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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Mamen y Ramón
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Estábamos en una fiesta de Navidad en la casa de unos amigos y, a medida que avanzaba la noche, vi a mi esposa Mamen hablando con mi amigo Iker. Unos minutos más tarde ella volvió y me dijo― ¿Sabes lo que Iker acaba de decirme?

― ¿No, qué te dijo?

―Me dijo que a su papá le gustaría follarme.

Mi esposa tenía veinticinco años en ese momento y en el tiempo que habíamos estado casados había descubierto que era muy sexuada y que se había acostado con algunos hombres estando ya casada, entre ellos Juan, un compañero suyo y el propio Iker.

― ¡Jesús! es lo suficientemente mayor como para ser tu padre.

―Sí lo sé, pero Iker le había contado que me estaba follando y entonces su papá le había dicho ―eres un bastardo afortunado, siempre me había gustado Mamen, me encantaría tener una oportunidad con ella―

― ¿Por qué me estás contando esto?

―Bueno, me preguntaba cómo sería el sexo con una persona mayor, con un hombre experimentado y que ha tenido mucha experiencia.

― ¡Jesús! Si es un obseso sexual que siempre nos está contando que ha follado con muchas mujeres.

―Mmm, creo que iré a hablar con él.

― ¿Qué le vas a hacer? ―le pregunté.

―Voy a tener una inocente charla con él, pero si él me presiona o me chantajea creo que dejaré que me folle.

Observé mientras se dirigía al papá de Iker, que se llamaba Ramón. Mamen llevaba un vestidito rojo, muy corto y de escote bajo que mostraba sus pechos. Al verla pensé que el vestido tendría que ser suficiente para encender a cualquier hombre. Durante unos minutos parecían estar charlando, luego Mamen dijo algo que llamó su atención, él respondió y ella se inclinó hacia adelante y le susurró algo. Hablaron unos momentos más y luego mi esposa desapareció en la cocina, Ramón miró a su alrededor y la siguió rápidamente. Fue alrededor de tres cuartos de hora más tarde cuando Ramón reapareció muy satisfecho consigo mismo. Pasaron unos diez minutos antes de que regresara Mamen. Su maquillaje parecía manchado y su vestido parecía un poco arrugado y un poco sucio, subió directamente al piso de arriba y después de otro cuarto de hora regresó, obviamente se había estado arreglando su maquillaje.

― ¿Qué pasó? ―Le pregunté.

― ¿Qué crees que pasó?

Se inclinó hacia mí y continuó contándome al oído ―Deje que Ramón me jodiera y quiere poder verme otra vez, pero te contaré todo sobre eso cuando lleguemos a casa.

Pronto se hizo obvio que la mayoría de las personas en la fiesta ya sabían lo que Ramón había estado haciendo con Mamen en el jardín y algunas de las mujeres obviamente no estaban contentas. Escuché a una mujer decir ―mírala sentada allí con su esposo después de que ella ha estado afuera con Ramón y todos los hombres estaban mirándolos.

No nos quedamos mucho más tiempo y cuando Ramón vio que nos íbamos se acercó y le preguntó a mi esposa― ¿Podemos volver a vernos alguna vez Mamen?

Bueno, Bernardo está de turno de noche la próxima semana, así que ¿Por qué no vienes a casa una noche?

Creí que nuestro Iker estaba durmiendo contigo cuando Bernardo trabaja de noches.

― ¡Oh si!, pero no todas las noches que ahora que tiene novia nueva.

―Algo me contó pero me dijo que eres mucho mejor que ella y ahora sé lo que significa.

―Bueno, sé que ha quedado con ella el lunes y el martes, por lo que cualquiera de esas noches estará bien. ¿Te vienen bien esas dos noches?

Están bien si realmente quieres ―dijo Ramón antes de irse.

Al salir, la esposa de Ramón nos hizo señas de que nos acercáramos.

―Ramón disfrutó follando a tu Mamen, le gusta un poco de coño joven de vez en cuando ¿¿Ha accedido a verla de nuevo? ― me dijo.

―Sí, el próximo lunes por la noche cuando yo esté en el trabajo.

―Está bien si pasa la noche con tu Mamen., así podré decirle a mi novio que venga a pasar la noche conmigo ―dijo.

Se volvió hacia mi esposa y le dijo ―solo asegúrate de que no llegue a casa demasiado temprano, Mamen, a veces se pone celoso de mis amigos.

 Cuando nos acostamos, Mamen susurró― ¿Quieres saber qué pasó esta noche?

―Por supuesto que sí, pero empieza desde la primera vez que fuiste a hablar con Ramón.

―De acuerdo, al principio solo charlábamos y, aunque él miraba mis senos todo el tiempo, no hizo ningún comentario sugerente, así que dije ―Iker me dijo lo que dijiste sobre mí―

― ¿Y qué le dijo Iker? ―le pregunté.

―Le dijo que le gustaba follarme

―Eso llamó su atención y me dijo―eso es cierto ¿Me vas a dejar que te joda? ―

―Sí, ¿Cuándo quieres hacerlo?

― ¿Qué tal ahora?

―Está bien ¿Dónde vamos a hacerlo?

―Vete a la cocina y yo te seguiré.

―Debes haberlo visto, de todos modos, cuando me siguió, me llevó afuera a ese tipo de pasaje entre las casas. Tan pronto como salimos, dijo que me quitara la ropa.

― ¿Y tú te la quitaste allí fuera? ―le pregunté excitado.

―Le dije que hacía frío pero me dijo que no le importaba, que quería verme desnuda. Me dijo que siempre le había interesado saber cómo soy desnuda. También me dijo que no me preocupara por el frío que él me calentaría. Así que me desvestí y él me besó y apretó mis tetas. Luego dejó caer sus pantalones y me empujó contra la pared y trató de meterme la polla. Le costó pero lo consiguió pero luego me dijo que tendría que acostarme para metérmela mejor bien adentro. Mi ropa estaba en el suelo, así que me acosté sobre ella y abrí bien las piernas, y pronto se enredó en mí. Hacía frío y el suelo estaba duro y lleno de bultos, pero comencé a disfrutar, él sabe cómo satisfacer a una mujer. Una vez que acomodó la polla dentro de mí, se movió con un ritmo constante no demasiado rápido, pero empujando duro hacia arriba. Luego dijo ―Mamen, tienes un cuerpo encantador, joven y firme pero lo que realmente me gusta es que estés tan apretada que puedo sentir dentro de ti todo a lo largo de mi pene.

― ¿Te dijo eso?

―Si, y yo le respondí ―sé lo que quieres decir, es lo mismo para mí, realmente puedo sentir toda tu polla dentro de mí cuando la empujas dentro de mí― Para entonces estaba empezando a jadear y a gemir, realmente lo estaba disfrutando.

¡Jesús! es un nos vieron hicieron, un hombre salió y nos vio y se fue. Supongo que y debió haberlo contado a sus amigos porque varios hombres salieron a para ver lo que estábamos haciendo. Luego salieron otros dos que se acercaron y se quedaron allí mirando a Ramón follándome.

― ¿Y tú qué hiciste?

―Cerré los ojos y los dejé disfrutar. Luego escuché hablar y eché un vistazo rápido y había aproximadamente media docena de hombres mirándonos. Entonces escuché a uno de ellos decir― ¿A quién se está follando Ramón?

―Es la pequeña Mamen.

―¿Qué Mamen?

―Mamen la esposa de Bernardo.

― ¿Te reconocieron? ―le pregunté morboso.

―Pues claro ―me respondió Mamen toda despreocupada.

¿Y qué más sucedió?

―Pues que Ramón no se dio cuenta, así que decidí darles un espectáculo, y pasé mis piernas alrededor de él y comencé a empujar hacia él con cada empuje.

― ¡Ostia! mira eso, ella lo está disfrutando ―dijo una voz que no pude reconocer.

―Iker dijo que ella es una verdadera fierecilla pequeña y cachonda ―añadió otra voz.

¿Y qué más? ―insistí cada vez más cachondo.

 ―Pues levanté mis piernas para que las rodillas estuvieran casi tocando mis hombros y Ramón parecía estar a tono más emocionado y empezó a embestirme con su polla fuertemente y me hizo chillar, luego comenzó a gruñir mientras me estaba matando de gusto.

― ¡Joder Mamen! espero que me dejes que te vuelva a follar de nuevo alguna vez, ese fue el mejor polvo que tuve en mucho tiempo.

―Vale, no me importa si quieres follarme regularmente.

―Genial, pero lo que quiero hacer es como esta noche, quiero follarte en diferentes lugares al aire libre donde podamos ser vistos por otras personas. ¿Qué piensas de eso?

―Mmmmmm, sí, me gustaría hacer eso. La verdad es que me excité cuando me di cuenta de que todos esos hombres te miraban follarme.

Él se giró y me di cuenta de que los hombres todavía nos estaban mirando. Estaba completamente desnuda y mis piernas aún estaban muy separadas, así que todos me echaron una buena mirada. Ramón se subió los pantalones y les dijo ―vamos, señores, dejen que Mamen se vista en privado, todos han mirado bien su cuerpo y apuesto a que están celosos de mí después de verme disfrutando entre las piernas de Mamen― Recogió mis bragas y las olfateó y luego se las metió en el bolsillo ―no te importa si las conservo para recordarme esta noche, ¿Verdad?

El siguiente lunes me estaba preparando para ir a trabajar cuando sonó la campanilla de la puerta. Abrí y era Ramón que dijo ―Sé que es un poco temprano, pero he estado pensando en tu Mamen todo el día y no podía esperar para verla otra vez

― ¡Oh!, hola Ramón ―dijo mi esposa― ¿Te gustaría una cerveza Ramón? Bernardo pronto irá a trabajar y luego estaremos juntos solos toda la noche y sé que realmente te divertirás cuando nos acostemos juntos

Cuando me fui, Ramón ya estaba empezando a divertirse con mi esposa, se estaban besando acurrucados en el sofá y él tenía la mano bajo la falda de Mamen. A la mañana siguiente, cuando llegué a casa del trabajo, no me sorprendió mucho ver el automóvil de Ramón aparcado delante. Entré a la casa y al no ver a nadie me detuve a escuchar. Pude oír los sonidos de hacer el amor desde la habitación. Me moví sigilosamente por las escaleras y pude oír el crujido de los muelles de la cama y el suave sonido de los gemidos que Mamen hace cuando está disfrutando el sexo. Fui a la cocina y me preparé una taza de café. Había pasado casi una hora después cuando Ramón entró en la cocina y me dijo. ― ¡Joder Bernardo!, cómo folla tu Mamen, no he disfrutado tanto durante años, así que espero que no objetes si quiero acostarme con ella regularmente.

― ¿Le has preguntado a ella?

―Sí, por supuesto y me parece que ella tiene tantas ganas como yo de vernos regularmente.

―Bueno, si mi esposa está contenta con este arreglo, sé que no podría detenerla si quisiera.

― ¿Pero tratarías de detenerla?

―No, siempre y cuando eso la haga feliz, entonces está bien para mí.

―Eso es genial, así que dormiré con tu esposa otra vez esta noche.

El siguiente viernes, Mamen me dijo ―Ramón me ha dicho esta noche que ha estado hablando a todos sus compañeros sobre mí y él quiere que me conozcan porque algunos de ellos no cree que se esté follando regularmente a alguien tan joven como yo. Me dijo que me vistiera muy sexy y que fuera amable con todos.

―Pensé que muchos de sus amigos ya te habían visto con él en esa fiesta.

―Oh, estos son algunos tipos que ni siquiera estaban en esa fiesta.

― ¿Y va ser el quien pase esa noche contigo?

―Sí, por supuesto que lo hará, ya sabes cuánto le gusta follarme.

 Así que a la mañana siguiente, cuando abrí la puerta de entrada de regreso del trabajo, mi esposa me llamó y me dijo― Bernardo, ven aquí y trae tu cámara.

Cuando entré en la habitación, Ramón todavía estaba en la cama con mi esposa y ella dijo― Ramón quiere unas fotos nuestras en la cama para enseñarlas a todos sus compañeros, así que le dije que tomarías alguna para él.

Se colocó para que su cabeza descansara sobre el hombro de Ramón y me dijo ― Haznos una foto así.

Luego empujó hacia abajo la sábana y expuso el pecho y los senos y sin que me dijeran nada hice otra.

―Eso es, solo sigue tomando fotos hasta que hayamos terminado ―pidió Mamen.

Ramón se inclinó para besar y morder los senos de mi esposa y yo tomé más fotos, y luego ella dijo ― fuera toda la ropa, que vean que estamos desnudos.

Luego se subió encima de Ramón y vi a su mano guiar la polla hacia su coño y seguí tomando fotos mientras ella se bajó sobre su polla y la empujó con fuerza dentro suyo. Después de unos pocos minutos más y varias fotos más, mi esposa desmontó y dijo ―Creo que es mejor que te chupe la polla.

Y comenzó a lamer y chupar la polla de Ramón, subiendo y bajando su cabeza metiendo dos tercios de ella en su interior boca.

― ¡Métetela toda! ―exigió Ramón y ella lo intentó, pero sin éxito. Luego, mientras Ramón ponía ambas manos en la cabeza de mi esposa y la empujaba hacia abajo hasta que sus labios tocaron su pubis, tomé un par de fotos más. Él la soltó y ella siguió lamiendo y chupando hasta que se corrió en la boca de Mamen y vi el esperma goteando por su barbilla.

― ¿Vas a venir conmigo cuando enseñe a mis compañeras estas fotos, Mamen?

―Sí, claro que sí. No puedo esperar a ver las expresiones en sus caras cuando las ven, especialmente en las que estás follándome con la boca.

Esa noche sonó el teléfono y cuando contesté Ramón me preguntó― ¿Ya has hecho las copias de esas fotos?

―Sí, claro que sí.

― ¡Genial!, dile a Mamen que se prepare si es que ella quiere venir conmigo esta noche y dile que se vista muy sexy.

Pasé el mensaje de Ramón a mi esposa y ella me dijo― Bueno iré y me vestiré para sexy para Ramón.

Aproximadamente una hora más tarde Ramón llegó y me dijo ―Déjame echa un vistazo a las fotos.

Se las di.

―Oye, son geniales, ¿Estás listo Mamen? ¡Ah! ¿Y qué hay de esta noche?

―No hay problema, puedes volver aquí y dormir conmigo otra vez esta noche, ya le dije a Bernardo que tendrá que dormir en la habitación de invitados.

Cuando regresé a casa, Ramón y mi esposa no habían vuelto. Cuando llegaron, Mamen me dijo― A todos los amigos de Ramón les encantaron esas fotos que tomaste especialmente en las que estoy chupando su polla y un par de ellos me preguntaron si podrían tener algunas copias, así que tendrás que imprimir algunas más. Uno preguntó quién había hecho las fotos y todos se sorprendieron cuando Ramón les dijo que había sido mi maridito

Se sentaron en el sofá y les pregunté si les gustaría tomar un café conmigo.

―Uno rápido, porque estoy segura de que Ramón estará dispuesto a llevarme a la cama otra vez

Ramón se rió y comenzó a besar a mi esposa y cuando regresé con las tazas ya había quitado el vestido y el sostén de Mamen. Acabaron rápido los cafés y mi esposa dijo― Vamos Ramón, es hora de irse a la cama.

Ramón se volvió hacia mí y me preguntó ― ¿Estás seguro de que no te molesta que me acueste con Mamen con tanta frecuencia?

Así que le dije la verdad― Me gusta tener relaciones sexuales dos o tres veces a la semana y, como sabes, Mamen lo quiere dos o tres veces por noche, así que me resulta más fácil simplemente dejarla ir a la cama con otra persona. Mientras ella esté feliz, no me importa. Es mejor que discutir sobre eso cada vez que le apetece a la otra persona.

Después de esto, Ramón siguió follando con Mamen regularmente durante casi un año.

Bernardo.

 

 

Aventuras de Mamen

Bernardo es autor de estos relatos que forman la Historia prohibida Las aventuras de Mamen

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