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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Historia de Jane
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Mi nombre es Jane, y tengo mis treinta y tantos años. La historia que voy a contar es cierta, y sucedió cuando tenía dieciocho años. Soy hija única y mis padres me dijeron que no querían tener más hijos.

Acababa de llegar a casa y mis padres todavía estaban en el trabajo, no llegarían a casa hasta las seis. Cuando estaba sola en casa, me aseguraba de que todas las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas. Ese día estaba sudada y quería tomar una ducha rápida antes de hacer mis tareas. Pero primero tuve que dejar salir a Toby, nuestro labrador negro, que había estado encerrado desde que me fui por la mañana. Salió corriendo al patio en busca de su árbol favorito. Luego regresó rápidamente, como con con ganas de volver a la casa. Lo dejé entrar y luego me fui a mi habitación.

Siendo la chica presumida que soy, puse algo de música y realicé un striptease para mí. Tenía un espejo de cuerpo entero y me miré al quitarme la ropa. Había visto películas de strippers femeninas y las emulé. La música terminó cuando la última prenda de mi ropa cayó al suelo. Me quedé allí y admiré mi figura en el espejo. Había desarrollado unos pechos bastante bonitos, mi cintura estaba bien definida, y mis caderas se ensanchaban lo justo. No es de extrañar que todos los chicos quisieran salir conmigo. Siendo rubia, los pelos de mi coño también eran rubios. Pude ver la definición de mi rajita y que mi clítoris estaba oculto entre los pliegues de mi coño. También sé bastantes cosas sobre la masturbación y cómo conseguir un orgasmo. Normalmente me masturbo todas las noches, fantaseando con algún actor. Un cantante famoso o un deportista. Todavía soy virgen, y quería seguir siéndolo hasta la noche de bodas en el matrimonio.

Acababa de terminar de ducharme y me estaba secando cuando oí sirenas. Sonaban cerca y cada vez más y más fuertes. Parecía como si estuvieran muy cerca de mí. Fui a la ventana y vi los camiones de bomberos pero no pude ver nada más. Abrí la ventana y saque medio cuerpo fuera, entonces pude ver a los bomberos desplegando las mangueras. Había humo saliendo de la casa del vecino al otro lado de la calle. Yo estaba desnuda, a cuatro patas en el suelo, y asomando solo la cabeza por la ventana. Así nadie podía verme desnuda desde la calle.

Estuve mirando durante unos minutos hasta que Toby entró en la habitación. Al verme, Toby debió haber sido tentado a subir detrás de mí, y su larga lengua me lamió el coño. Salté y me giré quedando de frente al perro.

― ¡Toby, sal de mi habitación! ―grité.

No me obedeció y metió la nariz entre mis piernas y me lamió de nuevo. Esta vez su lengua lamió desde el agujero de mi trasero pasando sobre mi clítoris. No sé si lo saben, pero la lengua de un perro es muy fuerte, y se deslizó dentro de mi rajita, a través de mi virgen abertura. Realmente me sentí muy bien y quería que lo hiciera de nuevo. Así que abrí las piernas. Toby no necesitó más invitación, lo dejé lamer todo lo que quiso. Me llevó solo un par de minutos antes de tener un orgasmo que fue como nunca lo había tenido antes. Me sentía muy bien, tal vez porque era algo muy tabú. Aparté la cabeza de Toby que salió corriendo de mi habitación.

Volví a mirar por la ventana desde las sombras, viendo trabajar a los bomberos. Estaba apoyada sobre mis manos y rodillas otra vez, pensando que Toby estaba abajo. Lo siguiente que pasó fue que mi cabeza se estrelló contra el alféizar de la ventana y sentí un cuerpo peludo en mi espalda. Toby estaba encima de mí, sus manos delanteras estaban en mis muslos, sujetándome con fuerza. Era demasiado pesado, y yo no podía levantarme, y cuando lo intenté, gruñó.

Ahora que sabía que estaba en problemas, Toby debió pensar que era una perra y que iba a montarme. Luché por apartarme, me retorcí de lado a lado, pero no sirvió de nada. Intenté acostarme boca abajo, pero tampoco funcionó, sus patas me sujetaron. Toby gruñía y chasqueaba las mandíbulas como si mordiera. Dejé de luchar, cuando entendí que no había nada que pudiera hacer.

Toby comenzó a follarme como lo vi hacerle a mi mamá una vez cuando estaba sobre sus manos y rodillas fregando el piso de la cocina. Fue hace unos pocos años, y recuerdo a papá riéndose fuerte. Ella tampoco podía apartar a Toby de ella. Mamá estaba completamente vestida, y Toby finalmente la soltó. La cara de mi mamá estaba toda roja.

Papá dijo― Ten cuidado, o la próxima vez que te monte, no estarás vestida.

Mamá le tiró el trapo a papá― ¡Cállate! tu hija está aquí.

Pero yo estaba desnuda, y sentí su polla chocando contra mi trasero y la parte posterior de mis muslos. Intenté escapar de nuevo pero debí haber cometido un error porque noté la punta de la polla de Toby un poco dentro de mí. Comencé a llorar, iba a perder mi virginidad con un maldito perro.

La polla de Toby salió de mí porque se retiró, pero después se movió hacia adelante, y su polla, deslizándose sobre mi clítoris, me provocó sensaciones que nunca antes había sentido. Su polla estaba caliente y húmeda y me seguía follando, solo que más fuerte. Empezaba a sentirse bien, así que dejé que continuara. Aunque no hizo esto por mucho tiempo. Toby se bajó de mí, me lamió el coño y saltó de nuevo encima. Él comenzó a dar puntazos tratando de encontrar la entrada de mi vagina. Giré mis caderas de un lado a otro, tratando de evitar que eso sucediera. La polla de Toby me golpeaba cada vez más fuerte. No sé qué pasó, pero la polla de alguna manera se alineó con mi vagina, y entró dentro de mí. Se lanzó hacia adelante, y sentí un dolor agudo cuando mi himen se rompió. Luego solo sentí el calor de la polla de Toby dentro de mí.

Toby me estaba follando duro ahora. Siempre dentro de mí y sin sacarla nada. Estaba siendo follada por primera vez por un perro. De improviso, Toby dejó de empujar su polla en mi vagina y pude notar su polla expandiéndose dentro de mí. Se estaba hinchando, y me gustaba. Hacía mucho calor, me sentía caliente como un fuego. Sus patas estaban apretadas contra mis muslos cuando empujó su polla más dentro de mí. Sentí como su polla penetraba dentro de mi coño. Poco sabía que su nudo ya estaba dentro de mí y se hincharía formando una gran bola.

Pero pronto descubrí lo grande que se haría ese nudo. Mi coño estaba lleno con la polla y el nudo de Toby. Unos segundos más tarde, estaba completamente hinchado y bombeando líquido dentro de mí. Estaba segura de que se corría, que me estaba llenando con su esperma de perro. Su semen caliente cubría el interior de mi vagina y me gustó esa sensación. Sabía que no podía quedar embarazada si un perro me follaba.

Se relajó, su peso descansó sobre mi espalda y se quedó así unos minutos antes de intentar liberarse de mí. No había manera de que pudiera sacar su polla de mi vagina. Había oído hablar de un perro haciendo esto cuando montó a una perra y ahora me pasaba a mí. Cada vez que Toby tiraba, tenía unas sensaciones locas, y me provocaba otro orgasmo. Me resigné al hecho de que mis padres me encontrarían anudada con Toby.

Toby se estaba poniendo nervioso, quería liberarse de mí. Saltó y puso sus patas delanteras a mi lado. Una de sus piernas traseras estaba levantada del piso, pero su polla seguía atorada dentro de mi coño. Miré hacia atrás y nos vi a los dos en el espejo. Vi su polla rojo rosáceo enterrada dentro de mí. Lloré, pensando en lo que les diría a mis padres cuando me encontraran. Pensarían que estaba follando a Toby y eso no era cierto, Toby básicamente me había violado.

Toby se volvió, su trasero quedó contra mi trasero, pero todavía estaba atrapado por mi coño. Su cola estaba sobre mi espalda y podía notar sus bolas contra mi trasero. Tiró, y resbalé en el suelo, comenzó a caminar hacia la puerta de mi habitación arrastrándome detrás de él con su polla firmemente atrapada en mi coño.

Yo gemía porque su nudo se sentía muy bien dentro de mí. Se sacudió con fuerza, y las sensaciones me provocaron otro orgasmo. Continuó sacudiéndose y arrastrándome, y mis tetas llegando al suelo. Estaba tirando con mucha fuerza. Yo seguía teniendo orgasmos y algunos me hacían gritar, me sentía muy bien. Entonces Toby dejó de tirar, se quedó quieto, pero pude notar su esperma aun siendo bombeado dentro de mí. Nos quedamos así durante unos treinta minutos.

Mi coño estaba tan lleno de su esperma de perro, que estaba empezando a escaparse. Fue entonces cuando Toby tiró otra vez, y su nudo y su polla salieron de mi coño, seguidos de un chorro de líquido que cayó al y se acumuló debajo de mí. Mi coño se sentía vacío ahora. Cuando su polla estaba fuera, también lo estaba el calor, se sentía frío mi coño por dentro.

Mantuve mi coño cerrado con una mano y corrí al baño. Fui dejando caer esperma todo el recorrido hasta que me senté en el inodoro. Empujé, y un chorro de esperma de Toby salió de mi coño. Seguí empujando hasta que casi todo estuvo fuera de mi vagina. Me limpié con papel higiénico, mis labios vaginales estaban todavía húmedos. Seguí limpiando hasta que mi coño quedó seco. Tomé una gran bola de papel higiénico y limpié el piso. Toby había lamido la mayor parte del mismo, así que casi estaba limpiando sus babas. Entré en el baño y tiré el papel higiénico por el inodoro.

Cuando volví a mi habitación, Toby estaba tendido en el suelo lamiéndose la polla. Era enorme, gruesa como un gran pepinillo rojo puntiagudo y unos cinco centímetros de largo antes del nudo que todavía era bastante grande. No podía creer que mi vagina dejara que se saliera. Toby siguió lamiéndose la polla, y yo seguí mirándolo. Pronto su nudo desapareció, y su polla se metió de nuevo en su vaina peluda. Nunca nadie sabría que un perro me había follado.

Me vestí con pantalones cortos y un top y volví a mirar por la ventana. El fuego estaba apagado y los bomberos estaban guardando sus mangueras y equipos. Esta vez Toby solo podía olerme el coño que estaba totalmente cubierto. Olfateó, se dio la vuelta, salió y bajó las escaleras. Cuando bajé, estaba acostado en su cama de perro en la habitación de mis padres.

Mamá y papá llegaron a casa a la hora habitual. Yo ya había empezado a cenar. Todos actuamos de modo normal, incluyéndome a mí. Después de la cena, estuvimos un rato televisión y leyendo. Alrededor de las nueve, decidí irme a la cama. Pensé que Toby me seguiría por las escaleras, pero no lo hizo. Estaba sentado junto a mi madre y ni siquiera abrió los ojos. Me preparé para dormí y me metí entre las sábanas. Estaba cansada, no pasó mucho tiempo, y ya estaba dormida.

Toby no me molestó el resto de la semana. Ni siquiera olfateó mi entrepierna o mi trasero. Aunque si lo hizo a mi mamá. Le metía la nariz muy fuerte en la entrepierna cada vez que podía. Ella siguió alejándolo hasta que f se fue a su cama y se acostó. Vi a mi padre mirándola y cada vez que Toby metía la nariz entre los muslos de mamá, sonreía. Pero en ese momento, no pensé nada.

Papá tiene que viajar por su trabajo y por lo general se va por una semana o a veces más. La próxima semana estaría fuera y regresaría el sábado. Papá se fue cuando yo estaba en clase y mi madre en el trabajo. Cuando llegué a casa de la escuela, Toby ya estaba en mi habitación esperándome.

― ¡Fuera de aquí, chucho! ―le grité. Toby agitó su cola y se sentó― Vete, vete ―insistí.

Toby se levantó y fue hacia mí. Pasó la nariz bajo mi vestido y metió su hocico en mi entrepierna. Su nariz estaba fría cuando me tocó. Alejé su cabeza y me desnudé.

Tan pronto como estuve de pie solo con bragas, Toby se acercó y volvió a meter la nariz en mi entrepierna― ¡Fuera! ¡Vete! ―le grité. Eso tal vez solo empeoró las cosas porque comenzó a gruñir de nuevo. ¿Mi puto perro iba a violarme otra vez?

Toby insistió en meter su nariz en mi entrepierna empujando muy fuerte contra mi clítoris. No pasó mucho tiempo para que empezara a sentir sensaciones en mi coño. Tiré de mi braguita a un lado para que Toby pudiera lamerme la raja. La larga lengua de Toby me comenzó a lamerme. El lamido duró solo un minuto o dos antes de que me sintiera muy caliente. Metí mis pulgares en las bragas y me las bajé. Al hacerlo me incliné y Toby me lamió el coño por detrás. Su lengua mojada fue directamente a mi raja y me lamió el clítoris, y lo dejé.

Estaba de pie inclinada, apoyada en mis manos en la parte superior del colchón. Toby dio una última lamida y luego me montó. Mi vagina estaba demasiado alta y no podía alcanzarme. En algún lugar de mi mente, se encendió un interruptor y caí de rodillas al suelo. Toby inmediatamente me agarró de la cintura y me montó. Con las patas empujó hacia atrás mis muslos, encerrándolos a él y a mí juntos. Podía notar a su polla puntiaguda tratando de encontrar mi agujero para joderme. Esta vez no me moví para impedirlo, quería que me follara. Siguió intentando, y su polla siguió golpeándome. Intenté para guiarle la polla hacia mi coño, pero lo logó él solo.

Tan pronto como su polla encontró mi húmeda abertura, empujó sus caderas hacia adelante, hundiendo su polla roja y caliente dentro de mí. Me balanceé hacia adelante para que él no se adentrara en mí. Quería que se abriera camino a un ritmo más lento. Toby siguió humedeciéndome, solo tenía unos cuatro o cinco de centímetros adentro y usé mi mano para detenerlo. Fue entonces cuando me di cuenta de que su nudo ya había crecido. Era tan grande que mi mano lo detuvo. Solté la polla de Toby que empujó el resto de su polla dentro de mí, excepto su nudo que era demasiado grande para entrar. Toby seguía intentando meter su nudo en mi coño empujando tan fuerte como pudo, pero no lo logró. Me agaché para comprobar cuánto había crecido, y era muy grande. Me pregunté cómo mi pobre vagina podría tener eso aquello dentro.

La siguiente vez que empujó, apreté su nudo para que no pudiera retroceder. Debió haber sentido que su nudo estaba dentro porque una gran cantidad de líquido se derramó en mí. Toby siguió bombeando su esperma durante un tiempo. Después de unos minutos, intentó saltar de mí, solté su polla, y la sacó. También hubo un ruido de succión procedente de mi vagina. Me quedé sobre las manos y rodillas, esperando que su semen se quedara adentro hasta que me arrastré al baño.

Comencé a gatear y Toby comenzó a lamerme. Iba lamiendo todo su semen cuando salía de mi coño. La lengua de Toby iba lamiéndome el clítoris cuando y tuve mi primer orgasmo. Me arrastré un poco más, y Toby seguía lamiendo. Tuve dos orgasmos más antes de sentarme en el inodoro. Empujé el semen que me quedaba y usé un montón de papel higiénico para limpiarme, como lo había hecho la vez anterior. Volví a mi habitación y me puse las bragas. Me vestí con pantalones cortos y mi blusa blanca.

Después de la cena, vi un poco de televisión. Estaba cansada, así que me fui a la cama. Me quedé dormida, me desperté alrededor de las 11 de la noche; tenía ganas de orinar, así que fui al baño. Me dirigía de regreso a mi habitación cuando creí escuchar una voz abajo. ¿Mamá había dejado la televisión encendida? Bajé la escalera, la televisión estaba apagada, pero la voz venía de la habitación de mi mamá y mi papá. La puerta estaba entreabierta, y pude ver que la luz seguía encendida. Me acerqué silenciosamente cerca de su puerta.

― ¡Oh, Dios, oh Toby! Eso se siente muy bien... ¡Jódeme!... ¡Méteme ese nudo tuyo bien dentro de mi coño caliente!

¡Era mi madre, y se estaba follando a Toby! Me acerqué a la puerta y eché un vistazo. Mi madre estaba en el suelo sobre sus manos y rodillas. Bueno, ella no estaba realmente en sus manos, más bien apoyada en sus codos. Su cara estaba de lado en el suelo y Toby la estaba montado. Pude ver que su nudo estaba dentro del coño de mi madre. Pude ver que el agujero del trasero de Toby se movía, le estaba bombeando su esperma en su coño. No podía apartar mis ojos, tenía que ver qué pasaría después.

Toby se quedó enganchado en el coño de mi madre durante un par de minutos antes de intentar retirarse. Tiró con fuerza y su nudo comenzó a aparecer. Los labios vaginales de mamá se abrieron y el nudo saltó pero el resto de su polla todavía estaba dentro de ella. Toby se movió, y su polla salió y colgó entre sus piernas. Mamá se quedó como estaba, con el culo en el aire, con los labios vaginales abiertos y Toby volvió a su coño y comenzó a lamerlo. Mamá se levantó lentamente sobre sus manos mientras Toby seguía lamiendo su semen. Cuando estaba levantada, dobló la espalda y empujó el resto del esperma hacia afuera con Toby lamiéndolo todo.

Volví a subir las escaleras antes de que me descubrieran. Recordé cómo mamá terminó su polvo con Toby, tendría que intentar eso la próxima vez. Quería que me volviera a anudar porque me sentía mejor y tenía un montón de orgasmos.

Tenía la sensación de que mi madre se follaría a Toby todas las noches mientras papá no estuviera. Yo me escabullía y escuchaba al otro lado de la puerta. Mamá se aseguraba de que la puerta estuviera bien cerrada. Sin embargo, por los sonidos pude entender que Toby le estaba follando el coño con fuerza. Yo deslizaba mi dedo por mi coño mojado y me masturbaba imaginando que mi dedo que era la polla de Toby.

Llegó el sábado por la mañana y mi padre llegaría ese día. MI madre dijo que iría a recogerlo y que estarían en casa alrededor de las 3 de la tarde. Eso significaba que Toby y yo tendríamos al menos tres horas para jugar. Mamá se vistió muy sexy para darle la bienvenida a papá a casa. Por lo general, cuando él regresaba a casa, pasaban una hora más o menos en su habitación. Mamá y papá siempre follaban mucho después de los viajes. Se suponía que no debía saber eso, pero no soy tan ingenua o estúpida.

En cuanto salió, cerré las persianas y me quité toda la ropa. Me recosté en la cama con los pies en el suelo. Esperé a ver si Toby venía comencé a jugar con mi clítoris. Debió haberlo olfateado porque Toby entró en mi habitación en un instante. Extendí las piernas y su hocico fue directo a mi coño. Dejé que me lamiera todo el tiempo que quiso.

Mi coño estaba muy mojado y caliente cuando caí de rodillas en el suelo. Toby intentó montarme, pero me mantuve erguida. No le gustó eso, y gruñó pero no me moví. Toby gruñó de nuevo pero tampoco no me moví. Fue entonces cuando chasqueó las mandíbulas y me empujó hacia abajo dejándome plana en el suelo. Me empujo con sus patas, tratando de ponerme en posición para montarme. Y tampoco me moví, entonces gruñó con fuerza y puso su boca en mi nuca. Sus dientes estaban contra mi cuello, podría haberme mordido y probablemente me rompería el cuello, matándome. Así que levanté rápido el culo.

Toby saltó sobre mí y metió su lengua en mi coño, lamiéndome bien. Estaba caliente, pero cuando su lengua entró en mi vagina, sentí como si me hubieran soltado una presa. Mi vagina se inundó con mis jugos. Fue entonces cuando Toby me montó. Su polla se alineó perfectamente con mi agujero, y clavó su herramienta profundamente en mí. No hubo dolor esta vez pese a que me estaba follando muy duro. Quería su nudo en mí, así que no hice nada para evitar que entrara en mi vagina.

Sentí su nudo entrar, pero cuando se retiró, salió. Toby empujó su polla otra vez dentro de mí, y el nudo volvió a entrar. Lo hizo varias veces hasta que se quedó quieto para que su nudo no se saliera. Comencé a mover mi trasero de un lado a otro, y Toby comenzó a follarme de nuevo. Cuando su nudo se hinchó lo suficiente, lo jaló con fuerza contra el interior de mi coño y un río de esperma fluyó dentro de mí. Seguí moviendo el trasero, estaba llena de la polla de Toby, y los labios de mi coño estaban dilatados y estirados.

Toby dejó de joderme como lo hizo la última vez y trató de hacer un nudo. Nos volvimos a enganchar y me sentí tan bien que tuve mi primer orgasmo. El nudo de Toby estaba hinchado y apretado dentro de mí, y no podía moverme. Mis dedos encontraron mi clítoris, y comencé a frotarlo. Pero Toby tenía otras intenciones, saltó y comenzó a dirigirse hacia la puerta de la habitación arrastrándome por el suelo. Me intenté agarrar a cualquier cosa a mi alcance, tratando de evitar que me arrastrara por la puerta y bajara las escaleras. Peso 40 kilogramos y Toby 35, pero no tuve ninguna posibilidad. Pude agarrarme a uno de los pies de mi cama y me aferré a ella como si mi vida dependiera de ella. Toby intentó arrastrarme más, pero no pudo, su nudo todavía era lo suficientemente grande como para quedarse dentro de mí.

La presión que sentía dentro de mí era muy intensa, y mi cuerpo se sacudía por los estímulos concentrados que recibía desde dentro, mientras otro orgasmo sacudía mi cuerpo. Los músculos de Toby eran mucho más fuertes que los míos. Mis dedos ya no pudieron aguantar y me arrastró por la puerta de mi habitación. Toby se dirigió hacia las escaleras y comenzó a bajar. Mi cuerpo golpeó de escalón en escalón escalera y lloraba cuando llegue al final de la escalera. Toby me arrastró hasta la cocina y nunca me sentí tan indefensa, siendo arrastrada por el coño. Si alguno de mis amigos viera por lo que estaba pasando, sería el hazmerreír de toda la ciudad.

Me apoyé en manos y rodillas, Toby me miró y dejó de moverse. Todavía tenía otra hora antes de que mis padres regresaran y me puse en posición como hizo mi mamá. Toby se quedó quieto cuando su nudo comenzó a aflojarse. Luego empezó a tirar tratando de liberarse. Sentí que los labios de mi rajita se estiraban. Tiró de nuevo, sentí un chasquido y oí como un estallido cuando su polla y su nudo se abrieron. Esta vez el semen se quedó dentro de mí, la abertura de mi vagina quedaba hacia arriba. Toby se giró y comenzó a lamer su semen dentro de mi vagina su larga lengua parecía como una cuchara. Me levanté un poco, y el semen cayó sobre su lengua. Toby sabía qué hacer, mi mamá se aseguró de eso. Yo acababa de copiar lo que ella había hecho.

Toby dejó de lamer, y me dejé caer de espaldas. Miré debajo de la barriga de Toby y mis ojos se abrieron del todo cuando vi el tamaño de su polla. El grosor era irreal, ¿cómo podría mi coñito tomar una polla tan grande? La espalda de Toby estaba jorobada hacia arriba, por una razón que no sabía. Y la polla le colgaba casi llegando al suelo.

Se acostó y comenzó a lamerse la polla. Estaba fascinada mientras lo miraba. Luego se enroscó para tomar una siesta. Yo regresé a mi habitación para vestirme, pero primero me lavé.

Ahora había pasiones que se habían despertado en mí, ya no había vuelta atrás. Mi virginidad se rompió en pedazos, mi coño se había llenado de polla y semen. Sorprendentemente, estaba muy feliz. El único inconveniente era que nadie podía saberlo.

Estaba sentada en mi cama leyendo cuando mis padres regresaron a casa. Corrí por las escaleras y corrí a los brazos de mi papá. Siempre ha sido y siempre será mi héroe. Después de un montón de besos y abrazos, papá se metió la mano en el bolsillo y sacó un teléfono.

― Esto es para ti.

Era un nuevo iPhone, el último y el mejor. Mi antiguo teléfono tenía aproximadamente cuatro generaciones, este era el último y nuevo. Le di a papá el beso más grande que pude.

― Muy bien vosotros dos, el festival de amor ha terminado, es hora de desempacar y luego cenar.

Después de la cena, generalmente mamá y papá se van a la cama temprano después de un viaje, esta noche no fue diferente. A las nueve, me dijeron que estaban cansados y se iban a acostar temprano.

Fui a mi habitación y me desnudé. Estaba contemplando mi imagen en el espejo cuando miré y vi que la cortina de mi ventana no estaba cerrada. Cualquiera que pasara por allí habría visto a una adolescente desnuda. Me asomé, no había nadie alrededor, y bajé la persiana.

Me puse una camiseta larga, mis pezones duros empujaban la tela. Pude ver mi areola oscura a través del delgado tejido. Me puse las bragas, iba a bajar por un refresco. No tiene sentido mostrar mi coño a mis padres o facilitar que Toby se meta la nariz en mi entrepierna desnuda.

Bajé las escaleras, vi que la puerta de mamá y papá estaba cerrada. Había una luz que brillaba en la parte inferior, y oí voces. Me acerqué más y escuché. Oí a papá decir― ¿Me extrañaste cuando me fui?

― Por supuesto que te extrañé. Siempre te echo de menos.

― ¿Te pusiste cachonda?

― Si mucho.

― ¿Te masturbaste?

― Muchas veces, cada una mejor que la anterior.

― ¿Te perdiste mi polla?

― Por supuesto, quería tu gruesa polla en lo profundo de mí.

― ¿Usaste tu consolador especial?

― Sí, un par de veces.

― ¿Toby se benefició de mi ausencia?

― Cada noche.

― Eso es bueno, no quisiera que buscaras una polla extraña fuera de esta casa.

―No haría eso, eres todo lo que necesito.

― Creo que es hora de mostrarme cuánto me amas. ¿Dónde está Toby?

― Está en su cama, pero tiene un ojo en la nuestra.

― ¿Te gusta la polla de Toby?

―Sabes que me encanta.

― ¿Por qué te encanta?

― Porque es grande y su nudo es muy grande.

― ¿Me mostrarás cuánto te gusta?

― Por supuesto, solo di cuando. Sabes lo mucho que me encanta follarlo.

― ¿Cómo te sientes cuando está dentro de ti?

― Como si fuera su perra, fantaseo que estoy siendo preñada. Su polla es muy caliente, y se corre mucho.

― Dime que es lo que más te gusta.

― Su nudo, me gusta cuando lo saca de mi coño. La presión me hace correr cada vez.

― Es hora de desnudarse, cariño. Es hora de demostrarme que me amas.

La habitación estaba en silencio, mi mamá y mi papá debían haberse desvestido. Me di la vuelta en la esquina y perdí de vista la puerta de su dormitorio. No quería ser descubierta y arruinar su noche y la mía también.

― ¿Cómo quieres hacerlo esta noche, misionero o perrito? ―Preguntó papá.

― Perrito, quiero que me follen bien.

Oí a mi mamá llamar― ¡Ven aquí, Toby, ven con mamá, necesita que la folles!

Oí las pezuñas de Toby mientras caminaba sobre el piso de madera dura.

― No demasiado rápido, cariño. Haz que trabaje en tu vagina. Quiero escucharlo gruñir y bufar.

Había ruidos de pelea que venían de la habitación. Mamá debía estar alejando a Toby, no dejándolo acercarse a su coño. Oí un gruñido bajo, luego oí que las mandíbulas de Toby se cerraron de golpe. Ojalá pudiera ver lo que estaba pasando dentro.

― ¡Todavía no! ―Oí decir a papá― Quiero que ese perro esté caliente como el infierno. Quiero verlo follar duro tu coño.

Hubo más gruñidos, más fuerte ahora y oí decir a mamá― Me va a morder si no se lo doy pronto ―Podía decir por el tono de la voz de mi mamá, que estaba cachonda y ansiaba la polla de Toby en su coño.

― No, no lo hará, hazlo trabajar más. Quiero ver si puede hacer que seas su perra.

― Me está mordiendo el brazo y tratando de morderme el cuello. ¡Toby está tratando de violarme!

― Recuéstate, su polla no puede alcanzar tu coño si estás boca abajo.

Oí un gruñido y luego mi mamá gritó― ¡Me está levantando, no puedo detenerlo, me va a joder!

― Cállate, déjalo trabajar, mueve el trasero para que no pueda metértela.

― Sabes que eso no funciona, seguirá empujando con la polla hasta que tenga suerte y me la meta.

― Lo sé, pero me gusta la idea de que Toby te viole. Quiero verte pelear con él hasta que tenga éxito en montarte.

Oí algunos ruidos fuertes y recordé cómo Toby me obligó a someterme. Me pregunté si estaba haciendo lo mismo con mamá. Oí a mi papá decir― ¿Ya te la ha metido?

― No, pero se está acercando. La punta de su polla casi encontró mi abertura. Ya sabes cómo se mete por mí cuando siente mi coño alrededor de su polla. ¡Guauuu! Casi lo consigue ahora. Me dio con la polla en el clítoris.

Y entonces oí una verdadera pelea, Toby gruñía, y sus mandíbulas chasqueaban con fuerza.

― ¡Maldición! Me mordió la mejilla, y me duele. Tengo que follarlo ahora, antes de que me lastime. ¡Por favor!

― Oí a papá decir― ¡No! No lo dejes montarte todavía.

Oí a mi mamá llorando. Toby debía haberla lastimado. Entonces papá dijo― Está bien, deja que encuentre tu coño y te joda.

Entonces mamá gritó― ¡Oh Dios! ... su polla está muy dura ¡Duele!

― ¿Que duele?

― Mi coño, su polla está lastimándome en el coño.

― ¿Cómo está lastimando tu coño?"

― Es larga y gruesa y el nudo todavía no está.

― Dime cariño, ¿Cuál es la mejor parte de follar a Toby? ¿Qué es lo que realmente te gusta más?

― Estar atada por su nudo. Se siente muy apretado dentro de mi coño.

― ¿Qué está pasando ahora mismo?

― Me está jodiendo.

― ¿Te gusta follarlo?

― ¡Oh, dios, sí! Su nudo ya está adentro, y está hinchándose.

― ¿Está su polla atada en tu vagina?

― "Aún no, pero pronto lo estará, ahora está bombeando semen.

― Dime cuando estés atada.

― Creo que ahora ya está hecho el nudo, intentó retirarse y no salió.

― ¿Está bombeando mucho semen?

― ¡Oh, dios! ... él está tirando fuerte, estoy corriéndome... ¡Oh Dios mío! ¡Me gusta! La presión en mi vagina es fantástica. Estoy llena de su semen, y todavía está bombeando más dentro de mí.

Escuché como Toby follaba a mi mamá. Podía oír ruidos, la polla chapoteando en su coño mojado. Deseaba poder ver lo que estaba pasando y tuve una buena idea para mis experiencias con Toby, pero ver es mejor. Yo misma me estaba poniendo muy caliente, por el ruido. Me froté el clítoris, notando lo mojada que estaba realmente. Deslicé mi dedo, empujándolo hacia dentro de mi coño. Me masturbé con el dedo durante un rato hasta que oí a mamá gritar― Está tirando, maldito oooh...

― ¿Está atado a ti bien fuerte? ―preguntó papá.

Entonces mi madre gritó de nuevo― Estoy corriéndome... ¡Oh mierda! ... ¡Oh mierda! ... ¡Me está jodiendo tanto! ... Está enganchado en mi coño, sí, está atado bien fuerte. ¡Oh Dios mío, me estoy corriendo otra vez!

Mi oreja estaba apoyada contra su puerta, quería escucharlo todo. Mamá estaba teniendo un orgasmo después de otro orgasmo. Toby debía estar follándola muy bien.

― ¡Sí! ¡Sí! ―la oí gritar― Está tirando de su nudo, y duele.

Oí lo que pensé que era un golpe. Debían haber sido las rodillas de papá golpeando el suelo.

― Quédate quieta ―ordenó― Quiero follarte mientras su esperma todavía está dentro de tu coño.

Luego escuché oí los ruidos de mi padre mientras follaba el coño lleno de semen de mi madre. En unos minutos, lo oí embestirla con fuerza y luego detenerse. Hubo gemidos, mi padre estaba llenando el coño de mi madre con más semen. Me pregunté qué tipo de mezcla de semen estaba en el vientre de mi madre. Apostaría a que el semen de Toby era mucho más que el de papá.

― ¡Toby, ven aquí! ―oí decir a mamá― ¡Ven aquí y límpiame!

Tuve una visión mental de lo que estaba pasando, Toby estaría lamiendo el coño de mi madre. Toby era un experto en limpiar el semen de una mujer. Después de unos minutos oí que estaban volviendo a la cama para pasar la noche.

Regresé de puntillas a mi habitación. Me acosté en la cama, estaba cansada, y pronto me dormí. Oí un crujido en las escaleras, que me despertó. Mamá estaba con Toby en la cocina. Me levanté y me puse la bata. Estaba en el último peldaño cuando escuché a mamá decir― John, ¿no tuviste suficiente anoche? Déjame hacer una taza de café sin que trates de sentirme levantada.

Ambos me vieron cuando entré en la cocina.

― ¿Dormiste bien, anoche? ―Preguntó mamá.

― Sí, mamá ―le contesté― Me quedé dormida casi tan pronto como mi cabeza se apoyó en la almohada.

― Papá y yo vamos a casa de tía Hilda ¿Te gustaría ir también?

Si había un lugar en el mundo al que no quería ir, era la casa de la tía Hilda. Era la hermana de mi abuela, y por lo general, yo no le gustaba porque dejé que se supiera que no quería ir allí. Siempre salía corriendo por la puerta cuando nos íbamos.

― No, mamá, no quiero ir. Estaré bien aquí. Tengo un trabajo en el que quiero trabajar. Tú y papá ir a divertiros.

― Está bien, entiendo por qué. Tendrás que preparar tu propio almuerzo y cena, no volveremos hasta tarde, la llevaremos a cenar.

― Estaré bien mamá, hay comida para recalentar en el refrigerador. Vosotros pasarlo bien, y no os preocupéis por mí.

Yo estaba feliz de estar sola todo el día. Habría tiempo para que Toby y yo probáramos algo nuevo. No sabía qué, pero tenía que haber algo. Desde la ventana vi a mamá y papá alejarse. Realmente tenía un trabajo por acabar y dediqué una hora a reunir los elementos necesarios. Y trabajé durante otra hora, antes de detenerme. Era la hora del almuerzo, pero no tenía hambre, mi mente estaba en Toby.

― Toby, ¿quieres ir afuera?

Toby salió corriendo de la habitación de mis padres. Debo haberlo despertado de su siesta matutina. Fue una carrera hacia la puerta de atrás. Abrí la puerta, y él se apresuró a su pipí favorito. Realmente descargó esta vez. Su pierna estuvo levantada por al menos un minuto. Cuando terminó, volvió a entrar. Me miró como, "¿Qué sigue?"

Corrí hacia las escaleras y las subí tan rápido como pude con Toby justo detrás de mí. Corrí a mi habitación, arrancándome la ropa. Cuando estaba desnuda, me caí de rodillas al suelo. Miré hacia atrás y vi a Toby corriendo hacia mí. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, saltó hacia arriba, sus patas delanteras y su pecho aterrizaron en mi espalda, ahí fue cuando me desplomé en el suelo. Toby intentó agacharse para alcanzar mi vagina, pero eso no sucedió.

Levanté el trasero, mis rodillas soportaban mi peso. Las patas delanteras de Toby estaban en el piso, ahora estaba en posición de ser follada a lo perrito. Ahora podía soportar su peso. Su brusca montura inicial fue lo que me derribó. Toby sintió que estaba listo y sus patas delanteras se levantaron y apretaron contra mis muslos. No había manera de que ahora pudiera alejarme de él. Sentí su polla hurgando, buscando la entrada a mi vagina. No iba a ayudarlo esta vez, él podría encontrarlo por su cuenta. Me encendió más sentir su polla buscando mi coño.

Siguió hurgando, un par de veces se acercó. Sostuve mi culo en alto mientras su polla se acercaba más hasta que encontró su objetivo. Sentí el calor de su polla cuando se metió en mi bien lubricado coño. Folló mi coño con su polla chorreando sus jugos en mi coño apretado. Mi coño ordeñó su polla que se hinchaba dentro de mí. Toby empujó más fuerte, su nudo pasó dentro, extendiendo mis labios hinchados hasta el extremo. Una vez que su nudo estuvo en mi vagina, Toby se quedó quieto.

Podía notar cómo aumentaba el tamaño del nudo, enganchándonos de manera efectiva a mí con él. Quería estar atada a Toby, las sensaciones dentro de mi vagina eran intensas. No pasó mucho tiempo antes de que experimentara mi primer orgasmo. Como una joven de dieciocho años, apostaría a que ya tenía más orgasmos que algunas mujeres adultas. Mi coño estaba lleno de polla de perro y su duro nudo. El final de la polla de Toby era suave y flexible, podía sentirlo enrollarse dentro de mi útero.

El nudo se ató firmemente dentro mi coño y fue entonces cuando sentí que la mayor parte de su semen salía de su polla. Era como una bomba estable, una bomba, una bomba hasta que estuve llena. La presión de Toby se acumuló dentro de mí, me sentí como un globo que está explotando. Cuando la presión fue excesiva, pequeños chorros se filtraron entre su nudo y mis labios vaginales. De todas las sensaciones que me dio, esta siempre provocó más orgasmos. Mi cuerpo temblaba porque eran orgasmos muy explosivos. Ahora sabía por qué mi madre follaba a su perro. Ella disfrutó de los orgasmos más intensos.

Toby hizo un movimiento para soltarse de mí. Agarré su pata trasera, evitando que tirara de su nudo. Todo este tiempo, su polla estuvo bombeando su semen en lo profundo de mi coño. A Toby no le gustó que lo agarrara de la pierna y se giró tratando de morderme la mano. Lo solté cuando sus gruñidos se volvieron demasiado amenazadores. Toby se volvió, y quedamos culo a culo, con su polla anudada dentro de mi coño. Miré hacia el espejo y nos vi a los dos. La visión me trajo otro orgasmo. Este no es tan intenso como el anterior.

Ya había tenido suficiente polla por la mañana. No detendría a Toby si se retirara en ese momento y debió notar que estaba lista para que él se retirara. Sentí que la presión aumentaba cuando su nudo extendió mi abertura y estiró mis labios. Cuando su polla estuvo fuera, abundantes chorros de jugos y semen se derramaron de mí interior sobre la toalla que había colocado antes. Empujé y salió más de mi vagina estirada. Esperé un minuto y me levanté sobre las rodillas, haciendo que la gravedad vaciara el resto de mi interior.

Toby ya se había limpiado la polla, y se acercó a mí y me lamió la entrepierna, del culo al clítoris. Me puse de pie cuando Toby dejó de lamer. Tiré la toalla en la cesta, tendría que acordarme de lavar las toallas antes de que mis padres volvieran a casa esa noche. Eran la una y media, Toby y yo habíamos estado follando durante aproximadamente una hora. En este momento sentí que quería dormir una siesta, pero mi trabajo debía terminarse para el lunes. Saqué un refresco de la nevera y volví a trabajar. Toby entró en la habitación de mis padres y se acurrucó en su cama. Sin duda descansando para la próxima sesión de follarme.

Podría continuar la historia, pero joder a un perro se vuelve bastante repetitivo. Hay mucho que hacer con un perro. No me malinterpreten, el sexo con perros ha sido mi sexo favorito desde la primera vez. Los hombres me han complacido, las mujeres me han dado placer y yo les he devuelto ese placer. Pero mi último placer es un perro anudado, grande y poderoso.

Ahora estoy casada y tengo dos hijas. No tienen idea de lo que su madre hace con perros. Mi esposo lo sabe, lo ha sabido desde nuestro compromiso. No aceptaría su petición e matrimonio hasta que supiera en qué se estaba metiendo. Después de que me vio la primera vez, follamos como dos obsesos sexuales. Ahora me follo a mi perro al menos dos veces por semana. A mi marido también le gusta follarme con la vagina llena de semen caliente de perro.

Tengo un labrador apropiadamente llamado Rox, él me los quita mucho. Los labradores son del de tamaño adecuado para las mujeres, sus pollas se alinean perfecto con el coño de una mujer. Cada vez que me quito las bragas, Rox está listo. Cuando caigo, solo le toma unos segundos entrar dentro de mi vagina. Todavía tengo esa vieja excitación mientras él busca la abertura de mi coño. Eso ya no sucede a menudo, sabe dónde empujar su polla. Me encanta follarlo.

Mi esposo y yo nos unimos a un club y contactamos a otros que tienen el mismo fetiche. Nos reunimos con otras parejas y tenemos relaciones sexuales con los perros de los demás y, a veces, con sus parejas. Eso hace que sea un momento divertido para todos. Una vez que anudé a un gran danés y duró horas. Su polla tenía buen tamaño y su nudo era enorme. Estuve atada durante aproximadamente una hora y dejé de contar después del sexto orgasmo.

Espero que hayan disfrutado mi historia, yo disfruté contándola.

Jane

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