La Página de Bedri
Relatos prohibidos Avería en la oficina
ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser
considerados no apropiados para personas menores de la edad legal. Por eso se hace esta advertencia. El contenido de los mismos es evidentemente "para
adultos" y de contenido explícitamente sexual por lo que, hecha esta
advertencia, si finalmente decides continuar, lo haces bajo tu única y
exclusiva responsabilidad. No se obliga a entrar, es más, se recomienda que
aquellas personas que puedan sentirse molestas, o incluso ofendidas, con el
contenido de lo que aquí aparece, que se abstengan de hacerlo.
Me considero una mujer conservadora, pero como todo el mundo tengo un lado salvaje aunque no lo admita. Un día en el trabajo, tuve que llamar a un técnico de mantenimiento para que arreglara una pieza de un equipo; no sabía quién me iba a dar el servicio. Ese técnico ya había venido antes pero nunca le presté atención. Era un hombre alto, de complexión media, hermoso, con labios del tamaño adecuado. Ya sabes, de los que se pueden mordisquear. Bueno, me estaba enseñando cómo evitar que el problema volviera a ocurrir, y su mano me rozó el pecho. Bueno, eso provocó un hormigueo instantáneo entre mis piernas; yo llevaba una blusa muy escotada y con un sostén escotado, así que se podía ver cómo mis pezones se volvieron erectos. Bueno, él también se dio cuenta de eso, y "accidentalmente" volvió a rozarme la mano. Lo miré, sonreí y cerré la puerta de la sala. Le dije que si quería empezar algo, yo iba a terminarlo. Sonrió y me dijo que lo hiciera. En ese momento tenía una erección importante y estaba esforzándose por quitarse los pantalones. Me acerqué a él, le bajé la cremallera para soltar el enorme miembro que intentaba salir; era tan largo que tuve que dar un paso atrás. Yo ya estaba muy mojada, anticipándome a lo que vendría después. Comencé a acariciar a aquella monstruosidad de polla, mientras él desabrochaba mi blusa para poder llegar a mi pecho. Desenganchó mi sostén y se inclinó para tomar mis pechos en su boca. Pasó de uno a otro, mordiendo sólo un poco. Tuve un orgasmo instantáneo, con más que jugos goteando en mi coño. Me preguntó si quería y cuando respondí— déjame mostrarte —Tenía puesta una falda, así que me di la vuelta y me incliné sobre el mostrador. Me tiró de las bragas hacia un lado y entró en mí; no podía creer lo apretada y mojada que estaba. Su pene se sentía muy bien entrando y saliendo de mí que no podía contenerme. Él también estaba listo para acabar y le dije que disparara en mi espalda y lo hizo con un suspiro muy fuerte. Justo cuando estábamos arreglando nuestra ropa, la puerta se abrió. No se hicieron preguntas, simplemente se retiraron de la puerta. El técnico me agradeció la llamada y yo le agradecí el servicio Otro relato ... Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidosY si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí. |
|