Relatos prohibidos
Tengo una amiga muy especial desde hace meses mantenemos encuentros sexuales inolvidables, ella es como de 1.65 de alto, piel morena, tersa y lisa muy suave, tu cuerpo es estupendo, tiene unos senos firmes de buen tamaño, unas caderas que hacen juego con sus largas piernas y tiene unas nalgas duras y redondas, sus labios son carnosos y deliciosos, tiene una mirada picara y hasta lujuriosa cuando mira mi pene, es una diosa a la hora de tener sexo, hace de todo y todo le gusta, mama de una manera que nunca antes lo había visto en verdad lo disfruta mucho, no muerde ni lastima, me saborea bien rico. Tener sexo con ella es lo mejor que me a ocurrido es insaciable tiene muchos orgasmos seguidos y pide mas, termino cansado y satisfecho cada vez que tenemos sexo.
En uno de nuestros encuentros sexuales mas recordados estaba disfrutando de mis vacaciones y me encontraba ya finalizándolas en mi casa del interior, ella es de un pueblo cercano al ser ambos casados y conocidos se nos había hecho imposible estar juntos, las ganas de follar eran evidentes y no sabíamos que idear para que eso pasara. Por suerte mi esposa regreso a la capital con los niños pues venia la el inicio de clases y vi la oportunidad, nos citamos y nos fuimos en el mismo transporte nos sentamos uno al lado del otro sin decir ni una sola palabra en todo el camino, pues en el bus habían personas que nos conocían y no queríamos levantar sospechas. Al llegar a una ciudad cercana en donde hubiesen hoteles nos bajamos en puntos diferentes, luego nos reencontramos abordamos un taxi que nos llevo al hotel. Al subir las escaleras las ganas de follar eran inmensas podía oler su sexo le di unas nalgadas como queriéndole decir hoy es el día que te lo meto por el culo, ya lo habíamos intentado fallidamente otras veces, tiene el culo estrecho al igual que su concha, no me percate que había una cámara de vigilancia en el pasillo única evidencia de lo ocurriría en aquel cuarto de hotel.
Al abrir la puerta nos abrazamos y empezamos a besarnos con un deseo frenético, así estuvimos un rato para luego despojarnos de nuestra vestimenta, abrí las persianas y encendí el abanico de techo, la senté en el respaldar de la cama y ya desnuda separe sus piernas, acaricie la parte interna de sus muslos hermosos y comencé a tocar su concha a los pocos minutos estaba empapada de deseo, gemía incontrolablemente su respiración era corta, le introduje uno de mis dedos, busque su punto G y seguidamente la masturbe, quería llevarla hasta lo ultimo en excitación, me puse a su lado convenientemente para que me chupara la polla a lo cual accedió gustosa, le encanta mamar y era tanto el deseo que sentía que aquel miembro erecto en su boca era un aliciente mas para querer follar, luego me separe y la acosté boca arriba y empecé a chuparle el clítoris que ya se asomaba de lo arrecha que estaba, se levanto un poco para poder ver como le chupa el clítoris, su mirada era de lujuria y se perdía mirando el techo y gimiendo, gritando y otras veces diciendo mi nombre, eso me indicaba que estaba a punto de tener un orgasmo intenso, fue un verdadero estallido de placer sus jugos calidos cayeron sobre mi boca no le di tiempo a que se le bajara la excitación y la penetre con vigor, volvió a correrse varias veces mas, estuvimos así follando varios minutos mientras se corría a chorros, ya sudado nos fuimos a la ducha y al salir le hice señas para que me lo mamara, empezó a darme la mejor mamada hasta que me corrí en su boca, la trago como si fuese el mejor manjar verdaderamente sabe lo que hace. No perdí mi erección la puse en cuatro sobre la cama y me dispuse a penetrarla por el culo, estaba muy cerrado le empuje la cabeza de mi polla que estaba que como un dildo, ella se quejaba de dolor, pero fueron suficientes para saber que tendría que esperar otra ocasión para tener ese premio.
La clave entonces por la concha húmeda y calida, esta vez con mas fuerza y con movimientos rápidos que chocaban con sus hermosas nalgas que se ponían de un tono rojizo como muestra fehaciente de aquella cogida que le estaba dando, ya quería correrme había que regresar antes que el esposo volviera a casa y ella no estuviera, la acosté boca arriba en la posición del misionero y volví a penetrarla me abrace a ella y mientras la besaba le estaba dando otra cogida que duro mas de lo esperado eso hizo que ella volviera a corredse dando gritos de inmenso placer, casi de inmediato me corrí dentro de ella llenándola de mi leche calida. Salimos de ese hotel, regresamos a casa con una felicidad que no podíamos ocultar en nuestros rostros en donde no faltaron las frases de agradecimiento, hoy día hemos seguido follado y hemos disfrutado hasta del sexo anal que es uno de los mas preferidos de los dos.
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Amiga con derecho
Por amiga con derecho se entiende aquella persona, amiga en este caso, que la relación va más allá de la mera amistad, conviviéndose en compañeros sexuales, en pareja de sexo de hecho. Esta es la historia que se cuenta aquí.