La Página de Bedri
Relatos prohibidos Fantasía que se hace realidad
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María y yo llevábamos tres años casados. Le encantaba tener relaciones sexuales y era una folladora salvaje pero era muy conservadora. Durante un tiempo me dediqué a las revistas y sitios web de Swinger, y me empecé a pensar en la idea de compartir a mi esposa. Tenía muchas ganas de convertir mi fantasía en algo real. Un día le dije― María, somos muy jóvenes, pero te gusta vestir faldas más largas que la mayoría de las otras mujeres jóvenes, deberías usar faldas más cortas, me encanta ver tus piernas y me enorgullece presumir de mi esposa. Quiero que otros hombres vean lo que tengo conmigo y que ellos no pueden tener ―Pensé para mis adentros que debía convencerla para que usase minifaldas y comenzara a enseñar sus con bragas. Me tomó cerca de seis meses, pero finalmente lo logré. María estaba muy sexi cuando se ponía minifalda y cada vez que la miraba, pensaba en el próximo paso, necesitaba que empezara abrir las piernas para mí en el cine. Tengo un amigo muy próximo llamado Leo, y le conté mi plan. Rápidamente aceptó ayudarme, y le dije cuál sería su recompensa, si podía convertir a María en una zorra que follase con extraños, probablemente sería la suya sería primera polla de otro hombre en su coño. Un día le envié un mensaje a Leo cuando íbamos a un centro comercial. Le pedí que se quedara en la planta de abajo y que lo mirara a María cuando ella bajara la por la escalera y echara un vistazo a sus bragas. Cuando bajábamos por las escaleras, María se inclinó hacia mí y dijo― Creo que Leo está mirando debajo de mi falda, es vergonzoso. ― ¿Por qué te avergüenzas? ―Dije― No deberías hacerlo, eres una mujer joven y hermosa. Si miras a tu alrededor, la mayoría de las mujeres jóvenes llevan faldas cortas. Y no creo que estén muy preocupadas, ellas también, suben las escaleras mecánicas. Llegamos al pie de la escalera y le pregunté a Leo― ¿Te gustó lo que viste? ― Me encantan esas sexis bragas rojas que lleva María ―respondió. Avergonzada, María miró hacia abajo y le dije― Por eso se compro ropa sexy, me gusta que María se vista de rojo. Después Salimos con Leo y nos dirigimos al auto. Mientras María abría el maletero y se inclinaba, le vimos un poco de sus diminutas bragas rojas, nunca había visto un trasero tan pálido. Leo y yo nos chocamos. Nos subimos al auto y María se sentó entre nosotros. Su falda levantada muy arriba mostraba muslos blancos lechosos. Estaba espectacularmente bien y quería follarla allí mismo, pero estaba conduciendo. ― Hey Leo ―Dije― ¡Qué demonios! Ya viste las bragas rojas de María en las escaleras, ahora mira esas piernas. ― Hombre, María está aquí, si no te diría qué haría con esas piernas si tuviera la oportunidad ―respondió Leo. Alargué mi mano derecha y la puse sobre el muslo de María. Comencé a subirla más hacia arriba, hasta que la metí en su entrepierna que noté muy mojada. Ella puso sus manos tratando de evitar que mi mano fuera más hacia arriba, pero fui más obstinado y más fuerte. Conduje a un lugar apartado y desierto y aparqué. Inmediatamente, pasé mi brazo derecho sobre sus hombros y comencé a besarla apasionadamente. También le metí la mano izquierda debajo de la falda y comencé a tocarle el coño con intensidad. María, gimiendo en voz baja dijo― ¡Por favor no, por favor, no! ―pero al mismo tiempo estaba empujando su muy mojado coño contra mis dedos. María estaba en un estado de gran excitación y, mientras tanto, Leo se había bajado los pantalones y le dije― Leo, todos somos adultos, dime qué harías con María si tuvieras una oportunidad. Antes de que Leo pudiera responderme, le quité las bragas a María y se las entregué a él, le dije que las tomara como un recuerdo. ― Tengo una idea mejor, te la mostraré ―dijo Leo. María y yo nos estábamos besando cuando él agarró a María por los brazos y la atrajo hacia él, yo usé mis manos y ayudé a Leo a levantarla sobre su polla dura. Leo no quería perder tiempo, y empaló el coño de María con un rápido movimiento y comenzó a empujar hacia arriba mientras follaba a María. María, gemía ruidosamente mientras Leo le follaba el coño y le comenzó a dar bofetadas en el culo mientras estaba metiéndola y sacándola de ella en ella. Plaf, plaf, plaf… Ella se estaba volviendo más y más loca con cada bofetada y comenzó a decir― Más duro, más duro, ¡Fóllame duro! ¡Jode a esta puta casada! Una vez que María comenzó a decir eso, supe que había tenido éxito, María era ahora mi esposa puta y dije― Tenemos que salir de aquí antes de que aparezca alguien. Leo, fóllala en el asiento trasero mientras yo conduzco. Mientras manejaba, tuve una gran visión de las piernas de María colgando sobre los hombros de Leo mientras él se la metía una y otra vez en el coño. Leo dijo en voz alta― Hey, amigo, me gusta esto, te voy a visitar más a menudo. ― Y seguro que puedes follarte a esa gatita todas las veces que quieras ―Le respondí―Y puedes decirle a nuestro grupo de juego de los viernes por la noche, que a partir de ahora, pueden tener un entretenimiento especial si se cansan de jugar. Llegamos a la casa y le dije a Leo que la llevara a la habitación, y me acosté en la habitación de invitados. Pude oír durante mucho tiempo los resortes de nuestra cama chirriar y nuestra cabecera golpeando la pared casi toda la noche mientras la follaba Después de ese día, las noches del viernes se pusieron muy interesantes. Todos los viernes por la noche, María siempre se ponía lencería, se vestía con un camisón muy transparente con diferentes colores y zapatos con tacones de aguja. María hizo mamadas a todos los demás mientras jugaban en la mesa o mientras estaban sentados en el sofá. La reputación de María se estaba moviendo, el círculo de los viernes por la noche estaba creciendo rápidamente. Cuando los jugadores querían follarse a María, generalmente la llevaban a la habitación. Sabíamos que cuando a María la estaban follando en la cama, además de oír sus gritos y gemidos, oíamos al cabecero golpear repetidamente la pared muy fuerte. Últimamente oigo esos sonidos casi todos los días, mi esposa antes tan conservadora sabe que es una puta que adora ser follada por extraños. Otro relato ... Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidosY si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí. |
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