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La Página de Bedri
Conservas caseras y mermeladas
Las conservas
Las conservas caseras

Desde siempre el hombre ha buscado la forma de conservar los alimentos, de tal manera que en la despensa hubiese algo que echarse al coleto aún en época de escasez. Originalmente puede que éste fuese el único propósito.

El auge de las conservas caseras puede deberse al exceso de producción (materia prima más barata), al aprovechamiento de la cosecha de nuestro pequeño huerto (no todo el mundo lo tiene, y a veces cuesta más el collar que el perro) ó (como yo creo) a la gran satisfacción que proporciona el prepararse uno mismo sus propias conservas.

La elaboración casera de productos, así como su conservación en envases de diferentes materiales, es una tarea tradicional ligada a la gastronomía que se lleva desarrollando desde que el hombre tuvo la necesidad de mejorar su alimentación y de proveerse de reservas para tiempos de escasez. Las vinagretas, las conservas en aceite, pistos, compotas y mermeladas son algunas de las recetas maestras que suelen ser susceptibles de conservación. Sin embargo, si no se toman ciertas medidas preventivas, podemos padecer problemas de salud bastante serios y con eso no se juega.

Una conserva alimenticia es el resultado del proceso de manipulación de los alimentos de tal forma que sea posible preservarlos en las mejores condiciones posibles durante un largo periodo de tiempo.

El objetivo final de la conserva es mantener los alimentos preservados de la acción de microorganismos capaces de modificar las condiciones sanitarias y de sabor de los alimentos. El periodo de tiempo que se mantienen los alimentos en conserva es muy superior al que tendrían si la conserva no existiese.

La FAO y los organismos nacionales aconsejan No consumir y No preparar conservas caseras de alimentos. Sin embargo, es una práctica tradicional que realizan muchas familias, por lo cual recomendamos encarecidamente que se adopten todas las medidas higiénico sanitarias precisas como una manera de disminuir el riesgo para la salud que puede darse al consumirlas

Son muchos los métodos para la elaboración de conservas pero utilizaremos aquellos que nos garanticen el máximo de seguridad y de calidad. Los alimentos se conservan para poder consumirlos, no para otra cosa.

Lo que aquí pretendo es dar a conocer técnicas y recetas acerca de como realizar en casa nuestra propias conservas y mermeladas. Si tienes alguna receta propia o que te sale bien manádnosla y la publicaremos. Ah y te garantizo que la probaremos también. Lo mejor de todo es que son recetas muy fáciles de hacer casi todas. Y eso si, es todo gratis, hasta colaborar.

La elaboración de conservas caseras se convirtió en un importante método para preservar alimentos con la invención del frasco de vidrio con tapa, en 1858. El método preferido es el envasado "caliente", en el que los alimentos precocinados calientes y parte del líquido en el que fueron cocinados se introduce en un frasco limpio y caliente. La boca del frasco se tapa con un disco metálico con un sello circular de goma. Una vez tratado el frasco con agua caliente, se aprieta la tapa a fondo. El calor y la presión originados durante el proceso, expulsan la mayor parte del aire del fresco y eliminan el riesgo de multiplicación de microorganismos patógenos. No obstante algunos de ellos no son destruidos como ocurre en el caso del "botulismo" (tomate casero).

¿Cómo se deben utilizar las conservas?
  • Se debe evitar el aclarado de los alimentos en conserva, ya que esto conlleva una pérdida de los minerales que hay en el líquido de conserva.
  • El líquido de la conserva contiene sales minerales y vitaminas. Salvo contraindicación, se puede añadir a una salsa o sopa.
  • No se debe recocer un alimento en conserva, es suficiente recalentarlo poco tiempo.
  • Una conserva abierta se estropea rápidamente como cualquier alimento ya cocinado, es necesario consumirla pronto.
  • Cuando no se utiliza todo el producto, se transvasará el resto a otro recipiente y se guardará en lugar fresco, tapado y al abrigo de la luz.
  • Las conservas envasadas en vidrio, no son de mejor calidad (aunque si suelen ser más caras) ya que están empobrecidas en vitaminas por estar alteradas por la luz.
  • Las conservas deben guardarse en lugar fresco. La cantidad de vitamina B disminuye rápidamente si la leche se guarda a temperatura ambiente.
  • No deben comprarse latas oxidadas o abolladas: pueden tener fisuras o contaminación interna. Limpiar la tapa de las latas antes de abrir y también el abrelatas. El sonido que se produce al abrirlas, como un soplido, es normal, ya que se han llenado calientes al vacío, y al abrirlas, el vacío aspira el aire.
  • Las semiconservas, de conservación limitada, deben llevar en la etiqueta "guardar en frío" y la fecha de consumo preferente expresada por el mes y el año.
  • Se trata de algunas cremas o pastas para untar, mantequilla, margarinas, etc.



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