Relatos prohibidos
¿Han pasado realmente diez años? ¡Caray! Si todavía no sabía si iba a ir. Aunque mi esposo había insistido en que fuera, era nuestra reunión de compañeros de clase de los diez años. Seguro que quería ir, él había sido el capitán del equipo de fútbol, el primero en el cuadro de honor y el rey de todas las fiestas durante años. Había salido con todas las chicas guapas que había, y probablemente las había follado a todas. Pero yo no era nadie en la escuela entonces, estaba casi siempre sola y solo tuve un novio en todo ese tiempo.
Bueno, ahora que lo estamos mencionando, es cierto que solo tuve un novio, además de mi esposo. Salí con mi otro único novio durante casi tres años, durante la secundaria. Siempre pensé que nos casaríamos y viviríamos felices para siempre pero mis sentimientos por él fueron mucho más fuertes que los suyos por mí. Digo esto porque terminó huyendo con mi mejor amiga y casándose con ella. Yo sabía que también estarían en la reunión, y eso era algo a lo que no me quería enfrentar. Amo a mi esposo, pero después de todo mi ex novio, todavía tenía un lugar especial en mi corazón. Al fin y al cabo, él fue el primero. No sabría si alguna vez podría mirar sus bellos ojos color avellana y tener una pequeña charla. Pero al final, decidimos ir.
Así que en día de la reunión, me hice la manicura en las uñas, me peiné y me hice un buen maquillaje en un establecimiento cercano a casa. Antes de salir, me puse un nuevo vestido y altos tacones. La gran sonrisa y el silbido de Pepe me convencieron de que me veía muy sexy.
Llegamos tarde a la reunión porque Pepe quería hacer una entrada espectacular, y creo que lo hicimos, con todo el murmullo que se levantó y las miradas que nos dirigieron. Después, algunos de los viejos compañeros de fútbol de Pepe lo llevaron hacia un lado enseguida. Entonces, una vez más, me dejaron sola. Estaba tomando una copa de vino cuando sentí un leve toque en mi hombro. Antes de dar la vuelta ya puse una gran sonrisa en mi rostro, ansiosa por enfrentarme a mis viejos compañeros de clase, Pero no era cualquier rostro mirándome, eran los ojos color avellana de mi ex novio, Manuel. Solo verle allí me hizo sentir temblores en mis rodillas.
—Hola, Manuel —Fue todo lo que pudo salir de mi boca.
—Hola Carla, estás muy hermosa — dijo Manuel.
—Gracias, Manuel. ¿Dónde está Cristina? — le pregunté.
—¡Oh! Ella se ha ido ya, no tenía ganas de venir y ya no está. Me he quedado porque tenía ganas de verte pero no puedo estar aquí mucho. Solo quería venir y saludarte.
Nos sentamos a una mesa y converjamos un rato, luego él me tocó suavemente en el hombro, y ese toque lo provocó todo.
He estado pensando en ti todo el día, y qué te haría la vez que nos volviéramos a encontrar después de todos estos años. Te llevaré a mi cama y comenzaré a desnudarte. Tomando mi tiempo, mirando tu cuerpo con mis ojos hambrientos. Te daría un profundo beso en tus suaves labios, nuestras lenguas se unirían después de tanto tiempo. Besaría suavemente tus mejillas, tus ojos y toda tu cara. Te mordería suavemente en la oreja y te susurraría cuánto te extrañé este tiempo. Mi lengua encuentra tu cuello y empiezo a darte besos. Me desabrocho la camisa y siento el pecho de un hombre de verdad. Chupo ligeramente tus pezones, esto parece excitarte. Lo hago más fuerte, pasando mi mano por tu pecho. Bajo, poco a poco, y te desabrocho tus jeans. Tu hombría ya está abultada, doy un vistazo a la pre-corrida en tu polla. Quiero lamer, pero todavía no. Así que te quito los jeans y los boxers con un movimiento rápido de mis manos. Recuerdo cómo te encantaba que tocara tus pies con mi lengua. Así que ahora chuparé cada dedo mientras masajeo tus pies suavemente. Dejo que cada dedo toque mi lengua dentro de mi cálida boca! Ahora los estoy chupando y lamiéndote los pies, sé que esto es muy excitante para ti. Te he visto disfrutar muchas veces, en el pasado, cuando te he hecho esto. Pero aún no, no te dejaré acabar aún, no.
Retrocedí hasta encontrar tu polla muy dura y puse mi boca sobre ella. Te estremeces un poco, recordando lo bien que te sentías con tu polla en mi boca. Puedo meterla toda y tengo la boca llena. Yo chupo y chupo, hago esos pequeños ruidos con mi garganta que siempre te gustaron. Paso la lengua por la abertura de tu pene y obtengo mi primer sabor de tu pre-corrida. ¡Qué bueno!. Paso mi lengua arriba y abajo de tu polla provocando. Me muevo hacia tus bolas, las meto en mi boca, una de cada vez. ¡Y luego tu culo! Mi lengua debe probar tu culo nuevamente, no puedo esperar más, debo tenerlo de nuevo. Así que lo lamí lentamente, pasando la lengua todo alrededor de tu abertura. ¡Estás tan excitado mientras mi lengua te folla el culo!.
Mis dedos encuentran otra vez tus bolas, y tu polla dura. Masajeo ambas bolas con una mano y acaricio tu polla con la otra mano. ¡Tu pene es tan grande y duro que apenas puedo abarcarlo con mi mano!. Tus gemidos y sonidos suenan divertidos mientras disfrutas mi lengua en tu culo. Dime que no lo puedes soportar más, que vas a correrte.
Así que rápidamente saco mi lengua de tu culo y chupo tu polla, profundamente con mi boca hambrienta. Te estoy chupando arriba y abajo y te suplico por favor—por favor, córrete en mi boca, fóllame profundamente en mi garganta y dame una carga de tu leche caliente fresca —Te corres muy intensamente, puedo sentir como se acumula en mi boca. Dos golpes más en mi boca y siento tu esperma caliente chorreando por mi boca y penetrando profundamente en mi garganta. Sigo chupando hasta que tengo cada gota de tu semen en mi boca. Trago y recuerdo su sabor familiar ¡Qué bueno!.
He soñado con nuestro encuentro durante años. Finalmente sucedió y me sentí tan bien abrazándote, y ahora despertando contigo. Me coloqué al lado de mi cama, con solo mi remera blanca puesta, luego me volteé para verte dormir. Entonces, me doy cuenta, cuando veo a Pepe durmiendo en nuestra cama que una vez más, solo estaba soñando.
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