Relatos prohibidos
Cuando hablamos al día siguiente, ambos admitimos que había sido una experiencia tan gratificante para ambas partes que queríamos repetirla de nuevo. Sin embargo, su amigo estaba fuera la ciudad por negocios y la oportunidad tendría que esperar.
Mientras su amigo estaba de viaje, le había mandado un correo electrónico a Lorena diciéndole lo mucho que había disfrutado del sexo con ella. Decía que quería follarla de nuevo varias veces, pero que debido a sus compromisos y las vacaciones no sería capaz de arreglar una cita durante varias semanas. Yo quedé muy decepcionado y no quería que aquello se acabara y tampoco lo quería Lorena que había descubierto lo divertido que puede ser estar casado con un marido con mente abierta.
Lorena parecía disgustada y había estado rechazando mi atención como resultado de su frustración. Yo había decidido a investigar en los anuncios personales en Internet especialmente en los anuncios Swinger. Me sorprendió descubrir que me encantaba leer todas esas historias de hombres disfrutando permitiendo que sus esposas se acuesten con otros hombres. Sabía que eran como yo, después de todo era un marido permisivo que disfrutaba comiendo el coño de mi esposa mientras aún estaba lleno del semen depositado allí por otro hombre que se la había tirado.
De repente, tuve una idea, ¿Por qué no poner un anuncio buscando un hombre para que mi encantadora esposa folle con él y se mantenga ocupada hasta que su amigo regrese? Le di muchas vueltas sin atreverme hasta que una noche, cuando estábamos follando, incapaz de retenerlo más tiempo, abordé el tema con mi esposa Lorena. Le conté cómo esas historias me hicieron ver que permitir joder a su esposa con un extraño era muy excitante.
Sentí un revuelo en mis pelotas al pensar en que ella hiciera algo así. Le sugerí a Lorena que debería salir con otro chico, así como su amigo. Le die que necesitaba encontrar un amante capaz de acostarse con ella tres o cuatro veces a la semana, no sólo una vez a la semana. Ella había estado negativa al principio pero la idea de ir con otro hombre la excitaba terriblemente. Para ayudar a convencerla, le mostré un sitio de intercambio de parejas y algunas de las fotos. Supe por la forma en que su cara se sonrojó de que realmente le atraía. La besé y acaricié y ella se puso tremendamente excitada, así que le susurré al oído— ¿No te encantaría tener una buena polla larga, gruesa y negra en todos tus agujeros llenándote con cada impulso?
Estaba tan excitada que parecía lista para correrme en sus bragas. Su cuerpo vibraba bajo mi mano con unos gemidos que parecían lamentos que venían de lo más profundo de su interior. Cuanto más hablábamos más calientes nos volvíamos los dos. Le dije que me encantaría verla follando una polla negra con su coño bien apretado. Ella me preguntó si estaba seguro y le contesté que sí. Cuando mi dedo alcanzó debajo de sus bragas empapadas y encontré su clítoris endurecido se vino.
Ella tomaba el control de nuestras relaciones a menudo, diciéndome que yo tenía comerse su coño después. Mientras nos acostábamos, ella me dijo— Quería cogerse a otro hombre lo antes posible.
Me dijo que quería que fuera un hombre diferente sólo para tener sexo con otro con una gran polla que se comiera su coño y se la metiera profundamente en su coño y la llevara al orgasmo. Ella vino muy fuerte mientras hablábamos y yo la follaba.
— ¿Qué tal si ponemos un anuncio, sólo por probar, por supuesto? —Susurré— Yo me encargaré de las respuestas y podemos leer los mejores y hasta responderlos juntos. Incluso puede que encontremos a alguien interesado que quisiera venir a nuestra casa ¡Sería tremendamente emocionante! —E inserté un dedo en su coño húmedo mientras decía eso.
Ella gimió y contestó— ¿Te das cuenta de que si estuviera realmente excitada por un mensaje querría coger al tipo, has pensado en eso, cariño?
Nunca había oído a mi mujercita hablar así y me di cuenta de que estaba dispuesta a tirarse a otro hombre. Me besó con hambre, parecía querer eso, estaba excitada, acalorada y decidida. Me imaginé a mi esposa cogiendo con ese extraño y mi polla se puso muy dura. Entendí que si la dejaba follar con quien quisiera cuando quisiera, ella sería feliz y yo también.
Hablamos sobre ello y se nos ocurrieron algunos criterios para su compañero. Decidimos que necesitaba ser joven para darle todo lo que ella deseaba. Tendría que ser alto, de más de un metro ochenta centímetros y estar en buen estado forma. Lorena también quería que tuviera una polla grande que pudiera estirarla mientras follaban y así ella sabría que tenía algo que valía la pena en su interior. Al día siguiente puse el siguiente anuncio en un sitio swinger: ‹‹Pareja busca hombre bien dotado para primer trío.
Pareja joven, Tony, cuarenta años, un metro ochenta, guapo pero a menudo ausente por negocios busca un joven y atractivo semental para placer a su joven esposa Lorena, treinta y ocho años sexy, pequeña, morena, buena figura y tetas. Lorena es tímida pero le encantan las pollas negras. Le encantaría follar con una gran polla negra. Necesita una de veinticinco centímetros o más para follarla. Debe de estar sano y ser limpio y follar su coño hasta el final. A ella le gustaría que él iniciara al placer de los tríos y los intercambios de pareja con o sin marido presente.
Otra de sus fantasías es el sexo anal, ella lo haría porque desea que un hombre negro le bombee el semen también en su culo. Envía fotos tuyas y una descripción imaginativa de lo que le gustaría hacer con ella, cualquier sugerencia y una descripción del encuentro propuesto para una respuesta y con foto. Sería estúpido si dejas pasar esto. Sólo hombres limpios y bien dotados. Responder a: Lorena_y_Tony@mail.utm››
La respuesta inicial de los hombres que querían follarse a mi bella esposa Lorena era abrumadora y me puse muy mal leyendo algunas de las notas y lascivas proposiciones. He aquí algunos extractos:
— Lubricante: ‹‹Hola, me encantaría compartir alguna acción intensa contigo. Tengo una polla enorme.››
— Ying: ‹‹Me gustaría tener sexo contigo, encontrémonos pronto en algún lugar››
— alain.sodo@caramail.com:‹‹Hola, soy un joven semental al que le gustan todo tipo de perversiones sexuales y estoy muy abierto a tus sugerencias. Tengo una polla grande, siempre listo y le gustaría compartir a tu esposa››
—Fabio@ipno. in2p3:
‹‹Hola, soy Fabio. Tu anuncio me atrajo instantáneamente. ¿Estaría la señora interesada en un joven apuesto, de un metro noventa, ochenta kilos y ojos marrón ojos? Las mujeres generalmente me encuentran delgado, atlético y guapo. Tengo una gran polla negra que está completamente a tu disposición, Lorena. Son casi veinte centímetros de largo y cinco de diámetro, por lo que estoy seguro de que lo disfrutará. Si te gusta el oral, Lorena, estoy seguro de que apreciarías mi lengua en lo más profundo entre tus piernas.
Estoy buscando situaciones inusuales y estaría dispuesto a considerar o bien un encuentro o la oportunidad de ser tutor sexual de un joven durante una relación ilícita.
Para empezar, me gustaría sugerir que nos reuniéramos en un restaurante para que pueda acariciar el coño de tu mujer por debajo de la mesa para prepararla para un cunnilingus más tarde en un lugar tranquilo ¿Puedes pedirle a tu mujer que se ponga ropa interior sexy y algo transparente y sexy para nuestra cita. Eso siempre me la pone dura.
También me gustaría que Lorena y sólo ella me la chupara la verga y la frotara entre sus pechos, sobre su cara y sensualmente sobre los húmedos labios de su vagina mientras la acaricio con mi lengua y mis dedos. Una vez que ella esté mojada y lista, tomaré a tu esposa y le proporcionaré un gran placer. Yo también disfruto el cunnilingus, y penetración anal, pero si Lorena no está segura sobre la sodomía, podemos seguir con el sexo heterosexual. Tenemos tantas posiciones para probar...
Me gustaría que Lorena me abriera las piernas tanto como fuera posible para ofrecerse a sí misma a una más profunda y más satisfactoria penetración. Le frotaré el clítoris y acariciaré sus pechos mientras meto le mi polla en lo más profundo de ella. Me gustaría probar muchas posiciones sexuales con ella, de pie, sentada en una silla, en una alfombra o inclinada contra la pared. Tengo muchas ideas, ¿Pero corresponden a tus deseos, Lorena? Soy limpio y discreto y estoy a tu disposición para un poco de sexo caliente. Contéstame con tu oferta rápidamente.››
Mi polla se puso muy dura cuando vi la foto de un apuesto hombre negro que parecía estar extremadamente bien dotado. Ahora estaba confundido mientras la sangre se precipitaba a mis dos cabezas, al pensar que se cogía a mi mujer. ¿De verdad iba a dejar que se la cogiera, dejarla follar con un tipo con una polla que más grande que la mía y además negro? — ¡SÍ! —Pensé.
Esa noche en la cama le mostré el mensaje a Lorena y le pedí que considerara cómo sería tener sexo con Fabio. Se frotó el clítoris con furia mientras leía la nota y suavemente yo acariciaba su cuerpo y le chupaba los duros pezones. Mi esposa estaba muy excitada y admitía que le gustaría hacerlo con Fabio. Me posicioné entre sus piernas abiertas y acaricié su coño con la cabeza de mi polla. Era lo más caliente y húmeda que había estado en mucho tiempo. Levantó las rodillas y comenzó para guiarme dentro de su vagina mientras yo apretaba sus pechos. Justo antes de empujar dentro de su coño, le dije— Esto es lo que Fabio quiere hacerte."
Hundí lo polla de un solo golpe y empecé a follarla mientras le decía que se imaginara que yo era Fabio. Mi esposa comenzó a llegar al clímax casi inmediatamente lo que fue una buena cosa porque sólo me llevó un minuto antes de que me corriera dentro de ella. Estaba pensando en a mi hermosa esposa recibiendo lo mejor de su vida. Su hermoso cuerpo debajo de aquel hombre mientras la follaba. Imaginando cómo era su cara, preguntándose cómo gemía ella mientras él se la cogía. Preguntándome como sería su coño recién cogido con el semen de un negro goteando desde dentro de ella.
Después, le pregunté si quería responderle pero dijo que no podía. Traté de persuadirla y convencerla, pero era demasiado tímida. Sabía que estaba interesada, la polla en las fotos que envió, se veía grande y gruesa y mi esposa se masturbó durante una semana por ello. A la mañana siguiente, miré el ordenador y pensamientos salvajes pasaron por mi mente. Sin decirle nada a Lorena, contesté en su nombre. En lugar de adjuntar una foto de identificación cambié de opinión. Tuve una idea malvada y mi polla se endureció impulsada por la idea de que este hombre se cogiera a mi mujer. Fui a una carpeta donde guardo fotos especiales de Lorena y adjunté una de ellas.
Presioné "enviar" e instantáneamente me arrepentí. Ahora me doy cuenta de que cuando vio a mi mujer seguramente intentaría seducirla y tener sexo con ella. Supuse que estaba perversamente curioso de ver lo que quería y ver hasta dónde estaba preparada a ir. La idea de que mi esposa se vaya un el fin de semana para encontrarse a solas con un extraño en su habitación me excitó.
El mensaje que escribí decía:
—Lorena
‹‹Querido Fabio
He leído tu correo y tengo que admitir que le presté toda mi atención. Mientras lo lía, mi mano fue amasar mis pechos y a frotar mi clítoris. Mi rajita se mojó mientras pensaba en tu polla empujando hasta el fondo de mi vagina. Me gustaría sentir tu lengua en mi coño, especialmente si eres tan experimentado como pareces y me puedes dar un gran placer. Soy tímida pero una vez excitada me puedo volver muy apasionada, especialmente con una polla larga y dura en lo más profundo de mí. Incluso puedo montarte, en esos momentos soy capaz de todo.
¿Me pregunto si eres el compañero adecuado para mí, si estás bien dotado? ¿Eres capaz de acogerme de todas las maneras y hacerme venir? Quiero que me desees y sentirte vigoroso entrando en lo más profundo mi coño y luego verás cómo se me escapa el semen del coño. Si estás limpio, puedes entrar dentro de mí sin condón, si lo deseas, Tony puede limpiarme después de que hayamos terminado con su lengua. Incluso si me encanta sentir la lengua de mi marido en mi ano. Tal vez pueda pedirle que me prepare ahí con su lengua para que puedas meter fácilmente tu polla ahí dentro y podamos prueba un sándwich con mi esposo. Está deseando, ya sabes, verme tener sexo con otro hombre. Ha estado pensando sobre esto durante algún tiempo. Especialmente desde que sabe que ya he tenido sexo con otro hombre. Acababa de tener mi primera aventura matrimonial extra con un compañero, y me di cuenta por la forma en que me miraba y se sonrojaba, que lo sabía. Tengo que admitir que me gustó el efecto que tuve y que tengo sobre él.
Me avergüenzo de admitirlo, pero me vine gritando con un orgasmo la primera vez que tuvimos sexo. Entiendo que como mujer casada no debería haber tenido sexo fuera de mi matrimonio, pero mi marido lejos de protestar me anima. Mi compañero me hizo venir cinco veces esa noche con su enorme herramienta. Casi había olvidado lo que se siente ser una mujer al ser tomada ruidosamente por un macho bien dotado.
Desde entonces quiero a alguien original, así que dime lo que quieres y tienes en mente. Te envió una foto que tomé para mi compañero.
Besos, Lorena.››
Puedes estar seguro de que pasé incontables horas masturbándome mientras miraba mi copia de esa foto, y me preguntaba qué me había pasado para exponerla a eso y provocarlo de esta manera. Poco sabía yo cuánto se metería con ella.
Pronto recibí la respuesta:
—Fabio
‹‹ Hola, me encantó tu pequeña nota, de verdad que me ha endurecido la polla y quiero tener sexo contigo. Me muero de ganas tomarte y arrodillarme entre tus piernas, deslizar mi lengua suavemente en tu coño y saborear tu jugosa concha mojada. Pero también quiero follarte duro vestido con toda tu ropa normal. Quiero tener sexo contigo por la noche en cada habitación de tu casa. Te levantaré el vestido, te quitaré las bragas y cogeré por el culo mientras aún estás vestida. También quiero chuparte mientras juego con tus pechos. También me gustaría follarte de pie, apoyándote contra la pared o sobre la mesa de la cocina. Te perseguiré por toda la casa y cada vez que te coja tendrás que darme placer. Recorreremos cada habitación, dejando nuestra ropa detrás de nosotros y yo te hará venir cada vez un poco más difícil. Después cada una de mis eyaculaciones, me llevarás de nuevo a la erección para que pueda seguir satisfaciéndote.
Tal vez cuando nos encontremos te agarre de tu largo pelo negro y fuerce tu boca con mi gran polla negra. Quiero hacerte mi mujer, mi hembra, mi puta, y explorar cada parte de tu cuerpo, tu coño, tu ano, tus pechos, tus muslos, tu boca. Me muero de ganas por follarte y cubrirte con mi esperma. Si vienes a mí, me aseguraré de que sólo seas satisfecha por hombres negros, y que tu apretado coño blanco se estirará tanto que quedarás arruinada para la pequeña polla de tu marido. Si respondes, sabré que quieres esto y que este juego de escondite traerá un gran placer, estoy seguro.
Fabio››
En su nombre respondí:
—Lorena
‹‹ Lorena
Estoy empezando a querer conocerte mejor, podía encontrarme contigo vestida sólo con mi camisola negra, sin nada debajo ¿Te gustaría eso? Durante la cena, podrías acariciarme discretamente bajo la mesa y luego meterte bajo la mesa entre mis piernas y lamerme el coño a los postres. Entonces te chuparía la polla y podríamos retirarnos al dormitorio. Si no te apetece, podríamos reunirnos en un club de intercambio de parejas y podrías acariciarme mientras bailamos. Estoy segura de que podríamos encontrar un rincón oscuro donde podría dar la bienvenida a tu dura polla en mi coño mojado. Cuando vuelva a casa, mi marido podrá descubrir mi coño lleno de tu esperma. ¿Esto te atrae?
Besos, Lorena››
— Fabio
‹‹Si quieres podemos vernos mañana a las ocho de la tarde en mi a casa, solos, para que podamos conocernos primero››
Los imprimí y se los mostré, y le dije que quería que ella saliera a pasar un buen rato, y para que ella no se sintiera culpable. Lorena respondió instantáneamente y aceptó la oferta de Fabio. Hizo que Fabio me llamara y hablara conmigo para ver si yo pensaba que Fabio sería compatible conmigo. Hablamos durante una media. Le hice preguntas como: Cómo grande es tu pene. ¿Alguna vez has estado con una mujer blanca antes? ¿Cuántas veces puedes correrte en una noche? Me dijo que había estado con otras cinco mujeres blancas casadas y que sabía lo que necesitaban y cómo hacerlo. Fabio me dijo que nunca había estado con una mujer que fuera incapaz de admitirle tola la polla después de que se hubiera se calentado.
Le dije que mi esposa nunca había estado con un hombre negro antes pero que le encantaba follar y chupar pollas. Que ella nunca había tenido una polla tan grande como la suya metida en el coño. También que ella no seguía un control de natalidad así que él tendría que usar condones con ella. Me contestó que él había estado con otras esposas blancas en el pasado y también sabía lo que Lorena quería y necesitaba. Los condones no serían necesarios, de esa manera podría ver el coño de Lorena cubierto por su semen.
Cuando colgué el teléfono le pregunté si iba a tener sexo con él.
— Quién dijo que iba a tener sexo con él si sólo me invitó a almorzar, cariño —contestó, pero por la sonrisita malvada en su cara no necesitaba confirmación
El mero hecho de pensar que podría estar cogiendo con su segundo hombre, además de mí y de su compañero, fue suficiente para que mi polla se solidificara. Le hice prometerme que si se cogía a otros hombres, los montaría a pelo y dejaría que el semental se corriera en lo más profundo de su vientre. Ella dijo que no iba a lavarse para traerlo a casa con ella. A decir eso se sonrojó y me preguntó si quería volver a comerla después. Yo tenía un instante para pensar en el semen pegajoso en su coño y dije— Seguro —Yo quería encontrar el esperma dentro de su coño jodido cuando regresara a casa. Ella estuvo de acuerdo, así que fijamos el encuentro para el siguiente viernes por la noche.
Mi última fantasía estaba a punto de convertirse en realidad. En la cama esa noche, tuvimos una gran sesión de magnífico sexo. Lorena se volvió loca chupando mi polla hasta que mis pelotas se dispararon mientras ella metía su consolador en su coño. Sospecho que ambos estábamos pensando en lo mismo. En que la joderán de verdad. Al día siguiente tuve problemas para concentrarme en mi reunión de negocios mientras mis pensamientos se dirigían a Lorena en los brazos de Fabio.
Esa noche volvimos a salir de compras. Qué excitante fue comprando ropa para que mi mujer la pusiera para otro hombre. Lorena me dijo de camino a casa que, para hacerlo mejor, deberíamos abstenernos del sexo esa noche. Me dijo que sería igual de difícil para ella porque estaba pensando en lo que se avecinaba tanto como yo. Lo cierto es que yo lo dudaba.
A la tarde siguiente, Lorena se preparó, se duchó y se preparó para "lucir guapa" para su cita. Al igual que la vez anterior, me hizo mirar para asegurarse de que fuera lo suficientemente sexy para Fabio. Viéndola afeitarse el coño arreglándole la línea del bikini, el mensaje fue inconfundible, su amante iba a verla, a tocarla, besarla y cogerla, y ella quería que su cuerpo estuviera listo para él. Observé cómo se ponía el maquillaje y se vestía muy sexy con una falda ajustada. Sus pezones estaban de pie tan duros como la goma de borrar de un lápiz.
De repente, note como un bloque en el estómago. Esto era real, había sucedido, iba a pasar esta noche. Mi esposa, mi dulce e inocente esposa era capaz de ser una puta total con hombres a los que apenas conocía. No sólo era capaz, ella ya lo había hecho y estaba buscando hacerlo de nuevo esta misma noche. Era demasiado tarde para arrepentirse. Ella apretó los labiosa la mía diciéndome apresuradamente que la próxima vez que me besara, ella estaría llena de semen. Se fue corriendo a conocer a Fabio con la cara sonrojada por la emoción y la excitación.
Mi corazón latía con fuerza, así como otras partes de mi anatomía. Ahora comenzó la parte difícil. Sabía que mi esposa iba a ver a ese hombre. Sabía lo que iba a pasar y esperé nervioso, lamentando y maldiciendo todo lo que había y finalmente me fui a la cama. Esperé y después de tratar de ver la televisión, me di por vencido y fui al dormitorio. Me encontré fantaseando con Lorena y su amante, aunque no lo conocía. No pude evitarlo y me masturbé.
Eso me ayudó un poco, pero en mi mente seguían las imágenes de Lorena siendo follada por una gran polla negra y preguntándome si Lorena quedaría embarazada de Fabio.
Me acariciaba la polla de nuevo, pensando en mi hermosa esposa recibiendo el polvo de su vida. En su hermoso cuerpo debajo de este hombre mientras la follaba. Imaginando cómo era su cara. Preguntándome qué es lo que ella gritaba mientras la jodía. Preguntándome como estaría su coño recién cogido con su semen goteando de ella. Preguntándome cuándo oiría su historia. Vine por última vez esa noche y ella no volvió a casa hasta altas horas de la madrugada.
Estaba acostado en la cama mirando el reloj y preguntándome dónde estaría mi esposa cuando oí que su coche se paró en la entrada de la casa.
Dan.
Siguiente...
Las citas de Lorena
Dan, le propone su esposa Lorena que tenga citas con otros hombres para tener sexo con ellos. Estas son las narraciones de esas citas.