1 y 1/2 kg de sardinas
1/2 kg de tomates
150 gramos de manteca de cerdo
2 cebollas
1 hoja de laurel
1/2 vaso de vino blanco
1 trozo de guindilla
3 dientes de ajo
sal

Se pica la cebolla, se pone a freír con un poco de manteca de cerdo y una vez tierna, se le añaden los tomates pelados y cortados en trocitos, los ajos y la guindilla, se sala y se deja cocer hasta que quede bien compacto.

Las sardinas ya limpias y sin cabeza  se colocan por capas en una cazuela en la que se ha puesto la mitad de la manteca de cerdo a derretir. Primero se pone una capa; se sala y se cubre con la salsa, luego otra capa de sardinas y así hasta el final, regando la última capa con el vino y el resto de la manteca en pequeños trocitos. Se tapa y se deja a fuego lento aproximadamente una hora y media.