La Página de Bedri
Relatos prohibidos Noche ardiente contigo
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Estoy sentada en casa pensando en la noche que compartimos hace unos días. Pensar en ello me pone súper cachonda y empiezo a tocar otra vez mi coño mojado y caliente. De repente un mensaje tuyo aparece en la pantalla como la última vez. Sonrío y me toco más el coño mientras leo lo que escribes. ― Estoy libre esta noche y quiero verte. Vamos a vernos ―escribes. Sonrío con sonrisa malvada y uso mi mano libre para usar el teclado. Entonces empiezo a escribir de nuevo― Yo también estoy libre y quiero verte. Te deseo mucho. Te veo a las ocho. Lees lo que escribo y sientes que tu polla se pone dura por mí. Sabes que esta noche finalmente vas a tener tu polla en mi boca. Sólo pensar en eso hace que tu polla se endurezca. Los dos hablamos un rato discutiendo todas las traviesas cosas que queremos hacernos el uno al otro. Antes de que nos demos cuenta, es casi la hora de que te vayas para venir a buscarme. Terminamos nuestra conversación y te lanzo un beso. Te preparas para venir a verme, subiendo a tu vehículo. Luego conduces a mi casa con tu polla tan dura que se estira contra tus pantalones queriendo ser liberada. Llegas a mi casa rápidamente y saltas hacia la puerta. Estoy esperando en la sala de estar cuando te veo llegar. Salto del sofá y corro hacia la puerta saliendo hacia afuera saludándote mientras tú mismo llegas a la puerta. Nos fundimos en un caliente beso, con mis brazos rodeándote y acercándote a mí. Me devuelves el beso dejando que tus brazos hagan lo mismo. Luego me empujas ligeramente contra la pared besándome más, tus besos se vuelven más apasionados. Quiero llevarte allí pero sé que debo esperar hasta que lleguemos a nuestro destino. Nos besamos un poco más y luego dejamos paramos para respirar con fuerza. Me miras como yo te miro a ti. Luego vamos a tu vehículo juntos y me abres la puerta. Yo entro y tú cierras, luego entras tú y arrancas el vehículo y nos vamos. Ambos sabemos que queremos volver al motel en el que ya habíamos estado antes. Sin embargo, siento que me estoy poniendo tan caliente que sé que no puedo esperar a tenerte antes de que lleguemos allí. Vas a tomar la carretera principal pero te pido que gires a la izquierda en vez de a la derecha. Quieres preguntar por qué pero decides no hacerlo porque sabes que sé a dónde voy. Giras a la izquierda y empiezo a buscar un camino desierto al que podamos llegar. Entonces veo uno y te pido que te detengas. Lo haces y paras el coche, entonces me inclino y empiezo a besarte. Mientras te beso, dejo que mi mano se deslice en tu entrepierna sintiendo el latido de tu polla dura. Gimes en nuestro beso sintiendo mi mano. Te quiero en el asiento trasero para que podamos estar un poco cómodos. Dejaré de besarte y me pondré en el asiento trasero. Te das cuenta y te unes a mí, tirando de tus pantalones y luego de tu ropa interior al mismo tiempo que dejas que tu polla dura se libere. Los tiras en el asiento delantero. Luego te sientas y me esperas. Te veo sentado ahí con tu polla brillando a la luz de la luna. Me lamo los labios y me inclino hacia abajo tomando tu polla en mi boca. Empiezo a chuparte sintiendo lo increíblemente duro que estás. Uso mi lengua para rodear la cabeza y comienzo a mover mi boca arriba y abajo de tu pene. Miras hacia abajo mientras te estoy chupando y dejas salir una serie de gemidos. Te encanta lo bien que mi boca se siente en tu dura polla y apenas puedes esperar a llegar a lo más profundo. Levantas una de tus manos y la pasa por mi pelo mientras te la chupo. Luego dejas que tus ojos se cierren en el calor de la pasión. Siento tu mano pasar por mi pelo mientras te chupo la polla. Sabes muy bien y me encanta lo duro que estás para mí. Ahora te la estoy mamando dejando que mi boca se mueva hacia arriba y hacia abajo. Siento que mi coño se humedece más cada vez que te la chupo. Quiero que te corras mucho para poder saborearlo. Gimo contra tu polla para excitarte más, ya que quiero que te pongas tan caliente que no puedas soportarlo. El tiempo pasa rápidamente mientras te la chupo más y más. Te estás acercando a la eyaculación y me lo haces saber metiendo más tu polla en mi boca y dejando que tu mano pase fuerte por mi pelo. Sabes que ya casi has llegado, que sólo hará falta una chupada más para que llegues al orgasmo. ― Nena, ya casi estoy ahí. Haz que me corra, por favor ―dices. Te escucho y apunto para complacerte hago una aspiración con mi boca y chupo más fuerte. Quiero saborearte tanto. ¡Dios!. Lo notas venir y empujas otra vez más con fuerza. Luego te quejas en el aire de la noche mientras explotas. ― Ohhhhh sssiii… me estoy corriendo. Traga bebé ― dices. Pruebo tu caliente y cálida corrida mientras sigo chupando. Empiezo a tragar cada dulce gota sin querer perderme ninguna. Mi coño ahora está en llamas y sé que tengo que conseguir algo de tu atención para él antes de que me vuelva loca. Sigo chupando el resto de la leche de tu polla y luego me la quito de la boca lamiéndome los labios. Descansas la cabeza hacia atrás en el asiento trasero recuperando el aliento. Sabes que debo estar volviéndome loca de lujuria a estas alturas y quieres complacerme. Sin embargo, crees que sería mejor llegar al motel antes de hacerlo, para que me puedas abrir el coño y así poder meter la lengua hasta el fondo. ― Sé que quieres algo de atención para ese coño ardiente. Así que vayamos al motel para que pueda lamerte y hacer que te corras por toda mi lengua. Te sonrío y vuelvo a subir al asiento delantero. Luego te unes a mí poniéndote tu ropa de nuevo. Luego nos dirigimos hacia el motel. No pierdes tiempo en llegar allí, ya que los pensamientos de lo que le vas a hacer a mi coño te pasan por la cabeza y empiezan a ponértela dura otra vez. Llegamos al motel rápidamente y sales para conseguirnos una habitación. Entras y consigues la habitación, luego vuelves a salir y te subes al vehículo que nos lleva a la habitación. Al llegar a la habitación paras el coche y ambos salimos prácticamente corriendo hacia la puerta. Te me adelantaste abriendo la puerta primero y encendiendo la luz. Yo entro a continuación y entonces nos abrazamos de nuevo y nos besamos con besos todavía suaves y dulces pero con pasión detrás de ellos. Me llevas a la cama besándome un poco más. Luego te detienes lo suficiente para desnudarme y tirar mi ropa al suelo. Me dejas entonces hacer lo mismo contigo. Una vez que estamos los dos desnudos, empiezas a besarme de nuevo dejándome tumbar lentamente en la cama mientras te unes a mí. Abro las piernas y tú pones tu mano en mi coño notando lo mojada que estoy. Deslizas dos dedos en mi rajita y empiezas a tocarme con ellos. Gimo mientras siento que me acaricias con el dedo. Se siente muy bien y apenas puedo soportarlo. Empiezas a acariciarme más dejando que tus labios me dejen la boca y bajen a mis tetas donde chupas los pezones de uno en uno. Quiero tener tu lengua en mi coño porque estoy tan caliente que no quiero esperar más. Tus dedos me dan mucho placer bien pero en este momento, quiero sentir tu poderosa lengua en mi pequeño y duro clítoris y en lo profundo de mi agujero del coño lamiéndome y saboreándome. ― Lámeme― Te indico por señas, Me captas y estás más que feliz por complacerme. Te pones de rodillas dejando que tus dedos se salgan. Luego pones mis piernas sobre tus hombros mientras empiezas a lamer mi clítoris. Trabajas con tu lengua en mi clítoris muy bien, de la manera que solo tú sabes. Saboreas mis jugos mientras corren por tu lengua hacia tu boca. Te los tragas sin dejar de disfrutar el sabor y vuelves a por más. Me estoy volviendo loca gimiendo en voz alta por tanto placer. Tengo mis manos en tu cabello mientras siento tu lengua trabajando mi coño tan bien... Mi clítoris palpita bajo tu lengua y sé que me voy a correr pronto. Empujo mi coño hacia tu cara mientras lames, queriendo que comas mi semen y que sientas lo caliente que me pones. Sientes mi coño empujando en tu cara y es te encanta. Sigues lamiendo y sintiendo mi clítoris palpitar. Luego haces algo que no habías hecho antes. Lo tomas entre tus labios y empiezas a chuparme el clítoris queriendo que venga. Sabes que no me tomará mucho tiempo. Noto como me chupas el clítoris y ¡Oh, Dios mío, me excité tanto! Vengo tan fuerte en tu boca y en tu lengua que no puedo dejar de temblar. Me aferro a tu cabeza mientras abro y cierro los ojos con el máximo placer del clímax. Me siento tan bien en este momento que parece que me he ido al cielo. Sé que no hay nadie más que pueda complacerme así. Lames mi coño un poco más durante una hora más o menos. Luego te detienes y me besas de regreso a mi lado. Chupas mis tetas y luego me besas de nuevo en la boca dejándome probarme a mí misma. Devuelvo con mi beso ese sabor también. Me agacho y pongo mi mano en tu polla acariciándotela. Está muy dura ahora y me encanta. Nos besamos un poco más y me pongo de lado con mi pierna cruzando sobre ti. Luego nos detenemos y tú me miras. ― Ponte de rodillas, voy a follarte al estilo perrito ahora ―dices. Me muevo y me pongo de rodillas. Luego espero mientras siento que te levantas detrás de mí. Me agarro de la colcha y me preparo. Te mueves detrás de mí y colocas tu polla en mi coño. Luego la insertas en mí y empiezas a follarme agarrándote a mis caderas. Grito y te follo por detrás empujando contra tu polla. Follamos duro y profundo, conmigo teniendo múltiples orgasmos. Entonces empiezas a acercarte a tu final. Así que le sacas y te corres sobre mi espalda. Gimo y empujo contra tu polla. Luego me doy la vuelta y te la chupo de nuevo poniéndotela otra vez dura. Quiero que me folles de nuevo, así que me pongo de espaldas con las piernas muy abiertas. Te das cuenta de mi deseo y te subes encima de mí metiéndome tu polla de nuevo. Te envuelvo con mis piernas y empezamos a follar duro. Te inclinas hacia abajo acercando tu cuerpo y sujetándome lo mejor que puedes. Te devuelvo el favor envolviéndote con mis brazos y abrazándote. Me encanta la cercanía de nuestros dos cuerpos juntos. La pasión entre nosotros es tan intensamente caliente que no podemos tener suficiente del otro. Follamos más y más rápido hasta que te corres de nuevo sólo que esta vez dentro de mí. Luego te bajas de mí y vuelves a arrodillarte comiéndote mi coño de nuevo, manteniéndome en excitación. Me encanta porque no te detienes y me hace desearte más. Te comes mi coño hasta que me corro y luego te acuestas a mi lado de nuevo en la cama. Te quiero listo de nuevo, así que bajo y me pongo de lado. Meto tu polla en mi boca y te la chupo con fuerza. Luego me pongo encima de ti. Me encanta lo dura que tu polla se siente dentro de mí. Sé que cuando te corras quiero sentirla entre mis tetas. Sigo montándote más fuerte hasta que sé que estás cerca. Entonces te miro. ― ¡Cógeme las tetas! Quiero que te corras entre ellas ― digo. Sonríes porque te encanta esa idea. Me bajo de ti y me acuesto. Luego metes tu polla entre mis tetas y miras como las mantengo juntas. Empiezas a follarme las tetas bien fuerte y duro. ― ¡Oh Dios, nena! esto me gusta mucho. Me voy a correr por todas estas tetas tuyas tan sexys muy pronto ―Dices. Mantengo mis tetas juntas mientras te las follas. Cierro los ojos por el placer y no puedo esperar a sentir tu corrida en ellas. Te das cuenta de que mis ojos están cerrados y te follas mis tetas con más fuerza. Luego gimes en voz alta mientras te corres sobre mis tetas. Siento tu cálida corrida cuando salpica sobre mi piel y me encanta. Abro los ojos y miro tu cara mientras estás en completo éxtasis. ― Ooohhh... bebé ¡Qué bien! Es tan pervertido ¡Me encanta! ―dices. Terminas de venir y miro como te acuestas a mi lado y pones tu brazo alrededor de mí acercándote. Notas que tu corrida en mis tetas se empieza a secar y te levantas para coger una toalla. Luego me ayudas a limpiarme. Una vez que lo hago, tiras la toalla a un lado y vuelves a rodearme con tu brazo. Me vuelvo hacia ti y nos fundimos en otro beso mis brazos envolviéndote. Nuestros dos cuerpos se abrazan mientras nos besamos. Entonces ambos acordamos pasar la noche allí. Nos levantamos y nos metemos debajo de las mantas y nos abrazamos el uno al otro mientras nos dormimos en los brazos del otro, felices y completamente satisfechos. Otro relato ... Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidosY si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí. |
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