Estábamos de vacaciones y decidimos ir a un restaurante, elegimos uno, pequeño y agradable, cerca del mar. Mi esposa iba vestida con un bonito vestido de flores hasta la mitad del muslo y bronceada y rubia como estaba resultaba realmente sexy.

Entramos al restaurante y el dueño, que se presentó como Tommy, nos dijo que podíamos sentarnos donde quisiéramos. Elegimos sentarnos en una mesa con un espejo detrás. El propietario parecía tener alrededor de 30 años, tenía cuerpo atlético y una cara bonita. Llevaba una camiseta ajustada que realzaba la imagen de su músculo, y pantalones de lino, en absoluto ajustados.

Vino hasta nuestra mesa y nos preguntó qué queríamos beber. Después comenzó a indicarnos las especialidades del restaurante y nos dijo que la cocinera era su mujer. Me di cuenta que mi esposa estaba mirando el bulto de sus pantalones. Así que también eché un vistazo y fue realmente impresionante. Pese a los pantalones, me fue posible ver que su protuberancia llegaba casi a la mitad del muslo. Él se dio cuenta de nuestras miradas y se movió hacia la mesa y paría que ponía la polla encima. Tanto mi esposa como yo estábamos como hipnotizados por aquella polla, así que se volvió y se alejó para traer las bebidas. Mi esposa me preguntó por el tamaño podía alcanzar esa polla y le respondí― No tengo idea, pero podría haber una manera de descubrirlo ―Yo mismo me quedé sorprendido por mi propuesta. Estaba animando a mi esposa a descubrir la polla de otro hombre.

Tommy estuvo hablando con su esposa que nos miraba, luego Tommy tomó las bebidas y vino hacia nosotros. Disimuladamente le dije a mi esposa que se quitara las bragas; que las cogiera con la mano y se las quitara lentamente. Yo estaba viendo en el espejo, detrás de mi esposa, que Tommy venía mirándola, y parecía que estaba hipnotizado. Al venir a nosotros era claramente visible que se estaba poniendo duro porque su polla estaba marcándose contra los pantalones y no cerca del muslo.

Cuando llegó a la mesa tenía una erección realmente grande. Puso el pedido sobre la mesa y mi esposa se movió un poco abriendo las piernas y mostrándole el coño rubio y tocando el pene por encima del pantalón. Al principio con su dedo índice y luego con el pulgar para tener el tamaño del enorme pene. A mí también se me estaba poniendo dura y a Tommy mucho más

Mientras mi esposa le tocaba la polla, Tommy metió su mano derecha bajo el vestido de mi esposa y su dedo alcanzó su coño y le frotó el duro clítoris. Ella le desabrochó la hebilla de su cinturón y comenzó rápidamente a bajarle los pantalones. La polla era enorme, parecía de casi 30 centímetros de largo, y bastante gruesa.

Mi esposa agarró aquella polla del tamaño de un caballo con ambas manos y comenzó a chupar la enorme cabeza. Luego comenzó a pasar la boca hacia arriba y hacia abajo a lo largo de toda la polla, a lamer y besar las grandes bolas.

Giré la cabeza y vi que la mujer de Tommy cerró la puerta del restaurante y luego vino hacia nosotros, se inclinó frente a mi esposa, quitó el dedo de Tommy y levantó las piernas de mi esposa en el aire, abiertas de par en par y comenzó a hacerle un sexo oral. Los altos tacones de mi esposa se movían con el movimiento de su cabeza. En un segundo, mi esposa estaba chupando locamente la polla de Tommy. Entonces, cuanto más succionaba, más grande se volvía hasta que realmente casi no le entraba en la boca. Nunca había visto a mi esposa tan salvaje haciendo una mamada, estaba en éxtasis y hasta gemía chupando la enorme polla. Tommy le dijo palabras sucias como― ¡Chúpala puta! ¿Te gusta mi polla en la boca? Mmm sigue ―Estaba claro que mi esposa le estaba haciendo un trabajo.

Me sorprendió y excitó ver a mi esposa atendiendo a otro hombre con una polla tan enorme, así que saqué mi polla de los pantalones y comencé a masturbarme. Después de algunos minutos, la esposa de Tommy, Celia, dijo― Esta puta se corre y ya está bastante mojada para ti ―Así que Tommy puso a mi esposa sobre la mesa, tiró de la falda de mi esposa bajándole el vestido y apretándole las tetas. Pude ver que los pezones de mi esposa estaban grandes y duros.

Las piernas de mi esposa se alzaron en el aire separadas por Celia que se apartó y tomó ambas piernas con las manos. Tommy comenzó a frotarle los labios del coño con la gran cabeza de su polla durante un minuto antes de empujarle la polla un poco en su coño mojado. Los labios del coño se abrieron como una flor y no pude creer que una polla tan grande pudiera entrar en el coño de mi esposa. Ella soltó un grito y al reparar en la mirada de Tommy dijo― ¡No pares! por favor fóllame más profundo ―Por mi parte, traté de poner mi polla en su boca, pero ella se negó, dijo que quería concentrarse en aquella polla de caballo.

Celia sostenía las piernas de mi esposa, los jugos de mi esposa fluían del coño depilado y hacían que la polla de Tommy se empapara y se volviera viscosa. Por cada centímetro que entraba en su coño, ella gemía de alegría. Cuando se la hubo metido hasta la mitad, mi esposa soltó un gemido y Tommy se detuvo. Pensé que no podría meter más polla en el coño de mi esposa, pero Tommy empujó hasta tener las tres cuartas partes de su polla en la vagina de mi esposa que tenía el rostro enrojecido y la oí decir― ¡Dios mío! Esto es muy bueno.

No creí que pudiera soportar más cuando Tommy empujó más y comenzó a follarse a mi esposa con toda su polla. Ella envolvió sus piernas alrededor de su culo mientras él la follaba con fuerza. Tommy iba y venía, dentro y fuera con su polla y mi su esposa levantó las caderas hacia arriba para tenerlo lo más profundo posible. Cuanto más duro la follaba, más salvaje se ponía cuando gritaba y le decía― ¡Vete a la mierda, lo quiero más profundo! ¡Fóllame más fuerte!

Tommy continuó follándola y el cuerpo de mi esposa entró en convulsiones. Se estremecía y temblaba en un ataque de lujuria incontrolable que solo una mujer en sexo ilícito podía sentir. Ella movió las piernas y las envolvió alrededor de su cintura y sus dos brazos alrededor de su cuello jalándolo más cerca de ella. La polla de Tommy seguía follándola y follándola. Celia dijo― Qué puta tan caliente tenemos aquí.

Unos 15 minutos más tarde, Tommy explotó llenándole el coño con su semen. Ella gimió y mantuvo a Tommy apretado contra ella. Vi salir el semen del coño de mi esposa todavía con la gran polla de Tommy dentro de ella. Luego Tommy se retiró y mi esposa me miró y me llamó para que me acercara; me tomó de la cabeza empujándome hacia su coño. Le dije― Pero…―y ella respondió― ¡Cállate y a lamer! ―Así que acabé lamiendo el coño de mi esposa que seguía goteando por el semen de Tommy. Luego cogió con la mano la polla de Tommy, la besó y se la llevó a la boca; con la otra mano me empujó hacia la gran polla de Tommy que dijo― ¡Chupen los dos! ―y en un momento tuve mi primera experiencia bisexual con una gran polla en mi boca. Mi esposa y yo, nos besamos y lamimos la polla de Tommy que pronto comenzó a crecer nuevamente. Noté la calidez de aquel pene e increíble me gustó. Mi esposa le dijo― ¿Me follas el culo? Y se puso a lo perrito sobre la mesa. Tommy se frotó la polla arriba y abajo por la raja del culo, empujándola contra el apretado agujero. Eso la vuelve loca, luego Celia puso mantequilla en el ano de mi esposa. Tommy empujó un poco, pero su tamaño era demasiado grande y no pudo entrar. Mi esposa dijo― Por favor inténtalo otra vez ―Pero fue imposible seguir, incluso Tommy dijo que era imposible― Demasiado apretado este culito.

Él estaba bastante excitado y cambió la polla al coño y la folló por detrás, Mientras tanto, jugó con su trasero frotando un dedo en círculos alrededor de él y presionándolo suavemente sin entrar. Me puse en el otro lado y puse mi pene en la boca de mi esposa que ahora lo aceptó, por lo que fue follada por ambos lados.

Tommy le dijo un par de veces― Si quieres mi polla en el culo, deberías follar con tu marido por el culo y luego puedes volver a por mí.

Mi esposa estaba corriéndose cuando Tommy la puso en la mesa frente a él y comenzar a follarla en la boca. Le dio un empujón y empezó a correrse, mi esposa trató de mover la cabeza pero él le sostuvo la cabeza diciendo― Bebe, zorrita, mi zorra casada ―Le llenó la boca hasta desbordarla; he visto algo de semen saliendo de sus labios y la garganta palpitando mientras ella tragaba su semen.

Tommy se retiró y fue hacia Celia y se besaron el uno al otro. Entonces ella dijo― Ahora es hora de que tengas un buen culo caliente ―y se inclinó sobre la mesa. Tommy tuvo increíblemente otra erección, y empujó su cabeza en el culo que pronto desapareció dentro del recto de su esposa. Después de un minutos ambos se estaban corriendo frente a mí esposa y a mí que estaba completamente hechizados viendo aquella gran polla en un culo.

Mi esposa se vistió y nos fuimos del restaurante. Tommy le recordó a mi esposa que tenía que entrenar su culo. Caminamos por la calle y algunos hombres nos miraron porque mi esposa iba caminando con las piernas temblorosas. Además, algo de esperma aún se estaba deslizando en sus piernas. Créame que ese fue un día inolvidable para mí esposa y para mí, antes de volver con Tommy.

Anónimo

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