Relatos prohibidos
Mi esposa y yo nos encontrábamos con una pausa en nuestra relación, así que empezamos a buscar formas de condimentar las cosas. Nos unimos a un sitio para adultos y conseguí que mi esposa comenzara a pensar en la idea de traer a alguien a nuestro dormitorio para darle sabor a las cosas. Originalmente comenzamos a pensar en tratar de agregar una mujer porque ambos estábamos en esa idea. Así que mi mujer empezó a chatear con gente al azar, chicas, parejas, hombres, y finalmente progresó hasta el punto de desnudarse, masturbarse, y luego finalmente hasta follamos ante la cámara, y le encantó la atención.
La diversión con la cam nos llevó finalmente a tomar una decisión con amigos nuestros, que eran abiertamente swingers, para intentar nuestro primer intercambio completo que a mi esposa le encantó. Pero su amiga no paraba de delirar sobre lo mucho que les gustaban los tríos mujer-hombre-mujer. Al principio, mi esposa, y yo también, no sentía que era ahí donde queríamos ir, pero después de hablar con nuestros amigos nos propusieron una idea bastante buena. Así que volvimos al sitio de adultos y comenzamos la búsqueda de un chico para que se nos uniera. Después de una breve búsqueda encontramos a nuestro afortunado concursante. Después de algunas sesiones de chat, y con mi esposa enviando fotos arreglamos una reunión en nuestra casa unos días más tarde.
Las cosas empezaron con mi esposa arreglándose y vistiéndose muy sexy. Así que pueden imaginárselo, mi esposa mide uno setenta, con cabello y ojos castaño, con una hermosa piel suave y clara muy cuidada. Tiene piernas largas, un culo duro y hermosas tetas con forma de copa. Así que la vi vestirse, y como se pone sus lindas bragas cortas de encaje negro, un sostén de encaje negro que hace que sus tetas se vean aún más increíbles, una falda vaquera corta y apretada y una linda camiseta gris apretada para mostrar sus tetas. Si no fuera por el plan para esa noche, la hubiera doblado sobre la cama y me la hubiera follado ahí mismo.
Unos minutos después sonó el teléfono, el chico estaba a la vuelta de la esquina y necesitaba algunas indicaciones de último momento. Luego sonó la puerta y mi esposa se compuso y abrió la puerta. Entró un joven latino bien vestido, nos saldamos y nos sentamos en el salón y tomamos unas copas y hablamos un rato para crear un buen ambiente. Después de algunos tragos, mi esposa me hizo una señal de que quería unos minutos a solas, lo cual le agradecí y volví al dormitorio para preparar el juego de dormitorio para lo que yo anticipaba que vendría después.
Después de unos minutos volví a la sala y encontré al nuevo amigo de mi esposa junto a ella en el sofá, estaban coqueteando un poco mientras mi esposa le pasaba la mano por la pierna. Así que me senté al otro lado de ella en el sofá y ella comenzó a besarme. Me besó durante unos minutos y pude ver que su nuevo amigo estaba listo para ser el siguiente. Mientras me besaba, vi su pierna sobre la de él y su mano corriendo por su muslo. Unos minutos más de besos y pude ver la mano de mi esposa ahora frotando la polla de nuestro invitado a través de sus jeans y pude ver por el bulto en sus pantalones que le estaba gustando. Noté que su mano estaba sobre los pechos de mi esposa, así que dejé de besarla y le di vuelta de cara a él y le quité la parte superior para que pudiera verle las tetas. Inmediatamente comenzó a besar su cuello y sus tetas mientras ella continuaba frotando su polla a través de sus pantalones.
Supongo que mi esposa quería ver lo que estaba frotando porque lo siguiente que vi fue a ella desabrochándole los jeans y sacando una verga gruesa y comenzar a acariciarla. Mi esposa se sentó, se quitó el sostén y me desabrochó los pantalones para sacarme la polla. Ahora tenía una polla en cada mano mientras nosotros nos turnábamos para besarla y lamerle los duros pezones.
Después de un corto tiempo le vi levantarse y quitarse los pantalones completamente para poner su erguida polla gruesa a la vista de mi esposa. Luego se levantó y agarró a mi esposa por las rodillas tirando de ella hasta el borde del sofá y haciendo que se acostara de espaldas. Luego le quitó las bragas y le subió el vestido exponiendo su calvo monte de venus recién depilado. Luego se abrió paso lentamente entre sus piernas y comenzó a chupar y lamer su coño mojado sorbiendo todos sus jugos, me acerqué a ella y me bajó los pantalones y me agarró la polla y comenzó a chuparla mientras su nuevo amante la hacía gemir. Mi esposa vino rápidamente y fue a besar a su nuevo amante en la boca para probar sus jugos y lo hizo sentarse en el sofá a mi lado. Observé como ella agarró nuestras dos pollas y lentamente comenzó a chupar su gruesa vara mientras me masturbaba hasta casi correrse. Durante los siguientes veinte minutos se turnó para chupar su polla y la mía. Luego nos llevó al dormitorio y pude ver que estaba lista para una polla en su coño.
Una vez en el dormitorio, me sentó en la cabecera de la cama y empezó a chuparme la polla mejor que nunca. Estaba a cuatro patas con su hermoso culo al aire y su espalda arqueada mostrando a su nuevo amante que estaba lista para su polla gruesa en su coño caliente y goteante. Pude ver que nuestro invitado rápidamente entendió su lenguaje corporal porque lo vi agarrarla por la cadera y meterle la verga en el coño mientras ella gemía con mi verga en su boca. Se agarró a la cadera de mi mujer y se la cogió cada vez más fuerte mientras ella se agarraba a mí. Justo cuando él estaba a punto de llegar pidió cambiar de posición. Me puse detrás de mi mujer y metí mi polla en su húmeda rendija mientras la veía sorber el grueso pene y jugar con sus pelotas. Una vez que estaba a punto de venir me tomé un descanso, y le dije a nuestro nuevo amigo latino que se hiciera cargo. Rápidamente la volteó sobre su espalda y puso sus dos tobillos alrededor de su cuello y comenzó a follarle el coño. Me senté detrás de ellos y vi como su jugo goteaba por su trasero y sobre la cama mientras la gruesa vara llenaba cada centímetro de ella. Rápidamente me puse duro y me acerqué a su cara y le metí la polla en la boca para amortiguar sus gritos de alegría. Cuando estuvo a punto de venir, empecé a follarla mientras ella le chupaba la polla.
Finalmente pude darme cuenta de que los dos habíamos tenido suficiente. Hice que mi mujer se pusiera de rodillas en el suelo mientras los dos nos poníamos de pie ante ella. Empezó a jugar con nuestras pelotas mientras nos masturbábamos delante de ella, pude ver por la forma en que me agarraba que estaba lista para recibir nuestras descargas en su cara y pecho. Un momento más tarde me acerqué a su cara y a sus pechos y empapada con mi semen empezó a chupar el miembro más grueso de su nuevo amigo hasta que él soltó un gemido y la cubrió con un semen aún más blanco y pegajoso.
Mi esposa rápidamente se limpió y empujó a su nuevo amigo por la puerta obligándolo a irse. Rápidamente nos metimos en la ducha y empezamos a lavarnos. Mi esposa que estaba de pie con el agua goteando por su cuerpo, puso ambas manos en la pared y arqueó su espalda exponiendo su coño pelado y su culo apretado. Rápidamente entendí la indirecta y metí mi polla en su todavía húmedo coño. El agua goteaba por su cuerpo mientras se agachaba. Me volvió loco, me la cogí tan fuerte que finalmente llegué en la profundidad de su coño y vi como nuestros jugos corrían por su pierna y por el desagüe.
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