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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Entrevista
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Un sábado por la mañana tuve que entrevistar a un aprendiz de recepcionista. Era la empresa de mi mejor amigo y cuñado, y no le apetecía.

Beli, el entrevistado, iba a obtener el trabajo siempre y cuando fuera coherente y no tuviera un tatuaje ofensivo en la cara, era el único aspirante.

Llegué a las 10.15 y Beli llegó a las 10.20, más puntos para Beli. Beli también era una chica, más puntos más para Beli. Le hice las preguntas habituales, era una joven encantadora y sería una muy buena recepcionista. Le encantaba hablar y lo hacía muy bien.

― ¿Entonces, por qué quieres este trabajo? ―Le pregunté.

― Quiero irme a vivir con mi novio, y mis padres dijeron que me ayudarían siempre que tuviera un trabajo, para demostrar que soy una persona responsable ―Luego añadió― Haré cualquier cosa que se me pida ―y sonrió.

Vaya, pensé― cualquier cosa ―Estaba a punto de decirle que había conseguido el trabajo, pero su última declaración me puso un poco juguetón― Muy bien, Ok Beli, has hecho una buena entrevista y realmente me gustas, pero tengo algunos aspirantes más que entrevistar así que te lo haré saber.

― Lo digo en serio ―dijo Bel―, realmente haré todo lo que se me pida, para obtener el trabajo, y luego durante mi empleo.

Y decidí ponerla a prueba― Ven y siéntate en mis rodillas ―le dije, Beli se levantó, rodeó el escritorio y se sentó en mis rodillas. Hasta ahí todo bien― Vamos a ver lo bien que besas ―le dije. Beli me rodeó el cuello con sus brazos y me besó lujuriosamente.

― Muéstrame tus tetas, Beli.

Beli se quitó la blusa, estaba sin sujetador debajo, sus tetas eran redonditas y no muy grandes, se pellizcó los pezones hasta que se pusieron rojos y rígidos.

― Enséñame tu coño Beli ―le ordené. Beli se quitó la falda, y las bragas, mostrándome un coño bonito y peludo, justo como me gustan.

― Quítatelas, y luego ven y siéntate de nuevo en mis rodillas ―Beli hizo lo que se le ordenó y le besé las tetas y le chupé los pezones. Esto hizo que empezara a retorcerse sobre mis rodillas, entonces cogió mi mano y la puso entre sus piernas y pude notar que su coño estaba empapado.

La levanté y la coloqué sobre el escritorio, abrió bien las piernas y dijo― ¡Por favor, fóllame!

Yo tenía toda la intención de hacerlo, pero no todavía. Metí la cabeza entre sus piernas y empecé a lamerle el clítoris, los labios del coño y el ano.

Sabía a gloria, lamí y chupé y mordí, y ella se puso más caliente― ¡Oh joder! Eso me gusta y vas a hacer que me corra. Mmm… ¡Oh dios! ¡Gracias gracias graciaaasss!

La puse de lado, con la cabeza colgando sobre el borde del escritorio, y saqué la polla. Se la ofrecí a sus labios y no lo dudó. La cogió con las dos manos y lentamente se la metió en la boca. Era una entusiasta chupadora, pero probablemente no tenía mucha experiencia, pero de todos modos fue una experiencia agradable. Mientras ella hacía eso yo me desvestía.

Me senté de nuevo en el sillón de cuero y le hice una señal para que viniera y se subiera encima de mí. Ella no dudó, rápidamente se puso a horcajadas sobre mí y guió mi polla dentro de su suave y húmedo coño.

Al igual que con su mamada, era enormemente entusiasmada mientras me cabalgaba― Estoy tomando la píldora ―dijo― por favor, córrete dentro de mí.

Tomé un pezón en la boca y lo chupé de nuevo― ¡Oh, sí! ¡Jódeme! ―dijo― ¡Muérdelo, por favor muérdelo! ¡OH joder! ¡Joder joder jodeeerrr! ¡Gracias gracias graciaaasss!

Eso fue demasiado para mí, eyaculé dentro de su coño caliente, húmedo y peludo, y se me pareció maravilloso. Luego se sentó, me miró a los ojos y dijo― Así que tengo el trabajo.

AngelBd

Otro relato ...




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