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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Trío de la sala de copiado
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Trabajo para una pequeña empresa que tiene una sala de fotocopias donde normalmente puedo estar por largos períodos de tiempo haciendo todo el trabajo necesario para nuestra empresa. Un letrero en la puerta significa que está ocupada y que casi todo el mundo se quede afuera hasta que quite el letrero. Yo estaba allí un día cuando Carlos entró y me dijo que tenía un trabajo prioritario que hacer. Me hice a un lado mientras él hacía su trabajo y mirándolo, me estaba poniendo un poco caliente. Tenía una blusa, un sostén, una falda corta y bragas, y unos bonitos tacones de doce centímetros, mientras me sentaba a un lado levanté lentamente mi pierna y rocé mi zapato contra su muslo interno. Él me miró.

―¿Divirtiéndote? ― preguntó.

Pensé en eso por un momento y decidí tratar de ser un poco más audaz. Siempre había admirado a Carlos con su gran cuerpo y su buen aspecto, así que le contesté― Sí, pero estoy segura de que podría tener un poco más ―mientras le acercaba el zapato a la entrepierna.

Se agachó, agarró mi zapato―¿Vas a algún lado con esto? ―preguntó mirando su entrepierna.

―Tal vez ―le contesté.

Lentamente bajó mi pierna hasta el suelo y se volvió hacia mí y pude ver que lo había despertado lo suficiente porque la silueta de su polla se marcaba en sus pantalones. Me bajé del mostrador sobre el que había estado sentado y me puse delante de él, bajé la mano y le toqué la entrepierna― Parece que voy a poder ir a alguna parte con esto después de todo ―dije mientras acariciaba la polla endurecida a través de los pantalones.

Sin decir una palabra más, poco a poco me arrodillé mientras Carlos se desabrochaba el cinturón y dejaba caer los pantalones, a lo que seguí extendiendo la mano y agarrándome de sus calzoncillos, y los tiré hacia abajo revelando su bella y dura polla. Estoy acostumbrado a la polla de veinte centímetros de Jon, pero la de Carlos tenía que tener varios centímetros más. Alargué la mano y lentamente la acaricié, luego me moví un poco hacia arriba y comencé a lamer alrededor de la punta de la cabeza de su polla. Luego me la metí en a boca y la chupé fuerte y rápido. Luego se la chupé lento y sexy mientras él se quitaba la camisa y empezaba a acariciarme el coño. Podía oírlo gemir suavemente mientras le chupaba la polla y pronto noté su mano en mi cabeza mientras él empezaba a follarme la boca fuerte y rápido. Pasaron unos minutos más mientras saboreaba su pene duro en mi boca, cuando finalmente se echó para atrás un poco, se inclinó hacia abajo y me levantó. Nos besamos por unos minutos y disfruté en sus labios y lengua hasta finalmente se levantó y me acostó sobre la mesa. Levantándome las piernas me quitó las bragas.

―Hermoso ―le oí decir mientras me miraba el coño ahora mojado.

―Chúpame el coño bebé ―le dije y vi como se arrodillaba y se ponía entre mis piernas para atacarme el coño con sus labios y lengua; mordiéndome suavemente los labios del coño y el clítoris, y su lengua cogiéndome lo mejor que podía. La sensación fue fuerte y empecé a gemir de placer, totalmente absorta en el tratamiento que mi coño estaba recibiendo. Rápidamente me desabotoné la blusa y empecé a acariciarme las tetas a través del sostén hasta que finalmente me lo levanté y me puse a trabajar directamente en mis tetas y pezones.

No oí la puerta abierta y lo siguiente que supe es que Carlos había dejado de chuparme el coño y estaba mirando a nuestro jefe David.

―¿Puedo preguntar qué coño está pasando aquí? ―le preguntó David a Carlos. Casi me reí a carcajadas cuando Carlos contestó.

―Sólo estoy usando la copiadora―había dicho.

Mirando a Carlos, David dijo― Quizás podrías usar otra cosa también ―mientras él empezaba a bajarse la cremallera y a sacarse la polla.

Carlos me miró, luego a David y se movió un poco hacia David, tomó su verga en su mano y luego la metió en su boca. No podía creer lo que estaba viendo. Aquí había un buen espécimen de un hombre de rodillas chupándole la polla a otro hombre delante de mí. Mientras veía a Carlos chupársela a David, mi mano bajó hasta el coño y empecé a jugar conmigo misma, poniéndome aún más excitada. Esto continuó por un buen rato mientras Carlos chupaba la polla de David y yo convertí mi coño en un brillante agujero tembloroso listo para ser follado. Pero primero, bajé de la mesa y me puse de rodillas al lado de Carlos y cuando Carlos retrocedió, tomé la polla de David en mi boca y empecé a chuparla fuerte y rápido. Carlos y yo intercambiamos la polla de David entre nosotros hasta que David se agachó y ayudó a Carlos a ponerse de pie. Mientras continuaba chupando a David, levanté la vista de vez en cuando y vi a Carlos acariciar los pezones de David y chupárselos, y finalmente vi como los dos hombres se besaban apasionadamente. Nunca había sabido que estos dos eran bisexuales y que tan jodidamente excitante resultaba ser.

David me ayudó a ponerme de pie y volví a la mesa. Carlos se movió a mi lado mientras David me agarraba de las piernas y las separaba, se movía agarrando su polla, la guiaba dentro de mi coño mojado y empezaba a follarme bien. Mientras tanto, Carlos me agarró el pelo y giró mi cabeza hacia él,

―Chúpame la polla, perra ―ordenó mientras me metía la polla en la boca. Pasó un tiempo en el que no me di cuenta, pero los dos hombres reanudaron los besos mientras uno me follaba y yo chupaba el otro los dos estaban besándose. Cambiaron y Carlos me cogió mientras yo le chupaba la polla a David. Pronto la posición cambió y me sacaron de la mesa y David me hizo agachar y empezó a joderme el culo, después de una entrada abrupta y dolorosa, mientras que Carlos volvió a cogerme la boca. Esto duró un rato hasta que Carlos se acercó al suelo y se acostó. David me sacó la polla y me guió del pelo hacia Carlos,

―Súbete a esa polla ―me ordenó. Yo obedecí y me puse por encima de Carlos y poco a poco me fui bajando hasta que toda su polla estaba dentro de mí por completo. Pude rebotar de arriba a abajo en su pene hasta que David giró mi cabeza hacia él y me metió el pene en la boca. La tensión finalmente llegó a un punto crítico cuando Carlos gritó que venía, seguido un minuto más tarde cuando David descargó su semen en mi boca y garganta. Una vez que se retiró, me aparté de Carlos y vi como David se dirigía a Carlos e hizo que le chupara la polla. Entonces Carlos se levantó y los dos hombres se besaron un poco más mientras yo recogía mis bragas y me ponía en orden la ropa. Los hombres finalmente se detuvieron y David le preguntó de corazón a Carlos si había terminado con la copiadora.

―Por ahora ―contestó Carlos― Pero puede que necesite volver a usarla pronto ―añadió- Yo supe que tendría más polla otro día.

Dejé que el semen se quedara en mi coño y en mis bragas hasta que llegué a casa y se lo conté todo a Jon del día y vi como me lamía las bragas y luego el coño antes de que me jodiera hasta el cansancio. Ha sido un buen día de trabajo.

Carmen.

Otro relato ...




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