Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Coño dilatado
ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser considerados no apropiados para personas menores de la edad legal. Por eso se hace esta advertencia. El contenido de los mismos es evidentemente "para adultos" y de contenido explícitamente sexual por lo que, hecha esta advertencia, si finalmente decides continuar, lo haces bajo tu única y exclusiva responsabilidad. No se obliga a entrar, es más, se recomienda que aquellas personas que puedan sentirse molestas, o incluso ofendidas, con el contenido de lo que aquí aparece, que se abstengan de hacerlo.

Salía de la oficina, cuando recibí una llamada de mi esposa, que me pedía que no me diera prisa, o encontraría a alguien más en nuestra cama matrimonial. Sonreí y le pregunté quién era el afortunado, pero ella me respondió que era un secreto.

Cuando llegué a casa, fue ella quien me abrió la puerta. Me di cuenta de que llevaba unos pantalones cortos muy ajustados y una camiseta blanca. Su pelo era un desastre, probablemente por la follada que acababa de recibir. No llevaba sujetador ni bragas debajo de la ropa. Me dio un beso intenso y noté la esperma en sus labios. Se dio cuenta de que lo había saboreado y me dirigió una tímida y sexy sonrisa.

Fui casi tirando de ella por el pasillo hasta nuestra habitación y al llegar le desabroché los pantalones. Ella movió las caderas mientras yo se los bajaba. Le pregunté qué tiempo tenía el pastelito de crema y me contestó que menos de dos horas.

Cuando le bajé los pantalones cortos al suelo, le separé los muslos y enterré mi cara en su entrepierna. El olor era más fuerte que de costumbre. La empujé hacia a la cama y la lamí desde el culo hasta el ombligo. Sus piernas se envolvieron alrededor de mi espalda para sostenerse. Se vino mientras le lamía los labios del coño y empujaba mi lengua profundamente dentro de su vagina llena de esperma.

Después de hacerla venir por segunda vez, dejé de chuparle el coño e intenté follarla. Pero por alguna razón  parecía estar muy dilatada. Mi esposa me dijo entonces que tenía una sorpresa para mí. Contó que, ese día, había sido follada por un nuevo chico negro. Que se llamaba Bird y era el hombre con la polla más grande que la había jodido. Dijo que era una polla larga y muy gruesa, tanto que sus dedos no podían alcanzar a rodearla. También confesó que su coño estaba muy dolorido y que no estaba de humor para tener sexo conmigo esa noche.

Me sonrió con una sonrisa maliciosa y se fue al baño para darse una refrescante ducha. Cuatro horas después me di la vuelta y la empecé a acariciar. Mi polla estaba muy dura y le aparté las bragas y se la metí en su coño ya mojado. Le susurré al oído y le pregunté por qué estaba tan mojada. Sonrió y dijo que había estado pensando en Bird y su fantástica polla. La follé salvajemente y finalmente me corrí muy dentro de su coño. Luego le froté la húmeda entrepierna y le di las buenas noches.

A la mañana siguiente, en el trabajo, recibí una llamada de mi esposa diciendo que Bird acababa de llamarla y quería joderla de nuevo. Dijo que por supuesto había aceptado.

Le pregunté si todavía estaba a tiempo de volver a casa y ver cómo se la follaba, pero dijo que él quería estar a solas con ella toda la noche: así que mi nena me sugirió que pasara la noche en la habitación de un hotel. Dijo que podría estar de vuelta en casa a las once si quisiera encontrarlo allí.

A la mañana siguiente, me desperté solo en la cama de un hotel. Era temprano, desayuné y como a las diez regresé a casa. Encontré un coche desconocido y caro aparcado en la entrada. Di la vuelta y aparqué en la calle. Al mediodía vi a un hombre gigante saliendo de nuestra casa.

Entonces salí del auto y caminé hacia mi casa. Fui directo a nuestra habitación donde encontré a mi sensual esposa acostada en la cama todavía desnuda. Las sábanas blancas estaban húmedas y se veían varias manchas de semen por todas partes.

Me subí encima de su sexy cuerpo y me puse a chuparle el coño para limpiárselo. Y encontré que estaba muy dilatado y abierto. Después de hacer que ella se viniera con mi lengua intenté follarla, pero mi polla aún agrandada no fue capaz de llenar su coño. Entonces ella me dijo que tenía una solución mejor y se dio la vuelta. Enterró su cara en una almohada y luego me preparé para follarle el culo. Pero entonces descubrí que su apretado agujero de rosa oscuro también estaba bien dilatado y rezumaba semen fresco.

Mi esposa levantó la cabeza, diciéndome que su culo no estaba tan dolorido y eso me animó a sodomizarla. Después de joderla de forma salvaje y furiosa, le llené el ano con mi esperma. Mientras estaba recuperando el aliento, le pregunté si iba a seguir viendo a aquel joven tan bien dotado.

Sin dudarlo dijo que lo haría y que había aceptado su oferta de ser compartida con un par de chicos también bien dotados como él. Me sonrió, diciendo que la siguiente vez podría probar algunos sabores diferentes en su bien follado y jodido coño.

Esposo complaciente

Otro relato ...




Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidos

Y si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.

Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí.