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Champiñón

¿Qué es el Champiñón?

Con el nombre de champiñón se denomina genéricamente a las especies de hongos del género Agaricus, de las cuales algunas se cultivan como comestibles, en especial Agaricus bisporus, el champiñón de París.

Clasificación científica

Reino: Fungi
División: Basidiomycota
Clase: Homobasidiomycetes
Subclase: Homobasidiomycetidae
Orden: Agaricales
Familia: Agaricaceae
Género: Agaricus
Especie: A. bisporus
Nombre binomial
Agaricus bisporus
(J.E.Lange) Imbach

Características

Sombrero. Es la parte más carnosa del hongo; tiene forma redondeada, globosa, que recuerda a la de un paraguas; su tamaño es mayor o menor según la edad del hongo; puede alcanzar hasta unos 15 cm de diámetro, pero desde el punto de vista comercial no interesa que llegue a tener este tamaño.

Pie o estipe. Es la parte del hongo que sirve de soporte al sombrero; tiene forma cilíndrica, es liso, blanco y por su parte inferior está unido al micelio o filamentos del hongo que crecen en el sustrato.

Himenio. Está situado en la parte inferior del sombrero y está formado por numerosas laminillas, dispuestas a manera de radios, que van desde el pie hasta el borde externo del sombrero. El color de las laminillas es rosado al principio y después se vuelve pardo e incluso negro. Cuando el hongo es pequeño el himenio está protegido por una fina membrana llamada velo, que está unida al sombrero y al pie. Cuando el champiñón alcanza su completo desarrollo, este velo se rompe y sólo queda de él un pequeño trozo unido al pie, llamado anillo.

Entre las laminillas se encuentran millones de esporas, que cuando germinan dan lugar a unos hilillos o filamentos, que constituyen el micelio o "blanco" del champiñón.

Las especies de champiñones presentan generalmente fructificaciones carnosas, mayoritariamente de tamaño medio a grande; el sombrero es hemisférico inicialmente, después convexo y finalmente más o menos aplanado o ligeramente deprimido, de color blanquecino o parduzco. El pie es cilíndrico y tanto regular como engrosado o atenuado hacia la base; siempre porta un anillo, más o menos desarrollado, que puede ser persistente o caduco y se separa con facilidad de la carne del sombrero.

Las láminas (himenóforo) son libres, es decir no fijadas al pie, densas, de color muy pálido al comienzo (blanquecino, grisáceo o rosáceo) después con matices rosados, sean fuertes o débiles, y finalmente de color marrón-negruzco. La carne suele ser densa y firme, de color blanquecino pero en contacto con el aire adquiere tonalidades rojizas o amarillentas, en ocasiones ligeras y en otras bastante intensas.

El olor varía de unas especies a otras, incluyendo los suavemente acidulados, con efluvios anisados, con reminiscencias de almendras amargas o francamente desagradable (fenol) en algunas especies cuya carne amarillea. La suma de olor desagradable y amarilleamiento de la carne desaconseja su consumo.

Especies

La especie más cultivada de champiñón es Agaricus bisporus (Lange) Sing., perteneciente a la familia Agaricaceae. El micelio de este hongo es blanco por lo que a menudo se le conoce como "blanco". Destacan las variedades Blanchocamp BL-40, para producción en primavera, otoño e invierno; Claron A.5.1., Fungisem (H-10, H-12), Gurelan (15,35), para cosechas invernales, etc.
También se ha extendido el cultivo estival de Agaricus bitorquis (Quel.) Sacc. con líneas o variedades como Gurelam ABK, Gurelan ABC, Fungisem (B-10), etc.

Ambas especies se diferencian entre sí por:

  • Forma y color. Existen champiñones blancos, crema claro, crema oscuro, pardo claro y pardo oscuro.
  • Sombrero: liso o escamoso, más o menos resistente a los golpes.
  • Asiento más o menos estable sobre la tierra de cobertura.
  • Productividad, desarrollo y aspecto de las oleadas.
  • Resistencia a enfermedades.
  • Necesidades nutritivas.
  • Aptitud y calidad para conservación.
  • Condiciones climáticas deseables.

Condiciones ambientales

Las condiciones ambientales dependen en gran parte de las características de los locales donde se realiza el cultivo. El hongo se desarrolla perfectamente cuando la temperatura del local es de 12º a 14º C. y la humedad relativa del aire del 75-80%. Pero el cultivo del hongo puede realizarse siempre que la temperatura del aire esté comprendida entre 8-18º C. y la humedad entre el 70-90%.

La temperatura del desarrollo micelar del champiñón es de 25º C, deteniéndose el mismo a partir momento en el que se rebasan los 34º C. El contenido en humedad del sustrato debe oscilar entre el 62-67%.

El contenido en CO2 del ambiente juega un importante papel en la fructificación y es necesario que éste no rebase el 0,1% para que no haya interferencias negativas. Por ello es necesaria una buena aireación.

El medio de cultivo

Como todos los hongos, el champiñón carece de clorofila por lo que no puede alimentarse con las sustancias minerales que hay en la tierra y ha de vivir sobre un sustrato que le proporcione debidamente preparados los alimentos que precisa. Este sustrato generalmente es estiércol natural o artificial adecuadamente preparado.

El estiércol natural más idóneo para el cultivo del champiñón es el de caballo, el de mulo o el de asno. El estiércol ha de proceder de animales trabajados y que no coman forrajes frescos o alimentos verdes. Este estiércol debe estar compuesto a base de paja de trigo o de centeno.

Cuando no se dispone de estiércol de caballería se puede recurrir al empleo de estiércol artificial, constituido por paja de trigo bien picada, gallinaza, sustancias ricas en principios nitrogenados, urea, torta de soja o de algodón, etc.

Instalaciones de cultivo

Las instalaciones adecuadas para el cultivo del champiñón son cuevas, bodegas, minas, túnel, y en general, todos los sitios oscuros y frescos que reúnan las siguientes condiciones ambientales:

  • Temperatura ideal y constante de 12-14º C. En locales con temperaturas inferiores a 10º C, el cultivo va muy lento y la producción es muy baja. Si la temperatura se aproxima a 17-18º C., la producción es muy abundante, los hongos se desarrollan muy rápidamente, pero el cultivo se agota muy pronto. Si la temperatura supera los 18º C, se producirán deformaciones en los hongos y la incidencia de enfermedades será mayor
  • Se precisará una humedad relativa próxima al 75-80%, por lo que se evitarán lugares muy secos o donde se produzcan encharcamientos.
  • La ventilación de los locales debe regularse a voluntad, para adaptarla a las necesidades del hongo durante su desarrollo. La salida del aire debe estar situada de tal forma con respecto a la entrada que evite que se produzcan corrientes de aire que den directamente sobre el cultivo. Se pueden instalar ventiladores o extractores de aire que permitan renovar el aire del local tras o cuatro veces al día.

Sistemas de cultivo

Producción en Cordones de Compost

Es el sistema tradicional empleado en cultivo en cuevas, bodegas, etc. En primer lugar se elabora un compost, asegurándose de que en su fermentación se hayan alcanzado temperaturas cercanas a los 70º C. A los 6-9 días, se voltea la masa orgánica y una semana después se introduce el compost en la cueva o bodega. El compost se alinea en cordones de 25-40 cm de base y 25-35 cm de altura, dejando entre cada grupo de caballones pasillos de acceso. para formar 20 m lineales de cordón se necesitan unos 2 m3 de compost, equivalentes a una tonelada.

Cuando la temperatura desciende de los 30º se realiza la siembra, manteniendo la temperatura a 15-25º C. La siembra del blanco se realiza en cuatro líneas a tresbolillo, a 15-20 cm y a una profundidad de 1-2 cm, procurando mantener la humedad ambiental pulverizando con agua.

Pasados 20-30 días el micelio del hongo ha invadido el sustrato y se aplica una carpa de cobertura de 2 cm de espesor y ligeramente húmeda. Cuando han pasado 20 días se inicia la fructificación del hongo, que se prolonga durante unos 50 días, por lo que el ciclo productivo dura unos 100 días. El rendimiento medio obtenido con este sistema es de 6-8 kg/m2.

Producción en estantes

En este sistema el compost se introduce en pisos superpuestos de estantes de madera de 0,6-1,20 m de ancho, sujetos lateralmente por medio de fuertes soportes. Sobre estos estantes se colocan 15-30 cm de compost, dejando entre cada dos estantes una distancia de 45-60 cm. Las estanterías se separan entre sí por pasillos. Las instalaciones están formadas por locales dotados de sistemas de calefacción que permitan la pasteurización del compost. Con este sistema se han obtenido rendimientos de 10-13,5 Kg/m2 de cultivo.

Producción en bandejas

Consiste en rellenar de compost unas bandejas estandarizadas, cuyas dimensiones aproximadas son de 0,9x0,6x0,15 m. Las bandejas se colocan apiladas en la sala de pasteurización, donde el compost alcanza una temperatura de 55-60º C. La sala está dotada de sistemas de calefacción, ventilación que permiten uniformizar la atmósfera de la sal y por tanto una mejor desinfección del sustrato de cultivo. La pasteurización se realiza durante dos o tres días, hasta que el sustrato alcanza una temperatura de 40º C. Después las bandejas se trasladan a la sala de incubación, en donde se realiza la siembra del blanco a una temperatura de 20-25º C.

Cuando el micelio ha invadido el 70-75% de las bandejas, éstas se trasladan a la sala de cultivo, con una temperatura de 13-16º C, humedad relativa de 90% y ventilación de 3-5 renovaciones/hora. A las 2-3 semanas se inicia la fructificación, que puede durar 60-100 días. Los rendimientos medios obtenidos con este sistema se sitúan entre 5 y 8 kg/m2 de bandeja por ciclo.

Cultivos en sacos.

Consiste en llenar al 75% de su volumen sacos de plástico con 30-40 kg de compost pasteurizado, donde se siembra el hongo. Los sacos se disponen agrupadamente en varias alturas, con temperaturas de 12-14º C. Se obtienen hasta 8-10 kg por saco, en un periodo de ocho semanas.

Condiciones ambientales de los locales para el cultivo de champiñón

Fuente: Hernández, 1977)

Fase de cultivo Temperatura Humedad Ventilación
Desde la siembra hasta el revoco 21-24º C 70-85% Escasa
Desde el revoco hasta que aparecen los primeros botones 18º C 70-85% Media
Desde los primeros botones y resto de la producción 13-15º C 70-85% Intensa

Labores culturales

Preparación del sustrato: El Compostaje

Las operaciones a realizar para preparar el compost en el que se va a cultivar el champiñón varían según se trate de estiércol natural o de estiércol artificial.

El estiércol natural procedente de las cuadras debe desmenuzarse y mezclarse bien con sus componentes (paja mojada, excrementos sólidos) y eliminar cualquier objeto extraño. Más tarde se apila en montones de 2 metros de ancho por 1,20 de alto para que se produzca la fermentación del mismo. Estos montones se realizan superponiendo distintas capas, entre las que se espolvorea un insecticida (malatión) para eliminar aquellas larvas de insectos que puedan existir.

Si el estiércol está demasiado seco, puede rociarse con un poco de agua. Si es poco pajoso, se añadirá paja al hacer la pila, alternando las capas de estiércol con otras de paja. También se puede espolvorear sulfato amónico entre capa y capa en la proporción de 15-40 kilos por tonelada de estiércol. Con ello se consigue enriquecer aquellos estiércoles pobres en materia orgánica.

Para secar estiércoles demasiado húmedos se espolvorea yeso cocido en la proporción de 1-3 kilos por cada 100 kilos de estiércol. cada seis o siete días se volteará el montón, añadiendo agua, para mantener una temperatura de 70-80º C, y así se produzca una adecuada fermentación del estiércol.

La preparación de estiércoles artificiales, se realiza utilizando los siguientes productos y cantidades:

  • Paja seca de trigo: 1.000 kg.
  • Gallinaza: 150 kg.
  • Urea: 20 kg.
  • Agua: 2.500-3.000 litros.

En ambos casos, la operación de fermentación del estiércol pasa por dos fases:

  • Fermentación libre, que dura entre 7 y 14 días, en la que se persigue mezclar, suplementar, humidificar y homogeneizar la masa.
  • Fermentación dirigida o controlada (pasteurización), que a su vez se divide en dos subfases: La pasteurización consiste en someter durante 8 horas la masa del compost a una temperatura de 58-60º c para destruir los gérmenes nocivos; y el acondicionamiento, por el que durante 6-8 días se hace descender la temperatura desde 58 a 48º C, favoreciendo el desarrollo de organismos que favorezcan el acabado del compost.

Si todo el proceso de compostaje se ha realizado correctamente, al final se obtendrá un compost que responderá a las siguientes características:

  • pH: 7,3
  • Humedad: 66%
  • Nitrógeno total: 2,05%
  • Materia orgánica: 73%
  • Cenizas: 27%
  • Relación carbono/nitrógeno: 19
  • Libre de amoníaco residual.
  • Libre de parásitos y competidores.

La siembra

La siembra se realizará cuando el compost tenga una temperatura de 23-24º C. La semilla, si es fresca, debe adquirirse pocos días antes de la fecha de siembra, para que esté en las mejores condiciones posibles.

Para realizar la siembra se divide el blanco de champiñón en pequeñas porciones y se colocan en los lados de los caballones siguiendo el trazado de tres líneas horizontales imaginarias. La línea más baja estará a unos 10 cm del suelo y la más alta a unos 10 cm de la cresta. Los golpes de semilla deben colocarse a tresbolillo, separados uno de otro unos 15-20 cm.

Si el cultivo se realiza en bandejas o cajones, la siembra también se realiza a golpes dispuestos a tresbolillo. La siembra debe hacerse colocando primero dos filas de golpes de blanco a una distancia de 10 cm de los bordes de las bandejas y luego se rellena el espacio que queda entre ellas, con otros golpes dispuestos a tresbolillo separados 20 cm.

En ambos casos el blanco se introduce a unos 2-3 cm de profundidad, apretando ligeramente alrededor del estiércol. Encima de la semilla sólo debe haber una fina capa de estiércol para que no se ahogue el micelio.

El revocado

Esta operación consiste en cubrir la superficie del cultivo con una capa de tierra de unos dos centímetros de espesor, cuando el micelio del hongo ya ha colonizado el sustrato. Normalmente se realiza al mes de efectuar la siembra, aunque puede variar según la temperatura del local. Esta tierra debe ser bastante fina, suelta, porosa, absorbente y libre de insectos, hongos o bacterias que perjudiquen al champiñón.

Para obtener tierra con estas características se procede a mezclar diversos componentes como tierra (50%), arena de río (30%), escombro molido (20%) o piedra caliza triturada (40%), etc.

El objetivo del revocado o cobertura es el de dificultar el desarrollo del micelio del hongo y obligarle a fructificar. Además, la tierra proporciona la humedad adecuada para inducir esa fructificación y aísla al micelio del ambiente del local.

Recolección y conservación

La producción se realiza de forma escalonada. Desde que se inicia la formación del capóforo, éste pasa por varios estadios (botones, tazas o cúpulas y planos). Los más apreciados son los botones, siendo los más comerciales los que tienen un sombrerillo de diámetro comprendido entre 2,5 y 7 cm.

Entre dos y cinco semanas después de hacer el revoco aparecen ya las primeras marcas de champiñón sobre la tierra de cobertura. La recolección debe hacerse cuando los champiñones estén maduros, es decir, cuando el pie del hongo se hace un poco flexible y todo el champiñón se hace más blando al tacto. Siempre han de cosecharse antes de se haya roto el velo que cubre el himenio.

Para recolectarlo se toma suavemente el sombrerillo entre los dedos y se da a la mano un movimiento de torsión. Después se tapa con tierra el hueco dejado por el pie del hongo cosechado. Los champiñones recolectados se colocan en recipientes de menos de dos kilos de peso y con el sombrerillo hacia abajo.

El periodo de recolección dura de dos a cuatro meses, obteniéndose producciones medias de seis a ocho kilos de champiñón por metro cuadrado de superficie. La temperatura normal de conservación es de 0-2º C, con atmósferas controladas con el 9% de oxígeno y el 25-50% de CO2.

Fisiopatías, plagas y enfermedades

Fisiopatías

Destaca la llamada piel de cocodrilo o rose-comb. Consiste en la aparición de protuberancias sobre los sombrerillos de los hongos afectados. Se debe a diversas causas, como excesiva sequedad ambiental, aplicación excesiva de determinados pesticidas, vapores de formol, etc.

Plagas

Las plagas más conocidas del champiñón son ciertos ácaros, algunos nematodos y varios insectos. Los ácaros que más destacan son:

  • Araña blanquecina (Tyrogliphus sp.), que producen cavidades irregulares en el pie y sombrerillo, de consistencia húmeda.
  • Araña rubia (Linopodes sp.), que provoca el desdoblamiento de las raíces del hongo.
  • Araña roja (Tarsonemus sp.). Produce irritaciones a los operarios. (ver más de la araña roja)
  • Araña negra (Ceratophylla sp.).

Estas arañas se pueden combatir con acaricidas como dicofol, tetradifón, fensón, sulfotep, diazinón, etc.

Los dípteros constituyen una plaga cuyas larvas estropean el micelio del hongo, causando fallos en la fructificación, y dañan los hongos ya formados, labrando túneles o galerías en el pie y en el sombrero de los champiñones. Además de una adecuada desinfección del compost, pueden emplearse aplicaciones de diazinon, malation, lindano, clorfenvinfos, etc.

En cuanto a los escarabajos (colémbolos), producen pequeños orificios ovales, de aspecto reseco, sobre el sombrerillo. Los tratamientos con lindano y malatión son los más efectivos.

Los nemátodos son una de las plagas más dañinas de los cultivos de champiñón. Destacan Aphelenchus, Ditylenchus, Aphelenchoides, etc. Los nematodos destruyen el micelio del hongo. El estiércol toma un color rojizo y al tacto da la sensación de una pasta jabonosa. Su olor se hace acre. Una adecuada esterilización del compost junto al empleo de nematicidas y el control del ambiente del cultivo, son las mejores armas contra esta plaga.

Enfermedades producidas por bacterias.

La más grave de todas es la mancha bacteriana o "gota", producida por Pseudomonas toolasi Planie. Debe su nombre a que, cuando la padece, el champiñón presenta unas manchas amarillentas en el sombrerillo, de aspecto pegajoso y en forma de gotitas. En la presentación de esta enfermedad influye sobre todo la mala preparación del estiércol, la mala ventilación de las instalaciones y el riego excesivo. Para combatirla debe regarse con agua, en la que se hayan disuelto 250 gramos de cloruro de cal por cada 100 litros.

Pseudomonas sp. también provoca la llamada momificación. Consiste en una serie de hinchamientos del pie del hongo, que provocan la apertura prematura de los sombrerillos. Se recomiendan las mismas medidas que en el caso anterior, junto a una limpieza más adecuada de la explotación y un control más riguroso de la tierra de cobertura.

Enfermedades producidas por hongos.

Destaca la temida burbuja seca o mole, provocada por el hongo Verticillium malthoussei. Provoca la aparición de deformaciones, el champiñón se recubre de un moho o pelusilla blanco-rosácea y termina pudriéndose con desprendimiento de un olor muy desagradable.

El empleo de tierras de revoco insanas o utilizadas con anterioridad contribuyen a su presencia. Para su control se recomienda desinfectar la tierra de cobertura con formol, vapor de agua, mezclas de zineb o mancozeb, con benomilo, iprodiona, etc.

Otras enfermedades del champiñón menos importantes son la enfermedad de la telaraña (Dactylium dendroides) y la mole húmeda (Mycogone perniciosa).


Documentación

http://www.amanitacesarea.com/
www.elhogarnatural.com/
http://www.infoagro.com/
http://es.wikipedia.org/

BONET, J.M. 1986. El cultivo del champiñón. El Campo., 102: pág. 48-54.

GEA, F.J. & TELLO, J. 1997. Micosis del cultivo del champiñón. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 212 pp.

HERNÁNDEZ, J.M. 1977. El champiñón. Hoja divulgadora Núm. 21-22-67 HD. Ministerio de Agricultura. Madrid. 28 pp.

MAROTO, J.V. 1995. Horticultura herbácea especial. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 611 pp.

VEDDER, P.J.C. 1986. Cultivo moderno del champiñón. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 374 pp.