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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Primito
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Hola Bedri, quiero contarte una experiencia que estoy viviendo con mi primo.

Soy un joven de 26 años y padre de un hijo aunque sigo soltero, soy moreno, delgado y siempre tuve una curiosidad con respecto al homosexualidad, imaginaba cómo sería una relación con otro hombre penetrándome, pero nunca iba más allá.

Por motivos económicos tuve que abandonar mi calurosa tierra y viajar a la capital Lima en busca de empleo, para lo cual me hospedé en casa de una tía materna que me recibió como un hijo. Ésta tía tiene 3 hijos, Raúl de 35 años casado con Jimena, Javier de 28 y Vanesa de 32, todos muy guapos y amables, pero más me entendí con Javi por ser de mi edad.

A pocos días encontré trabajo como seguridad en una agencia financiera, para lo cual la empresa me asignó los implementos para la labor entre los que incluía una vara de goma.

Al pasar los días en mi trabajo empecé a conocer mucha gente con la que solía fantasear sexualmente, incluso hombres; fue entonces que empecé a notar la curiosa forma de mi vara y a verla como un consolador, total, nadie tendría porque enterarse.

Una noche mientras dormía en el mismo cuarto de mi primo oculté bajo mi sábana mi vara y comencé a sobar su punta en mi pene y luego a saborearlo como si fuera un pene real. Eso me gustó y decidí sobármelo por el culo, colocando la punta en la entrada del ano, lo que me hizo desear mucho una penetración pero mi ano era muy estrecho para el grosor de la vara, así que decidí que al día siguiente compraría velas para introducírmelas en el ano mientras me bañaba.

Al siguiente día me fui al baño y llevé escondidas mi vara y una vela, para llevar a cabo la penetración. Una vez desnudo y mojado empecé a jabonar la vela e introducirla en el ano. Dolía un poco pero sólo al principio, luego la excitación fue eliminando el dolor y me decidí por la vara, la cual jaboné y la paré en el piso para ir sentándome poco a poco, introduciendo la punta en mi culo dilatado. En ese preciso momento ingresó mi primo Javi, me olvide de asegurar la puerta, y vio la escena. Sólo atiné a bajar la cabeza avergonzado y suplicarle que no diga nada, sin embargo él cerró la puerta, ésta vez sí la aseguró, y me dijo que guardará mi secreto si le chupaba la verga, la cual se sacó delante de mi cara, ya que yo seguía agachado con la vara en el culo.

La verga de mi primo era gruesa y con una cabezota, lo que me excitó y la empecé a besar primero y al saborearla me la metí a la boca hasta donde pude. Estaba deliciosa y no quería dejar de chuparla. Además, se había puesto bien dura y eso la hacía aun más provocativa, no quería terminar, quería seguir lamiendo ese enorme pene, hasta que mi primo me dijo que quería metérmelo.

—Nunca lo he hecho, recién estaba probando con la vara— Le dije.

—Entonces quiero ser el primero en romper ese culito. Me contesto

—No sé, me da miedo, tu pija es grandota.

—No te preocupes, lo haremos despacio y hasta donde tu quieras

—Está bien pero despacio por favor.

Me levanté, dejé la vara a un lado y me coloqué de espaldas a él, agachado sobre el inodoro, ofreciéndole mi culo virgen. Me comenzó a acariciar la nalgas y la espalda haciéndome excitar aún más; luego colocó jabón en mi ano y en todo su pene; y empezó a meter la punta; dolía un poco y aguanté, luego metió la cabeza y un grito ahogado de dolor salió de mi garganta, sentía que me ardía el culo, parecía que su pene tenia fuego que me estaba quemando...

—Detente por favor, me duele.

—Tranquilo, no te resistas sino te dolerá más.

—Ya no soporto, voy a gritar...

—Si gritas vendrán a ver todos y no te gustará que se enteren que me estoy culeando a mi primo gay.

Siguió metiendo su verga a su antojo mientras yo soportaba el dolor hasta que finalmente el dolor cedió y empecé a disfrutar de la culeada que me estaba dando Javi. Sentía cada centímetro de su verga entrando y saliendo de mi culo en un vaivén tan exquisito y salvaje que me corrí ahí mismo, mientras que Javi se corrió dentro mío unos segundos después.

Luego de esa primera vez, nuestro cuarto se convirtió en el lugar perfecto para nuestros encuentros íntimos, prácticamente hacíamos vida de pareja, todas las noches me penetraba y cada día me gustaba más, incluso nos besábamos y nos decíamos frases de amor y pasió, éramos amantes clandestinos.

Una vez mientras veíamos una película con toda la familia en la sala, disimuladamente me acarició las nalgas, yo le sonreí pícaro y se fue a la cocina con la excusa de preparar refresco para todos y me dijo que lo ayude. La cocina de mi tía es abierta y sólo está separada por un mueble de 1.20 m de altura, Javi me dijo que busque algo en los cajones de abajo y cuando me agaché se sacó la verga y me hizo un ademán para que se la chupara ¡Ahí mismo! Como no se veía la parte de abajo de la cocina se la chupé hasta que lo hice terminar en mi boca y me tomé hasta la última gota de su semen ¡Y la familia ni cuenta se dio! Luego fuimos a la habitación y tuvimos sexo como locos toda la noche.

Javi me ha confesado que me ama de verdad y por eso quiere que nos vayamos a vivir juntos como pareja lejos de la familia, yo aun lo estoy pensando y creo que tal vez es el momento de asumir ante todos que soy homosexual y que Javi y yo somos amantes... pero por ahora disfruto cada noche en los brazos de mi primo, mientras me convence con sexo de aceptar su propuesta.

Víctor

 

 

Mi primo Javi

Esta es la historia  de la relación que surgió entre dos primos de la misma forma, como se conocieron, como se reencontraron y como están ahora.

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