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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Bebí de mi amigo por primera vez
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Era una tarde hermosa de verano, se acercaba la navidad y viaje a la capital a comprarles unos obsequios a mis hijos. Tenía también muchas ganas de encontrarme con un amigo muy especial con el cual, por mera casualidad, nos volvimos a encontrar y empezamos a tener una relación más que simples amigos y a escondidas, pues ambos somos casados y no queremos complicaciones. Ciertamente no sé qué me pasa, pero desde que comencé a tener sexo con el mi vida cambio por completo, con el he hecho cosas que jamás pensé llegar hacerlo y a decir verdad, siempre las deseé. Escuchaba a mis primas hablar de sexo oral, sexo anal y poses, pero nunca pensé que todas esas historias convertidas en fantasía, mi amigo seria quien me las enseñara.

Nos pusimos en contacto como en otras ocasiones y llegamos por separado al hotel que hemos escogido hace ya unos días desde que esta aventura comenzó, entramos a la habitación, el quiso darse una ducha antes, hacía calor en esta época y entre con él. Nos besamos apasionadamente, tiene los labios más exquisitos, carnosos y sensuales que he besado. Sabe usar su lengua de maravillas. Nos acariciamos mientras nos enjabonábamos, enseguida entramos en calor y me besó los senos apasionadamente pero con delirio; eso provoca que tenga deseos de tocarle su pene que ya lo tenía duro, cálido, preparado para darme el placer que necesitaba. Mi vagina se humedece, el olor a sexo se hace presente en aquel baño. Miro hacia abajo, sentí curiosidad por ver su pene firme y quise tenerlo dentro de mi boca y disfrutar de ese sabor tan erótico. Lo empiezo a lamer y a pasarle mi lengua por todo su contorno y a disfrutarlo dentro de mi boca, me fascina chupársela y gozo al ver como lo hago gemir. Salimos del baño, luego lo acosté sobre la cama, saqué una botella de miel le puse por todo el pene y mire su cara de lujuria. Sonreí y me dispuse a disfrutar del pico más rico que jamás me pude imaginar. Nunca me pasé por la mente que me gustaría tanto el sexo oral y con él lo he descubierto. Al introducirlo en mi boca la miel se chorreaba, le lamía el pene excitada; el hacia movimientos sensuales dentro de mi boca que me llegaba hasta la garganta. Le crecía cada vez mas y me tenia atorada con aquel miembro carnoso que me hace recordar y me hace agua la boca. Me encanta, me quedo largos momentos mamándoselo por todo el tiempo que no probé antes y cuando lo tengo lejos me hace falta. Luego él me acostó sobre la cama y abrió mis piernas, yo miraba deseosa su miembro, lo puso en la entrada de mi raja húmeda y me lo introdujo con fuerza. ¡Grite! ahí así mételo, cógeme y comenzó a follarme como solo mi amigo sabe hacerlo, se movía contra mí y cogimos como dos locos. Me encanta moverme y sentir su pene dentro de mí, es un experto. Me encanta su cuerpo firme, fuerte y musculoso.

Cambiamos de posición me subí sobre él, sentada dándole la espalda; antes se lo volví a mamar nuevamente; tome el control y empecé a moverme con fuerza para disfrutar de todo su miembro mientras lo dejaba deleitarse mirando mi culo a placer. Sentía como su pene entraba y salía de mi vagina, luego seguí con un ritmo suave comencé a bajar y subir, apretaba mi vagina para sentir más gusto del que me daba. Eso le fascino muchísimo que me hizo saber con sus gemidos. Me metió uno de sus dedos en mi ano y sentí una corriente recorrer mi cuerpo en ese momento.

Cuando ya sentí que me estaba viniendo me bajé y me acosté a su lado, abrí mis piernas para dejarlo que me clavara su verga y me llenara de gusto. Quería venirme toda y mojarlo con todo el jugo de mi placer, pero primero mi amigo empezó a chuparme el clítoris y lamerme toda la vagina haciéndome gritar de placer y haciendo estremecer todo mi cuerpo, como si me pasaran unos corrientazos, hasta llevarme a implorarle que me penetrara y sentir todo ese gusto a plenitud y entre gemidos gritos y decirle si, si, si, y varias veces su nombre. Se retiró de mi pozo de placer, me colocó las piernas hacia sus hombros y de esta posición me clavó con fuerza, como me gusta ahora, y no sé cuantas veces hizo que me corriera, me he vuelto multiorgásmica con él. Es maravilloso ese torbellino de clímax que me hace alcanzar el cielo. Me hizo saber que estaba a punto de venirse y me pregunto ¬¿la quieres?¬ a lo que respondí con ansias ¬¡si papi dámela quiero toda tu leche-. Se retiró rápido tomando en sus manos su grueso pene a punto de estallar y yo sin demora abrí mi boca y fui, con frenesí, a tragarme esa verga gloriosa antes que se viniera su caño cálido lleno por completo en mi boca. Sentí ahogarme, respiré y tragué todo aquel liquido por primera vez en mi vida, y seguiré bebiendo de este jugo prohibido Ya al terminar nuestro encuentro me queda el clítoris y los labios de la vagina inflamados de tanto placer por varios días que me hacen recordar a mi amigo intimo.

Líder

Amiga con derecho

Por amiga con derecho se entiende aquella persona, amiga en este caso, que la relación va más allá de la mera amistad, conviviéndose en compañeros sexuales, en pareja de sexo de hecho. Esta es la historia que se cuenta aquí.

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