400 gramos de níscalos
1 cebolla pequeña
½ vaso de nata para montar
2 yemas de huevo
40 gramos de mantequilla
1 cucharada de brandy
1 cucharada de perejil picado
1 cucharada de cebollino picado
8 trozos de cebollino  de unos 7 centímetros
70 gramos de queso de cabra cremoso
1 cucharadita de harina
Aceite de oliva
Pimienta negra
Sal

Picar la cebolla y sofríela en una sartén con la mantequilla, cuando adquiera color, añadir los níscalos ya limpios, salpimentar y cocer durante 15 minutos o hasta que se haya evaporado el jugo de la cocción que se desprende.

Retirar las setas del fuego y cuando se hayan enfriado picarlas bien. Batir las yemas con la nata, el brandy y la harina hasta obtener una mezcla homogéneo. Pasar esta preparación a un cazo grande y añadir las setas picadas.

Cocer sin dejar de remover hasta que entre en ebullición, retirar del fuego y dejar enfriar. En un bol grande, se trabaja el queso con la ayuda de una espátula, añadir al bol el perejil, el cebollino y el preparado de las setas.

Rectificar de sal y mezclar bien todo el preparado. Rellenar cuatro moldes individuales con la pasta obtenida nivelando la superficie para continuación introducir los moldes en la nevera para que se cuajen. Momentos antes de servir se desmoldan los patés, colocándolos sobre cada uno un par de trozos de cebollino y acompañando con pan multicereales un poco tostado, tostas, etc

Queda  muy bien como aperitivo, como entrante, para una merienda, el paté de setas con queso es un manjar que cautivará a las bocas más exigentes.