De Serrat que hay poco
que contar y al mismo tiempo mucho que decir. He querido poner alguna de sus
canciones, una de tantas porque son muchas las que me gustan y han tenido
un lugar entre mis sentimientos. He querido empezar con una muy especial, con
Cantares ,
creo que lo digo todo. Tu nombre me sabe a hierba
y a un mont�n de cosas m�s. Esta canci�n me recuerda algo muy concreto y a
alguien tambi�n. Soy norte�o, mi mar es m�s bravo, tiene otra personalidad,
pero ese Mediterr�neo tambi�n es mi mar.
Pen�lope
tiene un significado muy especial para mi. Alguien, alguna vez, fue Pen�lope.
All� sigue ella con su bolso de piel marr�n y sus zapatitos de tac�n. Tambi�n
tuve o mejor a�n tengo una Luc�a
y a ella quiero decirle
Que no hago otra cosa que pensar en ti .
He querido poner otra canci�n que muchos hemos cantado, esta vez a viva voz, pese a que molestaba o quiz�s la cant�bamos por eso,
Espa�olito fue la letra de muchas tardes junto con
Para la libertad y muchas otras.
Una de piratas se enmarca tambi�n en las sensaciones de esa �poca.
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
Nunca persegu� la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canci�n;
yo amo los mundos sutiles,
ingr�vidos y gentiles,
como pompas de jab�n.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
s�bitamente y quebrarse...
Nunca persegu� la gloria.
Caminante son tus huellas
el camino y nada m�s;
caminante, no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atr�s
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Hace alg�n tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oy� la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Muri� el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un pa�s vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Cuando el jilguero no puede cantar
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Por qu� te quiero a ti
por qu� te quiero,
cerr� mi puerta una ma�ana
y ech� a andar.
Por qu� te quiero a ti
por qu� te quiero,
dej� los montes
y me vine al mar.
Tu nombre me sabe a yerba
de la que nace en el valle
a golpes de sol y de agua,
tu nombre me lleva atado
en un pliegue de tu talle
y en el vi�s de tu enagua.
Por qu� te quiero a ti
por qu� te quiero,
aunque estas lejos
yo te siento a flor de piel.
Por qu� te quiero a ti
por qu� te quiero,
se hace mas corto
el camino aquel.
Tu nombre me sabe a yerba
de la que nace en el valle
a golpes de sol y de agua,
tu nombre me lleva atado
en un pliegue de tu talle
y en el vi�s de tu enagua.
Por qu� te quiero a ti
por qu� te quiero,
mi voz se rompe como el cielo
al clarear.
Por qu� te quiero a ti
por qu� te quiero,
dejo esos montes
y me vengo al mar
Quiz�s porque mi ni�ez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las ca�as
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya,
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino.
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero.
Qu� le voy a hacer, si yo
nac� en el Mediterr�neo.
Y te acercas, y te vas
despu�s de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se a�ora y se quiere
que se conoce y se teme.
Ay, si un d�a para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante oto�al
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a m� enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte,
m�s alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.
Mi cuerpo ser� camino,
le dar� verde a los pinos
y amarillo a la genista.
Cerca del mar. Porque yo
nac� en el Mediterr�neo.
Pen�lope
Con su bolso de piel marr�n.
Y sus zapatos de tac�n.
Y su vestido de domingo.
Pen�lope,
se sienta en un banco en el and�n.
Y espera que llegue el primer tren.
Meneando el abanico.
Dicen en el pueblo, que un caminante par�
su reloj
una tarde de primavera.
Adi�s, amor m�o, no me llores, volver�
antes que
de los sauces caigan las hojas.
Piensa en m�
volver�
por ti.
Pobre infeliz
se par� tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue tu amante.
Se marchit�
en tu huerto hasta la �ltima flor.
No hay un sauce en la calle mayor
para Pen�lope.
Pen�lope
tristes a fuerza de esperar
sus ojos parecen brillar
si un tren silba a lo lejos.
Pen�lope
uno tras otro los v� pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
para ella son mu�ecos.
Dicen en el pueblo que el caminante volvi�
la encontr�
en su banco de pino verde.
La llam� Pen�lope, mi amante fiel, mi paz
deja ya
de tejer sue�os en tu mente.
M�rame
soy tu amor,
regres�...
Le sonri�
con los ojos llenitos de ayer.
No era as� su cara, ni su piel
t� no eres quien yo espero
y se qued�
con su bolso de piel marr�n
y sus zapatitos de tac�n
sentada en la estaci�n.
Pen�lope....
Vuela esta canci�n
para ti, Luc�a.
La m�s bella historia de amor
que tuve y tendr�.
Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintado en mi voz
a ninguna parte
a ning�n buz�n.
No hay nada m�s bello
que lo que nunca he tenido.
Nada m�s amado
que lo que perd�.
Perd�name si
hoy busco en la arena
una luna llena que
ara�aba el mar.
Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvid� para anidar en tus brazos.
Si alguna vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.
Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprend� de tus labios cantores.
Si alguna vez am�.
Si alg�n d�a
despu�s de amar, am�,
fue por tu amor, Luc�a.
Luc�a...
Tus recuerdos son
cada d�a m�s dulces.
El olvido s�lo
se llev� la mitad,
y tu sombra a�n
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y la soledad.
No hago otra cosa que pensar en ti
por alagarte y para que se sepa,
tome papel y l�piz y esparc�
las prendas de tu amor sobre la mesa.
Buscaba una canci�n y me perd�
en un mont�n de palabras gastadas,
no hago otra cosa que pensar en ti
y no se me ocurre nada.
Enciendo un cigarrillo, y otro m�s,
un d�a de estos voy a plantearme
muy seriamente dejar de fumar,
por esa tos que me entra al levantarme.
Busqu�, mirando al cielo, inspiraci�n
y me qued� colgado en las alturas,
por cierto al techo no le ir�a nada mal
una mano de pintura.
Mir� por la ventana y me fugu�
con una ni�a que iba en bicicleta,
me distrajo un vecino que tambi�n
no hacia m�s que rascarse la cabeza.
No hago otra cosa que pensar en t�
nada me gusta m�s que hacer canciones,
pero hoy las musas han pasao de m�,
andar�n de vacaciones.
Ya hay un espa�ol que quiere
vivir y a vivir empieza.
Ya hay un espa�ol que quiere
vivir y a vivir empieza.
Entre una Espa�a que muere
y otra Espa�a que bosteza.
Espa�olito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Espa�olito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Espa�as
ha de helarte el coraz�n.
Espa�olito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Todos los piratas tienen
un temible bergant�n,
con diez ca�ones por banda
y medio plano de un bot�n
que enterraron en la orilla
de una playa en las Antillas.
Todos los piratas tienen
un lorito que habla en franc�s,
al que relatan el glosario
de una historia que no es
la que cuentan del corsario.
Ni tampoco lo contrario.
Por un qu�tame esas pajas te pasan por la quilla.
Pero en el fondo son unos sentimentales
que se graban en la piel
a la reina del burdel
y se la llevan puesta a recorrer los mares.
Marchando una de piratas...
Larga vida y gloria eterna.
Para hincarles de rodillas
hay que cortarles las piernas.
Todos los piratas tienen
atropellos que aclarar,
deudas pendientes y asuntos
de los que mejor no hablar.
Se beben la vida de un trago
y se r�en con descaro.
Hasta que un d�a, temblando
en la popa de un velero,
la encuentran, y traicionando
la ley del filibustero,
no reclaman el rescate
y rehuyen el combate.
Cuando los piratas son hombres enamorados
de una piel que huele a jazmines, rompen promesas
con sus hermanos del ayer
y huyen al amanecer
rumbo a un puerto que a�n no ha puesto precio a su cabeza.
Marchando una de piratas ...
Nadie dobleg� su espada
y bast� una mujer hermosa
para cortarles las alas.
No hay historia de piratas
que tenga un final feliz.
Ni ellos ni la censura
lo pod�an permitir.
Por la espalda, en una esquina,
gente a sueldo los asesina.
Para la libertad
sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un �rbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento m�s corazones
que arenas en mi pecho: dan espuma mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vac�as amanezcan
ella pondr� dos piedras de futura mirada
y har� que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Reto�ar�n aladas de savia sin oto�o
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el �rbol talado, que
reto�o: a�n tengo la vida.