La Página de Bedri
Relatos prohibidos Trio gay
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Voy a contar mi encuentro sexual de ayer con Manuel y Alberto, pero antes un poco de historia de cómo empezó. Desde el instituto tengo un amigo íntimo con el que habitualmente tenía relaciones sexuales; básicamente lo follaba en su casa, en la cama de sus padres y en un túnel que había y creo que todavía está cerca del instituto donde estudiábamos. Esto duró varios años, sin saber por qué de un día para otro dejamos de vernos aunque vivíamos cerca uno del otro. Luego se fue a la universidad, se casó yo también, no teníamos contacto y aunque nos veíamos alguna vez en la calle, nunca hablamos de nuestros encuentros sexuales. Veinte tantos años después una de las veces que me quede solo pues mi mujer se iba de vacaciones con su amante, me entró la curiosidad y las ganas de tener sexo con él, pero no sabía si seguía teniendo relaciones homosexuales o aquello era cosa del pasado por lo jóvenes que éramos. Yo tampoco había tenido encuentros homosexuales, ni siquiera había pensado en ello hasta este día, pero no sabía cómo contactar con Manuel, este es su nombre. Haciendo varias llamadas conseguí el número de su madre que me conocía por ser vecinos. La llamé para pedirle el número a lo que accedió. Ya con el numero me entró el nerviosismo de si me iba a rechazar y lo peor la vergüenza por la que iba a pasar, así estuve unas horas, marcaba el número y lo borraba, no me atrevía, una vez más y que sea lo que dios quiera. Sonó el tono de llamada y esperé, lo cogió saludé y le solté sin más si quería follar conmigo. Ni lo dudó, me dijo que sí. Sentí alivio pues la respuesta que esperaba es que él no era gay o que yo estaba loco o como me atrevía a llamarlo para eso. Esa misma noche vino a mi casa y reanudamos lo que habíamos dejado muchos años atrás. Los encuentros por mi parte se limitaban a sexo básico siendo yo el activo, no me gustaba besar ni sexo oral. Manuel es gay, siempre lo ha sido, eso me confesó, le gustaba todo lo que yo le permitía, con el tiempo he ido asumiendo otro rol y nuevas prácticas sexuales. Me costó mucho empezar a mamarla; el que se corriera en la boca también me costó mucho. Ahora que me gusta nunca lo hace. Para el sexo anal paso mucho más tiempo, tengo el ano muy estrecho y duele aunque ya menos. Con el tiempo he ido asumiendo un rol más pasivo, de hecho ahora soy pasivo 100%. Este tránsito es debido a que me gustan los hombres tatuados y a medida que Manuel se ha ido tatuando yo he ido sumiendo más el rol de pasivo. Le he dicho muchas veces que si quedo con él y trae algún amigo y me da una sorpresa aunque no lo conozca lo pasaremos bien. Tanto es así que un día se trajo un amigo, Alberto, y me follaron los dos, por lo cual le estoy agradecido. Ayer quedamos para repetir el trio con Manuel y Alberto. Quedamos en su casa a las 15:00. Me retrasé un poco, Alberto llegó un poco antes. Me mandaron un video, habían empezado sin mí. Como siempre mandé un mensaje para que dejase la puerta de la calle abierta y no tener que estar tocando y esperando. Empecé a subir las escaleras y me esperaban. Alberto desnudo con el pene en erección; se lo cogí y lo besé profundamente en la boca. Nunca me había pasado lo de por iniciativa propia besar en la boca. Me gustó el sabor de su saliva, ya vendría con el sabor de los besos y sexo oral a Manuel. Lo cierto es que me dejó sin defensa para lo que pudiera pasar. Ya entrando en la casa Alberto, por detrás me coge los pezones y siento su polla en las nalgas, esto me encanta, lo acompaña con besos en la nuca. Me voy al dormitorio cuando Alberto y Manuel están en la cama, empiezo a desnudarme, uso lencería gay, Manuel sabe de mis gustos por la lencería femenina, tacones, medias, ligueros, etc. Muchas veces me he travestido para el pero no sé lo que habrá pensado Alberto, ya me lo dirá. Ya desnudo, no me acuerdo a quien empecé a mamársela primero. Luego besos con lengua mesclando fluidos. De tanto en tanto Alberto, me introducía suavemente unos de sus dedos en el ano que ya estaba lo suficientemente dilatado para resistir cualquier embestida. O por los menos esos pensaba yo, pues la tiene grande y muy dura. Él fue el primero en ponerme a cuatro patas, me lubricó primero comiéndome el culo y con la lengua empujado saliva. Eso no fue suficiente pues lo tengo muy estrecho y a sugerencia mía me lubricó con crema. Empezó con la penetración, dolorosa al principio pero muy placentera después. Mientras Alberto me penetraba, Manuel contemplaba la mariquita sumisa en que me había convertido. Alberto después de una buena follada a cuatro patas, me hizo cambiar de postura, me puso de espaldas, me levantó las piernas hasta ponerlas sobre sus hombros. El mete y saca combinado con besos me enloqueció y gemí como una perra en celo mientras agradecía el haber nacido para gozar del placer que sentía. Se tomó un descanso y ahora, ya con el culo dilatado, le tocó el turno a Manuel que me hizo poner a cuatro patas. Despacito al principio y con más fuerza después, a cada mete y saca deseando ser preñado pero me quedé con las ganas. Como seguía con más ganas de seguir siendo penetrado y sin cambiar de posición, Alberto se dio cuenta de lo que necesitaba, me sujetó fuertemente por la cintura, me penetró y mientras bombeaba su polla dura en mi culo, suave al principio luego con más intensidad, haciéndome gozar de placer. Manuel recién sacada del culo, me pone la polla en la cara y como no pude resistirme comencé a besarla y saborear la cabeza rosada que se mostraba imponente ante mis ojos. Fui tragándomela al mismo tiempo que saboreándola los jugos que se le escapaban, hasta ahora era tabú si salía del ano no entraba en la boca. Cuando me quise dar cuenta estaba en la boca, también es tabú comer culo pero ayer creo que habría dejado de serlo. Alberto follándome a discreción y yo mamándosela a Manuel sin conseguir que ninguno eyaculara, después de esto saben que una de las cosas que más me gusta es que me chupen los pezones, y dos bocas son mejor que una, si antes era bisexual con esto soy 100% marica. Después de un tiempo necesité un poco de descanso. Manuel y Alberto debían estar en forma, así que me dieron un espectáculo. Manuel decúbito supino, Alberto de rodillas mirando para los pies, Manuel mamándosela, Alberto masturbándolo hasta la eyaculación. En esto Alberto coge el semen y me lo restriega y metiéndolo con el dedo en el ano, acto seguido Alberto me pone a cuatro patas, me lubrica el culo y la mete toda. Como tres o cuatro minutos mete y saca hasta que por fin eyaculó dentro de mí. Qué sensación más agradable sentir el semen salir del culo y quedar todo pringado. Ese líquido caliente en mi vientre me hizo sentir una verdadera mujer. Alberto hizo su trabajo y se fue; me quedé en la cama con Manuel, charlando, acariciándonos, besándonos, chupándome los pezones. Me encanta estar en la cama abrazado, los pies entrecruzados, cuanto más contacto mejor. Yo no tengo ningún orgasmo; desde hace algún tiempo soy portador de una jaula de castidad; y como buen Beta Sumiso me dedico a dar placer y eso es más de lo que puedo desear… Ahora ya estoy deseando volver a repetir y si son cuatro mejor que tres. Espero que Manuel me dé una sorpresa y cuando quede con él, me comparta con algún amigo y si es negro mejor, tengo debilidad por las pollas negras. Otro relato ... Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidosY si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí. |
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