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La Página de Bedri
Miel
Extracción de la miel

El apicultor retira de las colmenas sólo la miel totalmente operculada y, una vez en el obrador o sala de extracción, procede a su extracción.

El primer procedimiento es el desoperculado; con un cuchillo se cortan los operculos que cubren la miel. Estos panales pasan a un extractor que, por centrifugado, deja los panales limpios para volver a ser utilizados por las abejas.

La miel que fluye de la centrifugadora, se filtra y se deja reposar unos días en unos bidones llamados maduradores para que decante. Esta operación es necesaria para retirar de la miel todas las impurezas de cera que pueda llevar. Una vez decantada, es envasada directamente del madurador.

La miel se extrae por centrifugación de los cuadros sin romper las celdillas de cera pudiendo ser reutilizadas, con el consiguiente ahorro energético para las abejas que pueden realizar con plenitud las demás labores de la colmena; así mismo permite mayor limpieza en la extracción y un considerable aumento en la producción de miel (de 6 kg/año en las colmenas de corcho a 30-45 kg/año en las colmenas movilistas).

Una colonia puede recolectar en un año 150 kilos de miel y, de estos, entre 20 y 40 kilos on lo que puede aprovechar el apicultor en referencia a la apicultura estante, es decir sedentaria, y respetuosa con los ciclos y necesidades de las abejas.

Procesado de la miel

Una vez producida la miel por las abejas, se la somete a varios procesos:

  • Extracción por centrifugación del panal, es el método ideal pues no altera las propiedades de la miel; o extracción por presión, que consiste en exprimir el panal generalmente en caliente. De esta forma, se obtiene mayor cantidad de miel pero se destruyen las sustancias de acción antiséptica y antibiótica por efecto del calor.
  • Filtrado, para eliminar los restos de cera.
  • Choque térmico. En algunos casos, la miel procesada industrialmente se calienta alrededor de 65-75ºC para hacerla más fluida y que no cristalice, con lo que se pierden parte de sus propiedades.

Cristalización de la miel

La cristalización es un proceso natural que distingue a toda miel de calidad, pero que no gusta al consumidor no educado o conocedor de las características de la miel cruda. Si la miel se almacena en bidones, la cristalización se producirá en ellos, por lo que habrá que calentarlos para poderla envasar.

El 90% de las mieles industriales de hecho se almacena en bidones, y si llega a cristalizar se somete a calor para proceder a envasarla, por lo cual perderá propiedades específicas". Para evitarlo, la miel se envasa antes de que cristalice, para que el proceso de cristalización se produzca ya envasada la miel en el tarro de cristal.

La miel envasada en recipientes de vidrio se almacena en un lugar seco y con una temperatura en torno a los 20 grados para evitar la cristalización que se produciría a una temperatura menor.

La cristalización no es del mismo tipo en todas las mieles: "El nectar procedente (mayoritariamente) del girasol cristaliza como el azúcar, en forma de un cristal granulado. La cristalización depende de la miel de que se trate y, además, cada floración tiene un cristal diferente, dependiendo de cada año así como de la climatología. Generalmente, la cristalización fina suele ser más valorada como por ejemplo la de ajedrea que produce al cristalizar una miel crema muy fina".