Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Miel
Polen

Polen es el nombre colectivo de las microsporas o granos de polen de las plantas con semilla  o espermatófitos. El grano de polen tiene una cubierta resistente que facilita su viabilidad mientras es transportado de la planta que lo ha originado a otra (proceso de polinización). Se llama Palinología al estudio del polen en todos sus aspectos.

El saco polínico es el recipiente que contiene los granos de polen, en los órganos masculinos de la flor.

El grano de polen contiene un individuo masculino reducido a dos o tres células: el gametofito masculino, la fase haploide en el ciclo de alternancia de generaciones característico de las plantas. Una vez ocurrida la polinización, una vez llegado el grano de polen a la superficie receptiva en la planta de destino, se produce su germinación. Del grano surge el tubo polínico, que es una emanación de citoplasma a través de la cual migran los núcleos masculinos en dirección a la oosfera (el gameto femenino) y el núcleo polar (en las angiospermas hay una fecundación doble).

El polen de las plantas anemófilas es seco y poco denso, pequeño o con sacos aéreos. El de las plantas zoófilas (sobre todo entomófilas) suele ser rugoso y adhesivo, por la presencia de ciertos aceites, lo que facilita que se agregue y, sobre todo, que se adhiera al cuerpo de los polinizadores. El polen aceitoso de las plantas entomófilas es muy nutritivo y es la recompensa que reciben muchos agentes, sobre todo los menos especializados, como los escarabajos.

La mayor parte del polen nunca llega a su destino, sino que acaba en el suelo y enterrado bajo sucesivas capas de sedimentos. Gracias a su gran resistencia, el polen se conserva enterrado durante millones de años, por lo que es una importante fuente de información a la hora de determinar el clima y flora que tuvo una región en épocas pasadas. El análisis palinológico ayuda a datar los sedimentos y es también una valiosa herramienta en la reconstrucción de las condiciones climáticas y ecológicas originales.

El polen en la alimentación de las abeja

Son muy pocos los animales que pueden alimentarse del polen, las abejas melíferas están entre ellos, esto es posible debido a que generan enzimas capaces de digerir el mismo mientras está almacenado en los panales de cera. No es un proceso inmediato, sino que la abeja almacena el polen en los panales, agrega sus enzimas, tapa este polen con una capa de miel a fin de que sea un proceso anaerobio, y luego de unas semanas el polen se transforma en lo que los apicultores denominan pan de la abeja. En esas condiciones el polen resulta digerible, obteniéndose de él todas las proteínas con los aminoácidos esenciales necesarios, grasas, minerales, oligoelementos, etc. El polen es considerado como el alimento plástico de la abeja.

El polen o pan de abeja es fundamental en la alimentación de las larvas que van a originar las futuras obreras y en menor medida a los zánganos. Su composición es variada. El polen en una alimento muy proteico y que sirve para preparar antialérgicos. El polen es depositado en los panales de cera, conjuntamente con una serie de enzimas que la abejas segregan, tras un periodo de fermentación, se convierte en lo que se denomina pan de las abejas.

Cuando la flora comienza la entrega de polen podemos inferir que las abejas comienzan su temporada de cría, en virtud que es necesario para la alimentación de las obreras y las larvas que darán lugar a las mismas y a los zánganos.

Al consumir jalea real, miel, polen u otros derivados de la producción de las abejas hay que recordar que las abejas han trabajado intensamente durante toda su vida para producirla y hay que apreciar sus beneficios. Una abeja produce solamente 1/12 (un doceavo) de cucharadita de miel durante toda su vida trabajando muy duro. Para producir 454 gramos de miel las abejas necesitan obtener el néctar de 2 millones de flores. 

Recolección

Las abejas melíferas, han desarrollado en el tercer par de patas una especie de 'cestas, también denominadas corbículas, a las que por medio de 'peines' trasladan los granos de polen de las flores que se adhieren a su cuerpo, los cuales son transportados a la colmena, donde se realiza todo el proceso de fermentación descrito. Entre las abejas sólo las corbiculadas acumulan y se alimentan de polen, lo que hacen tanto en estado adulto como larvario.

Para aprovechar el polen recolectado por las abejas, los apicultores utilizan un dispositivo denominado corbícula o cazapolen. Este recipiente está compuesto por una plancha de metal o plástico que tiene taladros de 4.5mm que al ser atravesados por las obreras hacen que las pelotas de polen rocen con los bordes de las perforaciones ocasionando su caída en un cajón situado debajo y que forma parte del aparato. Hay que seleccionar colmenas fuertes y durante un periodo de tiempo de unos 10-15 días para que la producción de la Colonia no se vea afectada. Para evitar la descomposición del polen, se realiza un recogida diaria produciéndose posteriormente su desecación con aire caliente a 40 ºC y evitar así que fermente. Se reduce su contenido de humedad desde un 12 % hasta un 8 %. Finalmente se empaqueta el vacío y se conserva a una temperatura de 2-6 ºC. Se puede obtener una producción media de 4-5 kg/colmena y año.

Composición

Composición centesimal

Componente

Valor medio

Rango

Agua

11.2 7.0 - 16.2

Proteínas

21.6 7.0 - 29.9

Carbohidrátos

31.0 20.5 - 48.4

Cenizas

2.7 0.9 - 5.5

Otros compuestos;
(vitaminas, minerales, etc.)

28.6 21.7 - 35.9

El polen contiene sustancias grasas, minerales y proteínas necesarias para la nutrición de las abejas. Es el elemento plástico de su dieta.

No todos los pólenes tienen la misma calidad proteica, los hay con promedios del 18 al 30 por ciento de proteínas crudas, por ello algunos permiten un rápido desarrollo de la colmena y otros no. Hay muchos con buen porcentaje de proteínas, pero con deficiencias de aminoácidos esenciales, por lo cual suele ser suplementada la dieta de las colmenas por los apicultores, con tortas de polen, levadura y harinas vegetales proteicas.

Consideraciones

Toda la miel contiene trazas de polen. De hecho los análisis polínicos de la miel se utilizan para descubrir el origen de éstas. Este procedimiento es muy utilizado por las Denominaciones de Origen o Indicaciones Geográficas Protegidas para evitar fraudes; así por ejemplo. se dice que una miel asturiana no podría presentar pólenes de jara, tomillo, cantueso o romero, especies típicamente mediterráneas.

La gente que es alérgica al polen no tiene de que preocuparse ya que el polen recogido y procesado por las abejas no provoca ninguna reacción.

Tanto el polen como el néctar contienen principios activos de las plantas de las que proceden, por tanto, cuantos más colores tenga el polen mejor.

El polen fresco está más bueno y conserva intactas sus propiedades. Si podemos conseguir que algún apicultor nos lo suministre, se conserva varias semanas en la nevera y más tiempo congelado.

La abeja melífera no está pasando por muy buenos momentos. Consume productos apícolas de tu localidad  o provincia y estarás colaborando con la polinización de especies vegetales.

Si tienes la suerte de tener un trozo de terreno, anímate a poner un par de colmenas que polinizarán el entorno y te abastecerán de miel, polen, própoleos, cera y jalea real.