es sede de los Premios Líricos Teatro Campoamor, es el único teatro español que ofrece una temporada lírica durante los doce meses del año, así como la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias.

Tiene una capacidad de 1456 localidades en la sala principal, contando además con los espacios de la Sala de Arte Moderno y del Salón de Té, con una capacidad para 300 y 80 personas respectivamente.

Con motivo del 20 aniversario de la primera organización en el Sistema Europeo de Gestión y Auditoría Medioambientales (EMAS), la Comisión Europea ha adoptado una nueva medida mediante la cual otorga, a través del Principado de Asturias, un certificado conmemorativo en reconocimiento al mantenimiento del compromiso ambiental de las organizaciones con permanencia ininterrumpida en el EMAS.

El EMAS es un símbolo a nivel europeo de la gestión medioambiental moderna, de la transparencia y de la participación medioambiental. Partiendo de la premisa de que es responsabilidad de la Administración fomentar y promover la participación de las organizaciones en este modelo de gestión de medio ambiente.

El Teatro Campoamor ha recibido el certificado de plata por sus más de ya 10 años de adhesión al EMAS. Fue en el año 2003 cuando este teatro logró por primera vez la inscripción en el registro EMAS, hoy en día se sigue trabajando en la integración de la variable medioambiental en la gestión del Teatro Campoamor, con un fuerte compromiso con la mejora continua, una muestra de ello es la difusión de la Declaración Ambiental a todos los interesados a través de la página web del Ayuntamiento de Oviedo y en el propio Teatro.

Dirección: C/Pelayo 33002 Oviedo Asturias
Tlf. Teatro: 985 20 75 90
Tlf. Concejalía de Cultura: 985 20 73 55
Fax: 985 20 06 46

Horario de atención al público: De 12 a 13.30 horas y de 16 a 20 horas.