La Página de Bedri
Relatos prohibidos Masajes con Belu
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El sábado a la tarde fui a casa de mi amiga a compartir charla, café y masajes. Ella tiene muy buena mano para masajear suavemente. Y le encanta que también masajee su cuerpo completo. Ambos completamente desnudos. Con ella tendida sobre la camilla de masajes, comencé aplicando aceite aromatizado con flores, sobre su hermosa pequeña espalda, su cintura descansaba en la naciente de sus nalgas elevadas, redondas, blancas levemente separadas. Quedando ante mis ojos un culo divino. Con forma de fruta, carnoso, firme y suave al tacto. Sin ningún vestigio de pelitos. Siempre sentí, admiración y sana envidia por el trasero de mi amiga. Ya que por mi condición de gay pasivo puedo disfrutar únicamente la penetración anal. Mis manos se deleitaban recorriendo cada palmo de su piel. Cuando ella callo, le pregunté― ¿Te has visto nuevamente con Santiago? Y nuestra charla continuó recordando cuando la acompañé a casa de Santiago. Eso me llevo a contarle lo acontecido con aquel chico llamado Damián. Ella lo recordó, el loco deseo que tenía Santiago de penetrarla por atrás― Aquella noche, Santiago me aprisionó entre sus brazos fuertes y peludos. Me comió con fuerzas los pezones hasta hacerlos crecer mucho y dolerme. Y teniéndome debajo de su cuerpo invadió mi vagina con su verga y me la llenó de semen. ― Mientras sus manos estrujaban mis nalgas y los dedos mojados, por los jugos de la vulva, abrían mi ano. Luego Santiago, quiso entrar por la pequeña puerta, pero su herramienta no tenía la rigidez necesaria para hacerlo. Entonces, con usando su boca beso, me lamió y chupó vagina y ano mucho tiempo hasta hacerme llegar al orgasmo tres veces más. ― Luego se durmió hasta el amanecer y no volvió a intentarlo.... ―hizo una pausa Mis manos se deleitaban recorriendo cada palmo de su tersa piel, desprovista por completo de vellos. Cuando ella nuevamente se calló le pregunté― ¿Has visto nuevamente a Santiago? ― Si ―Respondió riéndose y agregó― Me invitó a cenar en un fino lugar de parque Leloir. Y luego fuimos a " dormir " a su casa... Esta vez tenía más urgencia por meterla en mi culo. No quería gastar energía en un polvo vaginal Cuando llegamos a su casa se aferró a mis tetas y por poco me arranca la blusa. ― Estaba muy caliente y con la verga crecida y dura. ― Le permití que me quitara la ropa a su manera. Cuando me tuvo desnuda, su mano izquierda busco mi ano, al tiempo que desabrochaba el cinturón y dejaba caer su pantalón. ― Intenté chuparle la verga, corta pero muy gruesa pero apenas la contenía en mi boca. Después, me hizo poner de pie y me arrojó sobre la cama. Luego introdujo su cara entre mis piernas. Su lengua jugó mucho tiempo con mi vagina llenándola de jugos y mi ano se volvió dócil y sin resistencia a sus inquietos dedos que no paraban de abrirme. ― Muchos movimientos, cambios de posiciones, palabras obscenas, palmadas en los gluteos que me hacían emitir suspiros quejosos por el dolor. ― Y sin darme cuenta como ya tenía la cabeza de su herramienta empujando con fuerza en mi ano. Llevó una mano a mi vulva y me acariciaba el clítoris al tiempo que el glande se perdía en mi interior. ― Y comenzó a bombear con fuerza. Sus pelotas golpeaban mi vulva hinchada. Sus manos como garras apretaban mi culo manteniéndolo bien abierto. ― Fue traumático y a la vez hermoso tener un pene tan grueso entrando por atrás ― Cuando descargo su semen, me tomo fuerte por la cintura y dejó que su verga se ponga flácida estando en mí. Quedamos exhaustos en posición de cucharita hasta que me fui a higienizar, con mi intimidad manando semen que salía de mi ano aún sin cerrarse totalmente... Belu, giró sobre la camilla y se quedó mirando el techo. Comencé masajeándole las clavículas. Sus grandes tetas, naturales y firmes al tacto, con pezones oscuros y gorditos. Su vientre plano. Su cintura breve que daba paso a sus anchas caderas. Su hermosa entrepierna mantenía semi visible la vulvita rosada de labios carnosos sin marca de pelos. Cuando plegaba las piernas, los labios se separaban un poquito y veía la rajita llegando al perineo que la unía a un capullo marrón. Flexible y delicioso para todo macho que disfrute una hembra en toda su femenina expresión. Ya estaba terminando mi parte de masajes para mi amiga. Después, ella debía lograr descontracturarme. Y escuchar alguna historia mía mientras disfruto sus manos en cada centímetro mi cuerpo.
Belu y VikiViki y Belu son dos amigas íntimas que comparten vivienda, secretos y cama. Posiblemente saben que Claudio y Rober son novios y acuerdan pasar cuatro días feriados en un apartamento en Mar del Plata. La intención era disfrutar de la playa y de todo cuanto les divirtiera y del sexo como se fuera dando. Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidosY si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí. |
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