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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Una noche para recordar
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Allí estaba yo sentada, aburrida y cachonda, cuando me hicieron una pregunta a la que no estaba segura de querer responder honestamente. En una relación comprometida a largo plazo una pensaría que puede ser abierta y honesta. Me pregunté, sin embargo, si se correspondería con lo que él pensaba de mí.

La pregunta fue― ¿Tienes alguna fantasía y te gustaría que se hiciera realidad? ―Inmediatamente quise decir que sí, pero me detuve. Entonces pregunté― ¿Qué te hizo preguntarme eso?

A lo que mi amante respondió― Llevamos mucho tiempo juntos y pensé que nunca habías compartido ninguna fantasía conmigo, así que me decidí a preguntar.

Respiré hondo y me lancé. Realmente no me considero bisexual, pero tengo una imagen muy vívida en mi mente de lo que estoy dispuesta a hacer o que me hagan. Lo comparto con mi amante y enseguida parece tan excitado como yo por la idea.

Ese fin de semana, y mi amante y yo decidimos ir a un local para relajarnos, tomar unas copas y ver si alguna mujer nos llama la atención. Llevo un vestido negro corto con hombros al descubierto que se ajusta a todas mis curvas. En la pista de baile me muevo de forma ligeramente seductora para atraer la atención. No pasa mucho tiempo antes de que atraiga la mirada de una hermosa mujer con el pelo más negro y los ojos más azules que he visto. Miro y mi amante me observa mientras ella se dirige hacia mí.

― ¿Sabes lo impresionante que resulta ese vestido en ti? ―Fue la frase lo que eligió para romper el hielo.

Le respondí diciendo ― ¿Cuántas veces has dicho eso esta noche?

― Sólo una vez, porque es la única vez que es verdad.

Le pregunté si se ha dado cuenta de que un hombre nos está mirando.

― Si, sé que estáis juntos pero también que te ha dejado salir a bailar sola.

― Ven que te invito a una copa y te presento a Marco ―le dije. Tomo su mano y nos dirigimos a la mesa.

Resultó ser un poco más tímida de lo que había previsto e intenté relajarme tomando un sorbo de mi bebida. Los tres comenzamos a charlar y poco a poco empezamos a conocernos. Después de una hora, más o menos, las bebidas me tienen un poco más relajada e incluso me hacen reír. Miré a Marco y me di cuenta de que está muy excitado con la perspectiva de lo que esperamos que ocurra. Al darse cuenta de que todos parecemos estar disfrutando de la mutua compañía, Marco compartió mi fantasía con Nina.

Tengo que admitir que la idea de que Nina acabara tan excitada como nosotros fue un poco sorprendente para mí. Luego nos dirigimos a un hotel para hacer nuestra fiesta más íntima. Empecé a ponerme nerviosa ya que será la primera vez que tendría contacto sexual con una mujer. Al notar mi timidez, Nina se apartó y dejó que Marco tomara el control. Él me susurró al oído― No puedo esperar a verte disfrutar del placer que te espera.

Sabía que tenía mi cuerpo dispuesto y me llevó apasionadamente a un punto en el que sucumbí a mis deseos. Nina lo vio y se unió a la acción. Marco puso mis piernas alrededor de su cuello y trató de saborear mis jugos, que ya fluían. Estaba muy excitada y Nina utilizó su lengua para acariciarme los pezones erectos y duros. Los abracé a los dos.

Le pedí a Marco que me follara con su polla ahora erecta pero dice que quiere que Nina pruebe primero mi coño mojado. Admito que hay algo increíblemente diferente en el tacto de una mujer. Nina se tomó su tiempo para explorar mi cuerpo antes de permitir que sus labios increíblemente suaves se humedecieran con mi zumo del deseo. Antes de que pudiera recuperarme, noté que la gruesa polla Marco entraba dentro de mí y me levanté para responder a sus movimientos.

Nina comenzó a besarme los pechos y a frotarme el hinchado clítoris. Comencé a no saber cómo manejar la intensidad de la situación. Deseaba tanto aquello que me permito entrar en un estado que nunca antes había sentido. Nina cogió su dedo húmedo y me tocó los labios y me dice que debería probar lo dulce que soy. Me perdí en el momento y lo disfruté tanto que me froté el clítoris para saborearme mejor. Agarré a Nina y atraje su boca hacia la mía y nos besamos compartiendo el néctar. Mientras tanto, Marco disfrutaba viendo cómo se cumplía parte de mi fantasía y siguió llenándome el coño con su polla. También, con su dedo juega en mi culo y casi no puedo soportarlo.

Nina buscó en su bolso y sacó su consolador para satisfacerse mientras Marco me metía los dedos en el culo. El primero de sus dedos entró fácilmente y pronto comencé a pedirle el segundo. Me estiré para jugar con el clítoris de Nina mientras ella se masturbaba con su consolador. Marco me apartó de Nina y me sacó de la cama. Se sentó en la cama y me movió el cuerpo para que quedara en posición de vaquera invertida. Bajó mi culo sobre su polla y me estremecí cuando me penetró. Seguí cabalgándolo y Nina se levantó. Mis pies estaban sobre los muslos de Marco mientras me follaba el culo. La sensación de su polla en mi culo me hizo gemir de placer y entonces Nina se puso delante de nosotros. En la posición en la que estoy, mi coño parecía estar en un escaparate, así de expuesta estaba.

Yo ya no era tan tímida y le pedí a Nina que me metiera la lengua en el coño mientras Marco me follaba por el culo. Inmediatamente lo hizo y llenó mi coño con su boca. Su lengua comenzó a entrar y salir y de vez en cuando me besaba el clítoris. Cabalgué con la polla de Marco en mi culo como nunca antes lo había hecho. Entonces me preguntó si me arrepentía de haber compartido mi fantasía con él y, por los sonidos de placer que salen de mi garganta, no necesité responder. Él ya lo sabía.

Me metí la cara de Nina en el coño mientras subía y bajaba mi culo por la polla de Marco. Les dije a los dos― ¡Me estoy corriendo! ―Y gemí como nunca he gemido durante el sexo. Me derrumbé en un espasmo orgásmico. Nina apartó la cara y después de que Marco sacara la polla de mi culo, me lamió el agujero ligeramente abierto para limpiarlo de semen. Me pilló tan desprevenida y estaba tan excitada que me corrí por segunda vez.

No sé si esta noche se repetirá alguna vez. Lo que sí puedo decir es que la noche en que pude hacer realidad mi fantasía será algo que nunca olvidaré.

Nanu

Otro relato ...




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