Relatos prohibidos
Después de muchos años mi prima, diez años mayor que yo, regresó a nuestro lugar de origen a vivir con sus padres. Ella estaba pasando por una situación difícil porque se había separado de su esposo.
Habíamos tenido contacto vía redes sociales, pero ahora podíamos hacerlo en persona. Ella tiene su propio negocio y de vez en cuando iba a visitarla y fue creciendo una amistad. La confianza entre ambos se fue formando y poco a poco me fue contando sus experiencias con su ex esposo. Yo a ella le comentaba acerca de la chica que me gustaba y acerca de los detalles íntimos que tenía con ella.
Un día llegó una de sus amigas al local y decidimos pedir unas cervezas, al poco rato decidimos comprar una botella de whisky que trajo un primo mío. Los cuatro decidimos seguir tomando y pasarlo bien.
Necesité ir al baño y cuando salí estaba mi prima esperando su turno para entrar. Ya estábamos los dos un poco ebrios, nos miramos a los ojos y nos dimos una sonrisa coqueta. Mi prima me tomó de la mano y me llevo a dentro del baño, nos empezamos a besar y comencé a tocarle las caderas, lo cual me puso muy cachondo.
No pasó nada más esa ocasión ya que no estábamos solos, pero si nos besamos varias veces a escondidas a lo largo de la noche.
Al siguiente día me daba pena el mirarla de frente, fue un poco extraño ya que no comentamos nada de lo ocurrido, así pasó algún tiempo.
Un día, mi prima me llamó para ver si quería ir a unas albercas con un grupo de amigos y me anime a ir. Llegamos al lugar y el ambiente estaba muy padre. Hay tres sectores de albercas, el lugar es muy grande, nosotros llegamos a donde estaba el área de los toboganes. Empezamos a tomar y a pasarlo muy bien, nos metimos a la alberca y a los toboganes.
Después nos reunimos para comer y recibí un mensaje de mi prima que decía― Te espero en los vestidores, cerca de las albercas chicas en treinta minutos ―Decidí ir a donde mi prima me había citado y nos metimos al vestidor. Nos empezamos a besar, empecé a tener una erección muy fuerte y poco a poco ella se fue bajando y empezó a chuparme la polla ¡que delicia! lo hacía de una manera muy rica, y después se volteó y empecé a penetrarla lentamente.
Era la primera vez que estaba con alguien mayor que yo. Fue una experiencia increíble, y aunque tuvimos que darnos prisa, sus movimientos eran exquisitos, hicimos varias posiciones, mi favorita fue la de perrito, ya que ella tiene un tatuaje en su espalda y eso me excitó como nunca. Cuando estaba a punto de venirme volvió a chupármela. Me vine dentro de su boca, se lo tragó, y me dijo― No hay que dejar evidencia.
Luego, ella se adelantó con los demás, yo fui a comprar más cerveza para no dar sospechas...
Otro relato ...