Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Un fantasma se folla a mi esposa
ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser considerados no apropiados para personas menores de la edad legal. Por eso se hace esta advertencia. El contenido de los mismos es evidentemente "para adultos" y de contenido explícitamente sexual por lo que, hecha esta advertencia, si finalmente decides continuar, lo haces bajo tu única y exclusiva responsabilidad. No se obliga a entrar, es más, se recomienda que aquellas personas que puedan sentirse molestas, o incluso ofendidas, con el contenido de lo que aquí aparece, que se abstengan de hacerlo.

Carla y yo habíamos realizado un viaje a Escocia y nos alojamos en un hotel que anunciaba en su propaganda que estaba embrujado y tenía, al menos,  un fantasma. A mi esposa Carla que esas cosas le hacen reír dijo― Me voy a follar a ese fantasma y le voy a enseñar una o dos cosas.

Pero yo, todo lo que pude decir fue― Con este precio por noche, mejor que se traiga sus propios condones.

Es cierto que el edificio parecía bastante espeluznante, pero las instalaciones interiores eran muy modernas. Estaba muy cerca de un lago y tenía una gran zona verde alrededor con cuidados jardines y bosque alrededor.  Entre las ofertas del alojamiento estaba una de masajes que por supuesto utilizamos. El masaje provocó que Carla regresara muy caliente a la habitación, así que una vez en cuanto Carla se desnudó yo me coloqué entre sus piernas para chuparle el coño caliente y jugoso. La sentí menearse y retorcerse mientras lamía y aspiraba sus jugos. Cuanto más gemía, más jugo de amor fluía y pronto empezó a fluir más rápido de lo que yo podía lamer y chupar. Después de que ella se vino, yo me subí encima de ella con mi polla bombeando en su coño tan fuerte como podía. Sentí mi semen hirviendo de mis pelotas y viajando a través de mi polla, y luego ¡booommm Exploté dentro de su coño con todo el semen que pude descargar. Luego rodé a un lado, nos acostamos en los brazos del otro y nos quedamos dormidos.

Debíamos de haber dormido una o dos horas cuando nos despertó el sonido de la apertura de la puerta del baño. Era de noche  y no había luz brillando a través de las ventanas. La única luz venía del baño. Entonces sentimos una brisa fresca sobre nosotros mientras las sábanas de la cama se apartaban de encima de nosotros

Me senté en la cama y dije― ¿Qué carajo pasa?

Entonces sentí como si alguien, o algo, me hubiera agarrado y me hubiera empujado al pie de la cama y me hubiera obligado a arrodillarme. En ese momento me quedé sin palabras.

Cuando miré hacia arriba pude ver a Carla todavía en la cama, de repente, fue forzada a acostarse en la cama, y sus piernas comenzaron a separarse. Entonces tuve una vista clara de su coño que yo recientemente había follado. Vi los labios de su coño moviéndose, pero allí no había nada allí, traté de moverme, pero estaba paralizado. Continué mirando su coño, y luego empezó a quejarse como si lo que estaba pasando la hiciera sentir placer.

Solo podía mirar pero no había nada, solo ella gimiendo desnuda sobre la cama con las piernas abiertas. Vi como su coño brillaba cada vez más y comenzaba gotear su jugo de amor. Entonces vi sus labios de su coño apartarse como si una gran polla acabara de entrar en su vagina y separara sus dulces y jugosos labios. Luego, mientras miraba, vi como su coño estaba siendo follado por algo que yo no veía. La oí quejarse y la vi menearse y retorcerse como nunca jamás antes la había visto hacer. Entonces vi un montón de jugo de empezar a gotear de su coño como si alguien acabara de llenar su coño con una carga de semen. Entonces los labios de su coño comenzaron a relajarse, como si estuviera saliendo una polla. Entonces sentí una fuerza agarrarme de la cabeza y empujar mi cara en el coño de Carla, Reaccioné y empecé a lamer y chupar su coño recién follado. Nunca he probado el sabor del semen masculino, pero este sabía amargo, dulce y con sabor picante a jalapeño. Me quemaba la boca, pero seguí chupando y lamiendo hasta que Carla se vino de nuevo. Esta vez, cuando ella ese vino, era como si la extraña fuerza invisible ya no estuviera,

Yo no sé qué carajo pasó esa noche, ni siquiera voy a tratar de explicarlo. Pero nunca me volveré a quedar a dormir en un hotel embrujado. Sin embargo, mi esposa Carla está ansiosa por repetir.

CyJ

Otro relato ...




Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidos

Y si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.

Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí.