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La Página de Bedri
Libreta de apuntes
Mango 2

(... continúa)

Propiedades nutritivas

Su composición es distinta según la variedad que se trate, pero todos ellos tienen en común su elevado contenido de agua.

El mango es una fruta rica en fibra. Algunas variedades poseen una proporción tan elevada de este elemento que incluso resultan demasiado fibrosas y difíciles de tragar. Comer mango es una buena manera de aumentar el tránsito intestinal y prevenir la acumulación de material fecal en el intestino que será responsable de la aparición de estreñimiento, y facilitara la formación de putrefacciones intestinales muy negativas para la salud del organismo.

El mango aporta una cantidad importante de hidratos de carbono por lo que su valor calórico es elevado, aporta al organismo antioxidantes, vitamina C y vitamina B5. Apropiada para el metabolismo de los hidratos de carbono y problemas en la epidermis. Es de muy fácil digestión aunque puede tener efectos laxantes cuando se consume en exceso.

Los frutos del mango constituyen un valioso suplemento dietético, pues es muy rico en provitaminas A y C (200 gramos de pulpa cubren las necesidades de una persona de dichas vitaminas), minerales, magnesio, fibras y anti-oxidantes; siendo bajos en grasas y sodio.

El mango posee muchos carotenoides que se transforman en el organismo en vitamina A. Esta vitamina, al igual que la vitamina C, tiene propiedades antioxidantes, y contribuye junto con la vitamina C, a mantener el buen estado de las células. Entre otras propiedades, ayuda a conservar la visión y la audición y ayuda a subsanar o prevenir muchas enfermedades de la piel. Un mango mediano proporciona mucho más de la cantidad necesaria diaria de vitamina A para un adulto en forma de carotenos que son mayormente los que le confieren a la pulpa de esta fruta su particular coloración amarillenta o rojiza. Una pieza de un peso aproximado de 200 gr. contiene unas 8000 UI de vitamina A lo que representa un 60 % más de la dosis diaria recomendada. Solamente los melones de la variedad cantaloup poseen mayor cantidad de este componente.

La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El beta-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Ambas vitaminas cumplen además una función antioxidante. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. Asimismo aporta fibra que mejora el tránsito intestinal.

Componentes Valor medio de la materia fresca
Agua (g) 81.8
Carbohidratos (g) 16.4
Fibra (g) 0.7
Vitamina A (U.I.) 1100
Proteínas (g) 0.5
Ácido ascórbico (mg) 80
Fósforo (mg) 14
Calcio (mg) 10
Hierro (mg) 0.4
Grasa (mg) 0.1
Niacina (mg) 0.04
Tiamina (mg) 0.04
Riboflavina (mg) 0.07

Propiedades saludables

Es una fruta dulce, refrescante y de fácil consumo, rica en sustancias de acción antioxidante, motivo por el cual su consumo es adecuado, teniendo en cuenta además sus propiedades nutritivas, para toda la población: niños y jóvenes, adultos, deportistas, mujeres embarazadas o madres lactantes y personas mayores.

Por sus riqueza en ácidos (málico, palmítico, p-cumárico y mirístico), vitamina C y, especialmente, por su alto contenido en vitamina A, el mango constituye una buena fruta antioxidante, capaz de neutralizar los radicales libres y dotar al organismo de un poder defensivo en contra de la degradación de las células. Los mangos ejercen una función anticancerígena muy efectiva otorgada tanto por estas vitaminas como por su riqueza en flavonoides, entre los que destaca la quercetina y el camferol.

La vitamina C ayudara a prevenir muchas enfermedades como el cáncer, o las alergias, ayudara a rebajar los niveles de colesterol y a disminuir la hipertensión o a mejorar la salud de la vista. Un mango de unos 200 gr. proporcionara unos 56 mg de esta vitamina lo que representa casi el 60 % de la dosis diarias recomendada. La presencia del antioxidante beta-criptoxantina ayuda a prevenirla aparición de cáncer de cuello uterino en las mujeres, según se ha visto en algunos estudios que demostraron que aquellas mujeres que tenían niveles altos de este componente eran menos propensas a sufrir este tipo de cáncer.

Por su aporte de provitamina A y vitamina C, se recomienda especialmente a quienes tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de dichas vitaminas: personas que no toleran los cítricos, el pimiento u otros vegetales, que son fuente casi exclusiva de vitamina C en nuestra alimentación; para quienes deben llevar a cabo una dieta baja en grasas y por tanto con un contenido escaso de vitamina A o para personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas. Algunas de estas situaciones son: periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna. Así mismo, el tabaco, el abuso del alcohol, el empleo de ciertos medicamentos, el estrés y las defensas disminuidas, la actividad física intensa, el cáncer y el Sida, y las enfermedades inflamatorias crónicas disminuyen el aprovechamiento y producen mala absorción de nutrientes.

Las vitaminas A y C, como antioxidantes, contribuyen a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, las degenerativas e incluso el cáncer. Además, debido a que la vitamina C aumenta la absorción del hierro de los alimentos, se aconseja en caso de anemia ferropénica, acompañando a los alimentos ricos en hierro o a los suplementos de este mineral ya que esto acelera la recuperación.

Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre, al buen control de la glucemia y tiene un efecto saciante, beneficioso en caso de diabetes y exceso de peso, eso sí, en cantidades adecuadas.

Su contenido de potasio deberán tenerlo en cuenta las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas controladas en este mineral. Sin embargo, quienes toman diuréticos que eliminan potasio y padecen bulimia se beneficiarán de su consumo ya que en el mango abunda dicho mineral.

Además de las vitaminas A y C, el mango es rico en vitaminas del grupo B, entre las que se encuentran la niacina (Vitamina B3) necesaria para el buen funcionamiento del sistema nervioso, la salud de la piel y el metabolismo de las grasas ) y, sobre todo, en piridoxina (vitamina B6) cuya importancia es trascendental para la síntesis de los aminoácidos y el metabolismo de las grasas, así como la salud del cabello, de la piel o el equilibrio de los líquidos en el organismo. Así pues, comer mango es una buena manera de prevenir la caída del cabello o la dermatitis de la piel, pero también nos ayuda a superar el insomnio, a estar más tranquilos o a prevenir la aparición de calambres o la debilidad muscular.

El mango contiene bastante triptófano, un aminoácido con propiedades relajantes. Junto con la vitamina B, ayudará a mantenernos más tranquilos, posibilitará que tengamos un sueño más tranquilo y, al mismo tiempo nos hará sentirnos más felices, dado que, a partir del triptófano, se produce la hormona serotonina, un neurotransmisor conocido habitualmente como "hormona de la felicidad "porque ayuda a sentirnos mejor, a no tener pensamientos negativos, depresión, pensamientos compulsivos u otros comportamientos que nos hacen ser infelices.

Los mangos , junto con la papayas, la piña y los kiwis, contienen encimas proteolíticas, es decir enzimas capaces de digerir las proteínas. Alimentariamente, la importancia de estas enzimas es crucial, ayudan a aprovechar mejor los nutrientes; a evitar la acumulación de nutrientes no aprovechables en el intestino que son responsables de malestar intestinal, gases, diarrea, etc.; a potenciar el sistema inmune al no tener que someterlo a un esfuerzo continuo eliminando estas substancias extrañas para el organismo. La ingestión de estas proteínas no solo ayuda a mantener el organismo por dentro más limpio, sino que también contribuye a mantenerlo por fuera más joven y puro, sin la presencia de muchas enfermedades de la piel que tienen su origen en la eliminación de impurezas orgánicas. Por otra parte, un aprovechamiento mayor de las proteínas permite un incremento mayor de la masa muscular, razón por la cual muchos deportistas o culturistas ingieren complementos de enzimas proteolíticas, para conseguir unas marcas mejores o un cuerpo más musculoso. Entre estos complementos son muy conocidos la papaína de la papaya o la bromelina de la piña. Sin ser tan pretenciosos, podemos aprovecharnos de estas propiedades solamente comiendo las frutas comentadas

Usos

A pesar de que la madera y otras partes del árbol se utilizan a menudo, el mango se cultiva principalmente por su fruta. A nivel mundial, se calcula que se consumen alrededor de 13.5 millones de toneladas de mangos. La fruta se consume sin cocer, aunque a veces se cocina o se usa en refrescos congelados, helados y otros tipos de postre.

Tanto el mango verde como el maduro son ricos en carbohidratos, minerales y vitamina C. En la India, los mangos se usan en la manufactura de “chutneys” y conservas y mezclados con especias, se usan como condimento. En la cocina e la Ondia se utiliza un polvo agridulce, llamado “amchur”, hecho de la pulpa seca y molida. La semilla molida se usa a veces como harina y las flores y las hojas tiernas se comen en ciertas partes del sudeste de Asia. En Sulawesi (Indonesia) la fruta se usa a veces para hacer vinagre y cierto tipo de coñac. El ganado se come la fruta con voracidad, y las hojas y semillas se usan a veces como alimento basto en mezclas que incluyen otro tipo de forrajes para ganado ovino y bovino.

Las hojas, las flores secas, las frutas verdes, las semillas, la corteza y la gomorresina se usan medicinalmente para el tratamiento de una gran variedad de enfermedades en la India, las Filipinas, el oeste de África y en Centroamérica. Se usan sobre todo en el tratamiento de enfermedades y heridas de la piel, enfermedades digestivas y del aparato respiratorio. Se ha informado que los extractos foliares exhiben una actividad antibacteriana y antifungal de amplio espectro. Las flores pulverizadas se usan como repelente contra mosquitos (42).

La corteza y las hojas contienen un pigmento amarillo que se usa para darle un tinte amarillo claro al algodón, la seda y la lana. La corteza en polvo se usa mezclada con otros ingredientes para vidriar alfarería. La fruta verde y seca se usa como un fijador o mordiente para tintes de origen vegetal. De las flores se destila un perfume conocido como “amb attar”. Las flores y las hojas se utilizan en ceremonias de la religion Hindú.

La albura es de color de crema a pardo claro y el duramen es de color amarillo o pardo claro y a menudo de aspecto variegado o con líneas irregulares. La madera es moderadamente dura, lustrosa, de textura mediana, moderadamente pesada (gravedad específica: 0.62) y fuerte, con una veta de recta a ondulada, con muchos poros de tamaño grande y con anillos de crecimiento. La madera se seca a una tasa moderada con sólo una degradación mínima y se trabaja con facilidad pero con un éxito mediano siendo moderadamente resistente a las termitas.

En Puerto Rico la madera se ha usado de manera limitada como leña y tajaderas. En el sur de Asia se utiliza para pilotes sumergidos, botes, muebles, carpintería, pisos, construcciones, cajas, carretas, arados y triplex. El mango es un excelente árbol de sombra robusto y se siembra extensamente en áreas urbanas y rurales. Es un componente muy popular de jardines caseros en toda su distribución americana tropical. En Costa Rica, el mango se cultiva en sistemas agroforestales junto con el cafeto (Coffea arabica L.); Citrus spp.; Musa spp.; Inga spp.; Erythrina spp. y especies maderables como Cedrela odorata L. El árbol es una planta importante para las abejas, que se alimentan del abundante néctar producido por las flores .

Adquisición y consumo doméstico

Se puede encontrar en el mercado durante todo el año, ya que los diferentes países productores producen cosechas en épocas distintas. Sin embargo, su exportación no se lleva a cabo a gran escala, ya que se trata de una fruta muy delicada que no soporta bien las condiciones de transporte. Por tanto, la mejor época para disfrutarlos en nuestro país es en invierno.

Los mangos más sabrosos son los que se recogen ya casi maduros, lo cual es posible en su zona de producción pero muy difícil cuando se trata de piezas exportadas porque el mango es una fruta muy delicada que aguanta poco una vez de ha recogido madura. Por este motivo, en occidente los mejores mangos serían aquellos que han sido recogidos en su justo punto y que han sido importados a través de transporte aéreo. Sin embargo, la mayoría de los mangos se recogen verdes y maduran posteriormente. Para que esta maduración sea correcta se guardan en cámaras a una temperatura constante de entre 25 y 30 ºC. Cuando son almacenados a temperaturas más bajas, la pulpa de los mangos se vuelve oscura y su sabor no es agradable. A veces, para avanzar la maduración, se utiliza el etileno lo que hace que la pulpa sea más oscura y de peor sabor.

A la hora de escoger los mejores mangos del mercado debemos optar por aquellos que tengan una consistencia fuerte y que no estén fofos o demasiado fuertes. No podemos fiarnos del color porque existen muchas variedades y esta característica no determina su grado de maduración o de dulzura.

La forma de elegirlos es que su piel esté bien coloreada y lisa y su aroma sea intenso, siendo estos algunos de los detalles que nos ayudan a indicarnos su punto de madurez. Si tienen manchas negras y resultan pesados en la mano nos está indicando que la fruta está muy madura. Cuando tienen la piel arrugada y su pulpa es ácida significa que lo han recogido verdes y por lo tanto maduran mal.

Los buenos entendidos basan su elección en el aroma. Cuando un mango resulta blando al tacto sin resultar fofo y desprende un buen aroma es que esta maduro y listo para comerse.

Para elegirlo, el mango debe ser flexible al tacto pero sin chafarse bajo la presión del dedo. Es importante adquirir mangos que desprendan buen aroma. Si se compran excesivamente verdes, la fruta no madurará correctamente. Si por el contrario presentan grandes zonas negras, esto puede ser indicativo de que ya están pasados. En ocasiones el mango presenta un aspecto externo con manchas, arrugado y su pulpa se encuentra en perfectas condiciones. También ocurre lo contrario, y mangos cuyo aspecto externo es inmejorable pueden tener la pulpa defectuosa.

La forma más usual de comer mangos es hacerlo como una fruta más después de pelarlo. La acción de pelar una mango maduro resulta problemática. En primer lugar es una fruta que, debido a su contenido en colorantes, mancha mucho y luego difícilmente se puede quitar la mancha que alcanza la ropa. Además, el mango es una fruta de pulpa resbaladiza y con la carne enganchada a la fibra central. Lo mejor es colocarlo sobre una fuente de canto y perpendicularmente hacia nosotros. Luego con un cuchillo separar las dos partes laterales de carne. Con una cuchara separaremos la piel de la pulpa. Una vez separada, se puede cortar en rodajas, en cubitos o comerla con un cuchillo o tenedor.

Si bien lo ideal es comerlo cuando ha llegado a su punto de madurez hay regiones que lo consumen antes y lo utilizan cocido como una verdura y lo emplean para acompañar diferentes comidas. La mejor forma de degustar y disfrutar de esta fruta exótica es al natural, con unas gotas de lima que realzan su sabor. También se emplea en ensaladas, zumos, mermeladas, macedonias y postres.

Para tomarlo fresco, se corta la fruta a lo largo, en dos trozos, dejando el hueso en el centro. Se realizan cortes en zigzag en cada mitad de la pulpa y, por último, se presiona la cáscara hacia afuera.

El mango fresco y maduro resulta adecuado para la preparación de ensaladas, mezclado con otras frutas o con otras hortalizas como la lechuga. Igualmente se pueden machacar y añadir como salsa en las ensaladas. Los trozos de mango pueden formar parte del muesli en el desayuno matinal junto con los cereales y el yogur. Trozos de mango maduro pueden añadirse a las sopas para proporcionar sabor, colorido y aumentar el valor nutricional de la misma. Esta fruta combina muy bien con el arroz y con el plátano. Igualmente refrescantes y vitamínicos resultan los zumos realizados con mangos maduros a los que se le añade un poco de jugo de lima o de piña. Con el mango se pueden realizar mermeladas, compotas, pasteles muy exquisitos o deliciosos helados muy refrescantes y nutritivos para el verano.

Lo normal en el mundo occidental es comer los mangos maduros aunque hay muchos sitios de Oriente donde utilizan los mangos verdes para confeccionar muchas comidas. Normalmente se utilizan de esta manera en ensaladas preparadas con otros condimentos como pimientos picantes o vinagre de arroz.

En gastronomía, se emplea el mango verde, preparado como verdura, para dar un toque exquisito a platos preparados con jamón, pescado o ave y combina de un modo excelente como guarnición fría con platos de carne picante o curry.

Entre las recetas más conocidas de este país se encuentra la salsa agridulce picante de mango (chutney de mango) que se prepara con mango verde , azúcar y otras frutas como pasas, manzanas, piñas, nectarinas, nueces, mandarinas, etc. mezclados con otros condimentos como pimienta negra, jengibre, mostaza, canela, clavo, vinagre de manzana o ajo. Estos ingredientes se mezclan y se dejan reposar toda la noche. A la mañana siguiente se introducen en una cacerola y se dejan hervir hasta que la pasta se espese. Se deja enfriar y se coloca en la nevera para tomar frío. Existen muchas maneras de preparar este plato de acuerdo al lugar donde se realiza.

Los mejicanos utilizan muchas veces esta fruta como un ingrediente de sus salsas picantes.

Desde un punto de vista de la cocina, las enzimas proteolíticas del mango son muy interesantes para ablandar las carnes y hacerlas más suaves y digeribles. En los países asiáticos se utiliza habitualmente para sazonar y para conservar pescado o carne. La pulpa del mango, una vez seca, se muele y se utiliza como especie en el norte de la India. Tiene un sabor ácido y se utiliza como sustituto del tamarindo. Se emplea normalmente en comidas vegetales pero también para sazonar la carne a la parrilla y hacerla más tierna.

Conservación

Los mangos, una vez maduros deben conservarse fuera de la nevera y solamente introducirse en la misma unos momentos antes de comer para que se refresquen y resulten más agradables. Una vez maduros deben comerse pronto dado que se pasan rápidamente.

El mango que aún esté verde puede refrigerarse para retrasar su maduración; se mantiene en óptimas condiciones hasta 27 días si se somete a temperaturas de 8ºC. Si se desea que madure, debe dejarse a temperatura ambiente para que alcance el punto de sazón, a partir de lo cual se ha de consumir en un plazo máximo de 5 días.

El mango no contiene colesterol y poquísima grasa. Su contenido en calorías es moderado, unas 130 calorías por una pieza mediana, y posee muy pocas sales. Por otra parte poseen hidratos de carbono y azúcares de muy fácil asimilación. Todo ello lo hace adecuado como tentempié en meriendas o entre comidas para eliminar la sensación de hambre sin tener que recurrir a alimentos con más calorías y sin la riqueza vitamínica y mineral que posee esta fruta. Es una fruta que puede incluirse perfectamente dentro de la dieta para adelgazar.

Plagas y enfermedades

Plagas

Coccidios: los insectos de esta familia que atacan al mango son numerosos, como la cochinilla blanca, la cochinilla de la tizne, el piojo rojo, etc. Sus daños se producen tanto en el tronco como en hojas y frutos; además originan una melaza sobre las partes afectadas que favorece el ataque de diversos hongos. Los frutos pueden sufrir decoloraciones que impiden su exportación.

El momento más oportuno para combatirlos empleando el control químico es en invierno, a base de insecticidas emulsionados con aceites amarillos. De ser el árbol invadido por la tizne o fumagina, será mejor sustituir los aceites por insecticidas sistémicos; para combatir esta plaga se puede emplear polisulfuro de potasio aplicado en fuertes dosis en invierno.

Mosca de la fruta: son grandes enemigos del mango, como la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), extendida en las plantaciones de todo el mundo, y varias especies del género Anastrepha en Centroamérica, pues casi todos los países productores de mango son atacados por una o más especies de moscas de la fruta.

Las hembras depositan los huevos en la pulpa del fruto dando lugar la maduración prematura del fruto originando su pudrición. Para su control resulta efectivo el empleo de trampas para la captura de adultos utilizando como atrayente feromonas sintéticas. Para el control químico se emplean diversos insecticidas sin empleo de cebo.

Polillas de las flores: se trata de dos pequeños lepidópteros, el Prays citri, de la familia Tineoideos, y el Cryptoblabes gnidiella, de la familia Pyraloideos; la primera muy específica de los agrios, y la segunda sumamente polífaga, ya que además de atacar los agrios lo hace también a la vid, al almendro, al melocotonero y a otras plantas cultivadas o silvestres, entre ellas el mango. La Prays, en su fase adulta, es una mariposa de 12 mm de longitud, de color gris ceniza con manchas oscuras diseminadas en las alas anteriores. Sus orugas tienen una longitud de 7 mm, de color terroso, cabeza y pronoto negros, con varios pelos rígidos en cada segmento.

La segunda es una mariposa algo mayor que la anterior, con alas anteriores de color gris, cruzadas por dos franjas negras transversales, y las posteriores de color blancuzco uniformes; sus orugas, de unos 8 mm, son de color verdoso con unas líneas longitudinales oscuras a ambos lados de una franja más clara. La cabeza y pronoto es de color castaño. Ambas polillas tienen unas tres generaciones anuales; sus orugas atacan a las flores, devorando pétalos y estambres, y roen los ovarios con la consiguiente destrucción de los frutos. Tratamiento: un tratamiento anual con Lebaycid al 4 %, en primavera, cuando empiezan a abrirse las flores.

Enfermedades

Antracnosis: se trata de una de las enfermedades más difundida y destructiva del follaje del mango, aunque también puede causar graves daños de post cosecha. Es producida por el hongo Colletotrichum gloeosporioides, que aparece en forma de manchas oscuras en las flores y sus pedúnculos, destruyendo a gran número de flores; en las hojas también aparecen puntos negros, que se convierten en agujeros por destrucción de tejidos. Los frutos jóvenes también pueden ser atacados, quedando destruidos antes de llegar a la madurez. Si les ocurre esto cuando ya están maduros, presentarán manchas negras que les darán mal aspecto y dificultarán su conservación. Tiene especial importancia en las zonas húmedas, sin embargo no tiene incidencia en climas secos. Tratamiento: preventivo con caldo bordelés. Este patógeno ataca igualmente a un gran número de especies de cultivos frutales tropicales (Alahakoon and Brown, 1994).

Cercospora del mango: se presenta en las hojas por la pérdida de clorofila y por una exudación un tanto azucarada, debe prevenirse la invasión al primer síntoma, a base de caldos cúpricos en dosis débiles por serle relativamente tóxicos.

Oídio del mango: es una de las enfermedades de mayor difusión a nivel mundial. Las flores quedan cubiertas de un polvillo blanquecino grisáceo con olor a moho, éstas no se abren y la inflorescencia cae. Las hojas acaban resecándose, según los cultivares los síntomas se manifiestan en el envés, en el haz o en ambas caras de la hoja. Puede producirse el cuarteado de la piel de los frutos, y la caída de los más pequeños.

Tratamientos preventivos a base de azufres y el polisulfuro de potasio bastan para eliminarlo. Oidium mangiferae es uno de los agentes causales del oidio del mango cuya epidemiología ha sido descrita (Schoeman et al, 1995), teniendo como único huesped conocido al mango.

Seca del mango: se trata de una enfermedad destructiva que puede causar la muerte del árbol, siendo el agente causal un hongo (Ceratocystis fimbriata), que normalmente se asocia a su vector que es un insecto (Hypocryphalus mangiferae). Este hongo puede acceder también a través de las raíces, por tanto en este caso no necesita este vector. Los síntomas se manifiestan en la parte aérea con un amarillamiento , marchitez y muerte de las hojas. Si realizamos un corte a la rama se observa los tejidos internos totalmente dañados. Para el control de la enfermedad se recomienda realizar podas de limpieza y la quema de las ramas marchitas y los cortes de poda tratarlos con algún fungicida.

Cylindrocladium scoparium: causante de manchas en las hojas en plantaciones de Brasil (Tozetto, 1996).

Fusarium decemcellulare: ha sido descrito como un nuevo patógeno sobre plantaciones de mango en los Estados Unidos (Ploetz et al, 1996).

Malformación: es una de las enfermedades más graves del mango en el mundo, estando causada por el hongo Fusarium subglutinans. La malformación vegetativa afecta a las plantas de vivero y la malformación floral sólo tiene lugar en las plantaciones adultas. Los síntomas vegetativos se manifiestan con entrenudos cortos y hojas enanas, la malformación floral se inicia con la reducción de la inflorescencia dando lugar al incremento de flores estériles. Para su control se recomienda la poda del material afectado tanto vegetativo como floral y posteriormente proceder a su quema.

Mancha negra: Es una enfermedad de post cosecha , aunque a veces puede causar problemas al follaje, flores y frutos causados por el hongo Alternaria alternata. Tiene mayor incidencia en las áreas más secas del hemisferio oriental. Los síntomas se manifiestan en el envés de las hojas, apareciendo manchas negras redondas. Los síntomas en los frutos se desarrollan tras la cosecha, al comienzo de la maduración, con la aparición de pequeñas manchas circulares. A continuación estas manchas se agrandan y dan lugar a una mancha única que llega a cubrir la mitad del fruto. La enfermedad avanza y las manchas penetran en la pulpa que se oscurece y ablanda. Un tratamiento eficaz de precosecha (Dodd et al., 1997) es aplicar cuatro aspersiones con Maneb a dosis de 2.5 g/l a partir de 2-3 semanas tras el cuajado. El tratamiento de post recolección recomienda el empleo de Procloraz e dosis de 9-10 g/l.

Botryodiplodia theobromae: es uno de los mayores patógenos post cosecha del mango. Los frutos infectados con el patógeno no logran el máximo climatérico (Mascarenhas et al, 1996).

Phytophthora spp: han sido descritos causando daños en viveros de mango en las Filipinas (Tsao et al, 1994).

Mancha negra bacteriana: se encuentra localizada en numerosos países cultivadores de mango, esta enfermedad afecta a todos los órganos aéreos. Está causada por la bacteria Xanthomonas campestris. El síntoma típico de esta enfermedad se manifiesta en el tronco del mango por la aparición de chancros negros longitudinales con exudados de resina, aunque también aparecen síntomas en hojas viejas y frutos. Tratamientos: la instalación de cortavientos y la poda sistemática de los brotes infectados disminuye la propagación de la enfermedad. El empleo de aspersiones cúpricas combate de manera eficaz esta enfermedad.

Curiosidades

En la película La Misión (The Mission), de 1986, dirigida por Roland Joffee e interpretada por Jeremy Irons, Robert De Niro y Liam Neeson, aparecen varios árboles de mango en una época en la que todavía no existían en el continente americano, lo cual constituye un evidente anacronismo. Esta película se filmó en su mayor parte en Colombia, con algunas escenas de las cataratas de Iguazú, y representa la lucha de un misionero jesuita (Jeremy Irons) para construir un pueblo de misión en una zona selvática de la América del Sur en territorio de los guaraníes, al norte de dichas cataratas.

En Venezuela, el efecto laxante de ingerir mangos en exceso durante la mayor abundancia de esta fruta, se denomina "mayito", aludiendo al hecho de que es en el mes de mayo cuando mayor abundancia hay de este fruto.

También en la República Dominicana, al igual que en el Caribe, se emplea el refrán "coger los mangos bajitos", aludiendo a una expresión popular que aconseja aprovechar la ocasión más sencilla y fácil, en vez de las más difíciles y riesgosas, aunque pudieran ser potencialmente más valiosas.

La piel del mango no es comestible y , cuando esta verde, incluso puede resultar tóxica. Al igual que la savia de las ramas, de las hojas o del pedúnculo del fruto contiene un látex que resulta irritante y puede producir ampollas en la piel.