La Página de Bedri
Relatos prohibidos Fin de semana con mi sobrina Carla ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser
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Mi sobrina Carla tiene ahora 18 años y está disfrutando de sólo ser una adolescente que sale con chicos, pero prefiere estar con mujeres. Mide 1,65 centímetros y pesa aproximadamente 40 kilogramos Sus pechos son buen tamaño y tiene el pelo castaño y magníficos ojos marrones, y una boca dulce y tierna de labios finos que son maravillosos alrededor de mi polla. Tiene uno de esos culos pequeños y duros y una cabeza madura para su edad, al ser una chica joven. Cada año la familia y los amigos más cercanos se van de vacaciones frente a la playa, en el Golfo de México. Por lo general son alrededor de 20 personas en todas las diferentes habitaciones y a lo largo de la semana. Por lo general duermes donde te toca. Bueno, siempre es tan agradable ver cómo todas mis jóvenes sobrinas se están convirtiendo en chicas de buen aspecto. Ya conté acerca de mi sobrina Jessi y su amiga Aurora y también estaba allí, pero esta vez mis ojos se fijaron en Carla. Durante los años anteriores estuvimos coqueteando con los demás. En total tengo 5 sobrinas de 16 a 19 años y realmente se están formando muy bien y siempre me es difícil ocultar mi erección con todas estas chicas corriendo alrededor de la piscina con sus bikinis toda la semana. Carla siempre me había visto liar cigarrillos y quiso que la enseñara cómo hacerlo, así que fuimos a una de las habitaciones y cuando entramos vimos que la cama está ocupada con dos personas follando. No pudimos ver quiénes eran y que salimos al balcón con vistas a la piscina y el Golfo y le enseñé a Carla cómo liar un cigarrillo perfecto, no demasiado pequeño y no demasiado grande. Hice uno primero y luego le di instrucciones para que lo hiciera ella pero con sus pequeñas manos estaba teniendo problemas para hacerlo, así que me puse detrás de ella y pasé mis brazos alrededor de su cuerpo y tomé sus manos con mis manos y le mostré cómo hacerlo. Mientras lo hacía, noté el intenso olor a su champú y a agua salada y era tan embriagador que empecé a notar que mi polla crecía dentro de mi traje de baño. Así que allí estaba, con un traje de baño que no me quedaba bien y mi polla creciendo. Me incliné para ayudarla con el último rollo y me apreté contra su espalda para que pudiera sentir lo que me estaba haciendo y la oí jadear un poco, pero lo suficiente como para saber que había notado mi polla en su espalda. Todavía tenía sus manos dentro de las mías, así que se las llevó a su boca para sellar la punta y cuando terminó, empezó a chupar mis dedos y dejó escapar un pequeño gemido. Miré por encima de su hombro y me di cuenta de que sus pequeños pezones se habían puesto muy duros y que se notaban mucho a través de su camiseta. Le acaricié el cuello, le lamí justo detrás de las orejas y le dije que si no dejaba de hacerme aquello, tendría que chupar otra cosa antes de que termináramos, ella sólo gimió como aceptándolo. Le dije que teníamos que fumarnos el cigarrillo y ella encendió el suyo y nos relájanos maravillosamente. Siempre tenemos neveras en todas las habitaciones, y sacamos un par de cervezas. El frescor de las botellas heladas es genial cuando hace más de 40 grados fuera. Bebimos y fumamos hasta que y terminamos dos cervezas más y quedamos sentados por unos momentos para disfrutar de la brisa. Como estaba frente a Carla ella decidió jugar un poco y deslizó su pie por mi muslo hasta mi polla y comenzó a acariciármela con su pie haciéndola crecer y me preguntó si me gustaba y le dije que por supuesto que sí y a entonces me pidió que cerrara los ojos, que tenía una sorpresa para mí. Cumplí su petición y cuando cerré los ojos noté que se levantaba y se acercaba a mí por entre mis piernas. Y noté que quería quitarme el traje de baño, así que levanté las caderas y me lo quita. El sol se notaba cálido en mis pelotas y con los ojos aún cerrados noté que su boca húmeda y caliente acercaba a la cabeza de mi polla y me comenzaba a hacer una maravillosa mamada. Bajó su lengua por mi pene hasta que tuvo mis bolas en su boca y entonces dijo― ¿Estás listo para una sorpresa? ―Le dije que sí y sentí algo caliente deslizarse por mi polla y luego algo de frío y abrí los ojos para ver que, Carla chupando mi polla, había metido algunos cubos de hielo de la nevera en su boca y resultó impresionante. Le dije que debía poner algo con el hielo y ella puso más hielo en su boca y se deslizó sobre mi polla y me la chupó nuevamente. Luego, no pude soportarlo más y exploté en su boca y enviando chorro tras chorro por su garganta que ella chupó hasta dejarme seco, por el momento. Le dije a Carla que teníamos que liar otro cigarrillo y que luego le daría una sorpresa que disfrutaría. Mientras fumábamos, me metí entre sus delgadas y sexys piernas y desaté su top y desnudé sus hermosas tetas del tamaño de una copa y comencé a chuparle los pezones, moviéndome de uno a otro y endureciéndolos hasta el punto de hacerlos aptos cortar diamantes de tan duros. Jugué con sus tetas y los pezones durante un rato y entonces vi que estaba relajada y cogí sus dos pezones en mis manos y los pellizqué con fuerza y seguí aplicando presión sobre ellos porque ella lo estaba llevando bastante bien pero finalmente gritó y me pido que parase. Se los solté y entonces le dije que los haría sentir mejor, le dije que se reclinara y cerrase los ojos, que dejase que el tío la hiciera sentir mejor. Busqué en la nevera cubitos de hielo y rodeé sus pezones con ellos hasta que se derritieron. Luego busqué más y me los metí en la boca y chupé primero uno y luego el otro pezón haciéndolos sentir mejor. Oí un gemido escapar de sus labios y me deslicé por su estómago hasta que desaté los lazos de las bragas de su bikini y se la quité. Luego me zambullí dentro de los labios hinchados de su coño y, al acercarlos a mi nariz, olían tan bien que tuve que pasar la lengua por ellos y chuparlos. Me agaché y deslicé mi lengua por sus labios que empezaron a abrirse permitiéndome un acceso completo a su punto más dulce y pasé mi lengua arriba y abajo por entre sus labios que se estaban mojando mientras lo hacía. Empujé mi lengua dentro de ella justo cuando ella da una calada al cigarrillo y justo cuando exhala deslizo dos dedos dentro de ella, hasta los nudillos, y gimió y entonces puse su pequeño clítoris entre mis dientes y chupé y mordí suavemente y deslicé mis dedos dentro de ella follándola mientras llegaba a un buen orgasmo. No me detuve y metí tres dedos dentro de su apretado coño mientras sus jugos se deslizaban a lo largo de la raja de su culo. Moví la lengua de su coño a su culo y se la metí dentro y empecé follarle el culo con la lengua. Eso la volvió loca y explotó con un orgasmo que la hizo convulsionar mientras deslizaba un dedo en su culo y mi boca estimulaba su clítoris. Me senté de nuevo y ella chupó ansiosamente mis labios para probar sus propios jugos. Tomamos un par de cervezas más y nos sentamos de nuevo en nuestras sillas, ambos desnudos para que todo el mundo nos viera, y nos sentimos muy bien con el sol sobre nosotros calentando nuestros cuerpos. Mientras que terminamos el resto del cigarrillo, me di cuenta de que ella estaba jugando con su coño y me dijo que necesitaba mi polla dentro de ella. Como yo estaba mirando me puse cachondo de nuevo. Ella se acercó y se sentó en mi regazo y metiendo mi polla profundamente dentro de ella, centímetro tras centímetro, hasta que su clítoris golpeó contra mi pubis y se quedó quieta, acostumbrándose a mi polla dentro de ella. Luego, después de unos minutos me dijo que la follar bien y que la hiciera correrse mucho, así que me levanté y le dije que se agarrara a la barandilla y se agachara para que pudiera follarla por detrás. Comenzamos a follar y mientras estamos follando estamos en nuestro mundo. Seguimos follando mientras ella tiene múltiples orgasmos y yo me voy acercando al mío, pero se la saqué y metí mi polla dentro de su culo. Al principio estaba tan apretado que pensé que su culo iba a romper mi polla. Entonces su culo se acostumbró a la intrusión y me dijo que le follara el culo con fuerza y que la usara como si fuera mi propia pequeña puta. Lo hice y mientras me acercaba a mi orgasmo empecé a follarla fuerte y mis pelotas golpeaban su clítoris en cada penetración profunda. De repente me dijo que se iba a correr e inmediatamente se corrió con fuerza y apretó el culo. Era demasiado para ella y su culo y era demasiado para mí y exploté metido profundamente en su culo. Ella lo notó el golpe y gritó que se estaba corriendo y entonces sentí sus jugos salir del coño corriendo por mis bolas. Luego nos sentamos y oímos silbidos y aplausos. Los dos sólo pudimos sonreír y saludar en nuestra propia vergüenza, pero bueno, sólo les dijimos a los de que había disfrutado del espectáculo íbamos a estar allí toda la semana. Otro relato ... Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidosY si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. 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