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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Lorena se coge a Mike por segunda vez
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Después de algunas reticencias, Lorena accedió a reunirse con Mike, su compañero de trabajo para a tener sexo otra vez. Así que lo llamó y preparó un encuentro para esa noche. Se fue de compras, por unas cuantas cosas nuevas para ponerse, que siempre la animaban. Cuando llegó a casa, le afeité el coño suavemente y luego con ella vestida para su cita, la llevé al centro de la ciudad y le dejé en el hotel donde se iba a encontrar con él.

Le dije que estuviera a solas con él por un tiempo para que pudieran ponerse cómodos sin el marido cerca. Para entonces no sólo si me había acostumbrado a que Lorena se tirara a otros hombres si no que en realidad había venido a disfrutarlo. Me he vuelto muy tolerante con ella e incluso admiro su capacidad para practicar sexo durante tantas horas. Así que decidí que no quería añadir presión del factor marido para entrar cuando él. Yo estaba muy excitado y muy curioso. Después de registrarse, mi esposa iba a llamarme con el número de habitación del hotel para poder ir allí más tarde. También iba a escabullirse para darme un informe del progreso de la cita en el móvil o por mensaje de texto. Había decidido en esta solución para asegurarse de que recibía toda la información al minuto.

La dejé frente al hotel, estacioné el auto y me dirigí a un bar cercano a esperar su llamada. Estaba muy emocionado por la idea de lo que mi esposa estaba haciendo con su amigo. Me imaginé que ella llamaría en unos treinta minutos, más o menos, otro para recogerla o para ir a reunirme con ellos en el hotel.

Ya había pasado una hora y aún no había llamado. Lo tomé como una buena señal pero después de dos horas y ninguna señal decidí ir al hotel. Sabía que no se iban a sentar y hablar durante dos horas con un tipo con el que ya ha follado.

Llegué al hotel sabiendo que mi esosa estaba en una de las habitaciones con la polla de otro hombre en la boca, o tumbada sobre la espalda con las piernas abiertas y una polla follándole el coño. No sabía en qué habitación estaban así que me senté en el bar y pedí una cerveza. Estaba un poco preocupado, pero intuí que mi traviesa esposa no podría parar para hacer llamadas telefónicas.

Estuve sentado allí durante otros quince minutos mirando a otros hombres y preguntándome si alguno de ellos tenía a su esposa follando arriba mientras él la esperaba en el bar. Finalmente sonó el teléfono. Era mi esposa, le pregunté dónde estaba y me dio el número de habitación. Ella me preguntó dónde estaba y cuando le dije que estaba abajo en el bar me pidió que le llevara agua embotellada y su novio pidió un gin tonic.

Reconozco que fue idea mía que ella lo llevara directamente a la habitación del hotel sin mí, así que no podía quejarme. Además, estaba feliz de tener a mi mujer de vuelta con su novio siendo su pequeña puta durante un par de horas. Cogí el agua y el gin tonic y subí en el ascensor con dos mujeres que se bajaron en el mismo piso. Quiso la coincidencia de que ellas estaban en la habitación de al lado de la que estaba mi mujer. Cómo iban delante me miraban nerviosamente seguramente pensando que las estaba siguiendo. Poco se imaginaban que mi caliente la esposa estaba en la habitación de al lado con otro hombre y pronto iba a ser mi turno su coño recién follado.

Llamé a la puerta y oí a mi esposa riéndose, cuando la puerta se abrió apareció desnuda ante mí. Me dejó pasar y corrió de vuelta a la cama, a los brazos de su amante. Era justo como me lo había imaginado, ella tenía no había perdido el tiempo llevándolo a la habitación del hotel. Ella le había chupado la polla y había estado follando durante la última hora y media. Yo estaba un poco enfadado porque no me hubiera avisado cuando se la follaba porque eso realmente hubiera sido interesante de ver. Realmente me encanta ver a mi mujer abrir sus piernas y ofrecer su coño a un hombre extraño para su placer. Quería verla separar los labios de su coño con los dedos abriendo su agujero delante de mí, pero me lo había perdido. Pero todavía me quedaba un espectáculo para disfrutar. Sucedió que él aún no se había corrido en ella y me llamaron cuando él se detuvo. El novio de mi mujer estaba cubierto de sudor de los mucho que había trabajado jodiendo el coño de Lorena.

Él se acostó de espaldas y ella se le acercó, le besó y le preguntó si quería acabar en su boca. Yo estaba un poco sorprendido con ella, de su nuevo comportamiento. Pero su novio no perdió el tiempo en aceptar su oferta y volviéndose hacia mí, dijo— Desnúdate, cornudo y mira cómo me lo cojo.

Estaba recostado en la cama con la mano de mi esposa moviéndose de arriba a abajo por polla erguida. Ella iba a tener sexo y cometer adulterio allí mismo, ante mis ojos. Iba a corromperme y yo miraba, enfermo de deseo, curiosidad morbosa y una tremenda excitación. No podía creer lo que veían mis ojos. Mi esposa estaba a punto meterse la polla de este hombre dentro de ella ante mis propios ojos. ¡Qué zorra! Nunca hubiera pensado que ella capaz de hacer eso delante de mí.

Ella bajó la cabeza y empezó a lamerle las pelotas y luego se metió la polla en la boca. Mi esposa empezó chupando la cabeza de la polla y luego empujó con su boca bien abierta hacia abajo y se tragó la mayor parte hasta la garganta. Me encanta oír a los chicos quejarse cuando mi esposa les hace mamadas. Supongo que la mayoría de las esposas o las novias no saben cómo tragar pollas tan bien como mi esposa lo hace y es genial verla en acción.

Después de unos minutos él se agarró la polla y con su otra mano le empujaba la cabeza hacia abajo a mi esposa. Esta fue la parte más emocionante para Lorena y fue cuando el tipo tomó el control forzando su polla dentro y fuera de su boca, mientras ella envolvió sus labios fuertemente alrededor de su polla esperando que el esperma inundara su caliente boca. Él follando furiosamente la boca de mi esposa sosteniéndole la cabeza. De repente le oí gritar y a mi mujer gimiendo. Le agarró la cabeza a mi esposa con las dos manos y empujó su polla lo más dentro que pudo en la boca de mi esposa. Ella suspiró y empezó a tener nauseas y a gemir más fuerte ahora cuando él le empezó a llenar la boca con semen. En este punto le pedí que me lo mostrara.

Él sacó la polla y le abrió la boca que estaba muy cargada y empezó a derramarse semen sobre su barriga. Él le dijo que se lo tragara y ella hizo exactamente eso. Se dio cuenta de que había derramado un poco y lo recogió con un dedo de su barriga y lo tragó de nuevo.

Él seguía acariciando lentamente su polla y le dijo que aún quedaba algo. Mi esposa y sacó la lengua para poder limpiarle la cabeza de la polla en ella y le limpió lo último de semen. Entonces él miró su reloj y dijo que era hora de tener que irse. Saltó de la cama y se dirigió al baño para una ducha rápida.

Yo estaba de pie a un lado de la cama, con mi polla de dura dentro de mis pantalones así que me bajé la cremallera y saqué la polla fuera. Le dije a mi esposa que fuera allí y lo hizo, abrió la boca y yo empujé mi polla y empecé a follarle la boca furiosamente. Después de un minuto, le saqué la polla de la boca y la empujé hacia abajo en la cama. Le agarré de los tobillos y la tiré del culo hasta el del borde de la cama. Le empujé los tobillos hacia cada lado de su cabeza y le metí mi polla dura en el coño. Me la cogí fuerte unos pocos golpes y luego me corrí.

Cuando su novio salió del baño, ella le dijo que yo había entrado en ella y mi esposa parecía muy satisfecha de haber recibido nuestras cargas. Su amante la besó y se dirigió hacia la puerta. Con suerte, parecía estar dispuesto por meter su polla en el coño y la boca de mi mujer otra vez pronto.

Dan

 

 

Las citas de Lorena

Dan, le propone  su esposa Lorena que tenga citas con otros hombres para tener sexo con ellos. Estas son las narraciones de esas citas.

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