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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Un día con Juli
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¡Qué fin de semana! Vicky amaba esos fines de semana a solas con José, sobre todo cuando su marido se empeñaba en hacerlos memorables, y José era genial en eso. Tenía una mente retorcida que podía poner a Vicky ante cualquier de situación con carga sexual. Y eso es lo que José logró el pasado fin de semana. Durante varios días, Vicky fue grabada por equipo para elaborar un vídeo de instrucciones sobre el sexo con perros. Y otro más, "día en la vida de", una especie de documental sobre un día en la vida de Vicky. Después de esos días, José estaba ansioso por tener un tiempo a solas con Vicky, y los perros por supuesto. Y de eso se trataba el fin de semana. Y a Vicky le había encantado todo.

Pero los fines de semana siempre acaban y José estaba de nuevo en el trabajo, y Vicky se encontraba dando vueltas por casa encontrándose un poco perdida. Probablemente algo aburrida después de la semana anterior y el maravilloso fin de semana sexualmente intenso. Y se dio cuenta de que estaba más que un poco preocupada por la expectativa del video. Las autoras prometieron una buena versión para la revisión de esta semana. Estaban muy emocionadas con el proyecto, con lo que habían capturado y cómo pensaban que encajaría en un producto terminado. Vicky estaba segura de que estaban dedicando muchas horas a este proyecto, especialmente después de las experiencias sexuales que habían compartido durante la filmación. Pero, ella todavía tenía que esperar y necesitaba seguir con su vida mientras tanto.

Así que decidida a ocuparse en algo, se dirigió por la puerta trasera al jardín y más adentro para ocuparse en uno de los parterres de flores alrededor de la casa y la perrera. Estaba desnuda, por supuesto. Con el tiempo, las plantas de sus pies se habían endurecido lo suficiente como para permitirle caminar descalza por el patio. Solo las carreras diarias por la propiedad eran el único momento que usaba calzado. Pero incluso entonces permanecía desnuda a menos que su carrera la llevara a la carretera para una infrecuente carrera más larga. Mientras abría la puerta sonó el teléfono.

El identificador de llamadas mostró que era Juli― ¡Buenos días, vecina! ¿A qué debo este placer?

― Me preguntaba si has oído algo sobre cuándo estarán listos los videos para la revisión ―respondió Juli.

― Probablemente a finales de esta semana. Y sé que yo también estoy ansiosa. Pero, te prometo que os invitaremos a ti y a Enrique a un visionado privado en cuanto los tenga. Les he pedido que nos permitan verlo primero en privado, y luego nos reuniremos con ellas y discutiríamos los detalles. Estoy un poco nerviosa por verme en video por primera vez.

― ¿Pero no con nosotros?

― ¿Tú y Enrique? ¿Con todo lo que hemos pasado y compartido juntos? No puedo ni imaginar lo que no podría compartir con vosotros dos.

― Gracias, Vicky. Sabes que sentimos lo mismo pero también me preguntaba si podrías necesitar o disfrutar de una distracción hoy.

― Me encantaría, iba a trabajar en el jardín ¿Qué tienes en mente?

― Dar un paseo en caballo. Ha pasado ya bastante tiempo y ambas disfrutamos.

― Eso suena maravilloso. ¿Cuándo estabas pensando? Hoy estoy disponible. ¿Puedo llevar a los chicos como de costumbre?

Juli se rió por las preguntas― Ahora sería perfecto, hoy los empleados no están aquí hoy, así que tenemos todo la granja para cabalgar. No sé si Enrique querrá que movamos parte del ganado, esa sería la única limitación. Y por supuesto los chicos son bienvenidos. Son muy buenos con el ganado.

― Ya que estás juntando cosas, agarra un par de juguetes, ya sea las bolas chinas o el huevo vibrador que te regalé, y llevaremos las correas de cojeo. Pero no llevaremos las sillas de montar especiales. Las soporto sólo porque los chicos las quieren.

Juli se rió otra vez y dijo― ¿Qué estás haciendo? Bien, puedes explicarlo cuando llegues aquí.

Vicky entró en el dormitorio y cogió un par de bragas de bikini, un huevo vibrador y comprobó que tenía pilas, y sus botas de vaquero. Debe parecer interesante ver a una mujer desnuda con botas de vaquero. Salió afuera y entonces llamó a los perros y se dirigió a la casa de Juli y Enrique.

Al acercarse, Juli estaba sentada en el porche y cuando los perros la vieron corrieron para saludarla. Aunque esperaba que siguiera siendo su favorita, tenían un genuino cariño por Juli. Y ella compartía ese sentimiento por ellos, como era evidente por la forma en que los saludaba y dejaba que la besaran en la boca. También estaba desnuda y Sultán no iba a ser tímido para hacerle saber en qué estaba interesado. Empujó su hocico entre sus piernas y le dio varios lametazos en los muslos. Ella cerró las piernas y le dijo que tendría que esperar un poco. Tenía dos perros para mi propio disfrute inicialmente, pero Juli también se había aficionado al sexo con ellos. Su hermano, Enrique, era tan comprensivo como José.

Al llegar Vicky, Enrique salió de la casa y dijo―Vicky, no hay nada más caliente que una hermosa mujer desnuda con botas de vaquero.

Juli se lamentó― Cuidado, Vicky, este viejo cabrón probablemente se está cansando de este viejo cuerpo mío ―se dio una palmadita en la cadera― y busca halagarte para tener algo de acción más tarde.

Me sonrió y le contesté― Bueno, el tuyo no es un cuerpo viejo. Y, además, sabe que puede tener algo de esa acción si lo desea.

Enrique se acurrucó con Juli, le tomó la mano y le besó la mejilla― Si me empiezo a cansar de esta hermosa mujer, puedes internarme en el acto porque debo haber perdido toda capacidad de razonamiento ―Deslizó su otra mano hasta uno de sus pechos y comienza a amasarlo y llena su cuello con besos.

Juli le dio un codazo suavemente― Vale, ya lo has dejado claro y si sigues así tendremos que volver dentro y hacer esperar a Vicky.

― No me gustaría tenerla esperando porque puede venir con nosotros...

Juli lo empujó delante de ella, bajó las escaleras y subió en su camioneta. Enrique se reía cuando subía al camión y se quedó sentado mirando a dos mujeres desnudas con botas de vaquero caminando hacia el establo. Dentro del granero Juli agarró las correas de la pared cuando pasamos y comentó, casi para sí misma― Ya que estamos tomando las correas de la cojeo ensillaremos dos machos ―Luego se volvió hacia Vicky y preguntó― Supongo que es por eso que necesitamos las correas de cojeo. ¿Decidiste que te gustaba la polla de caballo?

Vicky se ruborizó un poco u balbuceó―Uuummm... bueno, sí. ¿Te importa?

― ¡No! Tu curiosidad es lo mejor que me ha pasado en la vida. ¿Y qué pasa con el huevo vibrador y las bragas?

― Algo que Mica me contó, no tuvo la oportunidad de probarlo pero una amiga le sugirió que probara a montar con pelotas bolas chinas o un huevo vibrador dentro. Y como te abres tanto en el lomo del caballo, las bragas te ayudaran a mantenerlas dentro mientras rebotas. Sonaba menos doloroso que las sillas de montar con consolador. Sólo pensé que podríamos intentarlo.

― No pasa nada por probar algo nuevo. Pongámonos esas cosas y luego los ensillamos.

No pasó mucho tiempo antes de que sacaran los caballos del establo y se subieran a ellos. Intentaron montar completamente desnudas sin botas y funciona pero no es tan fácil como se pretende para usar los estribos. Los tacones de las botas lo hacen más fácil. Vicky llamó a los perros que salieron corriendo con muchos graznidos de las gallinas mientras corrían hacia ellas.

Se habían puesto los huevos vibradores y llevaban bragas. Juli incluso comentó lo extraño que era llevar bragas con Vicky fuera. Ambas se rieron porque las bragas son algo que no le gusta a José. Como él dice, sin bragas significa un mejor acceso para él y para los perros. Pero para esto parecía casi obligatorio. Ambas pusieron los huevos en una vibración media. Querían un buen zumbido para mantenerse estimuladas, pero no tanto que se agotaran o se doblaran por los constantes orgasmos como sucedía cuando eran sus hombres quienes los manipulaban. Se movían con un andar agradable que les hacía rebotar en la silla de montar. Vicky miró a Juli y dijo― Esta es una sensación salvaje. El rebote mantiene al huevo moviéndose continuamente en mi interior y la vibración aumenta esas sensaciones.

Juli dijo― Y yo estaba pensando que las bragas son necesarias con las piernas tan abiertas y que podrían ser utilizadas para cualquier paseo, con cualquier grupo.

Vicky se rió― Hasta que vieran la mancha húmeda en tus jeans.

Juli se dirigió al estanque donde había sombra de árboles y donde que podían refrescarse. Una vez en el estanque, dieron rienda suelta a los caballos que fueron directamente al agua a beber. Los perros los siguieron hasta la orilla para beber un poco de agua. Mientras charlaban se aplicaron protector solar y eso llevó a muchas caricias juguetonas que llevaron a muchas caricias amorosas y que llevaron a abrazarse y a besarse con bastante pasión. Vicky nunca se había considerado para nada bisexual, pero con Juli se sentía tan natural y cómoda como pareja sexual.

Cuando se relajaron sobre el pasto bajo el árbol, Vicky acariciaba distraídamente a Juli mientras reflexionaba sobre una pregunta que se iba de su mente. Se levantó apoyándose en el codo y miró a su mejor amiga que notó algo y preguntó― ¿Qué estás pensando, Vicky?

― Es una tontería, pero... esos comentarios en tu casa con Enrique…

― ¿Nosotros, Enrique y yo? Oh, Vicky, sí. Absolutamente. Instalarme con Enrique fue lo mejor que nos pudo haber pasado a cualquiera de los dos. Oh, claro, lo miro y pienso si fuera más joven como tú, o más firme, o no tan blando, o más y más. Pero eso es vanidad femenina queriendo ser más atractiva, tan deseable como sea posible para tu pareja. Conozco todas mis debilidades y defectos, pero Enrique nunca ha dicho nada de eso. ¡Demonios! Hasta puede que nunca lo haya pensado. Esa es una de las cosas más fascinantes de la relación que tenemos los cuatro. Eres tan hermosa y José es guapo. Y nosotros somos tan... bueno, seré amable conmigo... somos mayores. Pero ninguna de esas diferencias nos importa. Tú vas tras Enrique y José viene tras de mí. Es todo muy natural y compartido. No, Enrique y yo estamos muy bien. Ya viste lo que hizo, fue la reacción natural y real, empezó a magrearme allí delante de ti. Tú y yo pasamos el rato juntas y las dos estamos desnudas. Es tu cuerpo y mi cuerpo. Y se acerca a mí y me toca, y es real. No está parado ahí atrás mirándote. No es estúpido, sabe la diferencia, pero ama todo lo que soy para él. Vicky, soy tan afortunada…

― Sí, lo eres, Juli, las dos lo somos. Ambas tenemos hombres que nos aman profunda e incondicionalmente. En este mundo no se lo habitual que es eso.

Un poco de tiempo después Vicky notó que los caballos pastaban tranquilamente y que los perros habían captado el olor de algo y se lanzaban de un lado a otro tratando de seguirlo. Vicky miró a su amiga que estaba a su lado y le dio un pequeño codazo y señaló a los caballos. Juli puso los ojos en blanco juguetonamente y empezó a levantarse y Vicky la siguió. Juli ató un caballo a un árbol con una correa lo suficientemente larga como para permitirle seguir pastando. Llevó al otro a otro árbol y lo ató a él y cogió la correa de la silla de montar. Ató la correa alrededor de los tobillos de las patas traseras y preguntó― ¿Quién va a ser el primera? Una de nosotras debe sostenerlo de la cabeza y mantenerlo quieto. Esto es diferente al establo.

Se miraron sin querer decirlo primero. Finalmente, Juli dijo―Bien, tú primero, fue tu idea. Yo lo controlaré por ti pero puede que termine ahí abajo contigo.

Vicky sonrió, besó a Juli y comenzó a acariciar al caballo a lo largo de su cabeza, cuello y hombros. Lentamente se movió por el costado y cuando estaba en las caderas, se puso debajo. Lo que sea que ella estaba haciendo estaba teniendo algún efecto en el caballo porque su polla estaba empezando a mostrarse. No mucho, solo con unos quince centímetros fuera. Recordando algo de lo que pasó la última vez que intentaron esto, Vicky se movió hacia adelante, abrió la boca e intentó meterse la cabeza, sosteniendo el extremo con ambas manos. Vicky no se la estaba metiendo del todo, pero el intento estaba teniendo efecto en el caballo. Vicky recordó que la cabeza del pene era moldeable y que podía ser moldeada a pesar de su abultamiento en el extremo. Pero ella no tenía la intención de tener el pene en su boca. Ella lo quería duro. Y mientras jugaba con el pene en la boca, probaba el líquido pre-seminal. Su intención esta vez era lo que había descubierto en el segundo caballo la última vez. Que el líquido que gotea del pene funciona muy bien como lubricante natural para acariciarlo con las manos.

Sostuvo la polla con una mano y frotó la palma de la mano sobre el extremo, cubriéndola con el líquido que goteaba. Luego la otra palma. Vicky estaba ahora acariciando vigorosamente con las dos manos el penen rígido en creciente longitud. Vicky volvió a poner su boca en el extremo y chupó el agujero. Mientras chupaba el extremo del pene notó que Juli se unía a ella debajo del caballo. Vicky la miró por el rabillo de los ojos, sin querer soltar la polla que ahora estaba a tope, al menos hasta donde ella podía ver. Vicky soltó el extremo del pene para que Juli también pudiera ponerse el líquido pre-seminal en sus manos. Luego ambas continuaron chupando el extremo del pene y mientras ambas mantenían sus caricias. Periódicamente, agregaban más líquido en sus manos para ayudar a acariciar el pene. Cuatro manos trabajando a lo largo un par de labios. Trabajaban en tándem con una de las manos cerca de la cabeza y la otra más abajo con caricias más largas y periódicamente se alternaban con la que chupaba el agujero en el extremo. Juli estaba acariciando en la base y lo notó primero― Lo siento, Vicky. Está muy rígido y se mueve, creo que podría correrse pronto.

Y justo entonces la polla se sacudió en sus manos. Con las dos manos sobre él, el pene se sacudió y el caballo se estremeció en reacción a su clímax. Y cuando se corrió... realmente se corrió. Con la oleada de corridas, el recuerdo de Vicky de su experiencia de la última vez vino corriendo a ella. Vicky y Juli cerraron los ojos y trataron de no estremecerse cuando la eyaculación salió. Era como una manguera que les rociaba de líquido lechoso, no como el líquido acuoso pre-seminal, este era blanco pero más consistente, como la crema y seguía saliendo en chorros. La sacudida de la polla de la roció a ambas mujeres en la cara y en la parte superior del pecho. Ambas quedaron cubiertas de semen de caballo. Cuando se detuvo, Vicky miró a su amiga Juli que estaba cubierta de una sustancia cremosa que corría por su cara, por su pecho e incluso goteaba de ella cayendo de sus pezones. Se miró a sí misma sabiendo que estaría exactamente igual. Con la palma de su mano y recogió algo de la leche del pecho de Juli y la lamió de la mano.

Vicky sonrió al probarlo y volvió a la polla que aún estaba siendo sujetada por una de sus manos. Chupó el extremo, se concentró en el agujero del final y chupó cualquier resto de corrida que quedara. Luego trabajó con su boca y su lengua a lo largo de la polla, recogiendo cualquier rastro de semen de ella. Cuando estuvo satisfecha soltó el pene, Juli ya se había arrastrado fuera de debajo del caballo y estaba de pie a la cabeza. Cuando Vicky salió, vio al caballo sacar la lengua hacia el pecho cubierto de semen de Juli. Parecía ser curioso pero no lo suficiente como para lamer más.

Juli movió el caballo bajo otro árbol y lo aseguró allí. Vicky la siguió y cuando Juli se giró, se acercó a Vicky que la tomó en sus brazos. Con sus cuerpos cubiertos de esperma estaban abrazadas con sus bocas ocupadas besándose y chupándose. Vicky echó la cabeza hacia atrás y lamió leche de la mejilla de Juli y la besó de nuevo. Luego se fueron al otro caballo. Con sus labios firmemente plantados en el agujero del extremo de la polla, Vicky chupó y lamió el agujero. Con sus cuerpos cubiertos de semen, se frotó las manos sobre los pechos para cubrirse las manos y luego fue a trabajar en el pene, acariciándolo y en poco tiempo lo sacó completamente de la vaina y con fuerza. Juli la empujó para tener su lugar frente al pene. Vicky se echó hacia atrás y continuó acariciando el pene del caballo, pero le dio a su amiga espacio para que lo chupara y lamiera. Se turnaron para chupar y lamer la cabeza de la polla. Juli notó que esta vez se apretaba y empezaba a tirar y miró a Vicky para ver que había conseguido que la cabeza acampanada del gallo entrara en su boca, que estaba distendida y que sobresalían en sus mejillas. Pero antes de que pudiera advertir a Vicky, el caballo sacudió su polla y la corrida se aceleró. Juli pudo notarlo en sus manos mientras se movía a través del pene hacia la boca de Vicky. Cuando llegó, el chorro de semen golpeó la parte posterior de su boca y trató de bajar por su garganta pero había demasiado y la sorpresa hizo que apretara los músculos de la garganta. Sus mejillas se expandieron hasta que ya no pudieron más y ella lanzó su cabeza hacia atrás con una corrida espesa en la boca mientras tosía. Pero el pene seguía rociando y ahora apuntaba a Juli que estaba mirando a su amiga, no a la polla. Ahora ella también tenía la cara cubierta de semen. Momentos más tarde, todo había terminado, pero Vicky seguía tratando de aclarar su garganta y respirar normalmente. Juli agarró a Vicky y la golpeó en la espalda para liberarla de la sensación de ahogo.

Cuando terminó, Vicky miró a Juli que aún sostenía la verga. Sus ojos estaban casi cubiertos de semen, su pelo estaba pegado a su cabeza y el semen le corría por la cara y la parte superior del cuerpo. Pero, ella tenía una sonrisa absolutamente enorme en su cara. Luego volvió a mover su cabeza hacia la cabeza del pene y comenzó a lamer la punta y a chupar el semen.

Cuando terminó, se arrastró fuera de debajo del caballo y ambas desabrocharon cuidadosamente la correa de la cojeada y lo llevaron al mismo árbol que el otro. Luego ambas se acostaron en el suelo recuperando el aliento. Estaban cubiertas en gran parte de sus cuerpos por esperma de caballo, pero no hicieron ningún intento para limpiarse. Estaban muy cargadas sexualmente por la experiencia y se dieron la vuelta la una frente a la otra. Vicky se puso encima de Juli y se besaron. Se encontraron alternando entre besarse y lamerse la cara cubierta de semen de caballo. Pero mientras se abrazaban y besaban, los perros se acercaron a ellas. Inicialmente, olfatearon el nuevo olor de las mujeres pero pronto comenzaron a lamer semen de cualquier parte de sus cuerpos que pudieran alcanzar. Vicky le sonrió a Juli y se fue rodando y quedó sobre las espaldas, con las piernas abiertas. Duque la siguió y continuó lamiendo la esperma que cubría su cuerpo y que ahora se le presentaba tan completamente. Ahora que Juli también estaba expuesta, Sultán comenzó a lamerle el cuerpo cubierto de esperma, pasando de su cara a sus pechos y a su estómago. Una vez que los perros les limpiaron la mayor parte de la esperma a las mujeres, se abrieron paso hasta las piernas abiertas con los coños exhibidos descaradamente.

Entre el olor a semen de caballo y la excitación de las mujeres, ambos perros ahora mostrabas sus duras pollas. Las mujeres se besaron una vez más antes de ponerse de rodillas. Y ambos perros se subieron sobre las espaldas de las mujeres casi antes de que se pusieran en posición.

Vicky casi se sentía como una especie de puta, mientras que ahora pasaba a follarse a su segunda especie de animal en una rápida sucesión. Pero eso era pensar demasiado en ello. Los caballos fueron una experiencia emocionante, una vez más. Ella todavía no podía imaginar que una de esas pollas pudiera entrar en un coño pero sabía por Internet que algunas mujeres lo hacían. Y, lo más importante, por su propia experiencia, si podía conseguir que la punta de la polla entrara en su boca, probablemente también podría metérsela en el coño. Pero no tenía prisa por intentarlo. Esta era una diversión interesante, no una preocupación para ella.

Los perros eran una diversión en ese momento y ella tenía a su favorito sobre su espalda en este momento. Duque había encontrado rápidamente su agujero al ponerse encima de ella y asegurarse a ella con sus patas delanteras envueltas alrededor de su cintura. En unos pocos golpes dentro de ella, él entró profundo y estaba empujando furiosamente. Ella bajó la cabeza, jadeando por la energía que él estaba poniendo en follarla. Cuando abrió los ojos, vio cómo sus pechos se balanceaban salvajemente debajo de ella por los empujones que recibía. También miró al lado y vio que Juli estaba recibiendo un tratamiento similar de Sultán. El olor del caballo se sumó a la estimulación de los sentidos del perro.

Vicky empujó hacia atrás contra el empujón de Duque. Mientras que el juego con las pollas del caballo era recibir la leche, y el juego con Juli era estimulante y excitante, ella necesitaba su propio placer y la polla en su coño ahora se lo traería. A diferencia de un hombre, ella no podía igualar la naturaleza frenética y salvaje de la monta de un perro, pero ella empujaba hacia atrás para proporcionar resistencia para que él la empujara y le permitiera lograr la penetración los más profunda posible con cada empuje. Ella notó la lubricación dentro de ella, permitiendo que la polla se moviera más fácil y más fuerte. Luego, como sabía que lo haría, notó el nudo en el exterior de su coño, primero chocando y luego empujando cada vez más urgente y exigente.

Vicky oyó un jadeo a su lado y vio que Juli aparentemente estaba lidiando con lo mismo, ya que vio cómo se estremecía y arqueaba la espalda hacia el perro. Vicky arqueó su propia espalda mientras su cuerpo respondía naturalmente al acercamiento más decidido del perro para meter su nudo en ella. Ahora sentía que el nudo estaba siendo empujado de manera constante hacia ella, haciendo que su coño se estirara lentamente alrededor de la bola que era parte de la verga del perro. Notó que los labios de su coño se estiraban cada vez más mientras los forzaba el nudo y su propia reacción fue ayudar a proporcionar presión. Sintió la incomodidad del estiramiento, haciendo que su coño se abriera más de lo que parecía normal, pero no más de lo que se había abierto en innumerables ocasiones con anterioridad. Cada perro que se había cogido a lo largo de los años la anudaba y la hacía suya, al menos por el momento de estar atada a ellos.

Cuando se estiró completamente para permitir que el nudo entrara en su interior, jadeó ante la repentina liberación de tensión y molestias. Ahora, dentro de ella y moviéndose en cortos golpes dentro de su vagina, notó el aumento de la tensión en el perro, en su polla y sus acciones. Y Vicky podía notar su propia tensión creciendo a un nivel increíblemente alto. Alimentado por la estimulación de los caballos y la naturaleza casi tabú de la corrida de los caballos en sus cuerpos, el perro folla y hace nudos, lo que la ha llevado a la inevitable cresta de la excitación y la tensión física. Así que con su cabeza colgando concentrada en los elementos que actúan dentro y fuera de su cuerpo, su respiración es corta y jadeante, siente la tensión de Duque encima de ella, nota que él empuja una última vez dentro de ella y se mantiene rígido y urgente tan profundamente en ella como puede. Y al sentir el primer chorro de la ahora temblorosa polla, ella también se corre en respuesta. Su orgasmo es inmediato e intenso. Grita su repentina liberación de placer por la continua acumulación de estímulos emocionales y físicos, gime en el clímax y nota los continuos chorros de semen del perro dentro de ella. Duque tuvo que haber sido sobre estimulado y el esperma está entrando a chorros en su interior en gran volumen y la duración de su explosión orgásmica la está agotando.

Pero, cuando la eyaculación ha terminado, Duque y ella siguen atados, y su unión es un recordatorio de lo que cada uno, de ellos experimentó y disfrutó junto con el otro. Vicky mira a Juli que ha tenido una reacción similar y se ha caído al suelo, su pecho y su cabeza están en el suelo con su culo levantado al aire y unida a Sultán por el nudo. Juli abre los ojos y ve a Vicky mirándola y sonríe débilmente. Vicky siente una necesidad desesperada de estar con Juli en este momento después de todo lo que acaban de experimentar y compartir, así que se mueve torpemente hacia Juli, haciendo que Duque se mueva con ella, todavía sujetos cuerpo a cuerpo. Pero lo logra y pone una mano en la mejilla de Juli, lo que hace que se levante y las dos comparten besos. Vicky no se detiene con eso y pasa una mano debajo de Juli y toma uno de sus pechos mientras continúa con los besos. Pasan todo el tiempo atadas la una con la otra.

Cuando los nudos se encogen lo suficiente, Vicky cae al suelo de espaldas y tira de Juli encima de ella. Los perros se dirigen a otro árbol para limpiarse y descansar a la sombra pero lejos de los caballos. Pasa algún tiempo antes de que Vicky y Juli se muevan. Y cuando lo hacen se dan cuenta de lo sucias que están. Ahora no sólo han sido cubiertas por semen de caballo que fue parcialmente retirado por las lenguas de los perros, sino que también tienen semen de perros que gotea de sus coños. Pero ambas hacen un esfuerzo y se ponen en píe, empacan todo lo que han traído y añaden sus bragas y los huevos vibradores. Ninguna de los dos tiene interés en esa estimulación en regreso al establo. Cada una de ellos tiene una botella de agua y proporcionan un poco a los perros. Juli revisa los caballos y ambos tienen sus penes en sus vainas. Vicky llama a los perros y se suben a los caballos para el viaje de regreso.

Cuando están a punto de cruzar un viejo camino se convirtió en un callejón sin salida cuando el viejo puente fue arrastrado, ven a Enrique bajando por el camino hacia ellas. Esperan a un lado a Enrique que se acerca lentamente para que los caballos no se asusten. Enrique tiene la ventana bajada y una sonrisa en su cara― Qué maravillosa vista, mis dos bellezas desnudas a caballo, sólo me pregunto qué habrán estado haciendo hoy.

Vicky y Juli cruzan miradas entre ellas y Juli responde― Bueno, hermano, si tienes media hora libre ahora mismo para unirte a nosotras en la ducha para que podamos quitarnos la corrida de caballo y perro, te lo contaremos todo.

Magister

 

 

Cambio de vida

Estos son los relatos donde Magister narra cómo fue el proceso por el que una joven y hermosa mujer, junto con su marido, hizo un cambio radical en su estilo de vida.

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