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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Nuevo jefe para Ángela
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Ángela era una mujer de mediana edad que vivía con su madre. Tuvo novios en su adolescencia y a principios de la veintena, pero después de que su último novio rompiera con ella y empezara a follarse a su mejor amiga, no volvió a molestarse por tener compañía.

No era virgen ni nada por el estilo y algunas noches, cuando estaba tumbada en su cama, se ponía muy cachonda y se masturbaba hasta correrse. Eso era cada vez menos frecuente.

Su madre la oyó una noche e irrumpió en su habitación para preguntarle qué estaba haciendo. Afortunadamente, Ángela estaba bajo las sábanas y su madre no vio el pepino que se había metido en el coño.

Ángela trabajaba con Antón y lo había hecho durante más años de los que quería recordar. Antón era un gran tipo, muy agradable y nunca criticaba a Ángela cuando cometía errores. Ángela había fantaseado a menudo con ser follada por Antón, pero él era el marido perfecto que nunca lo haría con Ángela ni con nadie más.

Una mañana, Ángela entró en el trabajo e inmediatamente fue requerida por el contable. Este la interrogó sobre Antón y si tenían alguna relación fuera del trabajo, Ángela le contestó que no, y porqué lo preguntaba.

Antón había malversado 16 millones de la empresa y había desaparecido, su mujer no sabía dónde estaba y no había noticias de él. Había un contable forense en la oficina investigando para ver si había alguien más involucrado y cómo lo había hecho.

― Necesito que le ayudes en todo lo que necesite, sin preguntar ―le dijo.

No era una pregunta, pero Ángela se manejaba mejor con las instrucciones que con las peticiones, después de vivir tanto tiempo con su madre era a lo que estaba acostumbrada. Ángela entró en el despacho de Antón, en realidad era el despacho que compartían, pero tenía el nombre de Antón en la puerta.

― Buenos días Ángela, soy Pau Hernández, y voy a necesitar tu ayuda.

― Buenos días Pau, estaré encantada de hacer lo que te plazca.

Mientras la frase salía de su boca ambos pensaron ―Vaya, eso ha sonado muy sexual.

Pau comenzó el día con un ― ¿Sería tan amable de...? ―que rápidamente fue seguido por un― ¿Me conseguirías…?

Durante todo el día, ambos pensaron en lo sexuales que parecían las primeras palabras de Ángela. Pau ya había decidido que, aunque era mayor que las mujeres con las que solía follar, tenía un cuerpo cuidado y atractivo.

Ángela, por su parte, ya había decidido que si él se le insinuaba, se la chuparía y se lo follaría en un santiamén.

Hacia el final del día Ángela le dijo a Pau― Si quieres que trabaje hasta tarde soy fácil.

De nuevo los dos pensaron en lo sexual que sonaba eso y Ángela casi se puso roja de vergüenza por lo que había dicho.

Pau dijo― Genial, eso aligerará la carga.

Ahora Pau se sintió avergonzado― qué casualidad decir carga―pensó.

Trabajaron hasta que todos los demás se habían ido, y Pau ideó un plan. Ángela había hecho exactamente lo que él le había dicho que hiciera durante todo el día, así que decidió ver si eso continuaría, si él le pedía que hiciera cosas sexuales.

Ángela llevaba una falda negra hasta la rodilla y una blusa blanca, así que Pau cogió un rotulador negro del escritorio y, al pasar junto a Ángela de camino al baño de caballeros, se giró y se inclinó sobre su hombro diciendo― Muchas gracias por trabajar horas extras ―al tiempo que hacía una marca negra en la blusa blanca de Ángela.

Pau volvió del baño y en vez de rodear su mesa se puso delante de ella apoyándose en ella.

―Ángela ven aquí―Ángela fue hacia él― Quítate la blusa.

Ahora era el momento de la verdad, si ella se oponía él diría que sólo quería mostrarle la marca negra, si ella no se oponía, se la iba a meter   hasta las pelotas en un momento.

Ángela se quitó la blusa y la sostuvo en sus manos.

― Ponla en el escritorio y quítate el sujetado.

Ángela se quitó el sujetador, sus ojos no dejaron de mirar a Pau durante todo el tiempo que fue haciendo eso.

― Ahora quítate la falda.

Ángela había estado excitada todo el día, pero ahora podía sentir el calor en su coño intensificándose. Y se quitó la falda

― Bragas ―fue todo lo que dijo Pau

Ángela se quitó las bragas y enseguida le llegó el olor de su propio sexo. Pau miró su coño peludo, no había visto uno con pelo en mucho tiempo, y le excitaba.

― Pon un pie en el escritorio.

Ángela se quitó los zapatos y levantó un pie, y el olor de su sexo se hizo más fuerte.

― ¿Estás mojada Ángela?

― Sí, lo estoy

― Muéstrame lo mojada que estás Ángela, mete tus dedos en tu coño y muéstramelos.

Esto excitó aún más a Ángela, que podía sentir sus jugos resbalando por la pierna que apoyaba en el suelo. Ángela se llevó la mano al coño y se frotó los labios, antes de hundir dos dedos en su interior.

― ¿A qué sabe?

Ángela le ofreció sus dedos en la boca a Pau.

― No, prueba tú y dímelo.

Ángela lamió y luego chupó con fuerza sus dedos― Sabe a gloria ―dijo.

― Mastúrbate para mí Ángela. Hasta que te corras

Ángela se frotó rápidamente el clítoris y los labios mientras introducía y sacaba dos dedos de su coño, pensando para sí misma― muy pronto tendré la polla de Pau dentro de mi boca, mi coño y puede que incluso mi culo. En ese momento se metió un dedo dentro del culo y empezó a correrse.

―Aaaggghhh Ooohhhh ―gimió y empezó a temblar tanto que tuvo que agarrarse a Pau para no caer.

― Ponte de rodillas Ángela.

Ella se arrodilló de buena gana y mantuvo la cabeza a la altura de la polla de Pau y sus ojos en los de él. Oyó una cremallera bajar y tuvo la polla de Pau en sus labios.

― Abre.

Ángela abrió la boca y Pau frotó su polla en la barbilla de Ángela antes de introducírsela en la boca. Luego puso las manos en la parte posterior de su cabeza y empezó a follarle la boca. Lentamente al principio pero luego cada vez más rápido. Esto era algo que Ángela no había hecho en más de 20 años, y su mente se aceleró― ¿Me follará sobre el escritorio? ¿Me follará contra la pared? ¿Me follará por el culo?  Realmente espero que me folle por el culo, he leído mucho sobre ello. Me follará en la silla de Antón―Muchas de las fantasías masturbatorias de Ángela consistían en bajarse a la polla de Antón sentado en esa silla. En ese momento Pau le dijo a Ángela que se levantara.

― Ahora inclínate sobre el escritorio y separa las nalgas hasta que te diga que pares.

Ángela se inclinó sobre el escritorio y se separó las nalgas.

Pau utilizó un dedo para masajear los labios del coño, el clítoris y el culo. Ángela estaba muy mojada pero no podía creer que Pau le estuviera dando un orgasmo con un solo dedo, pero lo estaba haciendo.

― Ooohhh.

― ¿Qué, Ángela?

― ¡Ooohhh! Pau mi coño está en llamas, me estoy corriendo otra vez.

― No Ángela ―Pau dejó de hacer lo que estaba haciendo― Tú no tienes un fuego, tienes un coño, así que ¿qué es lo que está ardiendo?

― Es mi coño Pau, mi coño está en llamas ―Solo decir esa palabra hizo que Ángela se excitara mucho más. Y Pau continuó con lo que estaba haciendo.

― ¡Ooohhhh! Mi coño está en llamas y me encanta. ¡Aaaahhh! ¿Por favor quieres follar mi coño al rojo vivo, Pau?

Pau metió 3 dedos dentro del coño de Ángela y usó su pulgar para provocar su clítoris y llevó a Ángela a otro tembloroso orgasmo.

Pau guio a Ángela a la mesa de café y le indicó que se pusiera de rodillas sobre la mesa de café, a lo que ella accedió. Pau se arrodilló detrás de Ángela y empezó a lamerle las nalgas mientras las mordía con los dientes, luego lamió desde el clítoris hasta el culo en un solo movimiento. El coño de Ángela estaba tan mojado que era fácil para él seguir repitiendo eso, pero al final de cada lamida su lengua sondeaba el culo de Ángela, a ella le encantaba.

Pau se levantó y colocó la polla en el coño de Ángela. Se la metió   fácilmente cuando Ángela empujó contra él. Pau, metiéndosela y sacándosela con largos y lentos movimientos, que hizo que Ángela se sintiera bastante mareada.

― ¡Fóllame el coño, Pau, haz que me corra!

Pau empezó a follarla más rápido, Ángela también aceleró el ritmo y mientras Pau se aplicaba, ella empujaba hacia él tan fuerte como podía.

Entonces Pau se detuvo, sacó su polla del empapado coño de Ángela y se movió hacia su cabeza. Ángela abrió la boca y el la folló por la boca a cabo al mismo ritmo que cuando le estaba follando su coño. Pau se detuvo y fue al culo de Ángela, pero esta vez, en lugar de meterle la polla en el coño, empujó la polla contra su culo y le susurró a Ángela― ¡Relájate!

Ángela hizo lo que le dijo y la polla de Pau entro rápida y fácilmente dentro de su culo, bombeando muy lentamente al principio, pero pronto la resistencia disminuyó y Pau se la metió hasta las pelotas.

― Ooohhh coge mi culo, Pau y haz que me corra otra vez.

Me has follado el coño, me has follado la boca y ahora me estás follando el culo virgen ¡Dios, haz que me corra!

Pau sacó la polla del culo de Ángela y se puso ante la cara de ella, esta vez estaba casi listo para correrse, metió la polla en su boca y se inclinó sobre ella, metió tres dedos de una mano en su coño y dos dedos de su otra mano en su culo y empezó a follar con los dedos ambos agujeros también mientras follaba la boca de Ángela.

― ¡Cómete mi semen! ―gruñó mientras le metía leche en la boca.

Ángela se bajó de la mesa de café y tomando de la mano a Pau, lo llevó hasta el gran sillón detrás del escritorio y dijo― Siéntate Pau ―Pau se sentó   e inmediatamente Ángela se montó a horcajadas sobre él y pasó su coño sobre su polla. Por primera vez en mucho tiempo Pau se fijó en las tetas de Ángela y sobre todo en sus pezones, que estaban duros eran de unos dos centímetros de largo. Pau le mordisqueó uno y eso hizo que Ángela se pusiera aún más cachonda. Siempre había tenido los pezones sensibles y la sensación siempre iba directa a su coño. Después de unos minutos follando, Ángela levantó el culo de la polla de Pau y se metió la polla en el culo. Estaba empezando a disfrutar de aquello.

Durante todo el día Pau había mandado repetidamente a Ángela a por agua para mantenerse hidratado, y cada vez que Pau tomaba un vaso de agua Ángela tomaba uno. Ahora, antes de empezar esta sesión de sexo, Pau se había tomado un descanso para ir al baño, pero Ángela no lo había hecho y ahora estaba empezando a desear haberlo hecho, porque las ganas de mear eran tremendas, sin embargo no quería romper el hechizo por si ponía fin a lo que era el mejor momento de su vida. Con la polla de Pau en su culo y sus pezones en la boca de Pau empezó a orgasmarse de nuevo y cuando lo hizo perdió el control de todas sus funciones corporales y mientras se corría de nuevo, se orinó en todo el vientre de Pau. Fue el orgasmo más intenso que jamás había experimentado.

Pau sintió la orina caliente en todo su vientre y le pareció una experiencia muy agradable.

― Mea en mi culo Pau, quiero sentir tu orina en mi culo ―en ese momento Pau se corrió en el culo de Ángela mientras ella rebotaba sobre su polla. Ángela no se separó de la polla de Pau.

― Mea en mi culo Pau, quiero que lo hagas ―dijo Ángela le besaba ferozmente― No me bajaré de ti hasta que no te mees en mi culo.

Así que Pau comenzó a orinar dentro del culo de Ángela.

― Oh, joder, me encanta, me encanta― dijo ella gimoteando.

― Pon tu boca en mi polla.

Ángela se bajó   y se puso la polla en su boca, Pau orinó y ella se tragó la orina y luego le sonrió.

― Bien ―dijo Pau― a partir de mañana cuando vengas a trabajar siempre llevarás falda, nunca pantalones, debajo de la falda puedes llevar medias si quieres pero no leotardos a no ser que sean sin entrepierna lo mismo va para la ropa interior.

― Quiero acceso instantáneo a tu coño y a tu culo todo el día, y quiero que sigas trayendo y bebiendo mucha agua durante todo el día, ¿alguna pregunta?

― Sólo una, ¿me follarás contra la puerta de la oficina? Siempre he querido hacerlo.

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