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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Adolescente que ama a su abuelo
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Mi esposa había fallecido hacía un par de años, y yo estaba en una edad en la que el sexo ya no estaba en mi mente todo el día. Vivía solo en una casa con 4 habitaciones y 2 baños, y estaba leyendo el periódico cuando me encontré con un artículo que reseñaba la falta de alojamiento para estudiantes universitarios. Yo tenía mucho espacio y poco dinero, así que envié mis datos a la dirección que se indicaba.

Al día siguiente recibí un par de correos electrónicos de dos chicos que querían ver mis habitaciones. Había decidido que sólo quería un huésped y que podían tener dos habitaciones, una para usar como dormitorio y la otra como sala de estudio. Podían compartir la cocina pero no la comida. Fijé las citas para el día siguiente, una por la mañana y la otra por la tarde.

Me gustan los nombres tradicionales, me resulta fácil que me gusten las personas que tienen nombres que me suenan, y viceversa. Por eso, en mi mente estaba seguro de que iba a ofrecer la habitación a Jack, conocía a unos cuantos Jack y me gustaban todos.

Tadeo llegó por la mañana, no me gustaba ese nombre, y era un joven muy agradable, ordenado, amable y educado, me gustó bastante. Le dije que tenía otro chico que iba esta tarde, y que tomaría mi decisión esa noche y se lo haría saber. Estaba bastante contento de que si Jack resultaba ser un gilipollas entonces estaría contento de tener a Tadeo como huésped.

A las 2 de la tarde sonó el timbre de mi puerta. Abrí la puerta y para mi sorpresa una joven bastante encantadora me sonreía desde el exterior.

― Hola ―dijo― Soy Jack, como abreviatura de Jacqueline.

― Pasa ―le dije sonriendo.

Jack era encantadora, su razón para querer las habitaciones era porque estaba compartiendo alojamiento con otras 3 chicas, cuyos novios andaban siempre por allí, y ella estaba demasiado ocupada estudiando como para tener novios importunándola. También me dijo que se encontraba a los novios de sus amigas mirándola constantemente, y que en más de una ocasión uno de ellos había intentado entrar en el baño cuando ella estaba en dentro. Le dije que la habitación era suya. Ella chilló y saltó y me abrazó― Gracias, gracias, gracias ―dijo emocionada. Entonces le dije que como mi habitación tenía un baño en suite y que nunca usaba el baño principal. La chica me abrazó de nuevo.

Jack se mudó dos días después pero no la vi mucho los primeros días. Se iba a la universidad antes de que yo me levantara de la cama, llegaba a última hora de la tarde, preparaba su cena, se la comía y luego subía a su habitación a estudiar. Me acercaba a la cocina mientras ella cocinaba, sólo para conversar y saber más de ella.

Era de un pequeño pueblo cerca de la costa llamado, era hija única y sus mayores amores en la vida eran el fútbol y su abuelo, al que llamaba Belito. Hablamos mucho de fútbol y un poco de su abuelo, aparentemente me parecía bastante a Belito.

Jack comió su cena y se fue a su habitación. Terminé de leer mi libro y subí a buscar otro. Al pasar por la habitación de Jack oí un zumbido, me detuve en seco y me acerqué a la puerta. Mi polla estaba empezando a endurecerse, pero lo que oí a continuación me puso la dura como una piedra.

― ¡Fóllame, Belito! ―decía con su voz sexy― Fóllame fuerte y profundo, me encanta tu polla dentro de mí, Belito.

Me quedé allí escuchando sus oohs y aaahs durante un buen rato, pero necesitaba una paja.

Cuando estaba a punto de irme la oí decir― Me encanta cuando me follas por el culo Belito

Entré en mi habitación y cerré la puerta, necesitaba urgentemente una paja. Como acababa de ver a Jack masturbándose, no quería que ella me viera a mí, así que me metí en la ducha y cerré la puerta. Estaba más duro de lo que había estado en años, así que me enjaboné la polla y empecé a pajearme. Me sentía tan excitado que quería follar con Jack entonces mismo, me enjaboné la polla y seguí pajeándome, cerré los ojos y pensé en follar con Jack, eyaculé pronto. Siempre me he corrido mucho y ese no fue una excepción.

Me pasé el día siguiente pensando en Jack, ella quería follar con su Belito y a mí me gustaría ser su Belito. Tenía que encontrar la manera de conseguir que me follara.

Fui a su habitación esa mañana, para husmear aunque eso no era algo que nunca había pensado que haría. Primero encontré su cajón de ropa interior, este contenía algunas bragas prácticas, unas cuantas tangas, una bonita combinación de satén rojo con bragas a juego y algunas medias de red. Cogí las bragas y aún estaban húmedas, Jack debía de haberlas llevado anoche, me las llevé a la nariz y aspiré. Sus bragas olían divinamente y mi polla empezó a ponerse rígida de nuevo. Volví a poner las bragas en su sitio y busqué en otro cajón. Encontré su consolador de conejo, eso es lo que había oído anoche, también había un vibrador delgado y unas cuentas anales. Cerré el cajón y miré alrededor y vi un ordenador portátil. Abrí el portátil y me pidió una contraseña, probé con Belito y no funcionó, probé con "BELITO" y logré ingresar.

Fui directamente al historial del navegador y había un montón de enlaces con títulos similares y unos cuantos vídeos de sexo anal. Encontré un fichero de una chica follando con un señor mayor y decidí que necesitaba follar con Jack de verdad. Así que pensé un plan.

Cuando ella se estaba preparando la cena le dije que los viernes suelo pedir comida china para y que si quería acompañarme sería un placer.

― Gracias, eso sería maravilloso ―dijo y se acercó a mí y me dio un abrazo ¿Estaba presionando con sus tetas hacia mí a propósito?

Llegó el viernes y puse la mesa para dos y cuando llegó el pedido abrí una botella de vino.

Jack tomó un sorbo del vino y dijo― ¡Vaya, esto está delicioso!

Mientras cenábamos y charlábamos procuré mantener su vaso lleno.

Hablamos de su segundo tema favorito, fútbol. Afortunadamente yo tengo un buen conocimiento de ese deporte, ya que lo practique en mi juventud y aún tengo buenos amigos que fueron profesionales. Hablamos de las estrellas de su equipo favorito y ella exclamó― ¡Oh! ―dijo ella― es como hablar con Belito, lo echo de menos.

La chica estaba bastante borracha pero aun así abrí otra botella de vino― ¿Quieres terminar esto en la sala de estar? ―dije imitando el acento de su tierra. Los ojos de ella se abrieron de par en par― Repite eso, mientras cierro los ojos ―dijo.

Lo dije de nuevo― ¿Quieres terminar esto en la sala de estar? ―esmerándome aún más en la pronunciación.

― Como Belito ―dijo ella y se levantó con los ojos cerrados y me tendió la mano. Se la tomé y dijo― Voy a mantener los ojos cerrados y fingir que eres mi Belito, ¿estará bien eso?

― Sí, está bien ―dije con mi mejor acento impostado.

Llegamos al sofá, la ayudé a sentarse y me senté a su lado.

― Te he echado mucho de menos Belito ―dijo.

― Yo también te he echado de menos chiquita ―le dije

Jack todavía tenía los ojos cerrados y se subió a mis rodillas, pasó un brazo alrededor de mi cuello y me susurró al oído― Pero yo te he echado mucho de menos ―y me besó el cuello.

Jack se contoneó en mi regazo, apretando su culo contra mi polla que se ponía rápidamente rígida. Me besó en los labios y aplastó sus tetas contra mi pecho, podía notar sus duros pezones clavándose. Le desabroché la blusa y le quité el sujetador, palpé sus tetas y sus larguísimos y durísimos pezones.

Agaché mi cabeza hasta un pezón y empecé a chupar, lamer y masticar.

― ¡Oh, joder, Belito! Eso es muy rico.

Pellizqué el otro pezón y ella hizo un gesto de dolor ― ¡Joder, Belito! eso me está mojando mucho.

Moví mi mano hacia la cremallera de sus vaqueros y la bajé. Jack se apartó de mi rodilla y puso su mano en mi polla. Pasé mi mano por sus bragas que estaban empapadas. Mientras lo hacía noté un pubis muy peludo que me hizo sonreír. Soy un hombre algo anticuado y me gusta algo de vello púbico en un coño, los coños sin pelo son lo que tienen las niñas de diez años.

Jack me bajó la cremallera, me sacó la polla y empezó a pajearme― ¿Te gusta eso Belito?

― ¡Carai! Me gusta mucho.

Logré quitarle los vaqueros y las bragas y ella se tumbó boca abajo en el sofá con la cara junto a mi polla. La cogió, me la frotó, me acarició suavemente los huevos y luego me la besó.

Me acerqué y metí mi mano entre sus piernas notando el jugo de su coño que rotaba de ella.

Le introduje un dedo dentro de ella y luego lo probé, sabía de maravilla. Jack puso sus labios sobre la cabeza de mi polla y chupó con fuerza mientras me hacía cosquillas en los huevos, luego movió su cabeza hacia arriba y hacia abajo de polla. Era increíble y empujé dos dedos dentro de su coño y la follé con los dedos. Jack estaba haciendo un trabajo fantástico con mi polla y rápidamente sentí que me iba a correr.

― Jack me voy a correr ―le dije esperando que apartara su boca de mi polla, pero no lo hizo, siguió chupando y haciéndome cosquillas y muy pronto exploté en su boca. Entonces se puso de espaldas y dijo― ¡Házmelo ahora Belito! ―Miré hacia abajo y la vi todavía con los ojos cerrados. Me arrodillé en el suelo y empecé a chupar sus largos pezones de nuevo, mientras le metía los dedos en su coño peludo, frotando mis dedos entre sus labios y humedeciendo su clítoris― ¡Oh, Belito, haz que me corra! ―gimió e introduje dos dedos en su interior e hice que se corriera rápidamente. Había un enorme charco en el sofá debajo de ella. Jack se dio la vuelta y preguntó― ¿Puedes hacer eso en mi culo? ―Limpié los jugos del sofá, se los unté en el culo y rápidamente le metí un dedo. Jack metió la mano por detrás y separó sus nalgas.

― Más dedos, por favor ―gimoteó y añadí otro dedo que le metí en el culo.

Mientras tanto, con mi otra mano acariciaba su clítoris y a ella le encantaba.

― Me encanta esto Belito, por favor recuérdalo, oh joder, jodeeerrr ―susurraba mientras se corría de nuevo.

Ella se giró hacia mí todavía con los ojos cerrados― Ven y siéntate a mi lado Belito ―dijo suavemente.

Me quité los pantalones y los calzoncillos, me quité la camiseta y me senté a su lado. A su vez, ella pasó una pierna por encima y se sentó a horcajadas sobre mí. Me puso una teta en la cara y yo le mordí el pezón. Luego pasó su coño empapado a lo largo de mi polla que se había vuelto a poner dura. Yo quería mi polla dentro de ella y esperaba que ella también. En ese momento ella alcanzó y empujó mi polla dentro de ella, se movió lentamente al principio, y era como estar en el cielo. Había pasado bastante tiempo desde que tuve mi polla dentro de un coño y un tiempo mucho más considerable desde que la tuve dentro de un coño joven y que era tan jugoso. Jack empezó a moverse más rápido, aquello era increíble― ¡Fóllame Belito, fóllame hasta que me corra con tu maravillosa polla!

La miré a la cara y sus ojos seguían cerrados. Cogí mi teléfono y empecé a grabar, quería tener un recuerdo de este momento― ¡Fóllame, Belito, fóllame, fóllame! ―gritó mientras volvía a tener un orgasmo. Se bajó de mí, se dio la vuelta y se sentó de nuevo sobre mí mirando hacia otro lado, metió la mano entre las piernas, agarró mi polla, la mantuvo contra el agujero de su culito y empujó hacia abajo. Pude ver como mi polla desaparecía en el ano de aquella chica mientras yo mismo lo estaba grabando en vídeo.

― ¡Fóllame el culo Belito! me encanta cuando estás en mi culo, no puedo creer que tu polla esté hasta el fondo de mi culo ahora ¡Fóllame, fóllame hasta que te corras!  Quiero sentir tu esperma descargarse dentro de mí.

Y en ese preciso momento eyaculé dentro del culo de aquella excepcional chica.

― ¿Puedo dormir contigo esta noche Belito?

― Por supuesto, preciosa.

― Vamos entonces ―y me tomó de la mano y me llevó a mi habitación.

AngelBd

 

 

Historias con Jack

Estos son unos relatos de AngelBD narran las aventuras sexuales de una joven estudiante que se aloja en su casa.

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