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La Página de Bedri
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Me presentaré, soy un hombre divorciado de treinta años que ha estado bastante solo últimamente así que me planteé que de no conseguir una mujer podría dar placer y recibirlo de otros hombres. Fue un razonamiento un poco desesperado pero que en absoluto me desagradaba.

Hacía tiempo que me había afilado a una página de contactos y solo tuve que cambiar mis preferencias en mi perfil. No tardaron en aparecer muchos hombres dispuestos a entablar relaciones de mayor o menor intensidad y duración. Unos querían sexo duro y otros solo masturbaciones o felaciones. Así que me decidí a encontrarme con una persona que me proponía solo esto último. Era lo que entendía mejor para iniciarme. Le propuse una cita a través de un correo interno de la página de contactos indicándole el lugar y el momento.

Cuando me presenté, el hombre me esperaba en su furgoneta a la que me subó y nos dirigimos a un lugar apartado cerca de la ciudad. Al bajarse el pantalón y vi un pene más bien cortito pero grueso y con abundante piel en el prepucio que retiré con cuidado descubriendo el glande que lamí alrededor con cuidado. Luego abrí la boca todo lo que pude y me tragué su polla que sentí tocarme la parte posterior de mi garganta. Le sentí gemir con fuerza y comencé a succionar con fuerza y a mover mi cabeza arriba y abajo. Me sujetó la cabeza con las manos y rugió al tiempo que se corría y noté su esperma caliente en mi boca. Me tragué cada gota mientras seguía chupándosela.

―Eso ha estado increíble ―dice mientras se coloca los pantalones.

Luego, después de limpiarme, me senté y nos fuimos. En el trayecto voy pensando que es cierto que ha estado muy bien. Y también porque eso era todo lo que el desconocido quería. Me propuso ir a su casa y después de un tiempo de duda acepté. Al entrar vi que su esposa y su hijo estaban allí. Eso me sorprendió y he hizo levantar la sospecha. Sin embargo lo que más incomprensible me parecía era que estuviera hablando de lo que acabábamos de hacer con su mujer y su hijo. Entonces se volvió hacía mí  y me presentó y les dijo a los otros que soy un gran chupador de polla.

―¿Oh si? Déjame ver lo bueno que es ―dijo su hijo

―¿Aquí delante de todos? ―pregunté sorprendido.

―Si, claro, mis padres ya me han visto ―dijo mientras los tres se reían.

Así que me pongo de rodillas y empezar a chupar y lamer la polla del joven que me hace tragársela hasta la garganta. Cuando miré hacia arriba ví al padre animándolo y preguntándole si yo era bueno. No veo a la mujer pero la oigo trasteando detrás de mí.

El muchacho puso sus manos en la parte posterior de mi cabeza sujetándomela y rápidamente la madre me colocó una correa al cuello sin que yo pudiera hacer nada por impedirlo. La mujer comenzó a darme con sus pies en mis rodillas haciéndome separarlas. Traté de darme la vuelta para intentar ver que sucedía pero las manos del chico mantenían mi cabeza en el lugar que quería que estuviese.  La mujer se arrodilló detrás de mí y noté como presionaba con algo contra mi apretado ano. Volví a intentar quitar mi boca de la polla del hijo, pero él no me dejó y en realidad forzó mi boca tragar hasta la base de su polla. Entendí que aquello era una polla de goma, un consolador con el que me follaba en culo con profundas y largas penetraciones moviéndose cada vez más rápido. Manteniendo el mismo ritmo su hijo me movía la cabeza con fuerza hasta que acabé pro tener una nueva descarga de esperma en mi boca. Como antes seguí chupándolo para dejarlo limpio.

A continuación, el padre se fue detrás de mí y cerró de golpe mi agujero que su esposa había ido abriendo. La mujer se tumbó en el suelo y comenzó a chuparle la polla y así tuve a los tres miembros de la familia conmigo. Al hijo todavía en mi boca, al padre en mi culo y a la madre trabajando en mi polla. Adoraba aquella grata situación.

Pronto la polla del hijo estalló en mi boca en una nueva eyaculación que aspiré ansioso y casi al unísono la polla de su padre descargó en lo más profundo de mi culo. No pude reprimirme y también exploté en la boca ansiosa de la madre. Luego todos nos derrumbamos por el agotamiento y por mi parte totalmente satisfecho, para ser mi primera vez lo había sido muy completa y satisfactoria.

Anónimo

Otro relato ...




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