Mi esposa y yo la habíamos experimentado cogiendo con otro hombre delante de mí por primera vez, y desde ese momento nos habíamos reunido con algunos otros hombres con un éxito similar. A medida que lo hacíamos más, una oferta interesante apareció en un sitio de citas en particular. Un caballero mayor se ofreció a comprar a mi esposa por una noche.

A mi esposa y a mí nos excitó la idea, siempre y cuando él supiera que debía respetar nuestros límites. Así que acordamos reunirnos con él una noche. En lo que creo que fue un intento de impresionarnos, reservó una gran suite en un hotel de lujo del centro. También sabía que mi esposa y yo éramos inseparables, en el que yo estaría allí con ella desde principio. Mi esposa y yo acordamos, sin embargo, que una vez que sintiéramos que era seguro y si él lo pedía, me iría y esperaría en el vestíbulo. Esta sería la primera vez que mi esposa se cogiera a otro hombre sin mí en la habitación, sin mencionar que sería la primera vez que cogería por dinero.

Mi esposa se vistió como él pidió, con un clásico vestido negro de cóctel, medias a medio muslo negras y zapatos de tacones muy finos. Llegamos a su suite a tiempo y tomamos unos tragos y tuvimos una pequeña charla. En general, nos sorprendió gratamente lo agradable y educado que era ese caballero mayor. Al final aceptó pagar por follarse a mi mujer, pero se notaba que también estaba interesado en nosotros como pareja. Después de un par de copas, mi esposa estaba cada vez más excitada y se notaba que se estaba poniendo cachonda. Se excusó para ir al baño y, cuando volvió, sólo llevaba puestos las medias y los zapatos.

Se sentó con su "papi" en el sofá mientras él la rodeaba lentamente con su brazo y empezó a acariciar su suave y lisa piel. Empecé a tomar algunas de fotos en ese momento, con las que estuvo de acuerdo mientras no pudiera ser identificado. Para hacer que las cosas fluyeran más suavemente, sugerí que yo bajaría al vestíbulo para que se conocieran. Mi esposa me dio el visto bueno y no perdió tiempo en bajarle la cremallera de los pantalones y poner la cabeza en su regazo para empezar a chuparle la polla.

En este momento, salí de la habitación y sólo tengo el relato que me hizo directamente de mi esposa: << La polla de Tony ya estaba dura para cuando le bajé el cierre. Estaba decentemente arreglado y se notaba que se había preparado para nuestra cita. Le chupé la polla lentamente al principio, cubriéndola con mi saliva y jugando con sus pelotas. Él se quejaba y me agarraba el culo, diciendo― esta es una buena putita, chúpale la polla a papá.

No estaba segura de cuánto tiempo duraría así, así que después de unos minutos lo miré y le pregunté si podíamos ir a la cama. Tomé la delantera y lo empujé hacia atrás en la cama, y luego me puse a horcajadas hasta el punto de que su polla quedaba justo alrededor de la parte exterior de mi coño. Podría haberse corrido sólo por eso, pero no quería decepcionarlo y había pagado bastante, así que lo guié dentro de mí.

No estoy segura de cuánto tiempo pasó desde que él y su esposa tuvieron sexo, pero debe de haber sido un muy largo tiempo Cerró los ojos casi inmediatamente y después de unos pocos empujones se corrió con fuerza. Me quedé encima de él durante un rato más mientras recuperaba el aliento, luego me acosté a su lado, diciéndole que podía notar su corrida dentro de mí.

Nos quedamos en la cama un rato charlando pero no pasó mucho tiempo antes de que tuviera que empezar a jugar con su polla de nuevo. Debió tomar la pequeña píldora azul porque se puso duro como una roca en muy poco tiempo. Se puso un poco violento en este momento, tomándome por detrás mientras me tiraba del pelo, pero sabes que me encanta lo rudo. También le gustaba hablar sucio y me exigía que le llamara "papá", mientras que también se tambaleaba un poco y le suplicaba que parara. Supongo que al viejo le gusta mucho la falta de consentimiento en el seco. ¡Pero no puedo decir que lo culpo!

De todos modos, terminó dentro de mí, con mi cabeza en el colchón inclinada sobre la cama. Tiró los billetes sobre mi cuerpo desnudo y dijo― aquí tienes tu mesada, sucia puta.

Nos dimos un beso de buenas noches y me dirigí al vestíbulo. >>

Esa fue la primera vez que mi esposa se cogió a otro hombre sin mí allí, y la primera vez que le pagaron por ello. Cogimos como conejos toda esa noche, muy excitados por todo. Al día siguiente, hicimos un perfil de chica de compañía para ella, en un sitio en particular, sólo para ver cuántas solicitudes recibiría y si el precio merecía la pena. No hace falta decir que encontramos una oferta que si valía la pena, que es como mi esposa experimentó su primer gangbang y doble penetración...

Mateo

Otro relato ...

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