Relatos prohibidos
El sábado por la tarde, estando en mi casa con Claudio; recibimos la visita de nuestra amiga Belu.
Tan sensual ella, llegó con muchas latas de cerveza, vestida con esa ropa minúscula que le sienta tan bien y resalta las curvas de sus caderas, culo y pechos. Su cabello ondulado castaño claro y una carita redondeada con labios carnosos. Dijo que deseaba escuchar música con nosotros y compartir las cervezas traídas
Claudio festejó la propuesta y preguntó por Viki. Ella no respondió, probablemente estarían distanciadas.
La charla de hizo fluida y derivó hacia el sexo. El tema de diálogo era el sexo de a tres. Nos reímos mucho de nuestras ocurrencias, mientras continuábamos bebiendo y alternando con algunos bocaditos agridulces que teníamos en casa.
― ¿Cómo sería hacerlo entre tres? Preguntó ella riéndose.
Claudio le respondió― Entre nosotros tres, sería que dos complazcan al tercero.
A mí me pareció una muy buena respuesta.
Belu, acotó rápido― Si ustedes dos me complacen, sería doble penetración pero no tengo ganas ―Los tres nos reímos.
― Hay otras alternativas ―dijo Claudio.
Transcurridos varios minutos, estábamos tocándonos y quitándonos la ropa. Belu paso al baño y luego nosotros dos. Claudio aprovechó a decirme como atenderemos a Belu.
Él se tendió sobre nuestra cama de amor mirando al techo. Con su verga oscura, gruesa y semi rígida sostenida por una de sus manos. Llamó a Belu para que montase sobre él, mirándolo.
Con su mano libre la atrajo para que las tetas quedaran al alcance de su boca. Con la otra acomodó la cabeza de su pene entre los labios de la vagina totalmente depilada blanca y carnosa.
Belu suspiró y no paró de hacerlo porque Claudio comenzaba a hundirse en ella. Su culo blanco, redondo y suave comenzaba a subir y bajar, dándome la visión de su ano fruncido, casi pegado a la verga de él que le llenaba la vagina
Poniéndome de rodillas en el piso, por detrás de Belu, acerque mi cara y con mi lengua pincele el culito de ella y parte del pene de mi amigo cuándo salía y volvía a entrar. Así, comenzaron a gemir ambos.
Con mis manos apreté las nalgas de mi amiga, las separé y hundí mi cara, sumando mi saliva al jugó que brotaba de su vagina y al semen que Claudio nos regalaba.
Se dejó caer a un lado y dijo― ¡Fue divino!
Acostados, formando un triángulo con nuestras piernas entrelazadas, descansamos y repusimos fuerzas. Claudio, acercándose a Belu dijo algo a su oído. Luego ella le habló sobre mí.
― ¿Qué harían ella y Claudio para enfiestarme? ―me pregunte sin decir nada.
Mi amigo se sentó en una silla con su falo nuevamente dispuesto a embestir. Me pidió me sentará sobre él, previamente a aplicarme gel lubricante en mi trasero.
Con mis piernas apoyadas sobre las suyas y mis manos en sus caderas, regule la penetración para que no me destrozara.
Cuando llegó a meter sus dieciocho centímetros en mí, comenzó a moverme lateralmente. Estaba a su merced, sin poder hacer nada Disfrutando al máximo el masaje de próstata que me brindaba con su duro pene.
Belu se arrodilló delante nuestro y llevo mi pene semi erecto a su boca carnosa y caliente. Con una mano sostuve su cabeza para no salir de ella.
Las embestidas de Claudio eran cada vez más profundas y me separaba las nalgas para llegar al tope. Un gruñido indicó que me estaba llenando y me derramé en la boca de Belu.
Agotado quedé de costado, con sensación de hormigueo en el culito que dejaba salir el semen de Claudio, mientras volvía a contraerse Ella se limpió en el baño para quitar lo mío de su boca. Claudio estaba cansado por el esfuerzo y aun Belu y yo queríamos darle placer.
Cuando se repuso, fue al baño a higienizarse. También fui y aplique agua fría en mi trasero para que volviera a su estado natural más rápidamente.
Transcurrida una hora, Belu tomó la verga flácida de Clau y comenzó a darle besitos. Cuando la cabeza estuvo un poco tersa, la ingreso a su boca. Y la sacaba con los labios apretados. La cabeza con forma de sombrerito producía un leve sonido al salir. Luego abría la boca y la tragaba nuevamente. Claudio comenzó a gozar el sexo oral dado por Belu. Se retorcía y luego se puso de costado. Belu aferrándose a su cintura era cada vez más vehemente en tragarla toda.
Yo estaba acostado por detrás de Claudio, con mi cara a la altura de su culo, separé sus nalgas y pincele con mi lengua su hoyuelo oscuro y poblado.
En principio, mi amigo pareció sorprendido pero luego lo oí suspirar y jadear cuando frunció el esfínter para descargarse en la garganta de Belu. Luego, ella fue al baño a quitarse la pegajosidad de su boca y regreso, diciendo― Queridos amigos, estamos aptos para hacer tríos de sexo. ¡Tenemos experiencia!
Antes de dormirse acurrucada a la derecha de Claudio que miraba tele yo rozaba su cuerpo con mi cola sintiendo la piel cubierta de vellos que tanto me gusta.
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Belu y Viki
Viki y Belu son dos amigas íntimas que comparten vivienda, secretos y cama. Posiblemente saben que Claudio y Rober son novios y acuerdan pasar cuatro días feriados en un apartamento en Mar del Plata. La intención era disfrutar de la playa y de todo cuanto les divirtiera y del sexo como se fuera dando.