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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Bromas que van demasiado lejos
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Mi esposa y yo tenemos un almacén  de ventas al por mayor en un edificio atendido por un agradable joven negro. Vamos mucho allí, y el encargado siempre parecía encontrar una excusa para charlar. Mi esposa es muy sociable y siempre educada le escuchaba con atención todo lo que le contaba.

Pareció sorprendida cuando un día le dije que creía que a él le gustaba ella. Ella se defendió diciendo que no creía que ese fuera el caso; y que el joven sólo estaba siendo atento y socializando con los propietarios del negocio. Después de algunas visitas más, mi esposa me confesó que le parecía que yo tenía razón, que a él le gustaba ella. También confesó que le parecía enternecedor que un hombre joven pudiera estar interesado en gordita un ama de casa de mediana edad. Aunque en realidad tiene una figura muy curvilínea, no es gordita en absoluto, ni mucho menos.

Yo le dije que debería coquetear un poco con él la próxima vez y ver cómo se calienta y se emociona. Ella hizo la prueba y cuando nos fuimos bromeamos sobre cómo él estaría fantaseando con ella durante el resto del día. El juego del coqueteo se prolongó durante las siguientes visitas.

Cuando nos íbamos en la última visita, después de que ella hubiera estado coqueteando y utilizando un poco de doble sentido en sus palabras, le pregunté si se había dado cuenta de que le había provocado una enorme tenía una erección. Confesó que no lo había, así que le propuse que volviera adentro con cualquier excusa y lo viera. No aceptó pero le aposté a que no se atrevería a volver sola. Inmediatamente reaccionó y dijo que sí, que lo haría. Pero le desafíe a que tenía que dejar el sostén y las bragas en el coche y volver a entrar solo con el vestido puesto.

Se negó diciendo que no podía hacer eso, pero me di cuenta de que estaba excitada por la idea. Le dije que debería hacerlo para que se calentara y se emocionara mucho al verla así y luego dejarlo con una buena erección para el resto del día. Se rió y se quitó el sostén y las bragas que dejó sobre su asiento. Pude ver, a través del delgado vestido, que sus pezones se le habían puesto muy duros cuando salía del auto y regresaba al almacén.

Mi esposa levaba casi un cuarto de hora dentro así que decidí entrar para ver qué estaba pasando. Abrí la puerta silenciosamente y entré. Desde la oscuridad  pude oír a mi esposa jadeando y gimiendo. Me acerqué lo suficiente para ver  y ella estaba doblada sobre un montón de cajas de embalaje con su vestido levantado por encima de su culo y el joven negro tenía su ropa de trabajo alrededor de sus tobillos y se la cogía por detrás.

Me di cuenta de que a ella aquello le gustaba mucho. Que cada vez que él empujaba hacia adelante, ella gemía con fuerza, como si la estuviera siendo destripando o algo así. No pude hacer otra cosa que seguir mirando desde la oscuridad mientras él seguía clavando su polla en ella con el culo tenso, y el final del golpe, y haciendo una pausa de una fracción de segundo, la sacaba y volvía a empujar. No lo había notado antes, pero el joven tenía hombros anchos, nalgas y piernas fuertes, y mientras se la cogía todo su cuerpo parecía haber sido construido con el único propósito de meter su polla negra profundamente en el coño de mi esposa.

Yo no sabía cómo reaccionar, así que me escabullí al auto. Mi esposa apareció unos minutos más tarde llevando una pequeña carpeta y muy  sonrojada. Se metió en el coche y dijo que cuando entró, él ya se había ido, así que cogió los documentos que se había olvidado de llevar.

Ahora no sé qué hacer, por un lado, me encantó ver a aquel joven negro usando el cuerpo de mi esposa para su placer y también pude ver que a ella le encantaba. Sigo oyéndola gemir incontrolablemente mientras él le clavaba su pene, y pensando que ella nunca gime así cuando yo se lo hago. Pero sé que está mal y que no debería haber permitido que ocurriera. Me preocupa que mi esposa no me haya contado lo que pasó porque lo disfrutó más que conmigo, y que vaya al almacén por su cuenta de nuevo.

RV

Otro relato ...




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