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La Página de Bedri
Conservas caseras y mermeladas
Cabello de Ángel I
ÍNDICE
La página de Bedri

Ingredientes:

 



Elaboración:

Cuando la calabaza la hemos tenido el tiempo adecuado guardada y si le damos unos golpes con los nudillos, oiremos que suena a hueco. Entonces con una tabla un poco ancha, de unos diez centímetros, la golpearemos con fuerza por toda la superficie, el motivo es que se vaya partiendo la corteza y se desprenda limpiamente de la carne. Si la calabaza esta en su punto para esta operación, veremos que toda la corteza se desprende sin romper una fibra de la carne y así obtendremos una preciosa bola blanca. Ahora partiremos la calabaza en cuadrados de unos 10 centímetros, echar los trozos de calabaza en un caldero con agua y hervir a fuego vivo hasta ablandarlos. Retirar del fuego y dejar dos horas en reposo.

Pasado el tiempo apretar cada trozo con las manos, y los hilos o hebras que van soltándose, (que si han cocido lo suficiente, se sueltan bien), se van echando en un caldero de agua fría. Terminada esta operación, poner al fuego otra vez y al primer hervor apartar del fuego y dejar reposar. Mientras tanto hacer un almíbar en punto de hebra, no os preocupéis mucho, si os ha quedado hebra fina o hebra gruesa, ya que en la cocción con la pulpa de la calabaza se os arreglara. Poner las hebras en un tamiz y escurrirlas bien, deben de quedar lo mas secas posible, sin embargo, para mayor precaución ir cogiendo por partidas, apretarlas con ambas manos para que suelten el agua que haya podido quedarles

Echar las hebras en el almíbar y cocer hasta que los cabellos estén tiernos y el almíbar bastante espeso. El producto final tiene que quedar de un bonito color dorado, este color se lo da la caramelización suave del almíbar. Poner en tarros esterilizados, yo siempre los esterilizo por 20 minutos.




Notas:

Esta calabaza, para el que no la conozca, es una calabaza de un verde claro y con muchas manchas blancas, las piezas suelen ser bastante redondas. Para guardar las calabazas, las tendremos en un lugar sin mucha luz, que a la vez este ventilado y sea relativamente fresco.

Quitar las semillas bien y las fibras que envuelven las semillas, aunque se pueden usar, no son tan finas como las que se sacan de la parte carnosa de la calabaza.

Marcar los tarros con el contenido y la fecha de envasado.

Como lo espeso que quede depende de los gustos de cada cual, puede cocerse el tiempo que cada uno estime oportuno.

Conservar en un lugar seco, fresco, limpio y alejado de la luz solar y de olores intensos.