Relatos prohibidos
Mientras trabajaba en el extranjero, Mamen fue a visitarme un par de veces. En un bar local conoció a un chico llamado Marco. Él no hablaba casi nada de nuestro idioma, pero era obvio que le gustaba mi esposa, y una noche nos invitó a ambos a tomar una copa en su casa. No sé lo que esperaba, pero como Mamen le miraba interesada le pregunté― ¿Quieres follarte a mi esposa, Marco?
―Si, por supuesto que quiero ―respondió él,
―Bueno, pues será mejor que te quites los pantalones ―le dije.
Se desnudó y rápido como una centella, Marco estaba entre las piernas de mi esposa. La folló tres veces antes de irnos.
Marco se folló a mi esposa regularmente hasta ella regresó a casa y con Toni. Un par de meses después, Mamen volvió a visitarme y lo primero que me preguntó fue― ¿Marco todavía está aquí?
Esta vez, la única diferencia fue que ella insistió en llevarlo a nuestra casa para poder pasar toda la noche con él. Esto, por supuesto, significaba que Marco se follaría a Mamen al menos dos veces cuando lo llevara a la cama y al menos otra al despertar. Por lo general, Marco se follaba a mi esposa otra vez a la mañana siguiente, bien temprano, antes de que tuviera que subirse a mi coche para que yo lo llevase a su casa. Mamen siempre insistió en que llevaríamos a Marco a casa con nosotros tres o cuatro veces por semana, que son las que ella necesita, luego descansa o folla conmigo. Esto, por supuesto, significaba que Marco la follaría entre nueve y doce veces cada semana hasta que Mamen regresara a casa, es fácil calcular la cantidad de veces que Marco se follaba a Mamen cada vez que ella me visitaba.
En una visita posterior, después de que Marco se hubiera ido, Mamen me dijo que le gustaba mi amigo Robert y me pidió que lo invitara a tomar una copa. Así que hice lo que me pidieron, y por supuesto Mamen le hizo ver muy claramente que estaba disponible y terminaron en la cama juntos esa noche. Robert era un verdadero semental, que como los demás, se follaba a mi esposa al menos dos veces por noche, las habituales tres o cuatro noches a la semana hasta que Mamen regresaba a casa.
Un par de meses después, Robert me pidió que telefoneara a Mamen y le pidiera que volviera otra vez de visita. Estábamos haciendo llamadas a casa en ese momento, así que le dije a Mamen― Robert quiere saber cuándo volverás aquí.
― ¿Está él ahí? Déjame hablar con él.
Le pasé el teléfono y unos dos minutos más tarde colgó y me dijo―Mamen vendrá tan pronto como pueda encontrar un vuelo. ¡Dios! Qué ganas tengo de follarla otra vez todas esas veces por semana.
La siguiente vez que regresé a casa, Mamen todavía estaba saliendo con Toni y cuando regresábamos del aeropuerto, donde ella me recogió, me dijo―He hecho los arreglos para que los tres salgamos esta noche. Luego iremos al piso de Toni y nos divertiremos un poco.
Esa noche quedamos con Toni en el bar, y como de costumbre, hubo un poco de entretenimiento, un cantante y una especie de grupo pop. Ninguno de ellos era bueno, así que nos fuimos a tomar un último trago en un bar de moda. Después fuimos al apartamento de Toni. Como de costumbre, sirvió algunas bebidas y luego sacó un mazo de cartas.
―Pensé que podríamos jugar un poco al strip poker ―dijo.
―Buena idea ―respondí.
Nos sentamos alrededor de la mesa y repartió las cartas, yo había perdido la primera mano, así que me quité los zapatos. Las siguientes tres manos las perdió Mamen, así que en rápida sucesión se quitó primero los zapatos, luego la blusa y finalmente la falda, quedando solo vestida con un sostén y unas bragas muy escasos. Luego, Toni y yo perdimos otra mano cada uno, pero nos aseguramos de que Mamen perdiera todas las demás hasta que quedó desnuda.
― ¿Y qué puedo apostar ahora? ―Preguntó, mirándonos.
― ¡Oh! supongo que esa es una pregunta tonta para vosotros dos. Muy bien, de acuerdo, entonces, quien quiera que sea que gane la próxima mano, me jode el primero. ¡Dadme las cartas!
Cogió el mazo y comenzó a repartir cartas, un seis para mí y un diez para Toni. ´Mamen continúo repartiendo y a la cuarta carta yo ya tenía una pareja de seis y Toni seguía con su as. Le tocaba la quinta carta a Toni y Mamen la miró y la colocó en el fondo del mazo. Repitió esa operación otras cuatro veces hasta que sonrió y se l apuso a Toni en la mano.
― ¡Un par de ases! Gana Toni ―declara Mamen entre risas y solemnemente declara― Eso significa que él me jode primero.
Mamen estaba sentada en una silla y Toni la hizo colocarse en el borde y le pidió que separara las piernas para meterse en medio de ellas y le metió primero un dedo y luego dos, y así hasta tres dedos dentro del coño de mi esposa.
― ¿Trajiste la cámara? ―me preguntó.
Cogí la cámara, la enfoqué hacia ellos y comencé a tomar fotos de Toni haciendo el amor con mi esposa. Se bajó la cremallera de los pantalones vaqueros y sacó la polla. Con una mano acariciaba a mi esposa y con la otra se frotó la polla para que lentamente comenzara a ponerse tiesa. Luego la frotó contra el trasero de mi esposa y mientras miraba veía que se hacía más y más larga y más rígida. Pude ver el final de su polla que se veía enorme y casi resplandeciente de un color púrpura rojizo. Puso el extremo entre los labios de su coño y luego dio un gran empujón metiéndola toda de una vez dentro de su coño. Seguí haciéndoles fotos mientras él la follaba desde atrás y la follaba durante casi media hora. Ella comenzó a jadear y gemir, él empujó más fuerte y ella chilló de placer y de vez en cuando lo oí gruñir mientras jodía con mi esposa. Siguieron haciendo el amor y continué tomando fotos, y finalmente todos nos fuimos a la habitación. Toni jodió a Mamen dos veces más antes de que ella me permitiera montarla. Cuando acabé, Toni estaba listo para más y rápidamente se enredó con mi esposa por cuarta vez esa noche. La siguiente vez que visitamos su departamento, tomábamos una copa y él comenzó a desvestir a mi esposa mientras yo cogía mi cámara. Tomé una larga serie de fotos mientras él le bajaba las bragas y las medias. Ella fingió resistirse, pero la realidad fue que no opuso mucha resistencia.
Poco a poco, él bajó su ropa interior muy lentamente; ella permitió que Tom le bajara las bragas. Siguió fingiendo resistirse, pero pronto las dejó caer hasta la mitad de sus pantorrillas y después de fingir que luchaba se las quitó por completo. Luego comenzó a quitarse el vestido; lo desabrochó y se lo sacó lentamente por la cabeza. Nuevamente hizo una simulación de resistencia, pero pronto el vestido de mi mujer se unió a sus bragas en el suelo. Solo su sostén permaneció en su lugar pero no durante mucho tiempo. Mientras miraba, Toni se colocó detrás de ella y le soltó el sujetador a mi esposa y la desnudó por completo. Él la agarró por los pechos, los acarició y luego chupó sus pezones. Poco después él deslizó su mano entre sus muslos y jugó con su trasero, luego él empujó sus dedos hacia ella. Con solo un dedo al principio y luego con dos dedos, finalmente estaba pajeando a mi esposa con tres dedos dentro del coño. Luego, rápidamente se quitó la ropa y ella comenzó a jugar con su polla, al principio solo se la frotó, pero a medida que se endurecía, descubría la cabeza y la lamía. Continuó lamiendo alrededor de la polla de Toni y luego se la llevó a la boca e inició un movimiento hacia arriba y hacia abajo. No pasó mucho tiempo y de repente él sujetó su cabeza y empujó su polla con fuerza en la boca de mi esposa mientras se estaba corriendo. Cuando la miré tragó saliva, pero no todo y pude ver esperma goteando por su barbilla. Luego se dejó caer sobre ella brevemente, esto debe haberlo excitado porque pronto se le puso otra vez dura y se subió encima de ella y le golpeó con la polla metiéndosela otra vez con fuerza. La folló durante un buen rato mientras Mamen ya chillaba de placer mucho antes de que finalmente le llegara el orgasmo. Entonces, como la primera vez, llevó a mi esposa a la cama para pasar una noche de pasión. Cuando llegaron a la puerta de la habitación y as instancias de Toni, mi esposa se volvió me dijo―Ya te puedes ir a casa Bernardo, Tom y yo nos lo vamos a pasar muy bien jodiendo el resto de la noche. Pero a partir de ahora tendrás que conformarte solo con una paja porque le he prometido a Tom que ya no te dejaré tener sexo conmigo. Me dijo que no le gustaba la idea de que jodieras con su novia porque ahora estamos muy unidos y le prometí ser su novia de forma permanente y estable.
Así que eso fue lo que sucedió, mi esposa Mamen continuó su relación con Toni durante unos cuatro años y medio. Me dijo que le había dado a Tom una llave de nuestra casa para que pudiera visitarla cuando quisiera. Así que, por supuesto, aprovechó cada oportunidad para visitar a Mamen en nuestra casa. Cuando yo estaba fuera de casa, trabajando en el extranjero, él pasaba cuatro o cinco noches por semana con mi esposa en nuestra casa como si fueran una pareja casada. Incluso cuando yo estaba en casa, Toni continuaba esa relación con mi esposa Mamen y casi todas las noches la llevaba a tomar algo o a cenas y luego volvían juntos a casa y Toni se pasaba toda la noche follándose a mi esposa en mi cama mientras yo estaba relegado a la habitación de invitados.
Durante aquella época fue cuando me surgió la posibilidad de un contrato de trabajo en Rusia y para mi sorpresa, Mamen no se opuso a irse, así que nos fuimos a un lugar perdido en medio de la estepa y de nombre impronunciable. La experiencia fue diferente y tuve el placer de alejar a mi esposa de Toni durante un tiempo. Sin embargo, se mantenían en contacto con frecuencia y él le escribía. Le describía, en gran detalle, exactamente lo que le gustaría estar haciéndole en la cama. Pero Mamen no pareció incómoda por esto y pronto sedujo a varios de mis compañeros de trabajo. Especialmente a un chico francés llamado Pierre que vivía cerca. Después de aproximadamente cinco meses, Mamen decidió regresar a casa. En su primera comunicación, me dijo que estaba durmiendo con Toni otra vez.
Esta vez para mí fue diferente, las mujeres rusas, especialmente las jóvenes, a menudo buscaban a un hombres extranjeros que pudiera llevárselas de Rusia y, como muchos de mis amigos, pronto tuve una novia rusa.
Cuando el contrato terminó y volví a casa, no me sorprendió el comprobar que Toni todavía estaba follando regularmentea mi esposa.
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Aventuras de Mamen
Bernardo es autor de estos relatos que forman la Historia prohibida Las aventuras de Mamen