Alguien de una conocida
empresas de Seguros, ha hecho pública la siguiente nota: "Lo que sigue son
declaraciones hechas en formularios de seguros de accidentes, donde los
conductores trataban de resumir los detalles con las menores palabras
posibles. Los ejemplos de esta escritura defectuosa sirven para confirmar
que incluso una manera de escribir incompetente puede ser altamente
divertida.
Volviendo al hogar, me metí en la
casa que no es y choqué contra el árbol que no tengo.
El otro coche chocó con el mío,
sin previo aviso de sus intenciones.
Creía que el cristal de la
ventanilla estaba bajado, pero me di cuenta de que estaba subido cuando
saqué la cabeza a través de ella.
Choqué contra un camión
estacionado, que venía en dirección contraria.
Un camión retrocedió a través de
mi parabrisas y le dio a mi mujer en la cara.
El peatón chocó contra mi coche y
después se metió debajo.
El tío estaba por toda la calle y
tuve que hacer varias maniobras bruscas antes de atropellarle.
Saqué el coche del arcén, miré a
mi suegra y me fui de cabeza al terraplén.
Tratando de matar una mosca,
choqué contra el poste de teléfonos.
Había estado todo el día comprando
plantas y al volver a casa, cuando llegué al cruce, un arbusto surgió de
repente oscureciendo mi visión y no pude ver al coche que venía.
Llevaba cuarenta años conduciendo
cuando me dormí al volante y tuve el accidente.
Cuando llegué al cruce apareció de
pronto una señal donde nunca había habido una señal de "STOP" antes y no
pude parar a tiempo.
Para evitar colisionar con el
parachoques del coche de delante, atropellé al peatón.
Mi coche estaba correctamente
aparcado, cuando retrocediendo le dio al otro coche.
Un coche invisible que salió de la
nada, me dio un golpe y desapareció.
Le dije al policía que no estaba
herido, pero cuando me quité el sombrero descubrí que tenía una fractura
de cráneo.
Estaba convencido de que el vejete
no llegaría nunca al otro lado de la calzada cuando le atropellé.
El peatón no sabía en que
dirección correr, así que le pasé por encima.
Vi una cara triste moviéndose
lentamente, cuando el señor mayor rebotó en el techo de mi coche.
La causa indirecta del accidente
fue un tipo bajito en un coche pequeño, con una boca muy grande.
Cuando el coche abandonó la
calzada, salí despedido, más tarde me encontraron en un hoyo unas vacas
sueltas.
El poste de teléfonos se estaba
acercando y cuando maniobraba para salirme de su camino, choqué de frente.