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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Fantasía hecha realidad
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Mi esposa y yo hemos fantaseado con la idea de verla teniendo sexo con otro hombre. Normalmente la animo a follar con nuestro vecino unos pocos pisos más abajo, un hombre alto y muy musculoso. Mientras se lo propongo, mi esposa bromea diciéndome que cuando yo esté fuera de casa lo hará. Hasta incluso cuando compra ropa interior me pregunta si creo que le gustará al vecino.  Yo le suelo responder aconsejándole que debería ponerse para él o que le podríamos preguntar. Lo que noto, es que cuando ambos se ven son todo sonrisas. Sé que mi esposa está loca por él pero también que nunca llegaría más allá de un flirteo. También puedo imaginarme que piensa él de las grandes tetas de mi mujer. Hacía tiempo que no hablábamos de ello pero hace unos días, la fantasía se convirtió en realidad.

Ese día llegué a temprano casa del trabajo. No noté nada extraño cuando entré pero cuando abrí la puerta oí una risita. Al entrar en la sala pude ver la cabeza de mi esposa subir y bajar chupándole la polla a Teo. Sorprendida, mi esposa se levantó rápidamente— ¿Cariño, qué estás haciendo aquí?— dijo manifiestamente incómoda.

—¿Qué que hago, estoy en mi casa, no? —Respondí un poco irritado—¿Qué carajo está pasando aquí?

Mi esposa vestía su minifalda blanca con medias blancas hasta medio muslo y su blusa blanca de satén blanco; solo usa esa ropa cuando tenemos una noche de sexo así que le exigí una explicación.

Alegó diciendo que lo había invitado por mi fantasía y que él le había pedido  que se vistiera con lo que se pondría para una noche especial.

—Una cosa llevó a la otra y acabé chupándole la polla —dijo a modo de excusa.

Pude ver que no llevaba sujetador debajo de su blusa blanca  que mostraba claramente sus tetas. Sabía que a ella le gustaba Teo, pero nunca pensé que mi esposa acabaría por hacerlo o que lo hiciera sin decírmelo.

—¿Y qué hacemos ahora? —Dije falsamente enojado mientras observaba el gigantesco pene de Teo muestra evidente de que estaba excitado—¿Te gustaría continuar? —pregunté.

—Claro que si, cariño —dijo ella.

—¿Estás seguro? — preguntó Teo.

—Si, estoy seguro, le estoy viendo los pezones marcándose contra tela de la blusa, así que sé que está muy excitada y con muchas ganas —le dije.

Entonces mi esposa se puso frente a mí, se arrodilló y comenzó a chuparle la polla al vecino mientras yo miraba. No podría creer lo que estaba viendo, ella tenía su mano rodeando la polla de Teo y pude ver que se había quitado la alianza. Pensé que era extraño verla chupar una polla que no era la mía. Sentí celos cuando se metió toda la polla en la boca, pero la calentura me los quitó rápido. Mi esposa empezó a masajearse lentamente el coño por encima de las bragas. Me senté en el sillón y comencé a acariciarme la polla que ya estaba muy dura.

Sé que puede sonar extraño pero vi a mi esposa hermosa y sexy mientras le chupaba la polla a Teo y este le agarraba de las tetas.

Teo fue considerado y no la agarró por la cabeza para dirigirla, solo se relajó y disfrutó. Yo ya había estado en su misma situación con ella muchas veces antes, así que sabía que mi esposa le estaba dando un inmenso placer. Cuando acabó, mi esposa sostuvo sus tetas ofreciéndoselas para que se corriera sobre ellas. Casi nunca lo he hecho así porque ella siempre me dice que no.

A partir de aquí decidí que era mi turno y ella comenzó a chuparme. A ella le gustaban mis bolas y mi polla. Su lengua trabajó mi pene lentamente y seductoramente me miró a los ojos y me preguntó— ¿Estás disfrutando de tu fantasía?

—Que demonios, claro que sí —le dije

— ¿Estás listo para la siguiente fase, estás listo para que Teo meta su polla dentro de mi coño? —me susurró lentamente.

—Si —respondí susurrando igualmente.

—¿Estás listo para que él me folle, estás listo para ver a tu esposa follada por otro hombre? —preguntó seductoramente.

—No puedo esperar más —le respondí mientras me corría sobre sus tetas.

Teo se le acercó, la abrazó dándole un gran beso y la agarró por el culo. Luego Él comenzó a bajar despacio sus bragas por sus muslos. Mi esposa tiene una gran figura y unas piernas muy sexis.

Ella se recostó en el sofá y él lentamente fue lamiendo durante lo parecía una eternidad, pero probablemente fueron alrededor de unos cinco minutos antes de que ella tuviera un orgasmo. Podría decir que ya estaba dominada por la pasión y la lujuria. Después, mi bella esposa se le subió encima y pude ver la polla del vecino entrar entre sus húmedos labios. Sus ojos se cerraron cuando él entró en ella y comenzó a montarlo como una puta. No podía creer lo que veía, nunca la había visto tan cachonda, estaba dejando salir su lado más salvaje.

—¿Te gusta mi coño Teo?

Este apenas respondió con un ronquido.

—Has querido follarme todo este tiempo ¿verdad? Lo sé por la forma que me miras.

Teo confesó que sí y que le encantaba cuando ella lo saludaba—No puedo creer lo que está pasando —remató.

Me esposa se estaba follando a otro en nuestra propia casa, pude ver que estaba disfrutando y le sonreí.  Entonces comenzó a cansarse y se movieron cambiando de postura, así que comenzaron a follar a su estilo perrito. Mi esposa estaba ya en éxtasis con el vecino follándola duro, con las bolas golpeándole el culo. Ella siempre me decía que quería ser follada así, pero supongo que yo soy un amante menos agresivo.

Teo se corrió desparramando toda su carga por el culo de mi esposa que se dio la vuelta y le lamió la polla seca.

Después de un rato le di las gracias a Teo— espero que podamos volver a hacer esto pronto —le dije.

—Gracias, ha estado fantástico, tu esposa me ha agotado. La próxima vez traeré a la mía.

Mi esposa me besó mientras Teo salía por la puerta y luego nos duchamos juntos. Por la noche, en la cama, me preguntaba si las cosas cambiarían entre nosotros porque yo ya no podía esperar a que Teo trajera a su esposa. La esposa de Teo tiene un cuerpo espectacular, de grandes tetas, caderas anchas y largas piernas.

Pareja sexy .

Otro relato ...




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