Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Antes de saber lo que me faltaba
ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser considerados no apropiados para personas menores de la edad legal. Por eso se hace esta advertencia. El contenido de los mismos es evidentemente "para adultos" y de contenido explícitamente sexual por lo que, hecha esta advertencia, si finalmente decides continuar, lo haces bajo tu única y exclusiva responsabilidad. No se obliga a entrar, es más, se recomienda que aquellas personas que puedan sentirse molestas, o incluso ofendidas, con el contenido de lo que aquí aparece, que se abstengan de hacerlo.

Esta es una historia que sucedió hace mucho tiempo, cuando tenía 19 años. Fue entonces,  cuando estaba trabajando en una empresa forestal, que vi mi primera polla negra. Fue accidental, pero cada vez desde entonces ha sido bien planeado y a propósito.

Rodeé unos árboles cuando caminaba por un sendero apartado, y vi un gran hombre, de más de 1,80 m, en pantalones cortos y sin camisa. Los dos nos sorprendimos, ya que le encontré mientras orinaba. Ambos dimos un respingo y mutuamente nos pedimos disculpas. Fue un accidente, y ambos nos excusamos demasiado, pero su imagen sosteniendo la enorme y gruesa polla negra, y mirándome se me quedó grabada en la mente desde ese día.

Y supongo que él también guarda una buena imagen de mí. Cómo se suponía que no había nadie en esa zona, me había quitado ropa hasta quedar solo con la tanga y una camisa corta que apenas me cubría los pechos y que hacía que mis pezones se pudieran ver claramente a través del fino tejido. Estoy segura de que era un espectáculo, con mi largo pelo rubio, casi desnuda, un cuerpo muy atlético y largas piernas bien torneadas.

Después de que ambos recuperamos la compostura, nos saludamos y charlamos un rato. Traté de no mirar pero no pude evitar notar su enorme pene cada vez más tieso. No pasó nada entre nosotros, pero me despertó muchas cosas. Esa noche mi novio no supo qué me pasaba cuando apagué las luces, le chupé la polla y me entregué al sexo con pasión, una y otra vez. Pensó que era todo un semental, cuando todo lo que podía ver en mi mente era el gran pene negro.

Nunca volví a ver a aquel hombre y tengo sentimientos encontrados acerca de ello. Estoy segura de que la experiencia habría cambiado mi vida. ¿Y si hubiera sido un poco más asertiva en el bosque? No estoy segura de que hubiera podido resistir sus intentos, si lo hubiera intentado. ¿Y si hubiera sido un poco más atrevida con él? Mil escenarios han ido pasado por mi mente a lo largo de estos años. Y todos ellos me hacen mojarme. En este momento, por supuesto pero sabía exactamente qué pasaría.

Montana

Otro relato ...




Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidos

Y si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.

Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí.