Relatos prohibidos
A Alondra siempre la había visto en los eventos sociales de la universidad, sabía que era la novia de un viejo amigo de la infancia. En una fiesta de Halloween ella y yo nos topamos de camino, nos saludamos y empezamos a platicar un poco. Resulta que nuestros padres son de la misma ciudad, lo que nos dio tema de conversación.
En la fiesta la invite a bailar y ella accedió, fue una fiesta muy agradable y se puede decir que me la pasé con ella toda la noche. Antes de que ella se marchara intercambiamos números de teléfono y nos dimos un beso en la mejilla.
Después, empezamos a tener comunicación, nos enviábamos mensajes de texto. Más adelante la invite a un evento social por parte de un grupo de la universidad y ella accedió. Esa noche ambos nos tomamos algunas cervezas, bailamos toda la noche y me sentí más atraído hacia ella.
Mientras bailábamos hicimos un movimiento donde nuestros labios se rozaron, nos miramos con una sonrisa coqueta y seguimos bailando. Le pedí que me permitiera llevarla a su casa y ella accedió.
Cuando estábamos a punto de llegar a su casa me pidió que me detuviera, estacioné y comenzamos a platicar. Me agradeció el hecho de haberla invitado al evento y de ofrecerme a llevarla hasta su casa. Comenzó a platicarme acerca de su relación, me comentó que su novio era un gran tipo como persona, pero que él prefería estar con sus amigos que con ella.
Me dijo que aún no quería irse a su casa así que la invite a mi apartamento y vino conmigo. Primero pasamos a comprar unas cervezas. Una vez en mi apartamento, puse algo de música y comenzamos nuevamente a platicar. Le propuse bailar a accedió, nos pusimos muy juntos y sentí su rostro sobre mi pecho. En un momento cruzamos la mirada y nos empezamos a besar.
Una cosa llevó a la otra y ella me empezó a desvestir, al igual que yo a ella, mientras nos besábamos.
Me sentó en el sillón y comenzó a chuparme la polla, yo le acariciaba el cabello mientras lo hacía. Después ella se acomodó de rodillas sobre el sillón y la penetre por detrás, le jalaba el cabello y ella gemía de una manera espectacular.
Luego nos fuimos a mi cuarto, me recosté y comenzó a chupármela nuevamente; sus movimientos con la lengua eran exquisitos. Después ella se recostó y yo me puse encima de ella. Nos besábamos mientras follábamos, y ella me pedía que la tomara por el cabello. Le gusta el sexo rudo. La puse en posición de perrito y volví a follarla mientras la tomaba del cabello. Después se acostó mirando hacia arriba en la orilla de la cama y empecé a penetrarle la garganta. Ver mi polla en su garganta era una locura.
Me pidió que la penetrara vaginalmente otra vez y comencé a hacerlo lentamente mientras nos besábamos. Noté venirme y ella me dijo que estaba a punto de venirse también, que por favor continuara. Ambos nos venimos al mismo tiempo, una experiencia inolvidable, lo mejor de todo es que pidió quedarse conmigo el resto de la noche.
Al día siguiente la lleve a su casa y de camino nos besamos nuevamente. Actualmente ella sigue con su novio, pero me busca ocasionalmente para tener sexo que disfrutamos juntos.
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