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La Página de Bedri
Libreta de apuntes
Tara

¿Qué es la tara?

La tara, también conocida como "taya", Caesalpinia spinosa (Molina) Kuntze, es una leguminosa de porte arbustivo natural del Perú. C. spinosa es cultivada como fuente de taninos y también es cultivada como planta ornamental debido a sus coloridas flores e inflorescencias. C. spinosa se encuentra en la familia de las Fabaceae. Se distribuye en el norte de América del Sur y de África.

Es una planta originaria del Perú utilizada desde la época prehispánica en la medicina folklórica o popular y en los años recientes, como materia prima en el mercado mundial de hidrocoloides alimenticios como la goma tara.

Origen geográfico

Se distribuye entre los 4º y 32º S, abarcando diversas zonas áridas, en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia hasta el norte de Chile.

En forma natural, se presenta en lugares semiáridos con un promedio de 230 a 500 mm de lluvia anual. También se le observa en cercos o linderos, como árbol de sombra para los animales dentro de cultivos de secano, y como árbol ornamental.

Perú es de todos, quien presenta mayor presencia de Caesalpinia Spinosa (tara), siendo en su mayoría silvestre. No se entiende o comprende aún, las posibilidades que presenta esta planta: Taninos e hidrocoloides (fruto), como alimento para ganado (germen de semilla) y como planta ornamental por la belleza de sus flores (Lorenzo B. 1996).

Clasificación científica

Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Fabales
Familia: Fabaceae
Subfamilia: Caesalpinioideae
Tribu: Caesalpinieae
Género: Caesalpinia
Especie: C. spinosa
Nombre binomial
Caesalpinia spinosa
(Molina) Kuntze

Descripción

Arbol pequeño en su juventud, de 2-5 m de alto, pero que puede llegar a medir hasta 12 m en su madurez; con copa globosa. Tronco de hasta 35 cm de diámetro con corteza rugosa, gris cenicienta con fuste corto, cilíndrico y a veces retorcido.

Ramas cortas, resistentes, grises, estriadas, con espinas cónicas, cortas y fuertes. En muchos casos las ramas se inician desde la base dando la impresión de varios tallos. La copa de la tara es irregular, aparasolada y poco densa, con ramas ascendentes.

Follaje tenue. Hojas persistentes en forma de plumas, compuestas, bipinnadas, con 2-3 (4) pares de pinas de 6-14 x 4-7 cm, articuladas al raquis; folíolos, 5-8 pares, coriáceos, sésiles, de 2.5-4.0 x 1.5-2.0 cm, oblongos o elípticos, obtusos o emarginados en el ápice, verde oscuros en la cara superior y más claros en la inferior, con la nervadura muy notoria; pecíolo grueso, articulado en la base, estriado, tomentoso-ferrugíneo; raquis anguloso, ferrugíneo y ligeramente tomentoso.

Flores reunidas en un racimo denso, de eje pubescente, y de 16-22 cm , hermafroditas, amarillo rojizas, pediceladas, zigomorfas. Flores hermafroditas, zigomorfas; cáliz irregular, de tubo corto, provisto de un sépalo muy largo de alrededor de 1 cm y proyectado hacia afuera, con numerosos apéndices en el borde, cóncavo, infundibuliforme, 5 sépalos de 7 mm. Corola de 5 pétalos espatulados u oblongos, imbri- cados, el inferior reflexo y con finísimos pelos en la base. Estambres 10, libres, declinados, apenas sobresalientes; filamentos aplanados, pubescentes y ensanchados en la base; anteras subglobosas, versátiles. Ovario súpero, ligeramente pubescente, unilocular, pluriovulado con estilo filiforme, falcado, y estigma truncado. Florece en septiembre.

El fruto, cuando maduro, es rojizo, muy comprimida, oblonga, glabra, de 6-9 x 1.5-2.0 cm. Semillas orbiculares a aovadas, lisas, pardas, duras, de 8-10 x 5-8 mm.

Sus frutos son vainas explanadas e idehiscentes de color naranja de 8 cm a 10 cm de largo y 2 cm de ancho aproximadamente, que contienen de 4 a 7 granos de semilla redondeadas de 0.6 cm a 0.7 cm de diámetro y son de color pardo negruzco cuando están maduros.

Cada árbol de tara puede producir un promedio de 20 Kg. a 40 Kg. de vaina cosechándose dos veces al año. Generalmente un árbol de tara da frutos a los tres años si es cultivado y si es silvestre a los cuatro años. Su promedio de vida es de cien años y el área que ocupa cada árbol es de 10 metros cuadrados.

Distribución geográfica

El Perú es el mayor productor de tara en el mundo, con el 80% de la producción mundial. La producción es básicamente de bosques naturales y, en algunas zonas, de parcelas agroforestales. En este sentido Perú es el país de los Andes que tiene mayor área con bosques de tara, seguido muy de lejos por Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia.

Se distribuye entre los 4° y 32° S, abarcando diversas zonas áridas, en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia hasta el norte de Chile.

Se encuentra desde los 800 a 2.800 m de altitud en la vertiente del Pacífico y hasta los 1.600 a 2.800 m de altitud de la cuenca del Atlántico y en microclimas especiales hasta los 3.150 m.

En forma natural se presenta en lugares semiáridos con un promedio de 230 a 500 mm de lluvia anual. También se le observa en cercos o linderos, como árbol de sombra para los animales, dentro de cultivos de secano, y como ornamental.

Requerimientos edafoclimáticos

Es una planta denominada "rústica" porque resiste a la sequía, plagas y enfermedades y es considerada como una especie bastante plástica.

La tara es una especie poco exigente en cuanto a la calidad de suelo, aceptando suelos pedregosos, degradados y hasta lateríticos, aunque en esas condiciones reporta una baja producción; sin embargo, desarrolla en forma óptima y con porte arbóreo robusto en suelos francos y franco arenosos, ligeramente ácidos a medianamente alcalinos.

Para su desarrollo óptimo requiere de lugares con una precipitación de 400 a 600 mm, pero también se encuentra en zonas que presentan desde 200 a 750 mm de promedio anual.

La temperatura de las zonas donde se desarrolla varía entre los 12 a 18°C, pudiendo aceptar hasta 20°C. En los valles interandinos la temperatura ideal es de 16 a 17°C.

De acuerdo a la clasificación de L. Holdridge, la tara se ubica en las siguientes Zonas de Vida:

Estepa espinosa-Montano Bajo: Precipitación de 250-500 mm de promedio anual y la biotemperatura de 12-18°C, en donde ocupa toda la zona.
Bosque seco-Montano Bajo: Precipitación de 500-700 mm de promedio anual y una biotemperatura de 12-18°C, ocupando el sector de menor precipitación.
Matorral desértico-Montano Bajo: Precipitación 200-250 mm de promedio anual y biotemperatura de 13-18°C, encontrándose en el sector de mayor precipitación y en las lomas, que son asociaciones que se asemejan a esta Zona de Vida.
Monte espinoso-Premontano: Precipitación de 350-500 mm de promedio anual y biotemperatura de 18-20°C, en donde ocupa el sector superior de mayor precipitación.
Matorral desértico-Premontano: Precipitación de 200-250 mm de promedio anual y biotemperatura de 18-21°C, ocupando el sector de mayor precipitación y humedad.

Cultivo

Propagación y siembra

La propagación de plántulas se realiza normalmente por semilla, siendo el número de semillas por kilogramo de 6.000 aproximadamente. Estas presentan un poder germinativo que oscila entre 80 y 90%, generalmente con buena energía germinativa.

La germinación es epigea, se inicia entre los 8 a 12 días y finaliza a los 20 días, lo cual requiere un tratamiento pregerminativo para acelerar y uniformizar la germinación, ya que presenta una testa dura. Dicho tratamiento se efectúa normalmente por remojo en agua; aunque en algunos casos se utiliza lija y en forma muy esporádica ácido sulfúrico.

Para la escarificación con agua, se utiliza 5 partes de agua por 1 de semillas. Cuando las semillas son frescas, estas se sumergen en un depósito con agua fría durante 24 horas; si son viejas se remojan en agua caliente hasta que se enfríe por 48 horas.

Para la producción de plantas en vivero la mejor alternativa es realizar la siembra directa en bolsas, debido al rápido crecimiento de la raíz principal, utilizándose los mismos tratamientos pregerminativos explicados anteriormente.

La siembra en vivero requiere el llenado de bolsas con el sustrato indicado anteriormente, procurando que tengan una buena consistencia sin compactarlas demasiado; luego se les coloca en camas de siembra de 1 m x 10 m, las que deben poseer un adecuado sombreado. Posteriormente se procede al primer riego y después, utilizándose 2 semillas por bolsa, se realiza la siembra en el centro de la bolsa a una profundidad de 2-3 cm, y de preferencia se cubre con una capa de arena.

Si en una bolsa germinan las dos semillas se selecciona la planta más vigorosa y se elimina la restante.

Antes de retirar las plantas del vivero es necesario que tengan un "endurecimiento", el cual se consigue disminuyendo la frecuencia de los riegos para favorecer su resistencia a la escasez de agua y a la formación de leño preparando las plantas a las condiciones del campo definitivo.

El proceso consiste en preparar las plantas a las condiciones del campo definitivo, aplicando un riego muy ligero cada 10 días más o menos. Este proceso se realiza durante un mes o mes y medio, antes de llevarlas al campo definitivo, cuando las plantas ya tienen por lo menos 25 cm de altura. No se realiza el proceso de "endurecimiento" con plantas de menor tamaño debido a que la tara es una especie de crecimiento lento.

Para el establecimiento de la plantación se requiere tener en cuenta varios aspectos como el lugar de la plantación, la densidad, preparación del terreno, instalación de plantones y el recalce o replante.

El criterio para determinar el distanciamiento de la plantación y la densidad de plantas por hectárea, varía según las características del terreno como la pendiente y humedad, recomendándose lo siguiente:

En terrenos ligeramente ondulados establecer 1.100 plantas/ha, con distanciamiento de 3 x 3 m, utilizando el sistema de tresbolillo.

En lugares planos se preparan hoyos distanciados cada 4 m y, si es posible, se hacen utilizando máquina; el distanciamiento recomendable sería de 3,5 m x 5 m, siendo necesario 625 y 571 plantas/ha para el primer y segundo caso, respectivamente.

En casos de protección de laderas puede incrementarse la densidad a más de 2.500 plantas/ha, a un distanciamiento de 2 x 2 m.

En lugares húmedos el distanciamiento debe ser 3 x 3 m, requiriéndose 1.100 plantas/ ha, mientras que en lugares secos y marginales, el distanciamiento debe ser de 5 x 5 m, con 400 plantas/ha.

También se puede plantar en las chacras como linderos a un distanciamiento de 5 m entre planta y planta.

Los hoyos son de 40 x 40 x 40 cm y antes de colocar el plantón, en algunos casos, fertilizan el suelo, aplicando en el fondo del hoyo guano de corral descompuesto hasta un máximo de 2 kg.

Las plantaciones deben realizarse al inicio del periodo de lluvias; en el caso de plantar en zonas semiáridas, es necesario tomar previsiones para mejorar la infiltración de agua en el suelo, usando zanjas o acequias de infiltración y reduciendo la evaporación mediante la colocación de piedras o "mulching" (restos vegetales), alrededor del arbolito.

Al igual que muchas especies nativas, la tara tiene problemas en su crecimiento después de su instalación en el campo. Según evaluaciones realizadas en Cajamarca, durante los 3 a 4 primeros años, la tara tiene un crecimiento de 8 a 15 cm por año, aunque otras referencias le atribuyen un incremento de tamaño de 5 a 7 cm por año.

Producción

La producción promedio de frutos de Tara se presenta durante cuatro períodos al año. En condiciones de cultivo u ornamentales generalmente producen casi todo el año. Sin embargo, existen ciertas variaciones, según la localidad, altitud, estación, temperatura, precipitación y suelo.

La productividad entre árboles puede variar de 20 a 40kg de vainas por año, en dos cosechas de 4 meses cada una. Los meses de producción y el rendimiento por hectárea, varían de acuerdo a la zona y están en función a la densidad. Para el caso de plantas silvestres agrupadas en pequeñas áreas o aisladas su producción llega a 10 kg/planta, pudiendo incrementarse con un adecuado riego y fertilización. Para realizar cálculos económicos generalmente se infiere una producción promedio de 20 kg por árbol.

El ciclo productivo es prolongado en terrenos con riego, llega en promedio hasta los 85 años. Comienza a producir prematuramente a los 4, alcanza su mayor producción a partir de los 15 años y empieza a disminuir a los 65 y resulta prácticamente improductiva a los 85 años.

En terrenos de secano y, posiblemente, en bosques naturales, el promedio de vida es de 65 años, donde inicia la producción a los 6 años y alcanza su mayor producción a los 20 años para disminuir a los 50 años y resultar prácticamente improductiva a los 65 años.

Aprovechamiento integral

La tara se encuentra al estado silvestre y poseen un inmenso potencial médico, alimenticio e industrial, siendo de gran utilidad para la producción de hidrocoloides o gomas, taninos y ácido gálico, entre otros.

Además, es utilizada en la protección de suelos, especialmente cuando no se dispone de agua de riego, a fin de dar buena protección a muchas tierras que hoy están en proceso de erosión y con fines comerciales.

Se usa frecuentemente en asociación con cultivos como el maíz, patatas, habas, alfalfa, sorgo o pastos. No ejerce mucha competencia con los cultivos, por su raíz pivotante y profunda y por ser una especie fijadora de nitrógeno; así como tampoco por su copa, que no es muy densa y deja pasar la luz.

Debido a su pequeño porte y a su sistema radicular profundo y denso, es preferida para barreras vivas, control de cárcavas y otras prácticas vinculadas a conservación de suelos en general, sobre todo en zonas áridas o semiáridas.

El aprovechamiento de los frutos permiten obtener numerosos productos de interés. La vaina representa el 62% del peso de los frutos y es la que precisamente posee la mayor concentración de taninos, que oscila entre 40 y 60%. Estos taninos se utilizan en la industria para la fabricación de diversos productos, o en forma directa en el curtido de cueros, fabricación de plásticos y adhesivos, galvanizado y galvanoplásticos, conservación de aparejos de pesca de condición bactericida y fungicida, como clarificador de vinos, como sustituto de la malta para dar cuerpo a la cerveza, en la industria farmacéutica por tener un amplio uso terapéutico, para la protección de metales, cosmetología, perforación petrolífera, industria del caucho, mantenimiento de pozos de petróleo y como parte de las pinturas dándole una acción anticorrosivo.

Otro elemento que se obtiene de los taninos de la tara, es el ácido gálico, que es utilizado como antioxidante en la industria del aceite, en la industria cervecera como un elemento blanqueante o decolorante, en fotografía, tintes, como agente curtiembre, manufactura del papel, en productos de farmacia y otros relacionados al grabado y litografía.

Las semillas, de uso forrajero, tienen en su composición porcentual en peso el 40% de cáscara, 27% de gomas, 26.5% de germen (almendra) con altísimo contenido de proteínas de gran concentración de metionina y triptofano de buena calidad; grasa y aceites que podrían servir para el consumo humano y 7.5% de humedad.

De esta parte del fruto, se obtienen aceites, goma de tara (usada para dar consistencia a los helados), harina proteica y derivados como: jabones, pinturas, barnices, esmaltes, tintes de imprenta, margarinas, pues presenta un contenido de ácidos libres de 1,4% (ácido oleico) es aceptable comercialmente aceptable por su baja acidez.

Industrialmente se integra como parte de los medicamentos gastroenterológicos, para curar úlceras, cicatrizantes, por sus efectos astringentes, antinflamatorios, antisépticos, antidiarréicos, antimicóticos, antibacterianos, antiescorbúticos, odontálgicos y antidisentéricos, siendo más utilizados aquellos que producen constricción y sequedad.

Es utilizada, muy frecuentemente en la medicina tradicional para aliviar malestares de la garganta; sinusitis; infecciones vaginales y micóticas; lavado de los ojos inflamados; heridas crónicas y en el diente cariado; dolor de estómago; las diarreas; cólera; reumatismo y resfriado; depurativo del colesterol.

La madera sirve para la confección de vigas, viguetas o chaclas, para construir viviendas; mangos de herramientas de labranza de buena calidad y postes para cercos. Así como leña y carbón debido a sus bondades calorífica

Plagas y enfermedades

Generalmente no presenta mayores problemas de control fitosanitario, salvo en algunas zonas donde pueden aparecer afecciones en las ramas y tallo así como deformaciones en las hojas, flores y frutos, impidiendo su aceptación en el mercado. Estos problemas según el Gobierno Regional Los Libertadores, se deben a diversas plagas y enfermedades producidas por insectos, ácaros y hongos, conforme se describe a continuación

La Caesalpinia Spinosa es resistente a las sequías, plagas y enfermedades

Plagas

Las plagas de la tara son ocasionadas por insectos y ácaros que pertenecen a los órdenes: Lepidóptera, Díptera, Homóptera, Ortóptera, Acarina, Hymenóptera y Hemíptera.

Los pulgones o áfidos (Homóptera) atacan a las hojas, flores, vainas verdes y al tallo, particularmente a los brotes más tiernos succionando la savia, lo que ocasiona la caída de yemas y frutos pequeños.

Entre los pulgones que más atacan a la tara está el Aphis craccivora cuyo ataque es la causa más frecuente de la baja producción de vainas. Estos insectos producen una sustancia azucarada, donde se desarrolla el hongo denominado como "fumagina", enfermedad en donde se presenta la asociación plaga-hongo, además limita la capacidad de fotosíntesis de las hojas. El ataque de los áfidos a las vainas le producen un encurvamiento y a las hojas un encrespamiento y, por ende, el debilitamiento de la planta.

Los productores denominan a estos insectos como: "piojera", "pulgón chupador", "mosquilla", "mosquitos", "pulgón negro" etc.

Las querezas o larvas de insectos que afectan a la tara podrían ser de las siguientes especies: Pinnaspis sp, quereza blanca chiquita y alargada que ataca a las vainas. Coccus hesperidium que también es pequeña y ataca a las vainas y la Icerva purchasi que es la quereza más grande y ataca ramas y tallo.

La “mosca blanca” perteneciente a la familia Aleurodidae es un insecto picador chupador, que generalmente se ubica en el envés de la hoja de tara produciendo secreciones melosas; se asocia con ataque del hongo o fumagina.

Las polillas (Lepidóptera) ocasionan daños pues sus larvas se comen las hojas y los brotes; además, los barrenadores familia Noctuidae conocidos con el nombre de "cote", atacan la médula del tallo y el follaje. En el campo los agricultores denominan a las larvas: "gusano cortador-masticador", "gusano negro", "utuskuro", "cote larva", "gusano blanco" y “gusanera”.

En el orden Díptera de la familia Agromicidae, la mosca minadora, ataca a las hojas haciéndole minas.

Las hormigas del orden Hymenóptera, probablemente del género Atta sp., denominadas por los agricultores: "coqui", "hormiga plomiza" y "hormiga negra" o "anayllu" atacan a las hojas, flores, vainas y tallo.

Los chinches (Hemíptero) son insectos que pican las hojas y producen el encogimiento de estas al consumir la savia.

En el orden Acarina probablemente el ácaro más frecuente es el Tetranychus urticae, que produce una mancha blanquecina en la parte superior de la hoja, la cual llega a secarse produciéndose finalmente la defoliación.

Enfermedades

Las enfermedades más frecuentes son las fungosas ocasionadas frecuentemente por fumagina y oidium y, en menor frecuencia, las virósicas, no evidenciándose la presencia de nemátodes en el suelo.

También existen plantas y criptógamas parásitas, las cuales se observan en árboles de mayor edad. Las epifitas, que conviven con la tara y que mayormente no hacen daño son la "salvajina", los líquenes y los musgos que sólo se adhieren al tallo. En cambio, las cúscutas, parásitas cubren la superficie por donde respira la planta y la ahogan hasta matarla, como por ejemplo, la "pacha pacha" que se adhiere a las vainas, denominada también "cabello de ángel". Además se tiene el "huijunto" y la "tullama", que enrrollan la planta.

El uso de productos químicos para controlar las plagas y enfermedades, es justificado cuando se presentan perspectivas de abundancia de lluvias, en los que se espera una alta producción. Generalmente, los campesinos hacen uso de algunos procedimientos técnicos ancestrales a su alcance y que incluye sólo el uso de insumos domésticos. La mayoría son ajenos a emplear algún tipo de control fitosanitario.

Entre los procedimientos ancestrales que se utilizan podemos citar una experiencia de los agricultores de Ayacucho, que consiste en realizar la poda de vainas con "malvaginas" (hongos), corte severo de plantas con "pacha pacha", raspado de tallos con líquenes, aplicación de aceite quemado a los brotes y vainas tiernas con pulgones, lavado de hojas con "fumagina" (hongos), aplicación de cenizas a hojas con oidium y eliminación manual de langostas.

Aplicaciones y usos

Principios activos: contiene polisacáridos derivados de la manosa (mucílagos neutros). Galactomanana soluble con una relación galactosa-manosa intermedia entre la goma de algarroba y el guar que se obtiene por trituración del endospermo de las semillas y que se conoce como goma de tara.

Las vainas pulverizadas se usan por sus propiedades curtientes.

La tara tiene un alto potencial para la reforestación y como insumo para las pinturas anticorrosivas.


Documentación

http://www.chileflora.com
http://www.scielo.org.pe
http://taninos.tripod.com
http://es.wikipedia.org/