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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Esposa cachonda
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El viernes por la noche del pasado mes de noviembre, mi mujer entró en el salón, donde yo estaba tomando una cerveza y viendo la televisión. Me di cuenta de que estaba preocupada por algo, ya que no podía quedarse quieta. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que estaba muy cachonda y que necesitaba la polla de un desconocido. No es ninguna novedad que tenga sexo fuera del matrimonio. Pero el hecho de que me dijera directamente que necesitaba una polla fue un shock. Le dije que se vistiera y que la llevaría a buscar una polla que follarse.

Se levantó de un salto y me dio un beso rápido, luego corrió a nuestra habitación para elegir algo sexy para ponerse.

En sólo un par de minutos volvió con un largo abrigo de invierno y me di cuenta de que llevaba medias negras y zapatos de tacones. Me dijo que estaba lista y le pregunté que llevaba debajo del abrigo. Ella se lo abrió para mostrarme que estaba completamente desnuda. Las medias de encaje y los zapatos eran lo único que llevaba. Le dije que hacía frío en el exterior pero ella respondió que nos fuéramos.

Al salir pidió que cogiéramos el todo terreno. Acepté y le comenté que normalmente hay algunos hombres cerca del lago junto. Ella dijo que podríamos ir a ver. Cuando llegamos a la pudimos ver una hoguera. Le pregunté si estaba segura de querer hacerlo. Se abrió el abrigo y suavemente se frotó el coño completamente afeitado y luego pasó el dedo por debajo de mi nariz. Aspiré y le dije― Me parece que sí, nena.

Cuando nos acercamos, vimos a cuatro personas de pie, alrededor del fuego. Aparcamos y me bajé, y mi mujer salió con el abrigo cerrado. Nos acercamos al fuego y enseguida reconocí a uno de los hombres como Juan. Hablamos un poco antes de ofrecerle a Juan que se subiera al auto. Como la palanca de cambios sale del piso le dije― Nena vas a tener que abrir las piernas para que yo pueda cambiar. Ella lo hizo y dejó que el abrigo se abriera mostrando sus piernas cubiertas de medias. Miré y vi a Juan observando sus piernas iluminadas por las luces del salpicadero.

En una de las cuestas le dije a mi esposa que tuviera cuidado que podía golpearla entre las con la palanca de cambios, ella dijo que Juan la protegería entonces tomo la mano de Juan y la puso en su coño. Al principio, él parecía nervioso pero al cabo de un minuto ya estaba follando con los dedos a mi mujer. Cuando salimos a la carretera dije que necesitaba pasar por nuestra casa para coger algunas cervezas. Cuando llegamos, mi esposa y Juan fueron al salón y yo a la cocina. Estuve allí unos minutos antes de asomarme por la puerta. Allí, en el sofá, estaba mi esposa de espaldas a Juan, que la follaba su la polla. Ella me vio y me lanzó un beso. Volví a la cocina y me senté en la mesa mientras oía. Algún gemido de vez en cuando.

Después de una media hora oí la puerta principal cerrarse así que me asomé de nuevo por la puerta del salón. Allí, tumbada en el sofá estaba bien follada mi mujer. Tenía las piernas abiertas y cuando me vio me dijo― Ven a comerme la corrida ―Me puse entre sus piernas y puse mi boca sobre los labios rosados e hinchados de su coño. Metí la lengua dentro de ella y fui recompensado con la boca llena de semen caliente y reciente.

Después de tener un orgasmo explosivo, me soltó el pelo. Me senté de nuevo y ella se incorporó. Le pregunté si Juan se la había follado bien. Me dijo que su polla tenía la misma longitud que la mía, pero que era mucho más gruesa. Le dije que debería hacer que Juan la follara de nuevo. Se rió y dijo que dudaba que lo hiciera porque era un manojo de nervios. Me reí y le pregunté si necesitaba más polla y me dijo que sí, que si quería una segunda vez. Le hundí la polla hasta los huevos de un solo golpe. Cuando empecé a follarla estaba tan dilatada que apenas podía sentirla. Ella dijo que tampoco podía sentirme. Entonces se la saqué y me masturbe corriéndome en los labios de su coño. Después de lamerme otra vez su coño nos fuimos a la cama. Tener una esposa tan cachonda es absolutamente maravilloso.

Godo

Otro relato ...




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