Respondes a la puerta cuando llamo a tu timbre. Abres la puerta y mi corazón casi se detiene. Eres muy hermosa y esta noche estás preciosa. No puedo dejar de admirarte. Dices que entre y yo me quedo parado. Finalmente digo que estás maravillosa esta noche. Estoy encantado de conocerte.

Entro y me abrazas. Empiezo a besar tu cuello mientras me frotas la polla a través de los pantalones. Tengo una mano detrás de tu cabeza mientras me muevo para besarte. La otra mano frota tu teta mientras mi polla se pone dura por tu roce― Mmm… estoy deseando tu gran y dura polla ―Dices. Seguimos besándonos y bajo mi mano y la deslizo bajo tu vestido, encontrando tu coño. Mientras paso mis dedos por tus labios vaginales puedo sentir la humedad. Estás empapada, tan mojada que te gotea por los muslos.

Dejo de besarte y te susurro al oído― ¿Quieres pasar al dormitorio?

― Sí ―dices y me llevas de la mano a tu dormitorio y cierras la puerta. Te guío hasta la cama y te siento en un lado de la misma. Te tumbo, te levanto el vestido dejando al descubierto tu coño, te abro las piernas y te beso la cara interna del muslo de la pierna izquierda, pasando de ahí a la cara interna del muslo derecho.

Tomas mi cabeza intentando dirigirla pero me resisto. Beso y lamo el borde exterior de tus labios, uno y otro― ¡Sí! Te estoy deseando ―Gritas. Te doy un beso en el estómago justo por encima de tu clítoris. Te beso en el clítoris y saltas un poco. Tengo dos dedos dentro de tu coño moviéndolos hacia dentro y hacia fuera. Sigo besando por encima de tu clítoris mientras tú sigues empujando mi cabeza intentando llevarla más abajo.

― ¡Por favor, lo necesito! ―insistes suplicando con voz ronca.

Luego te chupo el clítoris con fuerza mientras te retuerces tirando de mi cabeza hacia ti. Gimes fuertemente diciéndome lo mucho que me necesitas

Me aparto lo suficiente para pasar mi lengua por entre tus labios, donde están mis dedos que juegan con tu coño. Retiro los dedos y mi lengua ocupa su lugar. Chupo tu jugo de mis dedos y luego paso mi lengua por tu coño, hasta tu culo y luego vuelvo a tu coño. Mi polla está tan dura que me arrastro por la cama y me pongo a horcajadas sobre tu cara mientras te chupo el coño. No puedes resistirte a chupar mi polla. Vuelvo a meter mis dedos en tu coño y me levanto un poco mientras disfruto de tu boca que aprisiona mi polla.

― Mmm… ―gimes fuertemente, Solo pasa un minuto hasta que estás a punto de explotar. Me pongo de pie tirando de ti y te desnudo completamente mientras tú me desnudas a mí. Te vuelvo a tumbar en la cama y me coloco entre tus piernas dejando que mi polla apenas toque tu coño. Te beso apasionadamente y te froto el pecho.

Levantas tu coño para que se encuentre con mi polla. La cabeza está lo suficientemente cerca como para notar tu humedad mientras acerco un poco la cabeza.

― Es muy grande ―comentas mientras introduzco un poco más y tus labios vaginales se cierran con fuerza a su alrededor. Me lo tomo con calma mientras gimes. Lentamente, introduzco un poco más cada vez. Tus manos están en mi culo mientras bombeo lentamente dentro y fuera de tu coño. Cada vez recibes introduzco más y más mientras empujas hacia arriba para encontrarte conmigo.

― Te necesito más profundo ―Dices.

A medida que empujas hacia arriba te meto más y más la polla. Empujas hacia arriba y me aprietas más mientras me pregunto si serás capaz de tener toda mi polla entro de tí. Quizá lo consigas.

Bombeo dentro de ti aumentando la velocidad con cada golpe. Y gimes con fuerza suplicando que te folle, que te joda, que te convierta en mi puta. Tienes dentro casi toda mi polla, pero me doy cuenta de que estás luchando y de que no puedo llegar más adentro. Pero sigues suplicando más. Estás empapada mientras gritas y te corres en mi polla. Yo también estoy a punto de correrme mientras aumento mis embestidas. Empujas mientras entro con fuerza y me corro en tu ardiente coño. Te corres con fuerza al mismo tiempo.

Me tumbo encima de tí intentando recuperar el aliento. Me quito de encima y me tumbo a tu lado. Te estremeces y gimes sonoramente mientras te inclinas y lames nuestros jugos mezclados de mi empapada polla. Tu lengua se siente maravillosamente bien en mi polla.

Nos quedamos tumbados un rato recuperando el aliento. Luego te levantas y vas al baño. Te sigo mientras nos aseamos. Te sigo hasta la cama y nos quedamos abrazados besándonos. Te digo que me avises cuando estés lista para el segundo asalto. Y nos dormimos.

Anónimo

Otro relato ...

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