Relatos prohibidos
Vicky y Juli se habían convertido en amigas íntimas rápidamente. Vicky se sentía más cercana a Juli de lo que cree que nunca sintió por otra mujer en su vida. Le encanta el tiempo que pasa con su madura amiga. Incluso cuando comparten el sexo, tendían a tener un sexo más tranquilo y menos frenético. Y Juli también disfrutaba de la compañía de Duque y Sultán.
Después de ayudar a Vicky ese último día de entrenamiento para Sultán, Juli realmente disfrutó de la diferencia de follar con los perros en comparación con cualquier otra follada que tuviera hasta ese momento. No es que no disfrutara mucho de Enrique y José. Los perros eran diferentes y ella comprendió por qué Vicky lo disfrutaba tanto. Pero le interesaba tener los suyos propios. Todo lo que tenía que hacer era caminar desnuda hacia la casa de Vicky y José y los perros se le echaban encima.
Pero Juli pensaba que Vicky había sido generosa sin dar la impresión de que podría esperar algo de reciprocidad a cambio. Pero Juli quería darle a Vicky una experiencia que sería nueva también para ella. Quería introducir a Vicky en el sexo con cerdos. No es que Juli lo hubiera hecho frecuentemente, pero tenía suficiente experiencia para saber las sensaciones únicas que sus divertidas pollas en forma de sacacorchos podían proporcionar. Pensó que podría tener que hacerlo con Vicky, así que se desnudó en casa y caminó el kilómetro del camino que José y Enrique hicieron para ellas entre sus casas. Al acercarse a la casa de su amiga, los perros fueron los primeros en verla y fueron corriendo. Preguntándose qué les excitaba, Vicky fue a ver que les pasaba y vio a Juli venir desnuda. Los perros le olfateaban el coño y el trasero pero Juli siguió caminando para al menos llegar a la casa.
Vicky, por supuesto, también estaba desnuda y las dos se abrazaron y compartieron besos mientras los perros olían y lamían sus traseros― ¿Debería tratar de ahuyentarlos, sabiendo que sólo nos acosarán hasta que se salgan con la suya, o deberíamos atenderlos ahora y tener un poco de paz por unos minutos después?
― Vicky, vine aquí desnuda. ¿Eso no te habla de mis intenciones? Ocupémonos de ellos. Los pobres chicos parecen desesperados.
Las dos se acostaron en el suelo y pusieron los pies a los lados para que sus piernas estuvieran abiertas y su coño accesible. Los perros fueron uno a cada coño y comenzaron a lamerlos. Empezaron con largos y profundos lametazos, presionando en los labios y golpeando los clítoris en la parte superior. Ambas mujeres temblaron durante minutos. Y ambas goteaban lo que le daba a los perros más razones para seguir lamiendo.
Vicky miró a Juli y cuando tuvo su atención, asintió con la cabeza y ambas se levantaron y caminaron hacia la hierba, se arrodillaron y palmearon sus traseros. Los perros estaban sobre sus espaldas en un instante. Fue entonces cuando Vicky se dio cuenta de que se habían cambiado. La pregunta que pasó por su mente es si lo hicieron a propósito o por accidente. Pero cuando notó que la polla en su coño empezaba a crecer y moverse más rápido, ya no le importó esa pregunta. La única cosa en la que se centró ahora fue en la polla de Sultán, cada vez más larga y gruesa, en su vagina. Entonces notó que el nudo golpeaba la parte exterior de su coño. Lo dejó hacer unas cuantas veces golpeando la parte exterior antes de empezar a mover el culo y empujar contra el nudo. Podía sentir sus labios extenderse, estirándose para aceptar el resto de esta polla que tanto disfrutaba. Finalmente, el nudo se deslizó y ella jadeó casi como si el aire hubiera sido expulsado fuera de ella. Recuperó el aliento y miró a su amiga. Juli se había hecho más experta con los perros, pero a Vicky todavía le prestaba algo de atención para estar segura. Juli estaba en el mismo estado, con un buen nudo dentro de su vagina. Juli vio a Vicky mirándola y le dedicó una débil sonrisa y le lanzó un beso. Ambas mujeres sentían ahora que de los penes salían a chorros que se metían profundamente en sus coños mojados. Y ambas mujeres llegaron casi al mismo tiempo. Jadeando podían sentir el nudo atado a sus coños pegados a sus perros. Los perros estaban bien acostumbrados a esto y suavemente se volvieron contra sus hembras, así que estaban culo con culo y periódicamente tentaban el nudo. Vicky adoraba esta parte porque la podía inducir múltiples orgasmos al balancearse sobre el nudo. Le parecía extraño que el nudo parecía chocar con su punto G con regularidad.
Cuando los nudos finalmente cedieron lo suficiente, los perros se separaron de sus hembras humanas. Ambas mujeres se volvieron hacia sus parejas y chuparon, lamieron y limpiaron las pollas que les habían dado tanto placer. Vicky le ha enseñado a Juli esta parte del juego de apareamiento. Los perros eran muy pacientes y esperaban ansiosos por esta parte del ritual de apareamiento.
Con el semen de perro corriendo de su coño y bajando por sus muslos, Vicky entró a buscar un refresco. Juli todavía tenía la mirada vidriosa cuando regresó. Colocó el lado del vaso helado contra el pezón izquierdo de Juli y eso la hizo reaccionar un poco y le sonrió.
Disfrutaron del sol y se relajaron. Juli nunca antes había estado muy interesada en su bronceado, pero pasó suficiente tiempo desnuda afuera desde que conoció a Vicky y José que obtuvo un bonito bronceado completo. A ella le gustaban las líneas de no bronceado y esto era un constante recordatorio de su nuevo modo de vida.
― Vicky, has sido tan alentadora y paciente al llevarme a nuevas experiencias sexuales y abrir mi mente para aceptar nuevas situaciones y actividades que nunca antes me habría permitido. Estoy extremadamente agradecida y sabes que Enrique también lo está. Quiero ser la que te ofrezca algo nuevo. Si lo recuerdas, Enrique dejó escapar que he probado con cerdos en algunas ocasiones. Es realmente diferente y excitante. Debido a su tamaño no lo haces solo o demasiado, pero me gustaría llevarte a mi antigua granja y experimentar uno de los cerdos contigo. ¿Estás de acuerdo?
―Juli, esto es toda una sorpresa, pero, sí, si quieres hacerlo, sí. Has estado tan abierta a probar cosas con nosotros que yo probaré eso.
Juli lo preparó todo para ir allí en un par de días. Obviamente no querían estar allí cuando estuvieran los trabajadores que sólo iban dos días a la semana.
Vicky oyó la camioneta en la entrada y salió por la puerta principal. Se acercó a la camioneta y se sorprendió al ver a Juli desnuda sentada al volante― Estaba tan excitada que pensé en añadir un poco de exhibicionismo. Así que quítate la ropa y tírala aquí encima de la mía―Dijo señalando un montón de ropa junto a ella. Vicky se desnudó, les dijo a los perros que se quedaran en el patio y se subió al camión. Fueron hasta la carretera y luego se desviaron hacia la granja. El viento en sus cuerpos y los coches que las cruzaban les proporcionaban un poco de excitación extra.
En la granja, Juli se detuvo justo en el granero. Dijo que el cerdo estaría en el corral― ¿Quieres limpiarlo y usar el granero o realmente experimentar haciéndolo en el corral?
― ¡Oh, Dios! Todo esto ya suena muy desagradable. Hagámoslo en el corral.
― Bien, saquemos a los demás y pongámoslos en el siguiente corral.
Cruzaron la puerta del granero y Juli dijo―Vicky, ve a la otra puerta y ábrela para que salgan los demás. Si éste intenta seguirlos, sólo tienes que interponerte en su camino. Eso será suficiente para que cambie de dirección.
Una vez hecho eso, estudiaron la situación. Vicky ya se había resbalado una vez en una zona fangosa tratando de sacar a los otros cerdos. Tenía barro a lo largo de su pierna izquierda. Esto le resultaba cada vez más desagradable y ella no había hecho nada con el animal, todavía.
Juli comenzó haciéndole una introducción al sexo con los cerdos― Bien, hay algunas cosas que hay que saber sobre esto. Tal vez debería haber hablado de ello contigo antes, pero podrías estar más dispuesta a seguir adelante ahora que estás aquí y embarrada. Un cerdo definitivamente no es un amante amable. Aunque sostiene la mayor parte de su peso sobre sus patas traseras, puede que tengas que llevar parte de su peso sobre tu espalda durante el montaje y el apareamiento. Puedes pensar que su polla está atada a una licuadora con la rapidez con la que entra y sale de ti. Tratará de entrar en el cuello de tu útero, es lo que hacen con esa larga y delgada polla. Es muy impreciso y hay mucho que hurgar. Tan pronto como siente el calor de tu coño, no pierde el tiempo... lo mete todo dentro. El tamaño de su polla también es bueno para el ano, pero métetelo en el coño, al menos esta vez. Habrá una penetración profunda y el efecto de giro produce una sensación muy extraña, pero muy erótica. La punta es muy delgada y está hecha para deslizarse por el cuello del útero. Una vez que lo encuentre y sea capaz de penetrar, la punta se fijará por sí misma y reducirá la velocidad. Entonces comenzará a correrse y mucho. Inicialmente, es claro y delgado, pero un semen más grueso y lechoso llegará a continuación y saldrá un montón. Luego saldrá una sustancia espesa y gelatinosa. Todo eso sucederá dentro de tu útero si logra llegar allí. Te sentirás llena, pero no incómoda. La espesa esperma puede permanecer dentro de ti hasta un par de días. Así que prepárate para que se filtre lentamente más tarde sin previo aviso. No harás nada especial este fin de semana, ¿verdad? Probablemente debería haber hablado de esto antes. ¿Todavía estás por hacerlo?
― Tienes razón, si no estuviera aquí contigo y parcialmente cubiertas de barro, probablemente me habría echado atrás. Esto es desagradable, pero pruébame.
Juli alargó la mano y la puso en el coño de su amiga y pasó un dedo por los labios y por dentro y casi gritó― ¡Señor, Vicky, estás absolutamente empapada! ¿Esto es cosa sólo de la explicación? Oh, chica, tu sólo espera.
Juli tomó la mano de Vicky y la llevó a un zona seca y tomó una manta para ponerla en el suelo pero Vicky le dijo― No te molestes con la manta. Mírame, es mejor que me ponga sobre el suelo y me ensucie.
Vicky miró como su madura amiga maniobraba el cerdo hacia ella. Se puso de rodillas y se bajó hasta que su pecho también tocaba en el suelo. Esto parecía que ayudaría a aliviar algo de la tensión en la parte baja de su espalda una vez que el cerdo la montara. Juli le preguntó si estaba lista y ayudó al cerdo a subirse a la espalda de Vicky y moverlo hacia adelante sobre ella. Entonces Vicky sintió un extraño movimiento en su trasero y se dio cuenta de que Juli no exageraba en su descripción del pene del cerdo. Fue un empuje salvaje y extremadamente impreciso. Juli la asistió y se las arregló para meter la punta del pene del cerdo en el coño de Vicky. Una vez dentro empujó violentamente y penetró profundamente. Y, de nuevo, Juli tenía razón, esto era raro, la larga y delgada polla realmente giraba.
― ¡Oh, Juli, eso es salvaje! Se siente como si hubieras puesto un batidor de huevos dentro de mí. Esa cosa está dando vueltas, golpeando los lados de mi coño. Esto es tan salvaje. Ooohhh, Juuullliii!!!! ¡Está golpeando mi cérvix!
Eso continuó durante un tiempo y Vicky alcanzó rápidamente su primer orgasmo, aunque leve. Luego lo sintió― Juli, Juli, Juli. ¡Oh, Dios mío! ¡Heee está entrando dentro de mi útero! Ooohh diiiooossss miiiooo. ¡Oh, está dentro de mí! Juli, esto es tan extraño y desagradable. Mi pecho está sobre la tierra, todo un lado de mí está cubierto de barro, y tengo un cerdo en mi coño. ¡No, en mi vientre! Ooohh. Juli, me estoy corriendo. ¡Sí! Ooohh diiiooossss miiiooo ¡Sí!
Juli la miraba, acariciándole la cadera y el muslo de su amiga y diciéndole lo maravillosamente bien que lo estaba haciendo y que después de la corrida inicial, la gelatina llegaría y que esperara por la sensación de plenitud ya que estaba dentro de su vientre.
― ¡Sí, lo siento! Siento… noto la diferencia. Sí, sé lo que quieres decir sobre la plenitud ¡Vaya!
Cuando el cerdo se salió del cuello de su útero, se notó muy rara. Cuando el animal sacó el pene completamente de ella y se bajó, Vicky se desplomó sobre la frente en la suciedad del corral. Se quedó ahí tirada goteando algo del esperma que el cerdo había dejado dentro de ella. Luego se dio la vuelta sobre su espalda, miró a su amiga y sonrió― Esto fue salvaje, no sé si quiero hacerlo, otra vez pero fue salvaje. ¿Vas a hacerlo tú también?
― No, creo que debería llevarte a casa para que puedas descansar. Pero, no puedes entrar en mi camión así. Necesitamos limpiarte un poco.
― Abre la casa y me daré una ducha rápida.
― ¿Estás bromeando? No entrarás en mi casa así, usaremos la manguera.
― ¿Usar la manguera como si fuera un animal?
― No fui yo quien se cogió a un cerdo, señorita.
― Sí, ahora dices eso. Bien, terminemos con esto para que podamos llegar a casa y tomar algo de beber.
Vicky se paró en el medio del corral mientras Julio la rociaba, luego roció los pies de Vicky cuando esta llegó al césped. Juli le lanzó una toalla y luego volvieron a la camioneta, aún desnudas, y regresaron a casa de Vicky.
Una hora después Enrique apareció buscando a Juli que había dejado su teléfono en la camioneta. Miró a las dos mujeres desnudas y supo que habían estado haciendo algo esa tarde. Vicky sólo le dijo― Te lo explicaremos cuando mi marido llegue a casa en unos minutos ―Y como era de esperar, en unos minutos, José apareció en su auto.
― ¿Qué tal si tomamos unas cervezas y nos sentamos? Si lo he entendido, las chicas tienen algo que compartir con nosotros sobre su tarde ―dijo Enrique.
José regresó con cervezas y notó la atención que el coño de Vicky recibía de Sultán con Duque sentado cerca como si esperara un turno― ¿Entonces, cómo fue tu día, querida? Sultán parece decidido a sacarte algo...
Y las dos les relataron los eventos en la granja. José estaba atónito― ¿Así que eso es en lo que los perros están tan empeñados? ¿Un cerdo? ¿Fue tan desagradable como suena como debería ser?
― Sí, lo fue pero en realidad no es tan desagradable. Aunque no puedes sacarte de la cabeza que es un cerdo. Pero yo misma hice bien el papel, me resbalé en el corral cuando estábamos moviendo los otros cerdos al otro corral y tenía barro en un lado. Mientras me follaba, mi pecho y mis brazos estaban en el suelo. Parecía la mejor manera de quitarme peso de la espalda. Entonces el lado de mi cara estaba en el barro. Cuando él terminó, yo también y me desplomé en el suelo.
Juli intervino para decir― ¡Ella era un desastre! Tuve que limpiarla con la manguera antes de dejarla entrar en mi camioneta. Ciertamente puso todo de su parte para follarse al cerdo.
― Muy graciosa, fue idea tuya.
― Vale, creo que Duque y Sultán pueden obtener su ración de tu coño. Esperaré unos días antes de comerte. Deja que esa cosa drene completamente ―dijo José.
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