Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Duchas en solitario
ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser considerados no apropiados para personas menores de la edad legal. Por eso se hace esta advertencia. El contenido de los mismos es evidentemente "para adultos" y de contenido explícitamente sexual por lo que, hecha esta advertencia, si finalmente decides continuar, lo haces bajo tu única y exclusiva responsabilidad. No se obliga a entrar, es más, se recomienda que aquellas personas que puedan sentirse molestas, o incluso ofendidas, con el contenido de lo que aquí aparece, que se abstengan de hacerlo.

Mi esposo es bueno en lo de satisfacer todas mis necesidades, incluso las sexuales, pero a veces solo quiero follar sin ningún tipo de consideraciones, ni prolegómenos, ni zarandajas, entonces es cuando recurro a “mi” ducha. Para ello tengo un pequeño banco de plástico en el que puedo sentarme y disfrutar de una agradable ducha de agua caliente. También tengo un consolador, morado, muy bonito, de dieciocho centímetros y convenientemente dotado con una ventosa en la base.

Algunas mañanas, mientras mi maridito se entretiene leyendo sus periódicos, comprobando sus correos y tomando sus cafés disfruto en solitario de “mi ducha“. Es una ducha de esas con múltiples efectos de chorros y regulación automática de la temperatura del agua que he ajustado a la temperatura más agradable para mí, ni demasiado fría ni demasiado caliente. Abro el grifo y dejo caer el agua sobre mi largo cabello rubio, desde donde se desliza por mi espalda resbalando hasta borde de mi culo y hace cosquillas en mi apretada y virgen rendija entre las nalgas; luego me doy la vuelta y dejó que el chorro de la ducha masajeé mis tetas y luego corra por mi rasurado y cuidado coño. Lo mantengo cuidado y afeitado para que mi maridito pueda disfrutar lamiéndomelo algo que cada vez hace mejor ¡Y cada vez más con más frecuencia! Finalmente el agua corre hasta mis pies escurriéndose entre mis deditos que también disfruta chupando ¡Y yo también disfruto con eso!

Luego hago que mis dedos masajeen mi clítoris, hasta que desde dentro de mi coño siento un cosquilleo y comienzo a sentir que empieza a humedecérseme por dentro. Luego meto los dedos dentro de mi coño mojado por fuera y por dentro. Noto que mi coño se humedece cada vez más con mis propios jugos, mientras comienza a abrirse deseando una buena polla, bien dura y bien grande. Luego me siento en mi pequeño banco de plástico donde mi bonito consolador morado está esperando por mi hambriento coñito. Lo sujeto con una mano mientras lo guío hacia el interior de mi coño mientras me siento sobre esta agradable polla dura de juguete. Puedo sentir como me separa los labios del coño y lo noto dentro de mi jugosa vagina mientras me siento más abajo sobre este maravilloso juguete sexual.

Después, cuando se me sentado completamente sobre el asiento de plástico y metido dentro todo el aparato empiezo a mover el culo en todas las direcciones y arriba y abajo follándome al consolador. Puedo sentirlo tocando cada lado de mi febril vagina que me llena por completo. Me siento bien con ese consolador dentro de mi coño. Me muevo de un lado a otro mientras noto al agua corriendo por mi cuerpo proporcionándome maravillosas sensaciones. Pronto todo mi cuerpo comienza a temblar y me corro de en la ducha entre gemidos apagados por el ruido del agua.

Me quedo allí sentada mientras me relajo de ese despertar en la ducha. Mientras el agua sigue cayendo sobre mi cuerpo cada vez más relajado dejo que la polla de juguete permanezca dentro de mi coño como si fuera el hombre que acabara de follarme. Al rato, cuando ya he decidido que es el momento de irme y me pongo de pie noto como el consolador se desliza saliendo fuera de mí, ahora bien jodida, y como los labios de coño vuelven a juntarse para no volver a separarse salvo para un buen polvo.

La verdad es que por las mañanas, nada más levantarme de la cama, disfruto más de un buen polvo con mi juguete en la ducha más que con la mejor taza de café. Para mí es mejor echar un buen polvo consentido sin tener que dar conversación. ¿Y para tí?

Estrella

Otro relato ...

 




Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidos

Y si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.

Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí.